Gerold Hilty, en su artículo «¿Existió una tercera versión latina
del Libro conplido?»1 recordaba que en cuatro manuscritos de la tra-
ducción latina del Libro conplido que conocía2 aparecían, en el pri-
mer folio, una rúbrica y una figura astronómica, cuya forma original,
que se puede deducir de las cuatro versiones, era la siguiente:
Nos recordaba Hilty que este horóscopo se podía resolver por un
cálculo infalible y absolutamente fidedigno que indica el 12 de marzo
de 1254, la posición del Sol correspondiente a las 6.28 de la maña-
na, ventidós minutos después de su salida, calculado para la latitud
y longitud de Toledo. La rúbrica, bien interpretada, concuerda con
el resultado del análisis del horóscopo tal y como con más detalles
había presentado ya en su edición de las cinco primeras partes de la
versión castellana del Libro conplido (Hilty l954: LXI-LXV). Hacía
más de medio siglo que Hilty había hecho este hallazgo y en el artí-
culo reciente mencionado arriba no tenía por objetivo demostrar lo ya
demostrado, aunque de todos modos insistía en un aspecto que nos va
a resultar muy útil para nuestro propósito aquí: señalar la singularidad
intencionada desde un punto de vista astrológico de ese momento en
que Yehudá ben Mošé inicia su traducción3
. Insistía Hilty, decimos,
en señalar «el hecho de que el 12 de marzo de 1254 fue efectivamente
jueves y que el autor de la rúbrica indicó el año cristiano según la era
de la Encarnación, en la cual el año empieza el 25 de marzo. Por con-
siguiente, el 12 de marzo pertenece al año 1253 ab incarnatione, que
termina el 24 del mismo mes»