El texto está en inglés.
http://www.cultureandcosmos.org/pdfs/11/11_Houlding_Ptolemy_Vol11.pdf
Esta tesis nació de mis miedos más profundos, de mis incertidumbres, de la
conciencia de que, después de todo, no tenemos control sobre nuestras vidas. Fue
escrita con el propósito de arrojar un poco de luz a las dudas que me inquietaban y me
inquietan: ¿quiénes somos?; ¿de dónde venimos?; ¿a dónde vamos?; ¿qué nos cabe
esperar de la vida?; ¿cómo debemos actuar para ser felices?.
La astrología y con ella la astronomía, en el Occidente Medieval, pasaron por dos
momentos clave y radicalmente contrapuestos: el primero, que coincidió con los
primeros siglos tras la caída del Imperio Romano de Occidente, de declive y abierta
decadencia, y el segundo, a partir de los ss. X y XI, de recuperación y esplendor.
En el primer caso, hay que advertir que esa decadencia, que afectó sobre todo a las
élites intelectuales –hemos de suponer que debieron seguir existiendo prácticas
populares cercanas a la superchería y a la magia–, fue debida no sólo a la inestabilidad
política motivada por las invasiones germánicas y a la desaparición de la cultura y de la
enseñanza de tipo clásico practicada hasta entonces, sino sobre todo a la actitud
represiva e intolerante de la Iglesia occidental frente a la astrología, mientras que en
Oriente la actitud general fue mucho más tolerante.
El siglo IV d.C., con el progreso político del Cristianismo, tiene un papel
fundamental en la transformación del antiguo mundo greco-romano. El paganismo,
duramente combatido en los siglos anteriores por cristianos cultos y conocedores de
la cultura griega, como Taciano, Clemente de Alejandría, Hipólito u Orígenes, cede
ante el empuje de la nueva religión. Una religión providencialista, como el
platonismo, y que hace bandera en su ética del libre albedrío. De ahí su radical
enfrentamiento con la astrología que había cobrado autoridad tras ocho siglos de
experimentación en el helenismo y que había logrado penetrar en la alta sociedad del
Imperio. El siglo IV, anticipado en esto por los edictos de Diocleciano a finales del
III contra magos, idólatras y astrólogos, va a suponer la criminalización jurídica
(favorecida a partir de la conversión de Constantino) de la astrología. Pese a todo, se
sigue consultando a los astrólogos y magos, se hacen horóscopos y se escriben
tratados de astrología. Ésta se refugia en el gnosticismo y determinadas herejías del
Cristianismo, que toman de ella parte de su escatología y, sobre todo en los templos
de las divinidades astrales (Mitra, Isis, Osiris, Serapis) que irán perdiendo terreno
hasta que la destrucción del Serapeo de Alejandría, con su excelente biblioteca,
significa simbólicamente el triunfo definitivo de una nueva cultura, asentada en la
anterior, pero que guía Roma hacia la Edad Media. En este contexto, Pablo de
Alejandría escribe el último manual con cierta originalidad del mundo antiguo; un
manual que, aunque participa de algunos principios formulados por Tolomeo en el
Tetrabiblos significa una vuelta a la astrología tradicional, basada en los egipcios y
en el hermetismo; una astrología con la que tal vez Paulo se posiciona contra los
ataques a los dioses paganos alejandrinos.
El presente artículo es una
aproximación al oficio de boticario en el
reino de Navarra durante los siglos XIV
y XV. Tras una puesta al día sobre el en-
tramado sanitario navarro durante este
periodo se abordan las características
más singulares del oficio, como es la di-
versifi cación de sus actividades, no solo
destinadas a la venta de especias y medi-
camentos. A continuación se trata sobre la
práctica y la presencia de algunos de estos
boticarios al servicio de los monarcas na-
varros.
https://estudiosmedievales.revistas.csic.es/index.php/estudiosmedievales/article/view/421/430
https://sabersenaccio.iec.cat/es/los-boticarios-como-productores-y-dispensadores-de-medicamentos/
El artículo presenta una visión general de los astrólogos que sirvieron en la corte de Carlos II, Carlos III y Blanca I de Navarra. Un cargo cortesano que unía la adivinación de hechos futuros con la práctica médica del momento. Pese al prestigio que parecen alcanzar, no resulta una ocupación con cierta continuidad,salvo en casos muy concretos.
https://estudiosmedievales.revistas.csic.es/index.php/estudiosmedievales/article/view/114/116
Desde los orígenes del mensaje cristiano, la
astrología fue vista como una amenaza por la creencia
en el fatalismo astral que ponía en crisis no solamente
la libertad humana sino también la fe en la Providencia
divina. No obstante, el rechazo al influjo de los astros
presentó diferentes matices tanto entre los Padres de
la Iglesia como en las escuelas gnósticas. Los argu-
mentos que se usaron contra la astrología provenían,
en algunos casos, de la filosofía helénica precristiana y
encontraban su principal apoyo en el rechazo al deter-
minismo cósmico. El cristianismo agregó su reticencia a
las prácticas adivinatorias de los astrólogos. El episodio
evangélico de la estrella del Oriente fue el más estu-
diado para la elaboración de las diatribas cristianas más
antiguas contra la astrología, destacándose entre ellas
la de los valentinianos que están detrás del texto de los
Extractos de Teódoto, recensionados por Clemente de
Alejandría.
La Astrología parte, como todas las Ciencias Tradicionales, del punto de vista del Hombre. No conoce más que al Hombre en medio de...