Desde hace tiempo llama mi atención la cantidad de personas que se sienten atraídas
por propuestas que tienen un carácter marcadamente oriental. Entre familiares,
amigos y conocidos, me encuentro con muchos que emplean su tiempo en asistir a
actividades como el yoga, la meditación o el mindfulness. Además, es llamativo que la
mayoría que realiza estas prácticas haya recibido una formación cristiana, en concreto,
católica, y muchas de ellas son practicantes.
Sentí curiosidad por esta especie de “moda” y me informé para ver si estaba relacionada con
otro fenómeno que ha tenido un enorme éxito en los últimos años: los centros de terapias de
salud y bienestar y las terapias alternativas a la medicina tradicional.
Enseguida me di cuenta de que, en torno a estas dos realidades, había cierta curiosidad por lo
misterioso y lo espiritual. Se realizaban Congresos y ferias de esoterismo a las que acudían
todo tipo de personas atraídas por la lectura de las cartas, la astrología y los amuletos que
prometen trabajo, salud o, simplemente, energías positivas. Al final, me pregunté si “esas
ofertas” eran también una moda, una extravagancia o si, por el contrario, había algo más
detrás de toda esa parafernalia.
https://www.academia.edu/45435551/Nueva_Era_el_silencio_de_Dios