El asesinato de Carrero Blanco, también conocido por su nombre en clave Operación Ogro, fue un atentado perpetrado por la organización terrorista Euskadi Ta Askatasuna (ETA) el jueves 20 de diciembre de 1973 contra el almirante Luis Carrero Blanco, presidente del Gobierno español durante la dictadura franquista. El asesinato provocó un hondo impacto en la sociedad española de la época, ya que suponía el mayor ataque contra el régimen franquista desde el final de la Guerra Civil en 1939.
https://es.wikipedia.org/wiki/Asesinato_de_Carrero_Blanco
Cuando fue escrito este libro, a continuación de una serie de ar-
tículos que aparecieron en la revista American Astrology, que Paul
Clancy acababa de dar a publicidad, la astrología interesaba a relati-
vamente pocas personas. La mentalidad del público la asociaba con
la adivinación del tipo más superficial, o con rosacruces, teósofos o
hermetistas. Sepharial y Alan Leo, celebérrimos astrólogos ingleses,
habían sido ocultistas y teósofos; y fue en esos círculos en los que
por primera vez conocí y estudié astrología hace cincuenta años.
Diez años después, recibí los primeros cursos mimeografiados
sobre astrología, de Marc Edmund Jones y, poco después, me in-
teresé profundamente por la psicología profunda de Carl Jung, y
también por el libro Holism and Evolution, escrito por Jan Smuts, el
gran estadista, internacionalista y filósofo sudafricano
https://www.academia.edu/49817953/Rudhyar_Astrolog%C3%ADa_de_la_Personalidad
Robert Lewandowski, llevaba una trayectoria impecable.
¿ Que le está pasando ?
Bueno, tiene unas Direcciones Primarias difíciles, y por Profección de 30º por año lleva un recorrido en donde el Parte de Infortunio y el Nodo sur están socavando su mente concreta.
Aunque ya tiene 35 años, espero que se recupere de esta mala racha.
La primera conferencia que di sobre astrología fue para un grupo de
unos ocho colegas que, sin saberlo, eran el núcleo de lo que habría
de convertirse en la British Columbia Astrological Society. Para ese pe
queño grupo, en 1973, expuse mis ideas sobre los planetas retrógrados.
Mi inicial incursión en la astrología, en 1964, había estado condicio
nada por The Lunation Cycle, de Dane Rudhyar [El ciclo de las lunacio
nes, Editorial Sirio, Málaga, 1987], seguido por Aspects, de C. E. O.
Carter, y por numerosos folletos, libracos y lecturas diversas, de modo
que se puede ver que mis comienzos fueron extraños e inconexos. Mis
auténticos compañeros fueron las efemérides por décadas de los rosa
cruces, en cuyo estudio me absorbía, aprendiendo por mi cuenta a le
vantar horóscopos y a estudiar los movimientos planetarios. Siempre
me fascinó el aparente movimiento de retroceso de los planetas, seña
lado por la misteriosa «R» en las columnas de cifras. En ninguna parte
leí ni oí comentar nada sobre esa «R» hasta que unos años después, en
1968, acudí a una reunión de teósofos en Los Ángeles para oír una con
ferencia de Manly Palmer Hall. En algún momento de la velada se
habló del movimiento retrógrado y tuve la esperanza de que finalmente
me explicaran aquella misteriosa «R». Sin embargo, cuando pregunté
me dijeron que no significaba nada, y que no debía hacerle caso en as
trología natal.
La adoración de esos seudodioses llamados estrellas es, tal vez, la creencia religiosa más antigua de la humanidad, y probable...