Desde que en 1912 Aby Warburg señalara la relación entre el texto
árabe denominado Picatrix y los frescos del Palacio Schiffanoia en Ferrara' y
Fritz Saxl la existente entre los manuscritos de Alfonso X el Sabio (1252-
1284), traducidos del árabe al castellano y luego al latín , y las pinturas
trecentistas del Palacio de la Regioné en Padua , quedó establecido un hecho
fundamental para la historia del arte occidental: la gran renovación científica
producida en Occidente en los siglos XII y XIII determinó, aunque únicamente
a partir de 1250, el descubrimiento de una nueva iconografía astrológica en
la que los saberes de la Antigüedad (Ptolomeo y la astrología helenística)
eran transmitidos a través de sus modalidades islámicas.