Una de las causas de la
decadencia de la Astronomía
castellana en la primera mitad del
siglo X V es la condena que de ella
hace el cristianismo. Pero la
creación de la cátedra de Astro-
logía de Salamanca y la navegación
portuguesa hacen que se retome de
nuevo esta ciencia. Otro hecho
relevante, y no menos importante,
es la aparición en escena del judío
Abraham Zacut. Su obra Hibbur ha-
gadol se puede considerar puente
entre las tablas alfonsinas y las
rudolfinas. En este trabajo presenta-
mos a un Zacut astrólogo que como
otros escribe una obra, por
encargo, que pensamos repugnaba
al científico.
La Astrología y con ella la Astronomía, en el Occidente Medieval, pasaron por dos
momentos clave y radicalmente contrapuestos: el primero, que coincidió con los
primeros siglos tras la caída del Imperio Romano de Occidente, de declive y abierta
decadencia, y el segundo, a partir de los ss. X y XI, de recuperación y esplendor.
En el primer caso, hay que advertir que esa decadencia, que afectó sobre todo a las
élites intelectuales –hemos de suponer que debieron seguir existiendo prácticas
populares cercanas a la superchería y a la magia–1, fue debida no sólo a la inestabilidad
política motivada por las invasiones germánicas y a la desaparición de la cultura y de la
enseñanza de tipo clásico practicada hasta entonces2, sino sobre todo a la actitud
represiva e intolerante de la Iglesia occidental frente a la astrología, mientras que en
Oriente la actitud general fue mucho más tolerante.
A comienzos del Renacimiento la superstición era considerada un
pecado severo que debía ser reprobado y combatido, por lo que
tanto teólogos como clérigos e inquisidores se centraron en extirpar
cualquier costumbre o idolatría que tuviera indicios leves de ser vana1. Se
trataba pues de un tipo de creencia, al margen de la cultura dominante, que
era difícil de identificar en la práctica, ya que no se podía precisar con
certeza que un determinado efecto se produjera por un motivo natural o
sobrenatural.
Mi amigo Francisco C. Valero, me pasa algunos datos autobiográficos.
Vamos a ver el asesinato de sus hijos, en su carta natal.
Apenas un día después del asesinato, el 3 de marzo de 2006, Gonzalo Peña Tamez, padre de las víctimas, redactó una carta en inglés que compartió con un grupo de sus amigos astrólogos en un foro en Internet.
https://www.mural.com.mx/a-sangre-fria-el-asesino-de-cumbres-ii/ar2015065
Carta Rectificada, con las Direcciones Primarias para la fecha del evento.
https://accedacris.ulpgc.es/bitstream/10553/5416/1/0235347_01999_0006.pdf