Desde la publicación de mis primeros libros de astrología, no he cesado de recibir una gran
cantidad de cartas desde todo el mundo en las que la gente me cuenta cómo mis libros son utilizados
por los estudiantes y los profesionales de la astrología, así como por aquellas personas para quienes
esta disciplina sirve de instrumento de autoayuda, sin ninguna intención de convertirse en
astrólogos profesionales. Muchas personas subrayan frases de los libros o toman notas en ellos; otras
distribuyen fotocopias de determinados capítulos entre sus clientes, alumnos o amigos, y otras me
dicen que sería útil poder disponer de un índice o una explicación más completa sobre cómo aplicar
determinados principios básicos de la interpretación. Sin embargo, hasta ahora no había creído
necesario publicar este material adicional, ya que pensaba que mi principal función era la de esbozar
lo más claramente posible los principios esenciales y el enfoque que, según mi experiencia, es el
más exacto y práctico. Creía que hacer esto era urgentemente necesario para conseguir establecer
sólidamente una verdadera psicología astrológica (o psicología cósmica).