viernes, 17 de abril de 2015

Los seis ejes zodiacales. Por Beatriz Leveratto.










ARIES – LIBRA:
Entre deseantes y provocadores: el eje de la circulación del deseo.
Aries está convencido de que para descubrir su auténtico deseo debe hacerlo sólo, sin que nadie “lo moleste”, se cree independiente y valora el serlo. No hay anhelo de compartir sino más bien el sentimiento es que “el otro entorpece y lentifica”. Cuando en realidad el aprendizaje sería darse cuenta de que cuánto más se habilita al otro mayor veracidad y riqueza personal se desarrolla. Hay que descubrir el tesoro del complemento, cuanto más se aísla más se pierde la propia y auténtica vitalidad. Por el contrario, Libra suele tomar decisiones más para satisfacer al otro que por un deseo personal pues anhela agradar y tiene pánico a quedarse solo, debiendo aprender a que cuanto más se anima a jugarse por si mismo, más aparecen en su destino personas verdaderamente complementarias. Si libra nunca muestra su “verdadero color” o esencia, nunca encuentra sus colores complementarios, sus verdaderos aliados o compañeros de ruta. Lo genuinamente complementario aparecerá solo cuando Libra se anime a “Ser”:
TAURO – ESCORPIO:
Entre permanentes sibaritas y profundos transformadores: entre la potencia y la dependencia de la materia.
Tauro suele tener un “exagerado sentido de la propiedad” cree inconscientemente que todo le pertenece y por tanto cuando algo cambia o se aleja tiende a sentir que las cosas y los vínculos “le son quitados”, provocando mayor inercia a seguir acumulando. Deberá descubrir como fluir con los movimientos, en general hay mucha resistencia a invertir o a arriesgar lo propio, se polariza en querer apropiarse de todo o el miedo a “perderlo todo”. La persona debe animarse a soltar y confiar en la natural regeneración de las cosas. A Escorpio le cuesta desarrollar un correcto sentido de la propiedad, no está muy claro que es lo propio y que es lo ajeno. Son grandes transformadores y ponen mucha energía en modificar o controlar a los otros, la vida los llevará a situaciones en donde será necesario aprender conectarse con su propia potencia, a desarrollar la propia capacidad de generar, descubrir que ocupándose de ellos mismos pueden “aumentar la materia, agrandar la torta” para que cada vez haya mayor energía para ser distribuida. Revelar que no se trata de “quitar o de que me quiten”, sino de generar cada vez mas (dinero, conciencia, trabajo, etc) para que haya más para distribuir.
GÉMINIS – SAGITARIO:
Entre “sabelotodos” y eternos aprendices: la apertura mental que confunde o que habilita un sentido trascendente.
Géminis deberá aprender a confiar. Suelen ser personas muy analíticas y escépticas, que híper valoran la comprensión racional. Tienden a cuestionar las creencias religiosas y el sentido profundo de la vida. Les resultará extremadamente difícil confiar o entregarse a un propósito trascendente, creer en algo más allá de lo que es visible y entendible desde la lógica racional. Géminis se aferrará a lo racional aunque la vida le vaya mostrando lo contrario. Suelen tener problemas con la entrega, nunca confían del todo y se ponen en un lugar de “observador”. Les cuesta jugarse hacia una dirección. Sagitario no se permite dudar y por lo tanto le cuesta aprender e incorporar nuevas creencias a su estructura mental. Suele pensar que las cosas “son de una manera determinada” y no pueden ser de ninguna otra forma. La persona cree “saber” y nunca duda. La vida lo llevara a enfrentarse con sus propias ambivalencias y a perderse en sus propias creencias para que toque la profundidad de sus contradicciones y suelte sus excesivos dogmas o mandatos. El destino lo empujará a aprender a caminar “con sus propias piernas”, a permitirse cometer sus propios errores.
CANCER – CAPRICORNIO
Entre solitarios y sensibles: alquimia entre mundos subjetivos y familiares y mundos objetivos y profesionales.
Cáncer tiene facilidad para crear ámbitos de pertenencia, generar vínculos de intimidad y contacto profundo. Cuando cáncer debe ir hacia ámbitos laborales o sociales, donde se impone lo objetivo e impersonal, les cuesta no cargarlos de intimidad y relaciones subjetivas. Suelen conservar un núcleo infantil y simbiótico que confunde ámbitos y considera a su entorno profesional como “su familia”, generando confusiones y malos entendidos, ya que resultará muy difícil tomar decisiones objetivas u operativas al propósito empresarial o laboral. Existe un gran pánico a la soledad y de que no exista más el afecto, que entorpece la necesidad de límites y de exigencias necesarias para el crecimiento profesional. Capricornio es excesivamente solitario y se auto abastece, pues percibe la realidad como algo objetivo, impersonal, la vida debe ser evaluada desde los logros concretos o los resultados visibles en el mundo social o laboral. Existe un alto mandato de “como se deben hacer las cosas”, y en general deben ser realizadas en soledad y sin ayuda. El destino lo llevara a conectar con lo emocional, con la necesidad de conectar con el prójimo, a involucrarse con el sentimiento y a sensibilizarse. Lo empuja lo que le resulta más difícil: conectar con los afectos personales e “intimar”.
LEO – ACUARIO
Entre “Robertos Sanchez” y excéntricos, aprendizaje profundo sobre la auto expresión más auténtica.
Leo debe superar la actitud de “me llevo el mundo por delante”, y una excesiva tendencia a querer llamar la atención, generándole dificultad para integrarse en grupos, por querer sobresalir, pierde la belleza del compartir. Se pierde la posibilidad de descubrir las tonalidades y opciones que brinda la vida al integrarse a los demás, no queriendo imponer siempre su propios deseos. El leonino tiene pánico a integrarse o a adaptarse a los otros, pues cree que su identidad desaparecerá si deja de ocupar el centro. La vida fluirá y circulara mucho mejor si la persona deja de temer el abrirse a los otros, el integrarse a proyectos o a grupos aunque estos no me den el centro en forma automática. Es a través de los otros que Leo encuentra lo mejor de si mismo, encuentran lo que hace vibrar al propio corazón. Acuario debe salir de la actitud de indiferencia a expresar sus deseos más auténticos y a involucrarse. Existe una tendencia a rehusar la exposición personal e intentar diluirse en grupos o actividades impersonales, para no ”comprometerse demasiado”. La vida lo llevará a expresarse plenamente, a jugarse por lo propio. A exponerse y mostrar los anhelos más profundos de su corazón.
VIRGO – PISCIS
Entre científicos y soñadores, la integración de la comprensión espiritual con la racional.
Virgo tiene una excesiva inercia a lo racional, cree que puede entender todo y que puede explicar todo. Vidas minuciosamente planificadas que en el momento menos pensado se modifica todo lo construido de forma “inexplicable”. El destino le diluye las cosas que parecían seguras, lógicas e inamovibles, produciendo mucha frustración que puede o bien rigidizar aun más al crítico virginiano o conducirlo a un misterioso viaje hacia la aceptación de lo inexplicable, a la humildad, a la inmensidad que trasciende lo racional. Renunciar a tanta lógica y meticulosidad, para aprender a desarrollar sensibilidad e intuición. Piscis excesivamente subjetivo y caótico, ve la vida desde desde mundos mágicos e irracionales, generando situaciones confusas, relaciones de simbiosis y dependencia. El destino empujará a desarrollar precisión y discriminación. Puede que el pisciano se vaya de un extremo a otro, como exagerando e intente ponerse excesivamente racional, muy trabajador, excesivamente detallista o ritualista. Circulan mucho por el mundo de la ciencia, el misticismo o las religiones, intentando ser objetivos pero ilusionados con encontrar la gran verdad que incluya todo y disuelva todas las diferencias (piscis). Piscis deberá aprender a través de la autobservación objetiva, a desarrollar máxima discriminación sobre si mismos y los propios mundos de fantasías. El destino las obliga a re ordenar toda su percepción por que en el fondo nunca pueden ordenarse verdaderamente a sí mismos.


 http://beatrizleveratto.com.ar/ejes-zodiacales/





jueves, 16 de abril de 2015

Los signos del zodiaco y la salud. Por Marcela E. Díaz.






 

Los signos del Zodiaco y la Salud

 

Los signos del zodíaco y la salud: Debemos tener en cuenta que las revistas o periódicos que hablan del corazón, nada tienen que ver con la astrología, ya que ésta es una ciencia milenaria que además, cuenta con una enorme sabiduría. Esta ciencia se basa en la carta natal de cada persona, con el lugar, fecha y hora de nacimiento, para poder así, determinar donde estaban ubicados el sol y los planetas del sistema solar, justo en ese instante, también tiene en cuenta su ascendente, sus conjunciones, su trígono, las oposiciones planetarias y la ubicación de las casas.
Tenemos que considerar también que cada signo posee tanto aspectos positivos como aspectos negativos, manifiestan fuerza o debilidad. Saber por qué enferma cada uno de los signos, nos permitirá obtener un mayor autoconocimiento para poder superar el aspecto negativo y convertirnos en personas más sanas.

 Aries: Gobierna la cabeza, por eso los arianos sufren jaquecas y cefaleas. Padecen hipertensión y otras afecciones provocadas por el mal manejo de los impulsos. Es necesario que aprendan a relajarse y que separen un tiempo para sí mismos. La tensión es la causa esencial de los malestares de salud. Para desconectarse y reducir el estrés, es conveniente practicar yoga, caminar tranquilamente a orillas del mar o en caminos naturales, o bien tomarse pequeñas vacaciones periódicamente. Los alimentos más convenientes son las zanahorias, nabos, ajos, berros, rábanos y cebollas.
La avena, el maíz, la sémola y la cebada son los cereales más recomendados. Las nueces y las almendras; también frutas frescas, como manzana y banana.
Las bebidas, el vino tinto con agua e infusiones sin azúcar, de tomillo y artemisa, en especial.

Tauro: Actúa sobre el cuello y la garganta. Los taurinos  no deben fumar y deben evitar el consumo de bebidas muy frías o muy calientes, ya que éstas le pueden provocar faringitis, la garganta es una de sus partes más sensibles. Pueden padecer también amigdalitis y faringitis, y las mujeres taurinas tienen predisposición al bocio.
Es conveniente que, cuando hace mucho frío, o hay inestabilidad climática, y aún más, si viven en zonas donde la nieve es frecuente, se protejan muy bien el cuello. La comodidad propia de los taurinos, los lleva a aumentar de peso y a sentirse sin fuerzas. Si logran comer con moderación podrán controlar su peso y además disfrutar de los placeres de la comida. Es útil el consumo de cebolla, cebollines, las especies y las hierbas aromáticas, como el estragón y el tomillo. También semanalmente deben incluir postres de frutas combinadas con yogurt y ensaladas crudas. El pescado, frutas y verduras son indispensables.

Géminis: Gobierna los brazos y las manos, los geminianos deben cuidar las extremidades superiores. Debido a la tendencia propia de este signo a la dispersión, producto de su mente ágil y su naturaleza inquieta, tienden a hacer muchas cosas a la vez y a olvidar tomar diariamente los medicamentos, como también llevar a cabo las recomendaciones importantes. Es necesario que comiencen a realizar una cosa por vez y anotar cada cosa, en lugares visibles para no olvidarse.
Deben tener también mucho cuidado en la cocina, sobre todo a la hora de cocinar. Es importante el consumo de verduras como las berenjenas, acelga, cebolla, rábanos, ajos, habas, brócolis. Pescado al vapor, y frutas como uvas, mandarina y piña.

Cáncer: Este signo gobierna los pechos. Pueden sufrir problemas en los senos y también trastornos digestivos, producto de esa necesidad de ayudar a los demás, por su excesiva sensibilidad intuitiva, que les suele provocar saltos nerviosos que repercuten en el estómago.
No deben fumar ni permanecer en lugares donde haya fumadores, ya que sus vías respiratorias y pulmones son muy sensibles. Deben estar en un lugar tranquilo a la hora de la comida, y ésta debe ser elaborada lo más natural posible, de ninguna manera debe ser comida chatarra. Es necesario que los cereales como la avena, el trigo, la cebada, la sémola y la malta sean esenciales en el preparado de sopas y para ser consumidos durante la cena. También el consumo de espárragos, remolacha, alcachofas, nabos y zanahorias.

Leo: Rige el estómago, el corazón y el plexo solar.
Deben tomar las cosas más objetivamente, ya que su propia actitud es la que trae problemas. Las discusiones y los excesos a la hora de la cena deben evitarse. Deben controlar el ritmo de vida, llevando una alimentación sana y una vida activa. Si hay antecedentes familiares de problemas cardíacos, hipertensión, infartos, arritmias, deben controlar periódicamente su presión arterial. Deben disfrutar del aire puro y el Sol que es su regente, cuidándose la vista y la piel. Tienen que utilizar aceites de girasol o de maíz. Consumir zanahorias, apio, calabaza, papas, soja, tomates, aceitunas y nabos. Los higos, manzanas, cerezas, fresas, naranjas, ciruelas, peras, piña y frambuesas son las frutas mas aptas. La cena debe ser liviana, como sopa de hortalizas y una fruta. Si consumen leche debe ser descremada.

Virgo: Los intestinos son regidos por este signo. Suelen volverse obsesivos por su constante preocupación por la higiene, las enfermedades y los detalles. La alimentación rica en fibras y aceite extra virgen de oliva y la despreocupación por las cosas que no pueden resolver son fundamentales para evitar el estreñimiento o la constipación. Debe evitar el consumo excesivo de complejos vitamínicos. Pueden atravesar por estados de ansiedad debido a la obsesión por la limpieza y orden. Es importante que consuman carne muy bien asada y siempre acompañada de hortalizas y verduras, como las papas, zanahorias, aguacates y nabos. Son favorables el pan integral, las pastas y todo tipo de cereales.
Libra: Este signo gobierna los riñones. Es conveniente el consumo diario de agua pura. Deben evitarse las sodas y las gaseosas que con su alto contenido artificial pueden producir problemas renales y en la vejiga. Deben evitar el uso de ropa que ajusten e impidan el movimiento libre o zapatos poco cómodos, pues pueden sufrir dolores de piernas. Dolores de cabeza y desgano. La ansiedad y el estrés pueden provocarles aumento de peso. Deben consumir aceite de maíz y de oliva, verduras como zanahorias, papas, nabos, zapallo, espárragos y remolacha. Son recomendables las frutas en todas sus variedades.
Es necesario comer comidas livianas para cuidar el peso, como sopa de verduras y una rebanada de piña para la cena.

Escorpio: Este signo gobierna los órganos sexuales. Estos nativos, no es que vivan para el sexo, pero, si son muy apasionados y sexuales por lo que deben prestar mucha atención a su higiene personal, y a cualquier síntoma que pueda aparecer en los órganos sexuales. Si no tienen pareja estable deben protegerse de las enfermedades de transmisión sexual, practicando un sexo seguro.
Deben acudir con mayor frecuencia que otros nativos, a especialistas en enfermedades sexuales. Deben evitar el consumo de condimentos y de especias, como la mostaza. También es necesario incluir proteínas y el consumo de pescados. Es fundamental el consumo de todo tipo de frutas y de hortalizas. Es importante la práctica de algún deporte.

Sagitario: Gobierna los muslos. Contienen una muy buena actitud frente a la vida, por lo que tienden a gozar de buena salud y les gusta disfrutar del aire libre y de los deportes. Deben sin embargo tener mucho cuidado cuando andan en bicicleta, moto, patinan, hacen surfing o cualquier actividad deportiva, ya que son propensos a los accidentes. Es necesario, si no pertenecen a este grupo, que estos nativos se dediquen a caminar por lo menos media hora diaria para evitar la obesidad. También deben evitar el consumo tanto de grasas animales como vegetales. Es ideal el consumo de bebidas a base de limón o naranja. El boldo, el ajenjo, el orégano, ayudan al buen funcionamiento hepático. Deben evitar las rabietas.
Capricornio: Este gobierna los huesos, los dientes y las rodillas. Estos nativos son propensos a las fracturas, y las mujeres, en especial, a la osteoporosis. Deben acudir al dentista pues suelen padecer gingivitis y caries. Pueden sufrir accidentes domésticos y resbalones. Es necesario el consumo de yogurt y lácteos ricos en calcio, así como jugos de fruta enriquecidos, y suplementos vitamínicos, si no hay una dieta adecuada. Con respecto a los alimentos no deben excederse con las pastas o el queso, y deben evitar el exceso de grasa. Es necesario el consumo de papas, huevos, especialmente la yema, nueces, espárragos, zanahorias, berro; de frutas como peras, fresas y cerezas.
Acuario: Gobierna las pantorrillas. Deben tener cuidado con las piernas, la varices y a la hora de elegir los zapatos deben desechar los de suela muy plana, pues pueden afectar al arco del pie y los tacos altos, ya que éstos les pueden provocar dolores de espalda. Si están abocados a muchas tareas, es necesario que paren y que empiecen a dedicar tiempo a sí mismos y a su familia, ya que el estrés puede resultarles una amenaza. Los seres queridos les ayudarán a reponer energías. Para desintoxicar el cuerpo y la mente, es necesario tomar un día al mes solamente leche cuajada, un día al mes solamente jugo de frutas frescas y un día al mes solamente arroz integral. Es útil realizar algún tipo de ejercicio a la mañana antes de ducharse.
Piscis: Tiene incidencia sobre los pies. Problemas con la circulación sanguínea en los pies, lo que condicionan el estado de salud general. Los pies mal tratados, las varices y el calzado apretado puede ser el origen de muchos problemas. Deberán dedicarse una vez por día a poner los pies en agua calentita con sales, hacerles masajes con aceites naturales, mantener las uñas cortas para evitar la aparición de hongos.
Una buena terapia preventiva es realizar baños, alternando agua fría y agua caliente, colocarlos sobre la altura de la cabeza al acostarse y caminar descalzos sobre la hierba. Es bueno que consuman manzanas, naranjas, piñas. También zanahorias, papas, coles, lechuga y brócoli. Ayuno con frutas un día al mes, y otro día solo con arroz integral y verduras. Ayuda las infusiones de boldo, menta y orégano. 




http://www.astrologia24.com/horoscopo_salud.html




miércoles, 15 de abril de 2015

Investigaciones sobre Astrología. Por Vicente Cassanya.







Investigaciones sobre Astrología










Es la obra más completa jamás publicada sobre Astrología en lengua castellana. Imprescindible para todo aquel que quiera tener una auténtica cultura astrológica y que quiera conocer esta disciplina en profundidad. En ella se aborda magistralmente la Astrología desde todas las perspectivas, contemplando, además, todas las culturas y pueblos, y se la relaciona con todos los ámbitos del saber: historia, matemáticas, física, astronomía, antropología, religión, etc. Se completa con una extensa bibliografía con más de 800 obras astrológicas de todos los tiempos, lo cual viene a demostrar el grado de erudición y la enorme tarea de investigación realizada por el autor.








Nunca me cansaré de recomendar Investigaciones sobre Astrología (2 tomos,más de mil páginas), publicado por primera vez en 1978 y reeditado en 1999, para quien quiera aprender Astrología en su más amplia acepción. Su autor, Demetrio Santos, es uno de los mayores eruditos en Astrología de todos los tiempos.


Investigaciones sobre Astrología (2 tomos)
Es la obra más completa jamás publicada sobre Astrología en lengua castellana. Imprescindible para todo aquel que quiera tener una auténtica cultura astrológica y que quiera conocer esta disciplina en profundidad. En ella se aborda magistralmente la Astrología desde todas las perspectivas, contemplando, además, todas las culturas y pueblos, y se la relaciona con todos los ámbitos del saber: historia, matemáticas, física, astronomía, antropología, religión, etc. Se completa con una extensa bibliografía con más de 800 obras astrológicas de todos los tiempos, lo cual viene a demostrar el grado de erudición y la enorme tarea de investigación realizada por el autor.
Cierto que para entender y asimilar esta densa obra se necesita cierta cultura, paciencia y reflexión, pero es una obra sin igual, que sirve también a modo de diccionario para entender muchos de los aspectos más profundos de la Astrología.
Contra del libro
 
Hay dos vías de acceso a la verdad: la teórica y la experimental. El autor aplica la primera, en los capítulos iniciales del libro, para establecer leyes fundamentales de la Astrología, a partir de la mecánica ondulatoria, descubriendo así la base de los Aspectos, Signos y otros elementos tradicionales.
La aplicación de los fenómenos de resonancia a esta ciencia promete nuevos horizontes para explicar los hechos de la Astrología tradicional, hasta ahora tenidos como de simple conocimiento empírico: y ello es particularmente importante para el estudio de la evolución del individuo y del grupo humano.
La vía experimental, que hoy progresa trabajosamente apoyada en la estadística y el conocimiento de los ciclos, viene aquí referida al inmenso acervo de recuerdos acumulados por la Humanidad, y que han cristalizado en los mitos, símbolos y costumbres de todos los pueblos: en ellos profundiza el libro contrastándolos con el fundamento teórico de su principio. Interesante ante todo es el paralelismo de las antiguas doctrinas ofiliátricas y la moderna ondulatoria, con los dualismos subsiguientes derivados de ambas.
Finalmente, “last but not least”, su bibliografía de más de 800 obras astrológicas de todos los tiempos, constituye una aportación y una referencia que no puede ser ignorada por cualquier investigador del tema.
El libro va dirigido al hombre de nivel universitario y a aquel abierto a toda sugerencia que incluya en paso adelante en cualquier conocimiento.



 http://www.cassanya.com/articulos_ampliar.php?idArticulo=516



martes, 14 de abril de 2015

El origen de Todo. Por Alejandro Fau.









 

Astrología Avanzada: Introducción - El origen de Todo.

Autor:

¿Alguna vez reflexionaron sobre qué es lo único esencial para que todo exista, las galaxias, los pianos, los gatos, los paraguas, las flores y aún las telenovelas? ¿Alguna vez se preguntaron sobre cuál es la condición insustituible para que algo -aún el amor, las hamburguesas y las guerras-, cualquier cosa, sea y exista? O... ¿alguna vez se preguntaron, en verdad -queridos astrólogos/as-, de qué nos habla verdaderamente la Astrología?
Alejandro Fau | Astrología Avanzada: Introducción - El origen de Todo.
“Debemos diferenciar lo desconocido de lo simplemente olvidado”
C. G. Jung
Muchos dicen ser Astrólogos, pero casi ninguno en verdad sabe de qué está hablando cuando dice eso. La mayoría tiene una visión meramente antropocéntrica producto de una cultura del egoísmo mamada desde que tenemos una “civilización” tal y como la concebimos actualmente. Simplemente creen que ella habla del “nosotros” y sobre el “cómo somos”, entendiendo ese nosotros como algo exclusivamente humano. Ese nosotros, el “nosotros” expuesto de ese modo, es solo una ínfima parte de lo que en verdad es, pues la astrología es muchísimo más que eso y, como la herramienta que simple y llanamente es, también es muchísimo menos. La astrología es un lenguaje, lo hemos dicho en incontables ocasiones e incluso muchos la aceptan como tal pero sin saber en verdad de qué nos habla. Pues todo lenguaje tiene un origen específico y un propósito, y luego es que aprendemos a aplicarlo a una multiplicidad de casos y cosas por simple comodidad, pues solo cada uno de los lenguajes puede expresar cabalmente conceptos muy específicos de un modo claro e inequívoco para todos sobre su significado. Pasa, por ejemplo, con el lenguaje de las matemáticas y los conceptos que supimos extraer de él y que aplicamos en el día a día para expresarnos y entendernos, o el de la física. Hablamos de cantidades, pesos y medidas, si somos verduleros por poner el caso, con solidez y aplomo sin que uno mismo o el otro crea o pretenda que somos Doctores en Matemáticas o en física. Por ejemplo, los sastres hablan todo el tiempo de medidas, talles (en tanto pesos y medidas) y precios, y nadie cree, y ninguno de ellos se cree por tanto, que sea un gran físico o un genial matemático o brillante economista; pero con la astrología no pasa eso sino todo lo contrario... De hecho, cualquier paparulo/a dice un par de términos astrológicos como al pasar y cree, y lo peor es que pretende hacernos creer, que es un genial astrólogo/a... y te cobrará mucho por ello aunque, como cualquier verdulero de ley, solo te esté mandando fruta.
lenguajeProbablemente el lenguaje de la física o el de la matemática sea tan incomprensible a la mayoría de las personas interesadas en la Astrología, como lo es el mismo lenguaje astrológico para un físico o para un matemático. No es mi propósito el enseñar aquí física o matemáticas a los astrólogos, ya que si éstos están interesados, y por cierto debieran estarlo, en estos temas pueden concurrir a infinidad de sitios muy idóneos en estas cuestiones para aprender e informarse; sino el de presentar tal vez a los físicos y los matemáticos el lenguaje de la astrología como un medio válido para ayudarlos a comprender aquellas cuestiones de difícil solución si es que son solo encaradas desde la estrecha mira de sus respectivas áreas, y puedan quizá ver la realidad de otro modo. No quiero con ello plantear la Astrología como una Ciencia en el sentido en que la ciencia se describe a sí misma, ya que no la es, pero sí dejar bien en claro que tampoco es una Religión, o una mera Superstición Pagana como la mayoría de ellos cree. Que exista un algo que esté más allá de la Lógica tal y como la conocemos, no implica que este algo no pueda describir la realidad de un modo cierto y a la vez práctico y funcional muy útil para la comprensión del todo que nos involucra. Considero que el pensamiento humano está lo suficientemente maduro para liberarse de tales prejuicios, aunque el accionar de la sociedad en su conjunto y sus especialistas, al menos externamente en sus pomposos discursos, nos de a entender todo lo contrario. Del mismo modo, me tiene sin cuidado lo que pueda decir la Religión al respecto de esto, ya que prefiero como interlocutor válido a la ciencia ya que siempre se ha preocupado por desvelar cualquier secreto, ampliar el conocimiento y hacerlo público y accesible para todos, y no a la religión de cualquier orden que siempre ha procurado disminuirlo, ocultarlo y restringirlo allí donde éste se encuentre para explotarlo solo en su exclusivo y mundano beneficio. El conocimiento es poder, y cuanto más libre y accesible sea mejor será para todos. Trataré por tanto, quizá aún utilizando lenguajes tan complejos como el astrológico o el fisicomatemático -amén del común y conocido español- dar una visión de las cosas de un modo lo suficientemente simple para que tanto iniciados como profanos comprendan de qué estamos hablando aquí, pues no es un tema fácil para nuestra consciencia, aunque creamos que así sea, el hablar simplemente del misterio más grande de todos: El tiempo.
Como dije en otros artículos anteriormente, la astrología nos dice que vivimos en un mundo compuesto de por lo menos doce dimensiones (12-D), pero que tan solo siete de ellas (7-D) son enteramente accesibles a la Consciencia Humana. Las cinco restantes, si bien pueden ser intuidas y comprendidas por ésta, están por encima de las posibilidades individuales del Ser en tanto lógica y razón tal como son concebidas en la actualidad por nuestras ciencias. La evolución de la conciencia media actual (y luego aplicado a todo aquello que consideremos como ser vivo o materia inerte por nuestra mente individual) se circunscribiría a tan solo a cuatro de ellas: Las tres que definen el Espacio Euclidiano (3-D) y la que denominaremos provisionalmente como Temporal-1 y que posibilita la existencia de éste y es inherente al mismo, la famosa cuarta dimensión (4-D). No es nuevo esto que digo, sino que es un algo sobradamente probado y utilizado en sus postulados desde la concepción espacio-tiempo unificado como un todo por A. Einstein, M. Plank, E. Schrödinger y otros ya en los inicios del siglo XX. Esta cuatridimensionalidad espacio-temporal está presente, de modo obvio, desde el mismísimo origen de todo de un modo enteramente manifiesto en el Universo y en ella actúan e interactúan todos los seres y las cosas. Las otras ocho restantes se encuentran implicadas en ellas y deben ser expuestas mediante una acción consciente, pues no son manifiestamente obvias para todos los que habitamos esta Tierra. Para utilizar terminología psicológica, diremos que éstas yacen ocultas en el inconsciente colectivo, o del Universo, para no extendernos en farragosas explicaciones sobre ello. La Auto-Consciencia constituye una quinta dimensión (5-D), que denominaremos también provisionalmente como Temporal-2, y que nos define a nosotros mismos como seres individuales, siendo por la volición consciente la posibilitadora de sincronizarse con cualquier otra entidad coexistente, tanto en ella misma como con las otras, para lograr manifestar así un orden-marco contenedor en el cual la mente pueda desarrollarse. Se me hace totalmente innecesario, por ahora, el abordar las siguientes dimensiones para evitar generar confusiones en el lector, debido al poco espacio del que dispongo aquí para explicarme debidamente, pero diremos, al menos vagamente, que las dos siguientes se corresponderían con lo que llamaré las dimensiones “emocional” (6-D) y la “espiritual” (7-D), y que completarían lo que puede ser enteramente concebido desde la actual Consciencia Humana, y que llamaré en su conjunto, a esta séptuple dimensionalidad, como el Alma Humana individual. Quizá en otra parte, un libro de texto tal vez, pueda explayarme más e incluso insertar algunas ecuaciones fisicomatemáticas que son tan caras al pensamiento científico lógico y racional, para explicarme de un modo más vasto y claro a esos especialistas, pero creo que con esto ya es suficiente para trazar los contornos de lo que quiero mostrar al respecto del “ser humano” tal y como lo definiría cualquier hijo de vecino.
Todo aquel que se llame a sí mismo astrólogo/a debe estar en condiciones de poder leer simultáneamente en esta séptuple dimensionalidad el “texto” escrito en lenguaje astrológico que representa a un individuo particular cuando observa una matriz natal. Si a esto sumamos que debe comprender la correcta y particular interrelación entre los diferentes símbolos inscriptos allí, la posición espacial y vibracional preferente que ocupa cada uno de ellos en los diferentes planos dimensionales de manifestación, y la dinámica vincular de cada uno y del conjunto; tenemos que no es una tarea sencilla el simplemente “reconocer” al individuo que tenemos delante en ese enunciado que representa lo que llamamos “Carta Natal”. Ni qué hablar si pretendemos averiguar lo que a éste le pasa... ¿Pero qué es lo que está leyendo el/la astrólogo/a en realidad cuando mira una carta astral? Está leyendo una combinación de “tiempos” que dan por resultado un solo “Tiempo”, el que representa el “punto de inicio” de un ser o entidad y el modo particular que tiene éste de desplegarse en los diferentes espacios que hacen a la existencia y que denominamos, simplemente, como la “realidad” de ese Ser en particular. Pero para continuar, es mejor que volvamos al principio de todo esto.
dimensiones-espacio-temporalesDesde nuestra percepción, es muy difícil imaginar alguna cosa que conste de solo una dimensión (1-D). Livianamente aceptamos aquello que nos han dicho en la escuela, que el modo de definirlo es a través de imaginarnos un punto que no tiene largo ni ancho ni alto, y seguimos como si nada. Pero detengámonos ahí, al menos por una vez, para comprender mucho de lo que hablaremos más adelante. ¿Cómo es que imaginamos ese punto? Inmediatamente puedo ver en sus mentes la conformación de un pequeñísimo círculo, pero que, aún muy muy pequeño, sigue siendo un círculo... lo que implicaría que por lo menos lo vemos en dos dimensiones (2-D). Mantengan la imagen y acérquense un poco más a él. Ya no se trata de un círculo sino de una pequeñísima esfera aparentemente sólida... lo que implicaría que lo estamos viendo en al menos tres dimensiones (3-D). Sostengamos esa imagen un momento y comprendamos la existencia de ésto. Ya desde que lo veíamos como un pequeño círculo es que aparece una primera noción de distancia, aunque mínima, en el diámetro que asignamos a ese círculo, y que se potencia aún más por medio de la expansión a la que acabamos de asistir en su transformación a esfera -el diámetro infinitamente pequeño de esa minúscula esfera-. Detengámonos nuevamente. ¿Qué está pasando aquí? Pues... que acabamos de dar existencia conscientemente a algo que denominamos “punto”, y en ese darle “existencia” es que desvelamos que aquello que creíamos tenía una sola dimensión en realidad tiene cuatro ¿Que por qué digo cuatro? Pues porque desde el mismo inicio está implicada esa dimensión que llamamos “tiempo” (la 4-D). ¿Que dónde es que está? Bueno pues, está desde antes del mismo “inicio”, aunque es más fácil comprenderlo si les digo que está presente cuando imaginamos ese pequeñísimo circulo pues aparece allí la “distancia” -en el diámetro, aunque ínfimo, del círculo-. Toda distancia implica en sí misma un “tiempo” que es el que tarda en recorrerse, y que aunque esta distancia sea en verdad ultra-diminuta... existe. A partir de ésto podemos decir que aquello que conscientemente aceptamos como “existente” implica necesariamente al “tiempo”, y con ello al menos cuatro dimensiones implícitas o explícitas.
Puesto lo que acabamos de ver en términos puramente astrológicos es que decimos que las cosas cobran una existencia “encarnada” recién en Cáncer, o recién en la cuarta fase de la dinámica de la energía. La mayoría de ustedes habrán oído decir a sus maestros de lo difícil, por lo abstracto, que resulta hablar de las tres primeras energías zodiacales (o de las tres primeras fases del desarrollo de la energía zodiacal, pues la energía siempre es la misma) representada por los signos de Aries, Tauro y Géminis; y que recién puede comenzar a hablarse en términos comprensibles para nuestra limitada mente humana recién a partir de Cáncer. ¿Por qué? Pues porque estando inmersos en una realidad “material” (tetradimensional) nos resulta muy difícil concebir la existencia de algo con menores dimensiones que ésta. Es por esa razón, primeramente, que no podemos imaginarnos simplemente un “punto” unidimensional e inmediatamente comenzamos a agregarle las restantes dimensiones hasta traerlo a nuestra “realidad” pensable... Un momento, detente ahí ¿estoy diciendo entonces que Aries, Tauro y Géminis en verdad no existen? Pues no, no dogo eso... aunque, bueno... eso dependerá de cómo se lo mire y del planteo filosófico que hagamos. Diremos que no “existen” en los términos en que concebimos la realidad material (cuatridimensional), pero podemos percibirlas a través de ella y reconocerlas como una parte constitutiva de la misma. Puesta la discusión en otros términos más cercanos desde lo cultural a todos en occidente, y en tren de incluirle otras miradas, ¿podemos cuestionar la existencia del Dios de la Cristiandad (por cierto, también planteado como una trinidad atemporal) solo por el hecho de que no podamos sentarnos materialmente frente a frente a charlar con él? Cualquier teólogo nos respondería con un rotundo NO y trataría con los medios a su alcance, como hacemos nosotros, de explicar su omnipresencia pese a todo. Entonces bien, decimos que la Energía “es” en Aries, que tiene “sustancia” en Tauro y que tiene “movimiento” en Géminis, pero que recién “existe” en Cáncer, pues todo lo anterior sucede en un no-tiempo (o en Tiempo=0); pese a eso jamás diremos que la dinámica zodiacal comienza recién allí porque no es cierto, ya que podemos verificar posteriormente las cualidades diferentes de estas tres fases anteriores en el desarrollo real de las fases que le siguen, y en la espiral de la recurrencia posterior claramente observable de su dinámica manifiesta en el mundo.
espacio-definidoA partir de todo esto es que se manifiestan diferentes posturas e interpretaciones, las que iremos explorando una a una, tanto dentro del campo astrológico como en el campo de las ciencias y las religiones, ya que a partir de ésta primera incógnita (mínimo retazo de lo evidente concebible para la mente humana) es que comenzamos a configurar el Todo y a nosotros mismos, y a desplegar los distintos razonamientos que formarán nuestros paradigmas con los que construimos e interactuamos luego en el Mundo. De esta pregunta inicial que todos nos hacemos en algún momento surgen ejemplos conocidos por todos, y otros no tanto, que se investigan en la actualidad, como ser: ¿El Universo ha tenido un comienzo o existió desde siempre? A partir de lo cual se plantean diferentes teorías Cosmológicas como las del “Big Bang” o de la “Eternidad Universal”; ¿Solo hay un Universo o los hay infinitos?, teorías de los “Multiversos”, “Universos Globulares”, “Universos Paralelos” y “Universos Anidados” -por poner solo algunos-; Dada la observable expansión del Universo actual... ¿El Universo va a contraerse en algún momento o se expandirá por siempre hasta su disolución final en una oscura “muerte térmica”?; Las actualmente famosas “Materia Oscura” y “Energía Oscura” ¿son los restos de Universos anteriores al nuestro, o la sustancia primordial con la que se irá construyendo el nuestro?, ¿será quizá nuestro destino transformarnos en ella (materia y energía oscuras) para dar nacimiento a un/os próximo/s Universo/s?... Todas y cada una de ellas tienen su contrapartida desde el punto de vista de las religiones: ¿Existe un Dios Creador o somos solo una casualidad?; ¿Hay un “cielo” y un “infierno” hacia el cuál vamos?; ¿Cuántos cielos e infiernos hay?; ¿Existe algo anterior y posterior a nosotros?; ¿Volveremos a unirnos a Dios o ya nos ha abandonado?...  Todas estas cuestiones, incluso aquellas que nos parecen novísimas, no son más que el reflejo de las omnipresentes preguntas que nos hacemos a nivel de la mente individual y grupal desde que el mundo es mundo: ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Existe en verdad lo que llamamos “muerte”, o solo hay “eternidad” en diferentes estados?... Tanto la religión como la ciencia buscan dar respuesta a estos ancestrales interrogantes desde diferentes puntos de vista a lo largo de nuestra historia generando sus propios lenguajes para poder dar cuenta de sus propios razonamientos y justificaciones, provocando con ello discusiones y conflictos sin fin acarreando incluso gran parte del dolor, sufrimiento y destrucción que padecemos. Como en el conocido ejemplo de la Torre de Babel en donde el conflicto y el caos surgen del haber olvidado el lenguaje común que nos unía, es que se ha desembocado en el actual estado de las cosas. Es hora pues de recuperar esa lengua común unificadora. Es hora de traerla a la luz de la consciencia desde los oscuros abismos inconscientes en donde ha sido sepultada para volver a la coherencia y la cordura. Esa lengua común, anterior a las religiones y las ciencias tal cual las concebimos, es la Astrología.
Así pues, planteado todo ésto a modo de introducción, es que los invito a explorar profundamente este lenguaje a través de la serie de artículos que iremos desplegando, y que creo nos ayudarán a desplegar el conocimiento del que todos sin distinción somos depositarios desde el inicio de Todo. Desde el inicio mismo del Tiempo.


 http://www.astropampa.com/art-112-astrologia_avanzada_introduccion_-_el_origen_de_to.htm




lunes, 13 de abril de 2015

La Menstruación: un asunto sobre la Luna, venenos y flores. Por José Luís Iglesias Benavides.






 

Artículo

Introducción

La menstruación es una función de los órganos genitales femeninos que aparece en la pubertad y que se repite de un modo periódico, aproximadamente cada mes. Se manifiesta por una serie de fenómenos, de los cuales el más visible es un flujo de sangre, que desde el útero, llega a la vagina y la vulva. Este proceso fisiológico, al paso del tiempo, ha recibido diferentes nombres, como mes, curso, periodo, menstruo, enfermedad, flores, mensualidades, tiempos, catamenia, épocas ordinarias, etc.1 A través de los siglos se le ha relacionado con la Luna, con la eliminación de elementos de desecho del organismo de la mujer (que podían llegar a ser peligrosos a los demás) y, sobre todo, con la fertilidad. El flujo menstrual animó siempre la curiosidad de los médicos, quienes emitieron numerosas teorías acerca de este fenómeno. Fue hasta el descubrimiento de la ovulación y de los cambios en la mucosa uterina en que este proceso entró en un periodo científico que permitió comprenderlo por completo.

La fascinación por la luna

El origen de la palabra menstruación está relacionada con la Luna, ya que deriva del griego men, menos, el mes, mes lunar; de mene, es, la Luna.2 De acuerdo con el Manual Merck, la palabra menstruación deriva del español menstruo, que a su vez proviene del latín menstruums y cuyo origen está en la palabra griega mensis que significa mes.3 Se aceptan dos hechos que relacionan a la Luna con la menstruación: 1) El tiempo, por la semejanza entre la duración del calendario lunar y el ciclo de la menstruación; 2) la influencia que la Luna tiene sobre las mareas, que no pasó inadvertida para los antiguos, quienes rápidamente intuyeron que esa misma influencia se ejercía sobre los líquidos y humores del cuerpo. La menstruación era la evidencia más clara de movimiento y eliminación de líquido del cuerpo causados por la Luna. La relación de la Luna como una forma de medición es más profunda de lo que creemos, la palabra moon en inglés y su equivalente en otras lenguas proviene de la raíz, me, que significa medida. Los antiguos babilonios comenzaron con el calendario lunar y por el año 432 a.C., al buscar medir el ciclo de las estaciones mediante múltiplos de los ciclos lunares, descubrieron el ciclo metónico, que consta de diecinueve años y recibe este nombre por el astrónomo Metón.4
La Luna ha sido un instrumento de medida universal que vincula el agua, la lluvia y la fecundidad de las mujeres, los animales, la vegetación, etc. El simbolismo de la Luna se manifiesta en correlación con el del Sol. Sus dos caracteres más fundamentales derivan de que la Luna carece de luz propia y no es más que un reflejo del Sol; además de que atraviesa fases diferentes y cambia de forma. Por esto simboliza la dependencia de la mujer y los cambios que presenta mensualmente (Figura 1). Lo anterior se hace más evidente al analizar el origen de la palabra Luna. Ésta deriva del latín Luna-ae, la Luna; por contracción de lucina, lo relativo al nacimiento, o dado a la luz; del luceo, xi, ere, lucir, brillar; de lux, lucis, la luz. El nombre griego de la Luna, Selene, deriva de selenon, pequeña Luna; diminutivo de Selene-es, Luna llena, blanca, clara; que viene de selas, selaos, claridad, fuego, luz brillante, éste de ele o eile-es, calor del Sol, rayos del Sol; porque lo refleja la Luna llena.5

Figura 1. En el tarot Vieville (Siglo XVII) la carta XVIII de la Luna muestra una mujer hilando bajo la influencia de ese astro, pero con una clara presencia del sol.
Figura 1. En el tarot Vieville (Siglo XVII) la carta XVIII de la Luna muestra una mujer hilando bajo la influencia de ese astro, pero con una clara presencia del sol.

La identificación del Sol con el fuego condujo a que la Luna se hiciera señora del otro gran elemento de la creación: el agua.6 Así se establece la relación de la Luna con las mareas, con el rocío de las mañanas y con la menstruación femenina; toma como punto coincidente la fertilidad a través del agua o de la mujer.
Aristóteles (384-322 a.C.) menciona en su libro "Sobre la Generación de los Animales", que el organismo femenino podía ser influenciado por la Luna: "También, el hecho de que la descarga menstrual en el curso natural ocurra cuando la Luna esté menguando es debido a la misma causa. Ese tiempo del mes es más frío y más fluido debido a la mengua y falla de la Luna (ya que la Luna hace el verano y el invierno en el curso de un mes tal y como el sol lo hace en el curso del todo el año)." Galeno (130-200 d.C.) también pensaba que existía una fuerte relación con el ciclo lunar: "Esto ocurre mensualmente, no exactamente para todas, pero en general. Algunas tienen su periodo antes de tiempo y otras, después. Esto viene a su apropiado tiempo y no afecta a todas al mismo tiempo, cuando la luz de la Luna se desvanece, como dijeron Diocles y Empédocles".7
Debido al carácter cíclico y cambiante de la Luna, por lo general, se le representa de una manera dinámica, ya que se distinguen tres formas básicas: la Luna llena, la media y la oscura. Así, en Grecia se veía como una diosa triforme: la diosa Hécate representaba a la Luna oscura; Selene, en el cielo, a la Luna creciente y Artemisa, en la Tierra, a la Luna llena. Esta trinidad se representó a través de estatuas posteriores donde aparece como una mujer triple. Así es que el Sol representa al hombre, ya que es una constante fuente de luz, mientras que la Luna, por ser cambiante y seguir un orden diferente es la imagen característica de la mujer. Los cambios que se aprecian durante el ciclo lunar reflejaban el mundo físico y psíquico de la mujer, como un signo de inconstancia y variabilidad tanto física como espiritual (Figura 2).

Figura 2. La Luna en Grecia se veía como una diosa triforme: la diosa Hécate representaba a la Luna oscura; Selene en el cielo a la Luna creciente, y Artemisa a la Luna llena.
Figura 2. La Luna en Grecia se veía como una diosa triforme: la diosa Hécate representaba a la Luna oscura; Selene en el cielo a la Luna creciente, y Artemisa a la Luna llena.

Los médicos conocían muy bien el incremento en la hemorragia durante la Luna llena, y confirmaba la creencia astrológica de que no era prudente practicar sangrías durante la oposición del Sol y la Luna.8,9 Jane Sharp (fl. 1670;partera del Siglo XVI, hace ver que la influencia de la Luna es diferente entre mujeres jóvenes y de mayor edad, y llama la atención del peligro de inducir la menstruación en ciertas fases lunares: "Pero no haga ninguna de estas cosas a mujeres embarazadas, porque eso será un Asesinato: dé su remedio un poco antes de la Luna Llena, o entre la Nueva y la Llena, porque esto incrementa la sangre: pero nunca en Luna Menguante, porque esto no es bueno."10
En el Siglo XVI prevalecía la tesis de que la influencia de la Luna era una prueba de que la mujer era "un trabajo imperfecto de la naturaleza". Claude Dariot (1533-1594), médico y astrónomo, en su tratado "Una breve y más fácil introducción al juicio astrológico de las estrellas" colocaba al género femenino bajo la influencia de la Luna, que gobernaba las aguas, sin olvidar el flujo mensual de las mujeres (Figura 3). Su descripción de la belleza femenina era la de la típica fisonomía lunar —una cara redonda y ojos justos... y un cuerpo suave—, y estaba muy cerca del estándar de la época (Figura 4). La influencia lunar también podía causar locura; de aquí el origen de la palabra lunático: una abundancia de la humedad y el frío de la flema podía resultar en pereza y fatiga, cualidades que eran fatales si se asociaban con una inestabilidad mental. Dariot consideraba la influencia de Venus como la segunda presencia planetaria femenina más positiva para "madres, esposas, bordadoras y cocineras." De acuerdo con la teoría astrológica, el control negativo de la Luna podía ser mitigado por el matrimonio, la maternidad y el apego a los deberes domésticos positivos de Venus, como coser y cocinar.11,12

Figura 3. En el Siglo XVII se colocaba al género femenino bajo la influencia de la Luna, que gobernaba las aguas, incluso el flujo mensual de las mujeres. Gustav Reynier, 1685.
Figura 3. En el Siglo XVII se colocaba al género femenino bajo la influencia de la Luna, que gobernaba las aguas, incluso el flujo mensual de las mujeres. Gustav Reynier, 1685.

Figura 4. La descripción de la belleza femenina en el Siglo XVII era la de la típica fisonomía lunar —una cara redonda y ojos justos... y un cuerpo suave. Joven cortando cebollas. Gerrit Dou, 1646.
Figura 4. La descripción de la belleza femenina en el Siglo XVII era la de la típica fisonomía lunar —una cara redonda y ojos justos... y un cuerpo suave. Joven cortando cebollas. Gerrit Dou, 1646.

Todavía en el Siglo XIX, en 1840, el renombrado neurofisiólogo inglés Thomas Laycock (1812-1876) propuso la teoría de que todos los fenómenos fisiológicos eran gobernados por ciclos temporales regulares, que él atribuía a la influencia del sol, la Luna y las estaciones.13 En 1842, bajo la Ley Británica, el Acta de Locura definía como "Lunático" a una persona demente que gozaba de intervalos lúcidos durante las dos primeras fases de la Luna y era afligida por un periodo de pérdida del entendimiento en el periodo posterior a la Luna llena.14

El monstruoso poder de la menstruación

La pérdida mensual de sangre en la mujer representó un hecho que, por ser un signo externo y evidente, llamó la atención a los pueblos de la antigüedad, y, por ello, no es de extrañar que se relacionara con temores sociales o personales, y que fuera rodeada de diversas supersticiones. La palabra superstición, de acuerdo con la Academia de la Lengua Española, es una propensión, causada por temor o ignorancia, a atribuir carácter sobrenatural u oculto a determinados acontecimientos. Tal vez uno de los primeros temores inspirados por la menstruación haya ocurrido en la prehistoria, en grupos sociales formados por cazadores, ante el riesgo de que al contaminarse con la sangre menstrual pudiese atraer animales y aumentara el riesgo de ser atacados.15
Para los persas (800 a.C.), la mujer que había tenido un hijo, igual que la mujer que estaba menstruando, era "impura" y se le aislaba por cuatro o más días en un cuarto que tenía desparramada paja seca y alejada quince pasos del fuego y el agua, los elementos limpios. También estaba prohibido el coito, y sólo podía ser realizado después de las ceremonias de purificación de los "nueve portales del cuerpo".16 En la India oriental (Siglo VI a.C.), los ritos védicos de purificación de la mujer menstruante eran muy precisos, y establecían que la mujer debía frotarse los dientes, hacer gárgaras doce veces y lavarse manos y pies; posteriormente zambullirse doce veces en el río, y tras salir de él, frotarse con lodo que llevara estiércol fresco, volver a zambullirse en el agua treinta y cuatro veces, y repetir las friegas de lodo; repetir la inmersión veinticuatro veces, frotarse el cuerpo con azafrán y, para terminar, otros veinticuatro chapuzones más.17
Sobre la causa de la menstruación, prevalecieron las ideas de la medicina griega, que la veían como una forma de excreción de residuos, hasta fines del Siglo XIX. Hipócrates (466-377 a.C.) consideraba que la sangre menstrual era un producto de desecho, debido a que la mujer producía demasiada sangre. Pensaba también que la mujer producía un semen como el varón, y que la sangre menstrual servía como alimento para el desarrollo fetal. El origen de este sangrado, decía Hipócrates, se debía a que la mujer era excesivamente caliente, y sólo por este medio lograba atemperar el organismo.18 Galeno (Siglo II d.C.), pensaba lo contrario, ya que la sangre menstrual aparecía debido a la imperfección de la mujer —fría y húmeda— por la falta del calor necesario, lo que causaba una digestión anormal de los alimentos; la función del sangrado era eliminar los materiales de desperdicio. De acuerdo con Galeno, el semen del varón y la sangre menstrual en la mujer procedían de una misma fuente, una digestión incompleta.19
A los planteamientos médicos griegos que calificaban a la menstruación como una forma de eliminar desperdicios, se le añadió otra corriente de pensamiento procedente de la tradición popular y religiosa romana, que le imputaba efectos peligrosos y maravillosos. El principal divulgador de estas ideas fue Plinio El Viejo (23-79 dC) en Roma (Figura 5), en su Historia Natural, 20 donde dice sobre la sangre menstrual: "Pero nada puede ser fácilmente encontrado que es más notable que el flujo mensual de las mujeres. El contacto con él convierte el vino nuevo en agrio, las cosechas tocadas por él se vuelven yermas, los injertos mueren, las semillas en los jardines se secan, la fruta de los árboles se cae, la superficie brillante de los espejos en que es apenas reflejada es oscurecida, el borde de acero y el destello del marfil son embotados, las colmenas de las abejas mueren, aun el bronce y el hierro al momento son afectados por óxido, y un olor horrible llena el aire; el probarlo hace enojar a los perros e infecta sus mordeduras con un veneno incurable. Más aún, el betún, una sustancia generalmente pegajosa y viscosa, que en ciertas estaciones del año flota en la superficie del lago de Judea llamado alberca de asfalto, se adhiere a todo lo que toca, y no puede ser retirado excepto por un lienzo empapado en el venenoso líquido en cuestión." Además, añade "Cosas terribles se han dicho acerca del monstruoso poder de las menstruaciones, cuya magia ya he discutido, de las que puedo repetir lo siguiente sin vergüenza: si la fuerza de la mujer comienza a fluir en un eclipse solar o lunar el daño será irremediable, y aun si no hay Luna, la relación sexual es pestífera o fatal para el hombre; la púrpura es contaminada por mujeres menstruando, así de grande es su fuerza. Pero en otras ocasiones durante el periodo menstrual, si las mujeres caminan desnudas a través del campo, gusanos, escarabajos y otras pestes se eliminan. Metrodorus de Scepsis dice que eso fue descubierto en Capadocia durante una infestación de escarabajos cantáridos, y las mujeres caminaron a través de los campos con sus vestidos levantados por encima de sus nalgas."

Figura 5. Portada de la
Figura 5. Portada de la "Historia Natural" de Plinio El Viejo (23-79 d.C.). Edición 1669.

En el Talmud judío, escrito entre los siglos II y IV d.C., se anota: "Una mujer menstruante es impura por siete días y tiene que realizar un ritual de impureza aun si ella sangra por menos de siete días." Un hombre que cohabita con una mujer menstruante merece una pena de muerte celestial y es azotado por decreto rabínico. Las mujeres menstruantes tienen que ser separadas de sus esposos.21 Cuando estos conceptos judíos de impureza y peligro de la sangre menstrual entraron en contacto con la filosofía cristiana, se les relacionó inmediatamente con la imperfección de la mujer, y dio lugar a nuevas posibilidades interpretativas de las diferencias biológicas entre los dos género. El pecado de Eva hace que la mujer sea veleidosa y con tendencias malévolas, en tanto que el hombre se convierte en el ejemplo de convicciones firmes y con tendencia benévola. El supuesto efecto pernicioso de la sangre menstrual llevó a establecer una serie de prohibiciones sociales que afectaban directamente a las mujeres menstruantes. Como ejemplo, en el primer concilio ecuménico realizado en Nicea, ciudad del Asia Menor, hoy Turquía, el año 325 d.C., se prohibió la entrada en las Iglesias a las mujeres que estuvieran menstruando.22,23
La ausencia de la menstruación -cuando no era causada por embarazo- se consideraba como un estado de extrema gravedad para la mujer, ya que causaba que los humores malos y corruptos abundaran dentro del cuerpo, y para solucionar ese problema se utilizaban remedios conocidos como emenagogos, entre los cuales destacan el ajenjo, la sabina, el azafrán, el hinojo, las semillas de anís y las infusiones de perejil. Otra forma de inducir la menstruación era usar soluciones emolientes para abrir las obstrucciones uterinas: baños prolongados con calamina, hiedra, salvia, hojas de laurel; aplicación vaginal de sustancias aromáticas (como el cedro), vapor y duchas de agua caliente.24,25 Esta relación entre la salud de la mujer y la menstruación la describe Juan de Cárdenas en 1591: "Si alguna evacuación de sangre puede en el cuerpo humano llamarse natural y muy conforme a la salud y conservación dél es la llamada mestrua o mestrual, por cuanto le sucede a la muger, cuando no sea niña o vieja o esté preñada, puntualmente de mes a mes y esto con tanta utilidad y provecho de su salud que el venirles con concierto le libra y repara de millones de enfermedades, causando gracioso color en el rostro, fuercas en los miembros, apetito de sanos y loables mantenimientos, siendo tan al contrario en faltándole, que de la tal falta o retención le suceden infinitos males; finalmente no se puede llamar muger sino retrato de duelos la pobre y miserable que en pasando de los catorce años la tal evacuación no tuviese." (sic)26
En los siglos XVIII y XIX se puso de moda la "melancolía", y hubo casos de depresión y suicidio a causa de situaciones amorosas muchas veces incitadas por novelas y obras que tratan del amor y la muerte. En el género femenino, estos hechos infortunados se relacionaron con el supremo poder del útero, que actúa a capricho sobre el estado de la mujer. En 1826, W. P. Dewes (1768-1841) describió los problemas a los que podían enfrentarse las jóvenes con el inicio de la menstruación debido a la fuerte influencia que el útero podía ejercer sobre el resto de su organismo:27 "Para ella, el periodo de la pubertad está frecuentemente repleto de demonios; ella está expuesta a irregularidades de su menstruación, y amenazada severamente de sus consecuencias. Ha sido manejado desde tiempo inmemorial que el útero ejerce un poder supremo sobre cada uno de los otros sistemas; y los gobierna con un balance no menos caprichoso que potente. Esto crea, exalta o modifica enfermedades en cada porción del cuerpo." La mayoría de las autoridades médicas creían que durante el periodo menstrual la mujer estaba especialmente débil y predispuesta a una gran variedad de enfermedades perniciosas. Para ello recomendaban reposo y tratar de evitar cualquier tipo de actividad física o mental. Lo mejor era que no acudieran a la escuela los dos primeros días del sangrado, y estaba completamente prohibido bailar, montar en bicicleta, correr, remar, así como cualquier tipo de ejercicios atléticos; también era peligroso viajar en automóvil, tren o carruaje.28-30
Una teoría que fue resucitada en pleno Siglo XX se basaba en una supuesta toxicidad bacteriana de la sangre menstrual. Esta teoría fue propuesta primero en 1920 por un médico, Bela Schick (1877-1967), quien planteó la existencia de lo que llamó "menotoxinas" bacterianas en la sangre menstrual.31 En 1940, un antropólogo inglés, Ashley Montagu (1905-1999), sugirió que, de hecho, las mujeres menstruantes secaban plantas, cambiaban el vino, causaban que la cebada se cayera, todo debido a los componentes químicos en su sangre menstrual.32 Las menotoxinas no fueron más que los términos simbólicos de una creencia popular en la contaminación, un símbolo científico para las fuerzas que, en otros tiempos, eran llamadas contaminación espiritual, veneno psíquico, o castigo divino.
La menstruación también podía ejercer efectos útiles. En 1827, el médico español Dr. Baltasar de Viguera33 anotó una recopilación de algunos de los mitos "benéficos" que se han mencionado de ella:
"Así, sin contar con los soñados efectos de los filtros que tenían por base la sangre menstrua, y que bebidos por un hombre en cualquier licor se les creía eficacísimos para inspirarle la pasión más violenta hacia la muger que les había preparado; se ha creído también que las escrófulas, las berrugas y demás tumores indolentes; que la gota, el fuego sacro, el ántrax, los diviesos, &c, se curaban con sólo el tacto de una muger menstruante, ó aplicando sobre las partes afectas un cabezal empapado en su sangre; que la hidrofobia, la epilepsia y las calenturas intermitentes, desaparecían aplicando al brazo un pedazo de bayeta bien penetrada de este específico; e igualmente que si la menstruante frotaba con sus manos las plantas de los pies de un tercianario o cuartanario, se curaba infaliblemente con tal que ella ignorase la virtud o gracia inherente a su estado. Se aseguraba además, que si en esta época se presentaba desnuda en el campo, desvanecía las tempestades, alejaba el rayo, disipaba el pedrisco, y serenaba la faz procelosa de la atmósfera." (sic)
La Dra. Mary Putnam Jacobi (1842-1906), miembro de una prestigiosa familia de publicistas de Nueva York, fue la sexta mujer graduada de una escuela norteamericana de medicina (Figura 6). La Dra. Putnam Jacobi avanzó más allá de las antiguas formas de ver a la menstruación como un proceso de evacuación de material previamente acumulado cuya retención era nociva. La base de su teoría era que la sangre constantemente se acumulaba en los plexos periuterinos esperando un embarazo, en cualquier tiempo posible; si éste no ocurría, la sangre se volvía inútil, y era eliminada del organismo, en vez de ser restaurada a la circulación general. Además destacó por llevar a cabo una serie de experimentos simples con el fin de conocer los cambios que ocurrían en el cuerpo femenino menstruante, midiendo la temperatura y la excreción de urea, así como lo relacionado con la fortaleza muscular; usó un dinamómetro y concluyó de su análisis que, durante la menstruación normal, el cuerpo no sufría ninguna alteración en sus funciones generales, con lo que echó por tierra las antiguas teorías que afirmaban graves efectos deletéreos para la salud de la mujer durante este periodo.34

Figura 6. Dra. Mary Putnam Jacobi (1842-1906).
Figura 6. Dra. Mary Putnam Jacobi (1842-1906).

Sin flores no hay fruto

El uso del término de "flores" para referirse a la menstruación era muy utilizado en la antigüedad, como lo mencionaba Trótula (una mujer de noble familia que fue maestra en la escuela de Salerno, en Italia) a mediados del Siglo XI, en un texto que se le atribuye llamado De Mulierum Passionibus: "El flujo menstrual opera una especie de regulación del temperamento femenino. Mientras que en los hombres el calor dominante atempera mediante el sudor, en las mujeres la humedad excesiva es purgada por las menstruaciones, que el vulgo llama flores, pues al igual que los árboles no producen frutos sin flores, de la misma manera las mujeres sin flores no pueden concebir".35 La correlación de menstruación y fertilidad es muy antigua, pues se pensaba que la sangre menstrual servía como alimento para el desarrollo fetal. Puesto que el sangrado menstrual se relacionaba con el embarazo, se creía que la época más fértil de la mujer era cuando la menstruación estaba terminando, lo cual coincidía generalmente con el aumento del apetito sexual. Cuando ocurría el embarazo, la sangre menstrual ascendía hacia los pechos, donde se usaba para producir leche.36,19 Plinio El Viejo (23-79 d.C.) también mencionó que la menstruación era necesaria para engendrar niños: "No sólo ocurre esta perniciosa travesura cada mes, sino que viene en mayor cantidad cada tres meses; y en algunos casos se vuelve más frecuente que una vez al mes así como en ciertas mujeres nunca ocurre en absoluto. Las últimas no tienen niños, debido a que la sustancia en cuestión es el material para la generación humana". Y añadía "La sustancia es el material para la generación humana, como el semen de los hombres actúa como el cuajo, colecta esta sustancia dentro de él, que allí es inmediatamente inspirado con vida y dotado con cuerpo."20
La relación de la función ovárica con la menstruación se debió a Egner de Graaf (1641-1673) cuando en 1672 descubrió la presencia de los folículos en los ovarios, debido a que observó un embarazo ectópico ovárico; por eso pensó que ellos podían tener alguna función en la reproducción; además dio nombre al ovario.37 Los siguientes avances científicos ocurrieron hasta el Siglo XIX. En mayo de 1827, el alemán Karl Ernst von Baer (1792-1876), biólogo alemán, fundador de la embriología, mientras trabajaba en el tracto reproductor del perro, advirtió un punto blanco amarillento en cada folículo ovárico. Llevado por su curiosidad, abrió uno de los folículos para tomar el diminuto objeto con la punta del bisturí. Posteriormente escribió: "cuando lo coloqué bajo el microscopio quedé completamente asombrado, vi un óvulo, y tan claramente que ni un ciego hubiera podido negarlo. Es realmente maravilloso y sorprendente poder demostrar visualmente, mediante un procedimiento tan sencillo, algo que se había buscado de forma tan persistente y discutido hasta el aburrimiento en todos los libros de Fisiología, hasta considerarlo un problema insoluble."38, 39 En 1863, el Dr. Eduard Friederich Wilhelm Pflüger (1829-1910), profesor de la Universidad de Berlín, de acuerdo con la teoría neurocéntrica de la época, afirmó que la distensión gradual de la superficie del ovario por el crecimiento del folículo de Graaf irritaba los nervios ováricos. Este impulso fluía hacia la médula espinal y regresaba para crear una congestión que llevaba a la menstruación. Esta irritación era reflejada a las arteriolas espermáticas (útero-ováricas), lo que producía una dilatación activa con el correspondiente flujo de sangre al hilio del ovario y a la masa de arteriolas distribuidas a los lados y al fondo del útero y las trompas.40 Marcello Malpighi (1628-1694), considerado el fundador de la anatomía microscópica, descubrió la presencia de un grupo de células que aparecían en el folículo donde había ocurrido la ovulación, y, por su color, le dio el nombre en latín de "corpus luteum" (cuerpo amarillo).41
En 1896, en Austria, Emil Knauer (1867-1935) notó que al quitar los ovarios de los animales desaparecía la menstruación, y si se practicaba un trasplante, la menstruación se reestablecía; así apareció el concepto de que "los ovarios ejercían su influencia por medio de alguna secreción que era llevada por el torrente sanguíneo, la hormona ovárica".42 El misterio del origen de la menstruación comenzó a develarse en 1908, cuando dos médicos de la Universidad de Viena, Fritz Hitschman (1870-1926) y Ludwig Adler (1876-1958) presentaron un meticuloso estudio histológico de la mucosa uterina de 58 mujeres en diferentes estadios del ciclo menstrual, con lo que demostraron por primera vez que el endometrio presenta normalmente un aspecto que cambia en forma continua. Efectuaron la división del endometrio en dos capas: la compacta y la esponjosa, y describieron cuatro fases de acuerdo con los cambios histológicos observados: fase posmenstrual, fase de intervalo, fase premenstrual y la menstrual.43
Poco faltaba para descubrir la explicación científica del complejo ciclo que producía la menstruación. Fue en Estados Unidos donde los doctores Edward Allen (1892-1943) y Edward A. Doisy (1893-1986), en la Universidad de Washington (Figura 7), demostraron la presencia de los estrógenos con el estudio del estro del ratón.44 Luego aislaron la hormona pura del líquido folicular, ovarios, placenta y otros tejidos. Demostraron en estudios con animales que el estrógeno causaba crecimiento y desarrollo del endometrio y que la hemorragia uterina era posterior a una caída en la concentración de los estrógenos por debajo del 50 por ciento del pico de secreción normal.45 Finalmente, Doisy aisló la "foliculina" (estrona) cristalina de la orina de mujeres embarazadas en julio de 1929.46 Un año antes, en 1928, George Washington Corner (1889-1981) y Willard Myron Allen (1904-1993), en la Universidad de Rochester en EE.UU., habían aislado la sustancia activa del cuerpo lúteo en extractos de alcohol, que al ser aplicados a conejas causaban efectos indudables en el endometrio, y completaban un ciclo que culminaba con la menstruación (Figura 8). En 1929 ellos anotaron "...parece, por lo tanto, que los extractos del cuerpo lúteo contienen una hormona especial que tiene como una de sus funciones la preparación del útero para la recepción de los embriones induciendo la proliferación progestacional del endometrio"47 y "...está ahora completa la evidencia de que en la coneja el cuerpo lúteo es un órgano de secreción interna, que tiene como una de sus funciones la producción de un estado especial de la mucosa uterina (proliferación progestacional) y que, a su vez, la función del endometrio proliferado es nutrir o proteger los blastocitos libres y hacer posible su implantación."48 Finalmente, en 1934, cuatro grupos independientes lograron el aislamiento de la progesterona cristalina en forma simultánea: Willard M. Allen y Oskar P. Wintersteiner (en Estados Unidos); Adolf F.J. Butenandt y Ulrich Westphal (Alemania); Max Hartmann y Albert Wettstein (Suiza) y Kart H. Slotta y colaboradores (Alemania). El aislamiento de la hormona requirió grandes cantidades de material; Butenandt usó los cuerpos lúteos de 50 000 cerdas para obtener unos pocos miligramos de la hormona. El nombre de "progesterona" surgió en la Segunda Conferencia Internacional sobre Estandarización de Hormonas Sexuales en 1935, donde se acordó el nombre de "progesterona", que significa "a favor de la gestación".49

Figura 7. Dr. Edward Allen (1892-1943) y Dr. Edward Doisy (1893-1986).
Figura 7. Dr. Edward Allen (1892-1943) y Dr. Edward Doisy (1893-1986).
Figura 8. Dr. George Washington Corner (1889-1981) y Dr. Willard Myron Allen (1904-1993).
Figura 8. Dr. George Washington Corner (1889-1981) y Dr. Willard Myron Allen (1904-1993).

A partir de esta nueva evidencia se comprobó que las fechas más fértiles eran los días cercanos a la ovulación, y de esta manera se ideó un método natural tanto para la búsqueda de embarazo como para tratar de evitarlo; así apareció el método del ritmo o del calendario, que inicialmente fue conocido como el método Ogino-Knaus, ya que fue planteado por el ginecólogo japonés Kyusaku Ogino (1882-1975) en 1924 y perfeccionado por el médico austriaco Hermann Knaus (1892-1970) en 1928. Consiste en contar los días del ciclo menstrual de la mujer para lograr el embarazo o evitar quedar embarazada. Para una mujer cuyo ciclo menstrual está entre 25 y 32 días, se calcula que es infértil los primeros siete días de su ciclo, es fértil entre los días ocho y 20, y vuelve a ser infértil el día 21. Cuando se trata de evitar el embarazo, usándolo perfectamente, este método tiene un nivel de efectividad cercano al 80%.50 Más de treinta años después, en 1972 en Melbourne, Australia, John Billings (1918-2007) (Figura 9), reconocido como un "católico incondicional", con base en su fe cristiana sobre la Teología del Cuerpo propuso un método que, además del calendario, evaluaba los efectos hormonales sobre el moco cervical, identificando las fases pre-ovulatoria o fértil (moco filante y acuoso) y post-ovulatoria, no fértil (moco escaso y espeso) del ciclo.51

Figura 9. John Billings (1918-2007).
Figura 9. John Billings (1918-2007).

La historia de la menstruación es un reflejo de los cambios que han ocurrido en la accidentada evolución de la medicina en general, ya que inició como un concepto mágico y astral, que luego fue objeto de las teorías filosóficas que la catalogaron como un producto de la digestión y le adjudicaron propiedades genésicas y nocivas al mismo tiempo, y se le consideró como una demostración de la inferioridad de la mujer. No fue sino hasta el Siglo XIX que, gracias a los avances en el método científico, se descubrió en forma aislada que los órganos genitales femeninos se relacionaban armónicamente con funciones específicas orientadas hacia la búsqueda de una gestación. Se llegó a identificar la presencia de las hormonas sexuales ováricas y su efecto en la mucosa uterina. Así, después de cientos de años de ignorancia, se logró eliminar la mayoría de las supersticiones que existían sobre la menstruación, aun cuando el concepto de inferioridad de la mujer ha tenido pocos cambios hasta la actualidad.

Correspondencia: Dr. José Luis Iglesias Benavides. Servicio de Obstetricia. Facultad de Medicina y Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González. Universidad Autónoma de Nuevo León. Avenida Francisco I. Madero y Gonzalitos s/n. Colonia Mitras Centro. CP 64460. Monterrey, Nuevo León, México. Teléfono: (+52 81) 8389 1173.
Correo electrónico: joseiglesias_22@ hotmail.com

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 http://www.elsevier.es/es-revista-medicina-universitaria-304-articulo-la-menstruacion-un-asunto-sobre-13148116

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