sábado, 18 de abril de 2015

Que es la Tradición en Astrología ?









Esto es la traducción (amateur) de un artículo de John Frawley publicado originalmente en inglés AQUÍ.
Más artículos de John Frawley traducidos en Papus & Olivets aquí.
Escrito para The Carter Memorial Lecture, dada en la Astrological Association Conference y la Astrological Lodge of London, Septiembre de 2009.
¿Qué es la tradición en astrología?
Hay un libro de Miljiana Mitrovic y Alexsandar Imsiragic que es una colección de cartas natales de astrólogos notables, desde los días más lejanos hasta el presente. Está en Serbio, pero como es una colección de cartas natales, el idioma no importa demasiado. Lo que me impactó cuando lo estaba mirando es que todos los astrólogos vivos asociados con la astrología tradicional cuyas cartas publica tienen oposiciones Sol/Saturno cercanas. Mientras todas esas pequeñas y suaves criaturas que retozan en los soleados campos de la astrología moderna tienen… ¡Cosas como planetas en Libra! Y la mayoría de ellos no tienen Saturno en su carta en absoluto.
¿Qué nos dice esto – aparte del hecho de que los astrólogos tradicionales no están a la cabeza de la lista de invitados de ninguna fiesta? Podríamos pensar “Ajá, tienen esa obsesión con el pasado – con cosas que deberían por derecho estar muertas y dejadas atrás hace tiempo”. Pero entonces miramos los nacimientos de Lilly, Culpeper, y encontramos exactamente las mismas oposiciones Sol/Saturno cercanas. Nunca cruzó las mentes de Lilly ni de Culpeper que estaban haciendo astrología “tradicional”, o que había algo anacrónico en lo que hacían. Practicaban astrología tal como es – no había ninguna otra variedad en oferta.
Lejos de ser el tradicionalista radical de la leyenda moderna, Lilly era de hecho un modernista radical. Para las innovaciones que Kepler estaba preparando – el sinsentido autocontradictorio que son los aspectos menores – Lilly era el primero en la cola. Estoy bastante seguro de que si le hubieras abordado y dicho “Ey, Bill, has oído hablar de Sedna?” no habría dudado ni un segundo. “Wow, mira – ¡Está justo en mi Quirón!” Repasaré la razón de esto más adelante.
He oído a gente referirse a la línea principal de la astrología del siglo XX como “astrología tradicional” en un alegre desconocimiento de si existe o ha existido nunca otra forma de astrología. Pero parece existir una comprensión creciente de que hubo vida antes de Alan Leo. Podemos discutir sobre qué virtudes posee la astrología principal del siglo XX, pero no creo que pueda haber un argumento serio reivindicándola como tradicional.
Volviendo a la pregunta: ¿Qué es la astrología tradicional? Dentro del mundo de estas criaturas miserables y afligidas por saturno, que podrían ser descritas, por ellas mismas o por otros, como “astrólogos tradicionales” hay varias facciones conocidas por varios nombres – esto no es diferente del mundo de la política revolucionaria. La gente se disgusta terriblemente si la sitúas en la facción equivocada, justo como si confundieras a Trotskistas con Maoistas.
Están los que practican “astrología medieval”. Me desconcierta por qué alguien querría hacer esto. Vivo en el siglo XXI. Mis clientes viven en el siglo XXI. ¿Por qué debería practicar astrología medieval? “¿Él me quiere?” “Bueno, realmente no importa: los dos moriréis mañana por la Peste Negra”.
Debo insistir aquí que cuando uso el término “astrología moderna” como contraste con la astrología tradicional, lo hago de una forma muy laxa, como una abreviatura para algo como “astrología como se practica más habitualmente en el mundo moderno”. Mantengo firmemente que la astrología que yo practico es punto por punto tan moderna como cualquier cosa que involucre grandes números de asteroides. Es exactamente igual de moderna – sólo que tiene raíces mucho más profundas.
Escuchamos acerca de la “astrología clásica”. Clásica – ¿En contraste con qué? Si tenemos algunas cosas etiquetadas como “astrología clásica”, probablemente tenemos muchas otras cosas etiquetadas como “astrología ligera”*. Por supuesto, la mayoría de la astrología practicada en el mundo moderno es exactamente eso: astrología ligera.
*[N. del T.] El autor contrasta la “astrología clásica” con la “astrología ligera” en el sentido de “easy-listening”, de la misma forma que la música considerada “de fácil escucha” o “música ligera” como la música para vestíbulo, ambiental, de ascensor…. Así, la “astrología ligera” es una astrología fácil de realizar, explicar y practicar; limitándose así a ofrecer lo que el público desea más superficialmente.
Pero esto no es en absoluto un fenómeno moderno. La mayoría de la astrología practicada durante la mayoría de la historia de la astrología ha sido astrología ligera, porque casi siempre es eso lo que quiere la audiencia del astrólogo. “¿Cuándo le conoceré?” “Oh, muy pronto – y de una forma bastante inesperada”. O, en un nivel un poco más sofisticado, lo que solemos leer en los almanaques: “Hay un eclipse en – bueno, en el signo que quieras – así que alguien noble morirá”. Y, adivinad: Aquí o allí acaba muriendo alguien noble, probando así que hay orden en el universo. Dios está en su cielo y todo está bien en el mundo.
Esta demanda de astrología ligera es una de las razones principales de por qué hay tanta paja en los libros de texto, tanto antiguos como modernos. Porque eso es lo que el astrólogo ligero necesita: algunas pizcas de abracadabra plausible que mascullar antes de decir al cliente lo que el cliente quiere oír.
Medieval y Clásico son términos empleados por los propios astrólogos tradicionales. Uno también escucha, de vez en cuando, el término “fundamentalista” aplicado a sí mismo por otros. En el clima actual, por supuesto, llamar a alguien fundamentalista te permite descartar su argumento sin necesidad de molestarte en pensar en él. En la medida en que “fundamentalista” tiene otro significado aparte de este, parece ser de exclusivismo y rígido dogmatismo.
Muchas veces he sido criticado por escribir en mis libros que las cosas cosas son ciertas, más que “ciertas para mí”. No soy lo bastante arrogante para ver por qué lo que es verdad para mí debería ser del menor interés para otros que mis más allegados. Lo que es cierto para mí es que los Grateful Dead son muchísimo mejores que Celine Dion, pero no voy a escribir un libro para argumentar eso.
Hay un término que me gusta, de todos modos. En nuestra conferencia Real Astrology y el intensivo de seis días sobre astrología natal, que celebramos casi todos los años, estaba discutiendo la astrología helenística cuando un desliz de nuestro traductor alemán dió nacimiento al maravilloso concepto de astrología hedonística. Esto es algo a lo que he consagrado muchos años de dedicada investigación.
Observemos un poco más a William Lilly. Hay una extraña aflicción de la vista que afecta a la gente cuando abordan a Lilly. Hace invisible el 50% del título de su gran libro de texto. ¿Cómo se llamaba? “¿Astrología?” “¿Astrología horaria?” “¿Astrología gruñona?” Bien, pues no: “Astrología cristiana” (Christian Astrology). Cuando este otro 50% del título es discernido, se excusa por una concesión de boquilla a poderes que podrían acabar persiguiéndolo – algún tipo de ofrenda en sus altares. ¿Por qué otro motivo querría alguien llamar a lo que hace astrología cristiana, excepto como una forma de cruzar los dedos y gritar “¡Barrera!”.
Lejos de ser algún tipo de concesión política de boquilla, este 50% del título era, para Lilly, probablemente la palabra más importante de todo el libro. Por eso es la primera que se lee. Esta haciendo una referencia directa a Tertuliano. Se ríe de Tertuliano. Si habéis leído a Lilly y pensáis que es un cascarrabias de vez en cuando – intentad leer a Tertuliano. Es el Liam Gallagher de los Padres de la Iglesia.
En una parte de su tratado “Sobre la Idolatría” Tertuliano dirige su atención específicamente a la astrología. A la astrología como idolatría, porque implica investir de poder a los planetas. Podríamos pensar que hoy en día no lo hacemos, pero ¡Oh, lo hacemos! Cualquiera que haya dicho alguna vez “Saturno está transitando mi Ascendente, así que es un mal momento para mí” o “No puedo hacer eso hoy, porque Mercurio está retrógrado” está invistiendo de poder a los planetas. Mis colegas están en el campo preparando un fuego, así que los que hayáis hecho esto, por favor formad una fila ordenada cuando termine la conferencia y os quemaremos en la hoguera.
“Pero”, dice Tertuliano, en su discusión de la astrología, levantando un argumento contra sí mismo, “¿Y qué pasa con los Reyes Magos? Eran astrólogos”. Le da mucha importancia a la enunciación del evangelio de que “volvieron a casa por una ruta distinta”. Su encuentro con Cristo les cambió. Dejaron la astrología y acabaron… no especifica cómo – abrieron una tienda de regalos, quizá. Pero el punto exacto al que Lilly se refiere es a la sentencia de que “La astrología de hoy en día trata de Cristo. Es la ciencia de las estrellas de Cristo” Así que cuando Lilly llama a su libro Christian Astrology, es una declaración radical. No lo dice de boquilla, sino que iza su bandera.
Lilly fue un milenarista. No sabemos exactamente a qué secta se adhirió, pero está claro que creía que estaba viviendo en los últimos días. En el tiempo de su vida, o la segunda venida de Cristo en la tierra o el reino de los santos que prepararía esta segunda venida iban a ocurrir indudablemente. Así que dirige su astrología en vistas al gran evento.
Tertuliano no abogaba, por supuesto, por una nueva astrología – “¡Ey, así es como se hace la astrología cristiana!” Decía que la astrología es ahora redundante. Es bastante improbable que Lilly haya leído a Tertuliano. Pero es igualmente improbable que no hubiera oído el razonamiento de Tertuliano recitado muchas veces por algún predicador del fuego infernal arremetiendo contra los astrólogos. Arremetiendo contra gente como William Lilly. Recordemos que Lilly habría escuchado dos o tres sermones cualquier domingo dado, y la idolatría, especialmente la cuestión de qué constituye idolatría y qué no, era el gran problema religioso del momento. Estos predicadores se hubieran referido a algo muy distinto diciendo que “La astrología de hoy trata de Cristo”. Estaban siguiendo a Tertuliano y rechazando la astrología. Pero Lilly coge esta declaración y se la queda para él: “Vale,” dice “esto es una astrología cristiana”.
Así que el título Christian Astrology es una ambiciosa declaración de intenciones: es su manifiesto para el libro. Todos sabemos que las ambiciosas declaraciones de intenciones son fáciles de hacer; realizarlas es más complicado. Muchos entre mi audiencia han escrito libros: debéis de conocer bien la diferencia entre la visión ambiciosa y hasta dónde puede uno llegar. ¿Está Christian Astrology a la altura de la ambiciosa visión de Lilly? No tanto. Hay una terrible cantidad de astrología ligera en él: el engañoso hocus-pocus (Como una digresión completamente irrelevante, pero quizá interesante, señalaré que el término “hocus-pocus” deriva exactamente de los alegatos sobre idolatría que se desarrollaban en los días de Lilly. Hocus-pocus es una parodia de “hoc est corpus”: este es el cuerpo. La caja sorpresa, “Jack-in-the-box”, viene de la misma idea).
Lilly recoge lo que había expuesto antes en los manuales astrológicos. Hace una cierta trilla – “los antiguos decían esto, pero no funciona” – pero no es gran cosa. Pero hay lugares en los que se propone algo más. Esto es en sus juicios políticos: tanto en sus ejemplos horarios de asuntos políticos como en aquellos pasajes en el volumen de astrología natal que reflejan el estudio que hizo de la carta del Rey Carlos, donde las delineaciones son por supuesto ajustadas a su propia y menos que imparcial visión de los eventos.
Por ejemplo, hay una carta horaria sobre qué forma de ejecución sufriría el Arzobispo de Canterbury. El juicio de Lilly sobre esta carta no obedece en absoluto a los principios astrológicos. Lo que está escribiendo es pura propaganda. Su cometido es mostrar que el Arzobispo de Canterbury – quien estaba de parte del Rey, así que desde el punto de vista de Lilly era un gran Malvado – ciertamente es un malvado, porque lo dice en las estrellas; y que se merece su destino; y ese Parlamento está siendo misericordioso con él dándole una muerte más digna – cortándole la cabeza en lugar de ahorcarlo. Lilly ofrece este addendum cutre, que “pensaba que era un tío bastante decente”. Pero es bastante obvio por todo el juicio de Lilly que no lo pensaba en absoluto. “¡De eso nada, Bill!” Esto es simplemente él diciendo “No penséis que estoy retorciendo las cosas porque él no me gusta. Mirad: ¡Estos son los hechos astrológicos!”
Que no lo son. Aquí encontramos la astrología cristiana radical de Lilly, mientras demuestra que los eventos políticos de su tiempo están prescritos por Dios, como es evidente porque están escritos en las estrellas. “Está todo bien, gente – el Gran Tipo está de nuestro lado”. Lo cual es, por supuesto, exactamente lo que nosotros hacemos cuando miramos una carta astral y decimos “Tu Luna está en mi Sol: oh, querida, ¡Estamos hechos el uno para el otro!” Lilly no fue de ninguna manera la primera persona que utilizó la astrología de este modo: este tipo de propaganda astrológica ya rondaba por ahí desde los primeros días. Pero es su creencia en que su astrología está ayudando a preparar el reino de Cristo en la tierra lo que explica el 50% invisible del título de su libro.
Así que en Christian Astrology tenemos un montón de astrología ligera; tenemos un montón de propaganda – George Orwell dice que, usando la palabra política en su sentido más amplio, el “deseo de empujar al mundo en una cierta dirección”, “ningún libro está verdaderamente libre de carga política”. Lo cual es muy cierto: si escribes una lista de la compra tiene una agenda política. Y entonces, como con cualquier libro sobre cualquier cosa más compleja que las tablas de multiplicar, tenemos lagunas en el conocimiento del autor.
Por eso Lilly es tan entusiasta con las innovaciones: para llenar las lagunas en su conocimiento.
Siempre habrá lagunas, a menos quizá que los autores esperen a que estén muertos antes de escribir – lo cual es en muchos casos, creo, una idea excelente. La lógica de un libro exige que no podemos dejar lagunas. Sabemos A, sabemos B; pero tenemos que decir algo sobre C, y – “Vaya, C es algo de lo que no estoy realmente seguro”. A menudo, el esfuerzo que esta necesidad exige produce inspiración, un salto adelante en nuestro conocimiento. A veces lo que produce es más como El Coyote percatándose de que ha saltado por un acantilado. Lilly tiene su justa parte de momentos El Coyote.
Estoy hablando sobre Lilly aquí, porque están los que consideran su obra como una revelación infalible, y retuercen todo lo necesario para justificar su visión. Exactamente lo mismo puede decirse de Bonatti – otro candidato popular para la infalibilidad – o cualquier otra autoridad. He comentado sólo tres razones de por qué los libros están sesgados. Hay otras muchas. Los libros no están para confiar en ellos, e investirlos de autoridad no es aconsejable.
Así que el popular juego entre los astrólogos tradicionales de golpearse unos a otros en la cabeza con pesados volúmenes es bastante desatinado. Están a los que les gusta jugar a “Mi autoridad es más vieja que la tuya”. Otros prefieren la variante “Mi autoridad es más oscura que la tuya” – si puedes basar la totalidad de tu astrología en la obra de alguien de quien nadie más ha oído hablar, ¡Has conseguido algo!
Ibn Ezra es instructivo aquí. Ibn Ezra poseía lo que es indudablemente una de las mentes más sutiles que se han dedicado a la astrología. Pero la astrología no era el trabajo diario. Él era un rabino. No cualquier viejo rabino, sino el hombre a quién Maimónides reconoció como el mayor de todos los comentaristas rabínicos de la Biblia. ¿Qué hacen los rabinos? Razonan. Así que sabe un par de cosas sobre razonamiento – qué es un razonamiento sólido y qué no.
Su Libro de las Natividades no contiene nada particularmente estremecedor en términos de técnica. Lo que es interesante es el modo en que trata a las autoridades. He dicho que Lilly realiza cierta cantidad de trillado en Christian Astrology. Ibn Ezra cita autoridad tras autoridad, y aparece casi como un refrán a lo largo de su libro “Esto no tiene ningún sentido”, “Esto es imposible que funcione”, “¿Este tío ha mirado alguna vez una carta astral?” Puedes sentirlo arrancándose el pelo presa de la desesperación por lo que la gente ha escrito. Una lección para todos nosotros. Como dijo Culpeper, permítenos mantener nuestra inteligencia en nuestras cabezas, pues ese es el lugar indicado para ella, y no en nuestros libros.
Si seguimos el consejo de Culpeper, no necesitamos que nuestras autoridades sean infalibles. El gran valor de Lilly – otra vez, tomo a Lilly sólo como un ejemplo, porque su trabajo me es más familiar que el de los demás – no es que sea infalible, sino la forma tan obvia en que se equivoca tan a menudo. Por ejemplo, deduce laboriosamente el temperamento de alguien, y depués dice, “Pero conozco a este tío, y no es así para nada”. O se queja de que una clienta de astrología horaria no se muestra agradecida después de decirle cómo podría persuadir a cierto hombre para que se case con ella. Miramos la carta, y lo vemos: “Por supuesto no se muestra agradecida, Bill – ¡La has casado con el hombre equivocado!”
Si no lo hubiera hecho tan obviamente mal, podríamos pensar que sus métodos eran perfectos. Están lejos de serlo. Como por supuesto lo estarán todos nuestros métodos. – pero podemos aspirar a mejorarlos. Lo que nos devuelve a Lilly el modernista radical. Hay lagunas en su conocimiento. Por supuesto que las hay. ¿Cómo las llenamos? Hay dos respuestas comunes. Está la respuesta de la modernidad, que es alcanzar el futuro, adquirir las suficientes cosas nuevas para poder dejar atrás las cosas viejas. Estoy hablando ahora de la modernidad no sólo en términos astrológicos, sino de la actitud prevaleciente del mundo occidental en los últimos cientos de años.
Luego está la respuesta que a menudo se reivindica – pienso que incorrectamente – como el método tradicional, que es volver al pasado.
La distinción entre lo que es tradicional y lo que no suele verse como una división temporal. Lo viejo es tradicional; lo nuevo no. Esto es un error – algo que veo más claramente ahora que cuando estaba escribiendo La Verdadera astrología (The Real Astrology). La astrología tradicional no terminó en algún punto del siglo XVIII. Hoy sigue viva y coleando. Un libro como The Horary Textbook, por ejemplo, no es literatura secundaria, un libro sobre la tradición. Es una parte viva de la tradición tanto como cualquier cosa escrita por uno de los muertos ilustres.
Tampoco es verdad que cualquier cosa escrita hace mucho tiempo sea parte de la tradición. La tradición astrológica occidental es una tradición monoteísta. Es la astrología de los judíos, los cristianos y los musulmanes. Como tal, desafía y se opone a la astrología enraizada en el relativismo. Astrología egipcia; astrología helénica; astrología védica; la astrología generalmente practicada hoy: esas no son parte de la tradición astrológica occidental, y, por las filosofías en que están enmarcadas, tienen bastante más en común entre ellas que con esta tradición.
Esto tiene mucho que ver con por qué la astrología helenística es para tantos la cara aceptable de la tradición. Sí, los Griegos escribieron muchos libros, y tuvieron la decencia de poner “Astrología” en letras grandes en la portada, en lugar de hacernos leer entre líneas para encontrar la astrología, como en muchas otras obras. Pero sospecho también que el entusiasmo por los Helenos tiene mucho que ver con una imagen de su sociedad que de muchas formas no parece tan distinta de la nuestra – ciertos autores modernos que bien gozarían de un trabajo en la Biblioteca de Alejandría. Esto ha llevado a una sobrevaloración del lugar de los Helenos en la historia.
Es también muy importante tener en cuenta que la tradición no es un anhelo por una era pasada en la que las cosas eran mejores de lo que son hoy. Hay literatura tradicionalista fuera del mundo de la astrología – autores como Huston Smith, Coomaraswamy, Schuon – que mantiene esta perspectiva, y los astrólogos tradicionales son acusados a menudo de adherirse a ella, no importa lo pocos que sean los que lo hacen. “Hubo una Edad Dorada, y la vida se ha ido volviendo despiadadamente peor desde entonces”. No importa con qué solemnidad intelectual se exprese esta perspectiva, siempre me recuerda a la firme creencia de mi abuela de que la civilización tocó a su fin cuando los carteros dejaron de llevar sombrero. Esta visión es profundamente intradicional. Debe mucho a la nostalgia de una juventud perdida; mucho al Romanticismo, con su idealización de la infancia: nada en absoluto al entendimiento de lo que es la tradición.
La tradición es algo vivo. Vive y respira, se mueve y cambia. Una tradición que no cambia está muerta – ¿Y qué interés reviste esto para nosotros, a parte de como muestra de estéril arqueología intelectual? Este cambio es a lo que la Iglesia Católica se refiere como “la operación del Espíritu Santo”. Esto no es una abstracción teológica, sino el reconocimiento de que la tradición, como un individuo, puede crecer en sabiduría. Se aprenden cosas, se realizan cosas. Crecemos.
Viniendo de una dirección diferente que esta literatura tradicionalista, el teólogo Josef Pieper escribe que la tradición debe ser transmitida exactamente como es recibida. Esto también es un error. Si la tradición fuera un artefacto material podría, por supuesto, ser verdad: Si heredo la Mona Lisa de mi padre, es mi deber transmitirla a mi hijo sin añadir adornos de mi cosecha. La tradición no es un artefacto material. Debe cambiar, debe ser cambiada. El signo vital es que estos cambios siempre deben preservar su esencia pura. Mientras esta esencia permanezca – mientras su verdad filosófica no quede corrompida, no se deslice hacia un relativismo fácil para ajustarse a modas contemporáneas – la forma externa de la tradición debe adaptarse a las exigencias del tiempo, de otra forma se convierte en un mero anacronismo. ¡La astrología tradicional no es una película de época! La idea de que deberíamos adherirnos estrictamente a una u otra autoridad del pasado es tan ridícula como las películas de romanos, en las que Mr. Collegiate America se envuelve en una sábana y finge ser un antiguo romano.
La idea que busca perfección en el pasado – hubo una vez perfección y hemos caído desde entonces – no es más que la imagen reflejada de la idea de que habrá perfección en el futuro, si pudiéramos reunir suficientes cosas nuevas: descubrir suficientes planetas nuevos, por ejemplo. La historia de la Torre de Babel debería disuadirnos de la idea de una perfección manufacturada en el futuro. Pero cuando vemos a aquellos que buscan la autoridad en el pasado golpeándose entre ellos en la cabeza con sus pesados volúmenes, vemos que alcanzar el pasado nos lleva igualmente a Babel.
Sugiero que nuestra actitud hacia la tradición no debería ser intentar revertirla a su pasado, ni intentar reconstruirla en el futuro, sino entenderla en el presente. Este entendimiento incrementado no vendrá de leer muchos libros, sino de cambiar gradualmente las percepciones para ver lo que hay ante nosotros, y no meramente manifestaciones de nuestro propio sí-mismo. Esto exige una voluntad de cambiarnos a nosotros mismos para poder entender, no una disposición a cambiar la astrología para que pueda ser entendida. Es por esta razón que las palabras con las que Ibn Ezra empezó su libro de texto son las más importantes jamás escritas sobre la astrología: El principio del conocimiento es el temor del Señor. Es esto lo que es el corazón de la tradición astrológica occidental.
Porque esta es la alineación geográfica básica: allí arriba está el Creador; nosotros somos sus criaturas – y hay por tanto una relación necesaria entre nosotros. Este es el “Usted está aquí” fundamental en el mapa astrológico. No importa lo elaborado que hagamos este mapa, cuántos nuevos planetas le añadamos, o cuántas viejas técnicas desenterremos: si no tenemos el “Usted está aquí”, el mapa es inútil. Es evidente cuántas de estas innovaciones – ya sean importadas del futuro o del pasado – son un intento de suplir la ausencia de exactamente este “Usted está aquí”.
La verdad no está en algún lugar ahí detrás, ni en algún lugar ahí delante, sino sólo, siempre, y para siempre, ahí arriba.
Por eso ésta es la imagen del astrólogo tradicional.


http://papusolivets.com/que-es-la-tradicion-en-astrologia/







San Juan Bautista

viernes, 17 de abril de 2015

Que es la Astrología Hermética ?. Por Frater Aleph







 La Astrología ha sido por mucho tiempo la gran olvidada en los círculos esotéricos. Muchos estudiantes de lo Oculto tienden a darle de lado ya sea porque, como toda cosa de valor, requiere de bastante tiempo y motivación aprenderla o, en otros casos, porque la consideran una generalización exagerada o una farsa total. Valdría la pena recordarles a estos últimos la frase de Sir Isaac Newton, una de las luminarias de la ciencia y el esoterismo por igual, cuando cuestionado por Sir Edmund Halley acerca de su adherencia a las doctrinas astrológicas, el gran matemático y físico respondió : “Yo he estudiado el asunto; usted, señor no”.


Cierto es que la Astrología se ha ganado un mal nombre, gracias a la proliferación en este último siglo de la charlatanería de los horóscopos de revista , y la mala imagen de supuestos astrólogos que tienen mucho más de show-man que de verdaderos cultivadores de este antiguo Arte. Por supuesto que este mal de la vulgarización y la impostura no ha sido exclusivo de la Astrología; el Esoterismo lo ha sufrido en todas sus vertientes.

Sin embargo, la genuina Tradición Esotérica de Occidente siempre ha considerado a la Astrología como una de sus más vitales disciplinas, una que permite al estudiante conocerse mejor a sí mismo y al mundo en el que vive, una Verdadera Llave Maestra que permite abrir el Libro Cerrado de la Naturaleza, y que muestra, para el ojo que puede ver, las conexiones internas entre las más dispares ocurrencias de la vida, dándonos una idea del Plan Maestro que subyace tanto en las existencias individuales, como en los acontecimientos y ciclos colectivos. No por gusto muchos de los más conspicuos esoteristas de todos los tiempos la practicaron, y los más variados templos y logias de diferentes órdenes, y hasta de las religiones exotéricas, muestran en mayor o menor grado simbolismo astrológico.

Pretendemos con este pequeño artículo dar algunas pinceladas sobre el papel primordial que desde antiguo los sabios herméticos han asignado a la Astrología, y contribuir al mejor entendimiento de las bases filosóficas y esotéricas sobre las que se levanta la Ciencia Astral.

Orígenes e Historia breve de la Astrología. 


La mayoría de los estudiosos de la historia de la Astrología hacen remontar su origen a la civilización Babilónica. Según nuestro conocimiento histórico actual, los babilonios fueron los primeros en considerar el firmamento en busca de símbolos que se relacionasen con los acontecimientos de nuestro mundo sublunar, en una época tan temprana como 1600 AC. En particular, empezaron a correlacionar los eventos sociales y naturales con las posiciones planetarias y estelares, dando inicio así a la Astrología Mundana (rama que se ocupa del estudio de los ciclos astrológicos y su relación con el devenir humano y los eventos que afectan a la sociedad en general), evolucionando en un período más tardío hacia la Astrología Natal (rama relacionada con el destino y las características de una persona en particular).
La Astrología estaba fuertemente ligada a la religión en Babilonia, y los sacerdotes, al mismo tiempo fungían de astrólogos, augures y exorcistas. Se practicaba la magia planetaria extensivamente, como una forma de apaciguar las influencias adversas de las corrientes de luz astral, algo que actualmente ha caído en desuso en la Astrología Moderna, pero que fue muy popular entre los astrólogos medievales, y aún lo es entre los astrólogos hindúes.

De esta fuente babilónica, la Astrología pasó a Egipto, Persia y Grecia. Fue justo en la ciudad de Alejandría, centro cultural del mundo antiguo y cuna del Hermetismo, donde alrededor del siglo III antes de nuestra era, hubo un auge de la Astrología, y se escribieron los tratados más antiguos que se conservan acerca de cómo levantar una carta astral y cómo interpretarla. La Astrología Helenística (así se le llama por haber sido fruto de este período de oro del saber griego) nació marcada por las concepciones hermético-filosóficas del momento, y esto se ve en conceptos como la división del Zodíaco en 4 elementos, las polaridades de los signos astrológicos, los planetas nombrados como las deidades arquetípicas griegas, más otros conceptos egipcios tales como los decanatos y el sistema de casas astrológicas, inspirado en el recorrido diario del Sol (Ra) por los cielos. Curiosamente referencias de escritos astrológicos de la época alejandrina mencionan como sus fuentes a ciertos libros escritos por Hanubios (Anubis), Hermes, Petosiris (gran sacerdote egipcio del 400 AC), Nechepso (Faraón egipcio) y Aesculapios, de los cuales nada ha quedado, como dejándonos a entender que fue de la fusión de las culturas y filosofías griega y egipcia de donde nació la Astrología.

En particular, se le atribuyen a Hermes Trismegisto la autoría de ciertos trabajos astrológicos del período alejandrino tardío. Sus títulos son: El Centiloquio (100 aforismos sobre astrología), Las Estrellas Bebenias, y Las Quince Estrellas (estos dos últimos sobre las influencias de las estrellas fijas). Otros escritos mágico-astrológicos son atribuidos a Hermes en los Papiros Mágicos Griegos, siendo principalmente listados de correspondencias entre planetas, estrellas, plantas, animales, piedras preciosas, etc., destinados a la práctica de la magia ceremonial y magnética. También, en los escritos de San Clemente de Alejandría, se menciona que los sacerdotes egipcios guardaban con gran veneración 42 libros herméticos, de los cuales 4 estaban dedicados a la Astrología y la Astronomía. Si bien sabemos que el nombre Hermes Trismegisto no fue llevado por una sola persona, o que más bien es una especie de figura arquetípica del Maestro Iluminado y Guía Sabio, no deja de ser relevante que estos libros llevaran el sello de autoría de Hermes, tal como el Corpus Hermeticum, donde si se lee con cuidado, se pueden hallar las llaves esotéricas de la Astrología. Todo esto apunta a que los estudiosos y practicantes de la Gnosis de Hermes entendían muy bien el Mensaje de las Estrellas, siendo este parte de su cosmología, curriculum de estudios y praxis.

Luego del ocaso de Alejandría, la Astrología fue conservada y desarrollada por los árabes durante la Edad Media. Fue a través de los astrólogos árabes que la Astrología volvió a entrar en Europa desde alrededor del siglo XIII. Luego, en el Renacimiento, vio un auge gracias a la proliferación de los estudios clásicos y la traducción de obras griegas tales como el Corpus Hermeticum y el famoso Tetrabiblos de Ptolomeo. En siglos posteriores siguió siendo cultivada aunque muy limitadamente. No fue hasta finales del siglo XIX y principios del XX que se volvió a popularizar el estudio de la Astrología, junto con el boom de la Teosofía, el Espiritualismo y las Ciencias Ocultas. En esta época se escriben también los primeros textos que enseñaron el arte astrológico a un mayor número de personas, ya que anteriormente muchos de los libros que existían habían tenido una tirada corta y habían terminado en las bibliotecas de estudiosos.

El siglo XX vio tanto la vulgarización de la Astrología, como su progreso y diversificación. Durante el mismo, se han creado organizaciones que reúnen a astrólogos a nivel nacional e internacional, se ha hermanado con la Psicología para dar un mejor entendimiento de los procesos internos del ser humano (solo como ejemplo el famoso sicoanalista Carl Jung solía hacerle levantar una carta natal a muchos de sus pacientes), e incluso ha recuperado muchas de las técnicas de épocas pasadas, que se habían perdido, y que han reaparecido con las traducciones de autores medievales, latinos y griegos. Hoy en día contamos con una bibliografía extensa, y en bastantes casos, muy seria, sobre las diferentes ramas de la Astrología, sin contar los variados softwares que reducen las horas de cálculos necesarias para levantar cartas astrales a segundos, por lo cual este es un momento privilegiado para su estudio. 

Bases esotéricas de la Astrología. Destino.

“Como es arriba, así es abajo; y como es abajo, así es arriba” sentencia el Kybalion. La Astrología está marcada profundamente por este axioma. Para los astrólogos, la primera y más importante relación oculta es aquella entre lo celeste y lo terrestre, el mundo de arriba, los Astros, y el mundo de abajo, sublunar, nuestro planeta. Esta idea de correspondencia entre las posiciones astrales y los eventos terrestres ha sido vista de diferentes maneras desde la Antigüedad. Los antiguos se inclinaban por la teoría de la causalidad directa, o sea, pensaban que había una relación directa entre lo que acaecía en los Cielos, y lo que ocurría en la Tierra. Paracelso, el famoso medico, alquimista, astrólogo y esoterista, proponía que la influencia de los Astros era de naturaleza no física, más bien sutil-eterica, la cual impacta al hombre en su cuerpo astral y crea las diferentes situaciones de su vida, incluso sus desarmonías físicas, tema este en el que Paracelso se especializaba.
Hoy en día muchos hay que se inclinan por el enfoque no-causal de Jung. El famoso sicólogo proponía el concepto de sincronicidad como explicación para los aciertos astrológicos.

La sincronicidad, a grosso modo, no es más que la ocurrencia de signos que nos hablan de nuestra situación, mas no son la causa directa de las mismas. Por ejemplo, un augurio, una carta de Tarot, un hexagrama del I Ching, no causa la situación del consultante, mas la refleja y la clarifica desde un punto de vista espiritual, debido a la conexión de todos con todos. Sea cual sea el enfoque, podemos ver que antiguos y modernos esoteristas hallaban significado y revelación a través de la Astrología.

En el Corpus Hermeticum, Primer Tratado, el Nous revela a Hermes: “La Mente el Dios, que es a la vez macho y hembra, y contiene en sí Luz y Vida, dió a luz por Nombre a una segunda Mente Creadora, la cual, siendo dios del fuego y del espíritu, creó a su vez siete gobernadores dueños contenedores del cosmos sensible, cuyo gobierno se llama Destino.” Aquí, los siete gobernadores a los que se refiere son los Siete Planetas Sagrados conocidos por los antiguos, que esotéricamente son considerados como los órganos del Sistema Solar, los Logoi de la Doctrina Secreta, los centros de irradiación y reflexión de la Luz Astral, o fuerza cósmica en la que vivimos y tenemos nuestro Ser, cuyas mareas están marcadas por los ciclos de estas esferas. Hermes menciona aquí la palabra Destino, y este es un tópico candente en Astrología y Esoterismo en forma general. 

Hay un destino como tal? Esta es una pregunta acuciante. La respuesta dada por Hermes está en el medio de los dos extremos: En cierto sentido si, y en otro no. Dejemos que Hermes mismo nos ilustre: (…) A diferencia de todos los demás seres vivos de la tierra, sólo el Hombre es doble: mortal por el cuerpo, inmortal por el Hombre esencial. Por consiguiente, a pesar de ser inmortal y poseedor de plenos poderes sobre todas las cosas, está sujeto a la muerte y sometido al Destino. Siendo superior a la estructura se volvió esclavo dentro de la estructura. Siendo andrógino, de padre andrógino, y no sometido al sueño porque viene del que nunca duerme, sin embargo es vencido...


La Materia obedece leyes, y por Materia me refiero tanto a la materia física como a la más sutil, etérica , astral y mental. La Materia está sometida a los ciclos del Destino, que no es más que la Ley Cósmica Invariable e Impersonal, la cual la Astrología personifica en las Esferas Celestes, sus posiciones y aspectos. En el Hombre, las chispas divinas han encarnado descendiendo desde el Reino del Incondicionado y libre Espiritu, hacia el Mundo de la Ley Karmica, la Rueda que no para, el mundo donde rige la ley del Ritmo, ciclos de crecimento y decrecimiento, tales como los marcados por los Astros en su deambular celeste. Hermes nos clarifica entonces, que en su parte Divina, en su Esencia, el Hombre es Libre, sin embargo, su Materia (entiéndase cuádruple realidad o cuaternario inferior) está sujeta a las Leyes Cósmicas. Mientras más desconectado de su naturaleza divina está el ser humano, más material es, más robótico se comporta, más sujeto está al Fatum Astrológico.

Paracelso, un convencido del poder de la influencia sidérea sobre los asuntos del mundo, nos da una clave acerca del accionar del Destino en el ser humano y cómo vencerlo: "El astro está sometido al sabio, ha de regirse por él, y no él por el astro. El astro sólo rige, gobierna, coacciona y fuerza al hombre que aún posee en si una fuerte naturaleza animal, y que no puede hacer más que seguirla –como el ladrón no puede rehuir a los galgos, el asesino a la rueda del tormento, el pescador a los peces, el pajarero a los pájaros o el cazador a la caza. Pero ello se debe a que un hombre así no se conoce a sí mismo y no sabe utilizar las energías que yacen ocultas en él, y no sabe que también lleva el astro en sí, que es el Microcosmos y guarda en sí todo el firmamento con todas sus potencias. Por eso con razón puede ser llamado necio y tonto y ha de estar sometido en dura esclavitud a todo lo terreno y mortal. El hombre sabio es el que rige su vida a partir de la sabiduría Divina y a imagen de Aquel según el cual ha sido creado. Este sabio gobierna ambos cuerpos: el “sideral”, etéreo y el elemental, material. A ambos tiene que servir el hombre, y deambular por cada uno de ellos para cumplir la ley del Señor y encontrarse en armonía con la Naturaleza, con la Voluntad de Dios y el Espíritu Divino”

Nunca mejor dicho. El adagio “Sapiens Dominabitur Astris” (La Sabiduría domina los Astros) es la llave a mayor libertad. El hombre, en su evolucionar, eleva su rata vibratoria, y por lo tanto es libre de trabajar las influencias que se van a manifestar desde planos mas sutiles. Sin embargo, la generalidad de los humanos, y eso nos incluye también a muchos de nosotros los estudiantes herméticos, debido a que estamos inmersos la mayor parte del tiempo en nuestra personalidad, y a que no hacemos espacio para que se manifieste el Espíritu, sentimos con fuerza los embates de la Ley. De tal modo que si en determinado momento se activa una influencia astrológica adversa para una persona X, es muy probable que dicha persona no pueda hacer mucho por balancearla, a no ser que haya desarrollado un equilibrio interno grande a través de la meditación y la elevación espiritual.

¿En que puede entonces ayudar la Astrología? ¿En que puede ser útil conocerla? Pues bien, en mi opinión hay múltiples ventajas de índole muy práctico:

Primero, nos permite conocernos mejor. A través de la Astrología Natal podemos conocer nuestras tendencias innatas, esas semillas kármicas que están prontas a florecer, aquellas pautas que a veces son inconscientes para nosotros, pero que debemos aprender a concientizar y trabajar. “Gnouthi Seauthon”, decía en el Oráculo de Delfos: “Hombre conócete a ti mismo”. La Astrología nos puede dar una mano grande en esta tarea. O sea, como primera ventaja es una herramienta que nos ayuda en el autoconocimiento profundo. Es el trabajo del Azufre o auto-estudio y auto-observación para el mejoramiento.

Segundo, nos permite saber qué ciclos e influencias están, han estado y estarán activos en nuestra vida, y de esa forma podremos comprender mejor el pasado, vivir más concientemente el presente, y plantar las mejores semillas para el futuro. El conocimiento de los ciclos o Astrología Predictiva, verdadera aplicación práctica del Principio del Ritmo, es la clave para el accionar conciente, pues nos dice cuándo estamos nadando contra la corriente, o cuándo la corriente está a nuestro favor, así como cuáles energías están o estarán impactando nuestra esfera personal, dándonos, si tenemos la Sabiduría, el Autocontrol y la Maestría necesaria, la oportunidad de trabajar concientemente con nuestras situaciones. Es el trabajo de la Sal, o la paciencia de vivir en el momento y trabajar poco a poco en la Gran Obra.

Por último, la Astrología también nos da una visión integradora del Cosmos. Con ella nos damos cuenta de la Unidad subyacente en Nuestro Sistema Solar, y cómo la Vida en todos los planos del mismo, fluye y refluye. La Astrología en su vertiente esotérica nos explica qué camino debemos seguir para evolucionar e ir sutilizándonos, como diría Paracelso, cómo dejar de ser hijos de Saturno (las deudas del destino, el Plomo), para convertirnos en hijos del Sol (la imagen viviente de la Oculta Divinidad, el Oro). Este es el trabajo del Mercurio, el verdadero conocimiento con alas en los pies, balance de la Sal y el Azufre, que nos permite ascender hacia realidades superiores.

La Astrología, junto a la Teurgia y la Alquimia, forman el Trivium Hermético, las tres disciplinas de los iniciados, su Alef-Mem-Shin. Alef –Astrologia- es el aliento, el conocimiento que necesitamos tener de nosotros mismos y del Universo; Mem, es el agua de la Meditación o Teurgia, que disuelve la conciencia personal en la Conciencia Cósmica; Shin es la Alquimia, cuyo fuego diviniza, trasmuta y nos eleva a una Octava Superior.

Es hora ya de que salga del olvido la Astrología y nos brinde nuevamente sus más nobles herramientas para nuestra labor. La Piedra que desecharon los Arquitectos es ahora la Piedra Angular. Es mi parecer que la Astrología, vista con miras espirituales, tiene mucho que ofrecer a los iniciados en su trabajo. Ojalá este pequeño artículo despierte el interés por el estudio serio de esta antigua Clave. Sophia los bendiga a todos…

Bibliografia consultada:
 
1- A History of Horoscopic Astrology, by James Herschel Holden, published by American Federation of Astrologers.
2- Corpus Hermeticum, Tratado I: Poimandres. Version online: http://homepage.mac.com/eeskenazi/poimandres.html.
3- El Kybalion, Editorial Kier.
4- www.circuloazoth.netfirms.com (Citas de Paracelso) En particular le estoy muy endeudado al creador de esta página, mi querido profesor de Astrología, Ariell Chris, quien me inculcó muchas de las nociones esotéricas explicadas en este artículo, así como me instruyó en las técnicas astrológicas. A el mi gratitud.

POSTEADO POR FRATER ALEPH 

Los seis ejes zodiacales. Por Beatriz Leveratto.










ARIES – LIBRA:
Entre deseantes y provocadores: el eje de la circulación del deseo.
Aries está convencido de que para descubrir su auténtico deseo debe hacerlo sólo, sin que nadie “lo moleste”, se cree independiente y valora el serlo. No hay anhelo de compartir sino más bien el sentimiento es que “el otro entorpece y lentifica”. Cuando en realidad el aprendizaje sería darse cuenta de que cuánto más se habilita al otro mayor veracidad y riqueza personal se desarrolla. Hay que descubrir el tesoro del complemento, cuanto más se aísla más se pierde la propia y auténtica vitalidad. Por el contrario, Libra suele tomar decisiones más para satisfacer al otro que por un deseo personal pues anhela agradar y tiene pánico a quedarse solo, debiendo aprender a que cuanto más se anima a jugarse por si mismo, más aparecen en su destino personas verdaderamente complementarias. Si libra nunca muestra su “verdadero color” o esencia, nunca encuentra sus colores complementarios, sus verdaderos aliados o compañeros de ruta. Lo genuinamente complementario aparecerá solo cuando Libra se anime a “Ser”:
TAURO – ESCORPIO:
Entre permanentes sibaritas y profundos transformadores: entre la potencia y la dependencia de la materia.
Tauro suele tener un “exagerado sentido de la propiedad” cree inconscientemente que todo le pertenece y por tanto cuando algo cambia o se aleja tiende a sentir que las cosas y los vínculos “le son quitados”, provocando mayor inercia a seguir acumulando. Deberá descubrir como fluir con los movimientos, en general hay mucha resistencia a invertir o a arriesgar lo propio, se polariza en querer apropiarse de todo o el miedo a “perderlo todo”. La persona debe animarse a soltar y confiar en la natural regeneración de las cosas. A Escorpio le cuesta desarrollar un correcto sentido de la propiedad, no está muy claro que es lo propio y que es lo ajeno. Son grandes transformadores y ponen mucha energía en modificar o controlar a los otros, la vida los llevará a situaciones en donde será necesario aprender conectarse con su propia potencia, a desarrollar la propia capacidad de generar, descubrir que ocupándose de ellos mismos pueden “aumentar la materia, agrandar la torta” para que cada vez haya mayor energía para ser distribuida. Revelar que no se trata de “quitar o de que me quiten”, sino de generar cada vez mas (dinero, conciencia, trabajo, etc) para que haya más para distribuir.
GÉMINIS – SAGITARIO:
Entre “sabelotodos” y eternos aprendices: la apertura mental que confunde o que habilita un sentido trascendente.
Géminis deberá aprender a confiar. Suelen ser personas muy analíticas y escépticas, que híper valoran la comprensión racional. Tienden a cuestionar las creencias religiosas y el sentido profundo de la vida. Les resultará extremadamente difícil confiar o entregarse a un propósito trascendente, creer en algo más allá de lo que es visible y entendible desde la lógica racional. Géminis se aferrará a lo racional aunque la vida le vaya mostrando lo contrario. Suelen tener problemas con la entrega, nunca confían del todo y se ponen en un lugar de “observador”. Les cuesta jugarse hacia una dirección. Sagitario no se permite dudar y por lo tanto le cuesta aprender e incorporar nuevas creencias a su estructura mental. Suele pensar que las cosas “son de una manera determinada” y no pueden ser de ninguna otra forma. La persona cree “saber” y nunca duda. La vida lo llevara a enfrentarse con sus propias ambivalencias y a perderse en sus propias creencias para que toque la profundidad de sus contradicciones y suelte sus excesivos dogmas o mandatos. El destino lo empujará a aprender a caminar “con sus propias piernas”, a permitirse cometer sus propios errores.
CANCER – CAPRICORNIO
Entre solitarios y sensibles: alquimia entre mundos subjetivos y familiares y mundos objetivos y profesionales.
Cáncer tiene facilidad para crear ámbitos de pertenencia, generar vínculos de intimidad y contacto profundo. Cuando cáncer debe ir hacia ámbitos laborales o sociales, donde se impone lo objetivo e impersonal, les cuesta no cargarlos de intimidad y relaciones subjetivas. Suelen conservar un núcleo infantil y simbiótico que confunde ámbitos y considera a su entorno profesional como “su familia”, generando confusiones y malos entendidos, ya que resultará muy difícil tomar decisiones objetivas u operativas al propósito empresarial o laboral. Existe un gran pánico a la soledad y de que no exista más el afecto, que entorpece la necesidad de límites y de exigencias necesarias para el crecimiento profesional. Capricornio es excesivamente solitario y se auto abastece, pues percibe la realidad como algo objetivo, impersonal, la vida debe ser evaluada desde los logros concretos o los resultados visibles en el mundo social o laboral. Existe un alto mandato de “como se deben hacer las cosas”, y en general deben ser realizadas en soledad y sin ayuda. El destino lo llevara a conectar con lo emocional, con la necesidad de conectar con el prójimo, a involucrarse con el sentimiento y a sensibilizarse. Lo empuja lo que le resulta más difícil: conectar con los afectos personales e “intimar”.
LEO – ACUARIO
Entre “Robertos Sanchez” y excéntricos, aprendizaje profundo sobre la auto expresión más auténtica.
Leo debe superar la actitud de “me llevo el mundo por delante”, y una excesiva tendencia a querer llamar la atención, generándole dificultad para integrarse en grupos, por querer sobresalir, pierde la belleza del compartir. Se pierde la posibilidad de descubrir las tonalidades y opciones que brinda la vida al integrarse a los demás, no queriendo imponer siempre su propios deseos. El leonino tiene pánico a integrarse o a adaptarse a los otros, pues cree que su identidad desaparecerá si deja de ocupar el centro. La vida fluirá y circulara mucho mejor si la persona deja de temer el abrirse a los otros, el integrarse a proyectos o a grupos aunque estos no me den el centro en forma automática. Es a través de los otros que Leo encuentra lo mejor de si mismo, encuentran lo que hace vibrar al propio corazón. Acuario debe salir de la actitud de indiferencia a expresar sus deseos más auténticos y a involucrarse. Existe una tendencia a rehusar la exposición personal e intentar diluirse en grupos o actividades impersonales, para no ”comprometerse demasiado”. La vida lo llevará a expresarse plenamente, a jugarse por lo propio. A exponerse y mostrar los anhelos más profundos de su corazón.
VIRGO – PISCIS
Entre científicos y soñadores, la integración de la comprensión espiritual con la racional.
Virgo tiene una excesiva inercia a lo racional, cree que puede entender todo y que puede explicar todo. Vidas minuciosamente planificadas que en el momento menos pensado se modifica todo lo construido de forma “inexplicable”. El destino le diluye las cosas que parecían seguras, lógicas e inamovibles, produciendo mucha frustración que puede o bien rigidizar aun más al crítico virginiano o conducirlo a un misterioso viaje hacia la aceptación de lo inexplicable, a la humildad, a la inmensidad que trasciende lo racional. Renunciar a tanta lógica y meticulosidad, para aprender a desarrollar sensibilidad e intuición. Piscis excesivamente subjetivo y caótico, ve la vida desde desde mundos mágicos e irracionales, generando situaciones confusas, relaciones de simbiosis y dependencia. El destino empujará a desarrollar precisión y discriminación. Puede que el pisciano se vaya de un extremo a otro, como exagerando e intente ponerse excesivamente racional, muy trabajador, excesivamente detallista o ritualista. Circulan mucho por el mundo de la ciencia, el misticismo o las religiones, intentando ser objetivos pero ilusionados con encontrar la gran verdad que incluya todo y disuelva todas las diferencias (piscis). Piscis deberá aprender a través de la autobservación objetiva, a desarrollar máxima discriminación sobre si mismos y los propios mundos de fantasías. El destino las obliga a re ordenar toda su percepción por que en el fondo nunca pueden ordenarse verdaderamente a sí mismos.


 http://beatrizleveratto.com.ar/ejes-zodiacales/





jueves, 16 de abril de 2015

Los signos del zodiaco y la salud. Por Marcela E. Díaz.






 

Los signos del Zodiaco y la Salud

 

Los signos del zodíaco y la salud: Debemos tener en cuenta que las revistas o periódicos que hablan del corazón, nada tienen que ver con la astrología, ya que ésta es una ciencia milenaria que además, cuenta con una enorme sabiduría. Esta ciencia se basa en la carta natal de cada persona, con el lugar, fecha y hora de nacimiento, para poder así, determinar donde estaban ubicados el sol y los planetas del sistema solar, justo en ese instante, también tiene en cuenta su ascendente, sus conjunciones, su trígono, las oposiciones planetarias y la ubicación de las casas.
Tenemos que considerar también que cada signo posee tanto aspectos positivos como aspectos negativos, manifiestan fuerza o debilidad. Saber por qué enferma cada uno de los signos, nos permitirá obtener un mayor autoconocimiento para poder superar el aspecto negativo y convertirnos en personas más sanas.

 Aries: Gobierna la cabeza, por eso los arianos sufren jaquecas y cefaleas. Padecen hipertensión y otras afecciones provocadas por el mal manejo de los impulsos. Es necesario que aprendan a relajarse y que separen un tiempo para sí mismos. La tensión es la causa esencial de los malestares de salud. Para desconectarse y reducir el estrés, es conveniente practicar yoga, caminar tranquilamente a orillas del mar o en caminos naturales, o bien tomarse pequeñas vacaciones periódicamente. Los alimentos más convenientes son las zanahorias, nabos, ajos, berros, rábanos y cebollas.
La avena, el maíz, la sémola y la cebada son los cereales más recomendados. Las nueces y las almendras; también frutas frescas, como manzana y banana.
Las bebidas, el vino tinto con agua e infusiones sin azúcar, de tomillo y artemisa, en especial.

Tauro: Actúa sobre el cuello y la garganta. Los taurinos  no deben fumar y deben evitar el consumo de bebidas muy frías o muy calientes, ya que éstas le pueden provocar faringitis, la garganta es una de sus partes más sensibles. Pueden padecer también amigdalitis y faringitis, y las mujeres taurinas tienen predisposición al bocio.
Es conveniente que, cuando hace mucho frío, o hay inestabilidad climática, y aún más, si viven en zonas donde la nieve es frecuente, se protejan muy bien el cuello. La comodidad propia de los taurinos, los lleva a aumentar de peso y a sentirse sin fuerzas. Si logran comer con moderación podrán controlar su peso y además disfrutar de los placeres de la comida. Es útil el consumo de cebolla, cebollines, las especies y las hierbas aromáticas, como el estragón y el tomillo. También semanalmente deben incluir postres de frutas combinadas con yogurt y ensaladas crudas. El pescado, frutas y verduras son indispensables.

Géminis: Gobierna los brazos y las manos, los geminianos deben cuidar las extremidades superiores. Debido a la tendencia propia de este signo a la dispersión, producto de su mente ágil y su naturaleza inquieta, tienden a hacer muchas cosas a la vez y a olvidar tomar diariamente los medicamentos, como también llevar a cabo las recomendaciones importantes. Es necesario que comiencen a realizar una cosa por vez y anotar cada cosa, en lugares visibles para no olvidarse.
Deben tener también mucho cuidado en la cocina, sobre todo a la hora de cocinar. Es importante el consumo de verduras como las berenjenas, acelga, cebolla, rábanos, ajos, habas, brócolis. Pescado al vapor, y frutas como uvas, mandarina y piña.

Cáncer: Este signo gobierna los pechos. Pueden sufrir problemas en los senos y también trastornos digestivos, producto de esa necesidad de ayudar a los demás, por su excesiva sensibilidad intuitiva, que les suele provocar saltos nerviosos que repercuten en el estómago.
No deben fumar ni permanecer en lugares donde haya fumadores, ya que sus vías respiratorias y pulmones son muy sensibles. Deben estar en un lugar tranquilo a la hora de la comida, y ésta debe ser elaborada lo más natural posible, de ninguna manera debe ser comida chatarra. Es necesario que los cereales como la avena, el trigo, la cebada, la sémola y la malta sean esenciales en el preparado de sopas y para ser consumidos durante la cena. También el consumo de espárragos, remolacha, alcachofas, nabos y zanahorias.

Leo: Rige el estómago, el corazón y el plexo solar.
Deben tomar las cosas más objetivamente, ya que su propia actitud es la que trae problemas. Las discusiones y los excesos a la hora de la cena deben evitarse. Deben controlar el ritmo de vida, llevando una alimentación sana y una vida activa. Si hay antecedentes familiares de problemas cardíacos, hipertensión, infartos, arritmias, deben controlar periódicamente su presión arterial. Deben disfrutar del aire puro y el Sol que es su regente, cuidándose la vista y la piel. Tienen que utilizar aceites de girasol o de maíz. Consumir zanahorias, apio, calabaza, papas, soja, tomates, aceitunas y nabos. Los higos, manzanas, cerezas, fresas, naranjas, ciruelas, peras, piña y frambuesas son las frutas mas aptas. La cena debe ser liviana, como sopa de hortalizas y una fruta. Si consumen leche debe ser descremada.

Virgo: Los intestinos son regidos por este signo. Suelen volverse obsesivos por su constante preocupación por la higiene, las enfermedades y los detalles. La alimentación rica en fibras y aceite extra virgen de oliva y la despreocupación por las cosas que no pueden resolver son fundamentales para evitar el estreñimiento o la constipación. Debe evitar el consumo excesivo de complejos vitamínicos. Pueden atravesar por estados de ansiedad debido a la obsesión por la limpieza y orden. Es importante que consuman carne muy bien asada y siempre acompañada de hortalizas y verduras, como las papas, zanahorias, aguacates y nabos. Son favorables el pan integral, las pastas y todo tipo de cereales.
Libra: Este signo gobierna los riñones. Es conveniente el consumo diario de agua pura. Deben evitarse las sodas y las gaseosas que con su alto contenido artificial pueden producir problemas renales y en la vejiga. Deben evitar el uso de ropa que ajusten e impidan el movimiento libre o zapatos poco cómodos, pues pueden sufrir dolores de piernas. Dolores de cabeza y desgano. La ansiedad y el estrés pueden provocarles aumento de peso. Deben consumir aceite de maíz y de oliva, verduras como zanahorias, papas, nabos, zapallo, espárragos y remolacha. Son recomendables las frutas en todas sus variedades.
Es necesario comer comidas livianas para cuidar el peso, como sopa de verduras y una rebanada de piña para la cena.

Escorpio: Este signo gobierna los órganos sexuales. Estos nativos, no es que vivan para el sexo, pero, si son muy apasionados y sexuales por lo que deben prestar mucha atención a su higiene personal, y a cualquier síntoma que pueda aparecer en los órganos sexuales. Si no tienen pareja estable deben protegerse de las enfermedades de transmisión sexual, practicando un sexo seguro.
Deben acudir con mayor frecuencia que otros nativos, a especialistas en enfermedades sexuales. Deben evitar el consumo de condimentos y de especias, como la mostaza. También es necesario incluir proteínas y el consumo de pescados. Es fundamental el consumo de todo tipo de frutas y de hortalizas. Es importante la práctica de algún deporte.

Sagitario: Gobierna los muslos. Contienen una muy buena actitud frente a la vida, por lo que tienden a gozar de buena salud y les gusta disfrutar del aire libre y de los deportes. Deben sin embargo tener mucho cuidado cuando andan en bicicleta, moto, patinan, hacen surfing o cualquier actividad deportiva, ya que son propensos a los accidentes. Es necesario, si no pertenecen a este grupo, que estos nativos se dediquen a caminar por lo menos media hora diaria para evitar la obesidad. También deben evitar el consumo tanto de grasas animales como vegetales. Es ideal el consumo de bebidas a base de limón o naranja. El boldo, el ajenjo, el orégano, ayudan al buen funcionamiento hepático. Deben evitar las rabietas.
Capricornio: Este gobierna los huesos, los dientes y las rodillas. Estos nativos son propensos a las fracturas, y las mujeres, en especial, a la osteoporosis. Deben acudir al dentista pues suelen padecer gingivitis y caries. Pueden sufrir accidentes domésticos y resbalones. Es necesario el consumo de yogurt y lácteos ricos en calcio, así como jugos de fruta enriquecidos, y suplementos vitamínicos, si no hay una dieta adecuada. Con respecto a los alimentos no deben excederse con las pastas o el queso, y deben evitar el exceso de grasa. Es necesario el consumo de papas, huevos, especialmente la yema, nueces, espárragos, zanahorias, berro; de frutas como peras, fresas y cerezas.
Acuario: Gobierna las pantorrillas. Deben tener cuidado con las piernas, la varices y a la hora de elegir los zapatos deben desechar los de suela muy plana, pues pueden afectar al arco del pie y los tacos altos, ya que éstos les pueden provocar dolores de espalda. Si están abocados a muchas tareas, es necesario que paren y que empiecen a dedicar tiempo a sí mismos y a su familia, ya que el estrés puede resultarles una amenaza. Los seres queridos les ayudarán a reponer energías. Para desintoxicar el cuerpo y la mente, es necesario tomar un día al mes solamente leche cuajada, un día al mes solamente jugo de frutas frescas y un día al mes solamente arroz integral. Es útil realizar algún tipo de ejercicio a la mañana antes de ducharse.
Piscis: Tiene incidencia sobre los pies. Problemas con la circulación sanguínea en los pies, lo que condicionan el estado de salud general. Los pies mal tratados, las varices y el calzado apretado puede ser el origen de muchos problemas. Deberán dedicarse una vez por día a poner los pies en agua calentita con sales, hacerles masajes con aceites naturales, mantener las uñas cortas para evitar la aparición de hongos.
Una buena terapia preventiva es realizar baños, alternando agua fría y agua caliente, colocarlos sobre la altura de la cabeza al acostarse y caminar descalzos sobre la hierba. Es bueno que consuman manzanas, naranjas, piñas. También zanahorias, papas, coles, lechuga y brócoli. Ayuno con frutas un día al mes, y otro día solo con arroz integral y verduras. Ayuda las infusiones de boldo, menta y orégano. 




http://www.astrologia24.com/horoscopo_salud.html




miércoles, 15 de abril de 2015

Investigaciones sobre Astrología. Por Vicente Cassanya.







Investigaciones sobre Astrología










Es la obra más completa jamás publicada sobre Astrología en lengua castellana. Imprescindible para todo aquel que quiera tener una auténtica cultura astrológica y que quiera conocer esta disciplina en profundidad. En ella se aborda magistralmente la Astrología desde todas las perspectivas, contemplando, además, todas las culturas y pueblos, y se la relaciona con todos los ámbitos del saber: historia, matemáticas, física, astronomía, antropología, religión, etc. Se completa con una extensa bibliografía con más de 800 obras astrológicas de todos los tiempos, lo cual viene a demostrar el grado de erudición y la enorme tarea de investigación realizada por el autor.








Nunca me cansaré de recomendar Investigaciones sobre Astrología (2 tomos,más de mil páginas), publicado por primera vez en 1978 y reeditado en 1999, para quien quiera aprender Astrología en su más amplia acepción. Su autor, Demetrio Santos, es uno de los mayores eruditos en Astrología de todos los tiempos.


Investigaciones sobre Astrología (2 tomos)
Es la obra más completa jamás publicada sobre Astrología en lengua castellana. Imprescindible para todo aquel que quiera tener una auténtica cultura astrológica y que quiera conocer esta disciplina en profundidad. En ella se aborda magistralmente la Astrología desde todas las perspectivas, contemplando, además, todas las culturas y pueblos, y se la relaciona con todos los ámbitos del saber: historia, matemáticas, física, astronomía, antropología, religión, etc. Se completa con una extensa bibliografía con más de 800 obras astrológicas de todos los tiempos, lo cual viene a demostrar el grado de erudición y la enorme tarea de investigación realizada por el autor.
Cierto que para entender y asimilar esta densa obra se necesita cierta cultura, paciencia y reflexión, pero es una obra sin igual, que sirve también a modo de diccionario para entender muchos de los aspectos más profundos de la Astrología.
Contra del libro
 
Hay dos vías de acceso a la verdad: la teórica y la experimental. El autor aplica la primera, en los capítulos iniciales del libro, para establecer leyes fundamentales de la Astrología, a partir de la mecánica ondulatoria, descubriendo así la base de los Aspectos, Signos y otros elementos tradicionales.
La aplicación de los fenómenos de resonancia a esta ciencia promete nuevos horizontes para explicar los hechos de la Astrología tradicional, hasta ahora tenidos como de simple conocimiento empírico: y ello es particularmente importante para el estudio de la evolución del individuo y del grupo humano.
La vía experimental, que hoy progresa trabajosamente apoyada en la estadística y el conocimiento de los ciclos, viene aquí referida al inmenso acervo de recuerdos acumulados por la Humanidad, y que han cristalizado en los mitos, símbolos y costumbres de todos los pueblos: en ellos profundiza el libro contrastándolos con el fundamento teórico de su principio. Interesante ante todo es el paralelismo de las antiguas doctrinas ofiliátricas y la moderna ondulatoria, con los dualismos subsiguientes derivados de ambas.
Finalmente, “last but not least”, su bibliografía de más de 800 obras astrológicas de todos los tiempos, constituye una aportación y una referencia que no puede ser ignorada por cualquier investigador del tema.
El libro va dirigido al hombre de nivel universitario y a aquel abierto a toda sugerencia que incluya en paso adelante en cualquier conocimiento.



 http://www.cassanya.com/articulos_ampliar.php?idArticulo=516



martes, 14 de abril de 2015

El origen de Todo. Por Alejandro Fau.









 

Astrología Avanzada: Introducción - El origen de Todo.

Autor:

¿Alguna vez reflexionaron sobre qué es lo único esencial para que todo exista, las galaxias, los pianos, los gatos, los paraguas, las flores y aún las telenovelas? ¿Alguna vez se preguntaron sobre cuál es la condición insustituible para que algo -aún el amor, las hamburguesas y las guerras-, cualquier cosa, sea y exista? O... ¿alguna vez se preguntaron, en verdad -queridos astrólogos/as-, de qué nos habla verdaderamente la Astrología?
Alejandro Fau | Astrología Avanzada: Introducción - El origen de Todo.
“Debemos diferenciar lo desconocido de lo simplemente olvidado”
C. G. Jung
Muchos dicen ser Astrólogos, pero casi ninguno en verdad sabe de qué está hablando cuando dice eso. La mayoría tiene una visión meramente antropocéntrica producto de una cultura del egoísmo mamada desde que tenemos una “civilización” tal y como la concebimos actualmente. Simplemente creen que ella habla del “nosotros” y sobre el “cómo somos”, entendiendo ese nosotros como algo exclusivamente humano. Ese nosotros, el “nosotros” expuesto de ese modo, es solo una ínfima parte de lo que en verdad es, pues la astrología es muchísimo más que eso y, como la herramienta que simple y llanamente es, también es muchísimo menos. La astrología es un lenguaje, lo hemos dicho en incontables ocasiones e incluso muchos la aceptan como tal pero sin saber en verdad de qué nos habla. Pues todo lenguaje tiene un origen específico y un propósito, y luego es que aprendemos a aplicarlo a una multiplicidad de casos y cosas por simple comodidad, pues solo cada uno de los lenguajes puede expresar cabalmente conceptos muy específicos de un modo claro e inequívoco para todos sobre su significado. Pasa, por ejemplo, con el lenguaje de las matemáticas y los conceptos que supimos extraer de él y que aplicamos en el día a día para expresarnos y entendernos, o el de la física. Hablamos de cantidades, pesos y medidas, si somos verduleros por poner el caso, con solidez y aplomo sin que uno mismo o el otro crea o pretenda que somos Doctores en Matemáticas o en física. Por ejemplo, los sastres hablan todo el tiempo de medidas, talles (en tanto pesos y medidas) y precios, y nadie cree, y ninguno de ellos se cree por tanto, que sea un gran físico o un genial matemático o brillante economista; pero con la astrología no pasa eso sino todo lo contrario... De hecho, cualquier paparulo/a dice un par de términos astrológicos como al pasar y cree, y lo peor es que pretende hacernos creer, que es un genial astrólogo/a... y te cobrará mucho por ello aunque, como cualquier verdulero de ley, solo te esté mandando fruta.
lenguajeProbablemente el lenguaje de la física o el de la matemática sea tan incomprensible a la mayoría de las personas interesadas en la Astrología, como lo es el mismo lenguaje astrológico para un físico o para un matemático. No es mi propósito el enseñar aquí física o matemáticas a los astrólogos, ya que si éstos están interesados, y por cierto debieran estarlo, en estos temas pueden concurrir a infinidad de sitios muy idóneos en estas cuestiones para aprender e informarse; sino el de presentar tal vez a los físicos y los matemáticos el lenguaje de la astrología como un medio válido para ayudarlos a comprender aquellas cuestiones de difícil solución si es que son solo encaradas desde la estrecha mira de sus respectivas áreas, y puedan quizá ver la realidad de otro modo. No quiero con ello plantear la Astrología como una Ciencia en el sentido en que la ciencia se describe a sí misma, ya que no la es, pero sí dejar bien en claro que tampoco es una Religión, o una mera Superstición Pagana como la mayoría de ellos cree. Que exista un algo que esté más allá de la Lógica tal y como la conocemos, no implica que este algo no pueda describir la realidad de un modo cierto y a la vez práctico y funcional muy útil para la comprensión del todo que nos involucra. Considero que el pensamiento humano está lo suficientemente maduro para liberarse de tales prejuicios, aunque el accionar de la sociedad en su conjunto y sus especialistas, al menos externamente en sus pomposos discursos, nos de a entender todo lo contrario. Del mismo modo, me tiene sin cuidado lo que pueda decir la Religión al respecto de esto, ya que prefiero como interlocutor válido a la ciencia ya que siempre se ha preocupado por desvelar cualquier secreto, ampliar el conocimiento y hacerlo público y accesible para todos, y no a la religión de cualquier orden que siempre ha procurado disminuirlo, ocultarlo y restringirlo allí donde éste se encuentre para explotarlo solo en su exclusivo y mundano beneficio. El conocimiento es poder, y cuanto más libre y accesible sea mejor será para todos. Trataré por tanto, quizá aún utilizando lenguajes tan complejos como el astrológico o el fisicomatemático -amén del común y conocido español- dar una visión de las cosas de un modo lo suficientemente simple para que tanto iniciados como profanos comprendan de qué estamos hablando aquí, pues no es un tema fácil para nuestra consciencia, aunque creamos que así sea, el hablar simplemente del misterio más grande de todos: El tiempo.
Como dije en otros artículos anteriormente, la astrología nos dice que vivimos en un mundo compuesto de por lo menos doce dimensiones (12-D), pero que tan solo siete de ellas (7-D) son enteramente accesibles a la Consciencia Humana. Las cinco restantes, si bien pueden ser intuidas y comprendidas por ésta, están por encima de las posibilidades individuales del Ser en tanto lógica y razón tal como son concebidas en la actualidad por nuestras ciencias. La evolución de la conciencia media actual (y luego aplicado a todo aquello que consideremos como ser vivo o materia inerte por nuestra mente individual) se circunscribiría a tan solo a cuatro de ellas: Las tres que definen el Espacio Euclidiano (3-D) y la que denominaremos provisionalmente como Temporal-1 y que posibilita la existencia de éste y es inherente al mismo, la famosa cuarta dimensión (4-D). No es nuevo esto que digo, sino que es un algo sobradamente probado y utilizado en sus postulados desde la concepción espacio-tiempo unificado como un todo por A. Einstein, M. Plank, E. Schrödinger y otros ya en los inicios del siglo XX. Esta cuatridimensionalidad espacio-temporal está presente, de modo obvio, desde el mismísimo origen de todo de un modo enteramente manifiesto en el Universo y en ella actúan e interactúan todos los seres y las cosas. Las otras ocho restantes se encuentran implicadas en ellas y deben ser expuestas mediante una acción consciente, pues no son manifiestamente obvias para todos los que habitamos esta Tierra. Para utilizar terminología psicológica, diremos que éstas yacen ocultas en el inconsciente colectivo, o del Universo, para no extendernos en farragosas explicaciones sobre ello. La Auto-Consciencia constituye una quinta dimensión (5-D), que denominaremos también provisionalmente como Temporal-2, y que nos define a nosotros mismos como seres individuales, siendo por la volición consciente la posibilitadora de sincronizarse con cualquier otra entidad coexistente, tanto en ella misma como con las otras, para lograr manifestar así un orden-marco contenedor en el cual la mente pueda desarrollarse. Se me hace totalmente innecesario, por ahora, el abordar las siguientes dimensiones para evitar generar confusiones en el lector, debido al poco espacio del que dispongo aquí para explicarme debidamente, pero diremos, al menos vagamente, que las dos siguientes se corresponderían con lo que llamaré las dimensiones “emocional” (6-D) y la “espiritual” (7-D), y que completarían lo que puede ser enteramente concebido desde la actual Consciencia Humana, y que llamaré en su conjunto, a esta séptuple dimensionalidad, como el Alma Humana individual. Quizá en otra parte, un libro de texto tal vez, pueda explayarme más e incluso insertar algunas ecuaciones fisicomatemáticas que son tan caras al pensamiento científico lógico y racional, para explicarme de un modo más vasto y claro a esos especialistas, pero creo que con esto ya es suficiente para trazar los contornos de lo que quiero mostrar al respecto del “ser humano” tal y como lo definiría cualquier hijo de vecino.
Todo aquel que se llame a sí mismo astrólogo/a debe estar en condiciones de poder leer simultáneamente en esta séptuple dimensionalidad el “texto” escrito en lenguaje astrológico que representa a un individuo particular cuando observa una matriz natal. Si a esto sumamos que debe comprender la correcta y particular interrelación entre los diferentes símbolos inscriptos allí, la posición espacial y vibracional preferente que ocupa cada uno de ellos en los diferentes planos dimensionales de manifestación, y la dinámica vincular de cada uno y del conjunto; tenemos que no es una tarea sencilla el simplemente “reconocer” al individuo que tenemos delante en ese enunciado que representa lo que llamamos “Carta Natal”. Ni qué hablar si pretendemos averiguar lo que a éste le pasa... ¿Pero qué es lo que está leyendo el/la astrólogo/a en realidad cuando mira una carta astral? Está leyendo una combinación de “tiempos” que dan por resultado un solo “Tiempo”, el que representa el “punto de inicio” de un ser o entidad y el modo particular que tiene éste de desplegarse en los diferentes espacios que hacen a la existencia y que denominamos, simplemente, como la “realidad” de ese Ser en particular. Pero para continuar, es mejor que volvamos al principio de todo esto.
dimensiones-espacio-temporalesDesde nuestra percepción, es muy difícil imaginar alguna cosa que conste de solo una dimensión (1-D). Livianamente aceptamos aquello que nos han dicho en la escuela, que el modo de definirlo es a través de imaginarnos un punto que no tiene largo ni ancho ni alto, y seguimos como si nada. Pero detengámonos ahí, al menos por una vez, para comprender mucho de lo que hablaremos más adelante. ¿Cómo es que imaginamos ese punto? Inmediatamente puedo ver en sus mentes la conformación de un pequeñísimo círculo, pero que, aún muy muy pequeño, sigue siendo un círculo... lo que implicaría que por lo menos lo vemos en dos dimensiones (2-D). Mantengan la imagen y acérquense un poco más a él. Ya no se trata de un círculo sino de una pequeñísima esfera aparentemente sólida... lo que implicaría que lo estamos viendo en al menos tres dimensiones (3-D). Sostengamos esa imagen un momento y comprendamos la existencia de ésto. Ya desde que lo veíamos como un pequeño círculo es que aparece una primera noción de distancia, aunque mínima, en el diámetro que asignamos a ese círculo, y que se potencia aún más por medio de la expansión a la que acabamos de asistir en su transformación a esfera -el diámetro infinitamente pequeño de esa minúscula esfera-. Detengámonos nuevamente. ¿Qué está pasando aquí? Pues... que acabamos de dar existencia conscientemente a algo que denominamos “punto”, y en ese darle “existencia” es que desvelamos que aquello que creíamos tenía una sola dimensión en realidad tiene cuatro ¿Que por qué digo cuatro? Pues porque desde el mismo inicio está implicada esa dimensión que llamamos “tiempo” (la 4-D). ¿Que dónde es que está? Bueno pues, está desde antes del mismo “inicio”, aunque es más fácil comprenderlo si les digo que está presente cuando imaginamos ese pequeñísimo circulo pues aparece allí la “distancia” -en el diámetro, aunque ínfimo, del círculo-. Toda distancia implica en sí misma un “tiempo” que es el que tarda en recorrerse, y que aunque esta distancia sea en verdad ultra-diminuta... existe. A partir de ésto podemos decir que aquello que conscientemente aceptamos como “existente” implica necesariamente al “tiempo”, y con ello al menos cuatro dimensiones implícitas o explícitas.
Puesto lo que acabamos de ver en términos puramente astrológicos es que decimos que las cosas cobran una existencia “encarnada” recién en Cáncer, o recién en la cuarta fase de la dinámica de la energía. La mayoría de ustedes habrán oído decir a sus maestros de lo difícil, por lo abstracto, que resulta hablar de las tres primeras energías zodiacales (o de las tres primeras fases del desarrollo de la energía zodiacal, pues la energía siempre es la misma) representada por los signos de Aries, Tauro y Géminis; y que recién puede comenzar a hablarse en términos comprensibles para nuestra limitada mente humana recién a partir de Cáncer. ¿Por qué? Pues porque estando inmersos en una realidad “material” (tetradimensional) nos resulta muy difícil concebir la existencia de algo con menores dimensiones que ésta. Es por esa razón, primeramente, que no podemos imaginarnos simplemente un “punto” unidimensional e inmediatamente comenzamos a agregarle las restantes dimensiones hasta traerlo a nuestra “realidad” pensable... Un momento, detente ahí ¿estoy diciendo entonces que Aries, Tauro y Géminis en verdad no existen? Pues no, no dogo eso... aunque, bueno... eso dependerá de cómo se lo mire y del planteo filosófico que hagamos. Diremos que no “existen” en los términos en que concebimos la realidad material (cuatridimensional), pero podemos percibirlas a través de ella y reconocerlas como una parte constitutiva de la misma. Puesta la discusión en otros términos más cercanos desde lo cultural a todos en occidente, y en tren de incluirle otras miradas, ¿podemos cuestionar la existencia del Dios de la Cristiandad (por cierto, también planteado como una trinidad atemporal) solo por el hecho de que no podamos sentarnos materialmente frente a frente a charlar con él? Cualquier teólogo nos respondería con un rotundo NO y trataría con los medios a su alcance, como hacemos nosotros, de explicar su omnipresencia pese a todo. Entonces bien, decimos que la Energía “es” en Aries, que tiene “sustancia” en Tauro y que tiene “movimiento” en Géminis, pero que recién “existe” en Cáncer, pues todo lo anterior sucede en un no-tiempo (o en Tiempo=0); pese a eso jamás diremos que la dinámica zodiacal comienza recién allí porque no es cierto, ya que podemos verificar posteriormente las cualidades diferentes de estas tres fases anteriores en el desarrollo real de las fases que le siguen, y en la espiral de la recurrencia posterior claramente observable de su dinámica manifiesta en el mundo.
espacio-definidoA partir de todo esto es que se manifiestan diferentes posturas e interpretaciones, las que iremos explorando una a una, tanto dentro del campo astrológico como en el campo de las ciencias y las religiones, ya que a partir de ésta primera incógnita (mínimo retazo de lo evidente concebible para la mente humana) es que comenzamos a configurar el Todo y a nosotros mismos, y a desplegar los distintos razonamientos que formarán nuestros paradigmas con los que construimos e interactuamos luego en el Mundo. De esta pregunta inicial que todos nos hacemos en algún momento surgen ejemplos conocidos por todos, y otros no tanto, que se investigan en la actualidad, como ser: ¿El Universo ha tenido un comienzo o existió desde siempre? A partir de lo cual se plantean diferentes teorías Cosmológicas como las del “Big Bang” o de la “Eternidad Universal”; ¿Solo hay un Universo o los hay infinitos?, teorías de los “Multiversos”, “Universos Globulares”, “Universos Paralelos” y “Universos Anidados” -por poner solo algunos-; Dada la observable expansión del Universo actual... ¿El Universo va a contraerse en algún momento o se expandirá por siempre hasta su disolución final en una oscura “muerte térmica”?; Las actualmente famosas “Materia Oscura” y “Energía Oscura” ¿son los restos de Universos anteriores al nuestro, o la sustancia primordial con la que se irá construyendo el nuestro?, ¿será quizá nuestro destino transformarnos en ella (materia y energía oscuras) para dar nacimiento a un/os próximo/s Universo/s?... Todas y cada una de ellas tienen su contrapartida desde el punto de vista de las religiones: ¿Existe un Dios Creador o somos solo una casualidad?; ¿Hay un “cielo” y un “infierno” hacia el cuál vamos?; ¿Cuántos cielos e infiernos hay?; ¿Existe algo anterior y posterior a nosotros?; ¿Volveremos a unirnos a Dios o ya nos ha abandonado?...  Todas estas cuestiones, incluso aquellas que nos parecen novísimas, no son más que el reflejo de las omnipresentes preguntas que nos hacemos a nivel de la mente individual y grupal desde que el mundo es mundo: ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Existe en verdad lo que llamamos “muerte”, o solo hay “eternidad” en diferentes estados?... Tanto la religión como la ciencia buscan dar respuesta a estos ancestrales interrogantes desde diferentes puntos de vista a lo largo de nuestra historia generando sus propios lenguajes para poder dar cuenta de sus propios razonamientos y justificaciones, provocando con ello discusiones y conflictos sin fin acarreando incluso gran parte del dolor, sufrimiento y destrucción que padecemos. Como en el conocido ejemplo de la Torre de Babel en donde el conflicto y el caos surgen del haber olvidado el lenguaje común que nos unía, es que se ha desembocado en el actual estado de las cosas. Es hora pues de recuperar esa lengua común unificadora. Es hora de traerla a la luz de la consciencia desde los oscuros abismos inconscientes en donde ha sido sepultada para volver a la coherencia y la cordura. Esa lengua común, anterior a las religiones y las ciencias tal cual las concebimos, es la Astrología.
Así pues, planteado todo ésto a modo de introducción, es que los invito a explorar profundamente este lenguaje a través de la serie de artículos que iremos desplegando, y que creo nos ayudarán a desplegar el conocimiento del que todos sin distinción somos depositarios desde el inicio de Todo. Desde el inicio mismo del Tiempo.


 http://www.astropampa.com/art-112-astrologia_avanzada_introduccion_-_el_origen_de_to.htm




Estrella-corazón, estrella-cortador: una interpretación nueva del concepto de estrella-bābanī. Montse Díaz-Fajardo

           Algunos textos astrológicos medievales escritos en lengua árabe aluden a las “estrellas- corazones” en referencia a tres estrella...