Posteos cortos, y a mi parecer, interesantes, en mi grupo de Astrología.
Estais invitados, si quereis participar.
https://www.facebook.com/groups/555565874869807
Posteos cortos, y a mi parecer, interesantes, en mi grupo de Astrología.
Estais invitados, si quereis participar.
https://www.facebook.com/groups/555565874869807
Desde la publicación de mis primeros libros de astrología, no he cesado de recibir una gran cantidad de cartas desde todo el mundo en las que la gente me cuenta cómo mis libros son utilizados por los estudiantes y los profesionales de la astrología, así como por aquellas personas para quienes esta disciplina sirve de instrumento de autoayuda, sin ninguna intención de convertirse en astrólogos profesionales. Muchas personas subrayan frases de los libros o toman notas en ellos; otras distribuyen fotocopias de determinados capítulos entre sus clientes, alumnos o amigos, y otras me dicen que sería útil poder disponer de un índice o una explicación más completa sobre cómo aplicar determinados principios básicos de la interpretación. Sin embargo, hasta ahora no había creído necesario publicar este material adicional, ya que pensaba que mi principal función era la de esbozar lo más claramente posible los principios esenciales y el enfoque que, según mi experiencia, es el más exacto y práctico. Creía que hacer esto era urgentemente necesario para conseguir establecer sólidamente una verdadera psicología astrológica (o psicología cósmica).
A COMIENZOS DEL RENACIMIENTO la superstición era considerada un
pecado severo que debía ser reprobado y combatido, por lo que
tanto teólogos como clérigos e inquisidores se centraron en extirpar
cualquier costumbre o idolatría que tuviera indicios leves de ser vana1. Se
trataba pues de un tipo de creencia, al margen de la cultura dominante, que
era difícil de identificar en la práctica, ya que no se podía precisar con
certeza que un determinado efecto se produjera por un motivo natural o
sobrenatural.
Aunque el momentáneo oscurecimiento del Sol o de la Luna provocó a me-
nudo el miedo en el hombre antiguo, que atribuía tan extraordinario fenómeno a
la acción de magos y brujas, los espíritus más ilustrados y racionales consiguieron
explicar correctamente los mecanismos astronómicos que se ocultaban detrás del
comportamiento de nuestras dos principales luminarias, e incluso fueron capaces de
predecir con bastante exactitud los eclipses de Luna recurriendo al “ciclo de saros”,
de origen mesopotámico. Por su parte, los astrólogos también intentaron aprovechar
tales fenómenos de carácter extraordinario para extraer omina, en particular de los
eclipses lunares, ya entre los caldeos, cuyos patrones fueron tenidos en cuenta luego
por la astrología griega, sobre todo por Ptolomeo, que fue el autor antiguo que más
extensamente trató esta anomalía astronómica.
Se llama nodo a la intersección de la órbita de un astro con la Eclíptica, es
decir, con la órbita de la Tierra. Los nodos de los planetas están casi tan quietos
como las estrellas fijas y no suelen ser considerados en la interpretación astro-
lógica. En cambio, los de la Luna han sido objeto de atención desde la antigüe-
dad, dado que cuando aquella y el Sol se encuentran en conjunción u oposición
en sus cercanías, ocurren los eclipses (de donde viene la palabra Eclíptica), uno
de los fenómenos celestes más notables desde siempre para todos los seres
vivos. El ocultamiento de la luz de uno u otro astro era leído como un augurio
temible, y los astrólogos mesopotámicos consideraban que un gran dragón de-
voraba en ese momento a la luminaria de turno. Además, dado el gran tamaño
de la Luna respecto de la Tierra, su cercanía y la irregularidad de la forma de
ambos cuerpos, la fuerza de gravedad que regula su órbita tiene muchas va-
riables, las cuales determinan un movimiento zizgagueante de sus nodos asimi-
lable al reptar de una serpiente, cuyo promedio es uniformemente retrógrado
y realiza un ciclo completo en unos 18 años.
De forma más precisa, nuestro artículo debería llamarse “ciento cuarenta y cua-
tro años de hermetismo en el ámbito académico” (1866-2010); es decir, desde la
elegante edición de Louis Ménard hasta nuestros días, o incluso de ciento cincuenta
y seis, si contamos con la edición de Parthey (1854-2010). Como se puede ver, e in-
augurando el milenio, el hermetismo acumula una historia considerable en el ámbito
académico moderno, que aún podría engrosarse más si tuviéramos en cuenta la polé-
mica suscitada en pleno siglo XVII acerca de la datación y naturaleza de los textos.
La adoración de esos seudodioses llamados estrellas es, tal vez, la creencia religiosa más antigua de la humanidad, y probable...