lunes, 16 de marzo de 2015

La conjunción de Júpiter y Saturno. Por Walter Anliker.










 

La Conjunción de Júpiter y Saturno

Astrología mundial
El día 28 de mayo 2000 se presentará la importante conjunción planetaria entre Júpiter y Saturno en 22°43´ del signo Tauro. Esta área del zodíaco se verá expuesta a “grandes renovaciones”, tanto en los horóscopos de naciones como en la carta astral de cada ser humano.
Particularmente en la casa astrológica donde se encuentra el signo de Tauro y especialmente el grado 22, se espera su principal efecto: “renovación y redefinición de proyectos y metas a largo plazo”.
La llamada “Gran Conjunción” es, desde tiempos históricos, muy importante en la tradición astrológica. Júpiter y Saturno eran los llamados “Grandes Cronocratores”, los regentes del tiempo. El simbolismo astrológico de estos dos planetas representa la interrelación entre las visiones y las enormes posibilidades de Júpiter y la concreta manifestación en el mundo real de Saturno.
El ciclo entre los dos planetas dura casi 20 años y es fundamental en el desarrollo de la historia de cualquier nación. Las conjunciones de estos dos planetas simbolizan los grandes “pilares” de la antigua teoría, según la cual, la historia “evoluciona en ciclos”.
De una conjunción a la otra pasan 20 años, y Saturno avanza un poco más de 240° en el zodíaco, quedándose en un mismo elemento aproximadamente 240 años. Para que las conjunciones avancen por los 4 elementos (Fuego, Tierra, Aire y Agua) pasan 960 años, casi un milenio.
Para poder entender mejor las conjunciones en la actualidad, debemos conocer el pasado. Por eso analizaremos el último paso de las conjunciones por los 4 elementos
• Al período con las conjunciones en signos del elemento AGUA (de 1424 a 1644), lo identificamos como muy religioso, espiritual e introvertido y debemos tomar en cuenta los profundos cambios que hubo en la conciencia religiosa en Europa, donde la Reforma Luterana, dividió al mundo cristiano en católicos y protestantes. La iglesia cristiana entonces fue atacada, por crear la Inquisición y la quema de brujas, lo cual constituyó una época de terror religioso, relacionado con el signo de Escorpio. Otro ejemplo del elemento Agua, pero más asociado con Piscis y Cáncer, fue la introducción de esclavos (Piscis) en los Estados Unidos posterior a su descubrimiento y colonialización. Estos esclavos trabajaron en la producción de alimentos en enormes plantaciones (Cáncer). Las guerras en esta época, surgieron principalmente por conflictos religiosos. (Agua)
• Con el cambio de la conjunción al elemento de FUEGO, entre 1663 y 1822, se ha desarrollado una nueva faceta del espíritu humano, mas racionalista, rompiendo con la fe ciega y con la fuerte emocionalidad del elemento Agua en el período anterior. Fue la época de grandes filósofos y científicos como: Russeau, Descartes y Newton.
Jean Jacques Russeau mostró al mundo que el ser humano puede vivir en perfecta unión con la naturaleza.
Descartes centró todo la atención en la relación entre la mente y la materia.
Newton desarrolló teorías que dominan el pensamiento científico hasta la actualidad.
También hubo una impresionante necesidad de viajar, explorar y colonizar, con espíritu pionero, todos los rincones del mundo. En este período se expandieron las fronteras y con la aparición del telescopio, también el espacio. Las guerras giraron principalmente alrededor de conflictos por intereses de expansión. (Fuego)
• El día 26 de enero 1842 se dio la conjunción definitiva en el elemento de TIERRA, iniciándose una nueva época, en la cual el hombre trató de dominar el mundo material. Así comenzó laexplotación sistemática de recursos. Se desarrollaron un sinnúmero de modelos y teorías políticas y económicas. Toda la atención se concentró en explotar los recursos materiales, primero en las colonias europeas y después en el Tercer Mundo. Aparecieron cada vez máquinas más poderosas y más rápidas para sacar y procesar los productos de la Tierra. Nacen así las bases de la “conciencia del consumidor” que existe en la actualidad. Simultáneamente el desarrollo científico penetró cada vez mas en los misterios de la materia, descubriendo que la materia es finalmente solo una expresión de energía, aunque este concepto todavía no ha entrado totalmente en la conciencia colectiva. Durante este período, las guerras se caracterizaron principalmente por conflictos relacionados con los recursos naturales de la Tierra. (Tierra)
•En Mayo 2000 se presentará la última conjunción en el elemento tierra, concentrándose mucha atención en todo lo relacionado con el signo de Tauro y su simbolismo: economía, finanzas, ecología y la distribución de los recursos de la tierra.
• Dentro de 20 años enfrentaremos el cambio definitivo al elemento AIRE. Por lo tanto, astrológicamente se espera, que en los próximos 20-30 años desaparezcan los principios materialistas que predominan en el mundo desde la mitad del siglo XVIII. La conciencia humana va enfrentar nuevos retos, metas y campos de evolución. Esta vez relacionado con el elemento Aire y la exploración de los enormes poderes de la mente humana. La conjunción solitaria de Júpiter y Saturno que se dio en el año 1980 en el signo de Libra, anunció el principio de fuertes renovaciones y estas se dieron, como es obvio para el elemento Aire, en el área de la comunicación, debido a los avances tecnológicos de satélites y computadoras. La conjunción definitiva del elemento Aire se presentará el día 21 de diciembre del 2020 en 0 grados del signo de Acuario.


astrowalter_conjuncion de jupiter y saturno
 
 
 
 
 

domingo, 15 de marzo de 2015

El Sistema Solar como modelo. Por Dr. Antonio Anguren.













El sistema solar como modelo
 Dr.Antonio Anguren
 
Desde hace mas de 20 años vengo practicando y estudiando acerca de la medicina energética, la acupuntura, la terapia de polaridad, el ayurveda y la homeopatía. Esta última es la que considero mas útil a la hora de aplicar el aforismo hipocrático de “no hay enfermedades sino enfermos”, pues la homeopatía trata de encontrar el remedio o energía mas similar al estado psicológico y energético del paciente. Curando el paciente se cura la enfermedad, pues esta no es mas que un bloqueo energético que comienza en la mente y se refleja en el cuerpo.
Los 7 metales de la alquimia y los 7 planetas clásicos en astrología
El problema de la homeopatía es que hay tantos remedios y tantos síntomas que resulta muy difícil encontrar el remedio semejante al paciente, y por esta razón me pregunté si no habría una manera de encontrar un número de remedios mínimo que fuese útil para todo el mundo. Después de darle muchas vueltas al tema llegué a la conclusión que la respuesta eran los 7 metales de la alquimia, que correspondientes a los 7 planetas clásicos de la astrología, reflejaban una estructura completa de los componentes del ser humano.
Comparando los síntomas homeopáticos de los metales con la información astrológica pude ir afinando en el entendimiento de esa estructura y en su aplicación práctica con los pacientes. De esta manera se puede no solo leer la carta astral de alguien sino también ofrecerle una ayuda práctica para equilibrar las energías que reflejan los arquetipos planetarios. Cada vez que tomamos un metal homeopático su energía activa aquello que es similar en nosotros, facilitando su toma de conciencia y por tanto su sanación. La experiencia conmigo mismo y con los pacientes me lo ha corroborado infinidad de veces.
El oro, metal solar, corresponde a lo mas puro y profundo del ser humano y por tanto refleja la energía vital que lo anima y que surge de su alma. Los síntomas de aurum reflejan la desconexión de esa fuente de energía. Aurum duda de su alma, se siente abandonado, no se ama a sí mismo, no sabe cual es el propósito de su existencia, duda de su capacidad, no tiene autoestima, esta triste y siente que la vida no vale la pena ser vivida. Visto así los homeópatas han utilizado el aurum solo en los casos depresivos con disposición al suicidio, pero en realidad todos tenemos un sol que necesita brillar en mayor grado para sentirnos mas plenos de energía, mas sanos y con un mayor sentido profundo de nuestra existencia. Como todos tenemos un sol que es el objetivo que debemos alcanzar, aurum es un remedio útil para cada uno de nosotros, para darnos mayor autoestima, fuerza, voluntad y sentido del propósito de nuestra existencia.
La luna es también una luminaria o portadora de luz, así que corresponde a la parte femenina del alma o anima (el sol sería la parte masculina o animus). En la astrología védica la luna corresponde a budhi o mente superior que nos proporciona el entendimiento. Sea que la luna corresponda a la mente superior o que sea la cualidad femenina del alma (opción por la que me inclino), la luna nos permite recibir las experiencias en la conciencia y por tanto nos da un entendimiento que nos permite superar el engaño del razonamiento mercurial. Argentum es el metal que le corresponde y su acción facilita el rescate de las memorias (luna) que de forma inconsciente nos condicionan atrapándonos en experiencias no digeridas del pasado. La luna nos aporta una luz dirigida hacia el interior y nos permite vernos en el espejo de nuestra propia alma, para vencer la ilusión y el engaño de nuestra mente. La plata nos facilita un mejor uso de nuestra luna y fortalece la conciencia reduciendo la cantidad de pensamientos que invaden nuestra mente.
Mercurio es el planeta de la mente inferior o manas. Su tendencia centrífuga nos arrastra desde el nivel de conciencia del alma al del mundo exterior con el que nos pone en contacto. Si domina nos atrapa en pensamientos y deseos que nunca logran una satisfacción total y que nos pueden llevar hasta el lo mas bajo. Mercurio representa el egoísmo de nuestra mente, que utiliza los dones espirituales del sol en su propio beneficio en vez de considerarse un mero transmisor. Pero al mismo tiempo la mente consciente es el instrumento que tenemos para contactar con las facultades superiores, así que mercurio nos facilita el control de los procesos mentales para poder trascenderlos. El metal mercurio, como la mente, es tremendamente influenciable a todos los estímulos externos, esto le permite adaptarse a los cambios o sufrir por ellos. La clave del estrés es siempre la incapacidad de adaptación y mercurio tiene la clave para ello. Mercurio tiene al mismo tiempo todas las pasiones y debilidades humanas: egoísmo, avaricia, lujuria, gula, ira, impulso a matar y destruir…. que reflejan la debilidad de la voluntad por desconexión de nuestro sol interior. Mercurio es la quintaesencia de la enfermedad del hombre y es debida al egoísmo que nos separa de los demás y de nosotros mismos.
Sol, luna y Mercurio corresponden a las facultades superiores del hombre, el sol la facultad de la visión (de la luz interior), la luna de la escucha (de la música celestial) y mercurio del habla. Si mirásemos hacia dentro y estuviésemos en silencio podríamos parar la tendencia continua al parloteo de nuestra mente que nos mantiene atrapados en la mente inferior.
Los otro cuatro planetas corresponden a los cuatro elementos que construyen las energías mas físicas de nuestro ser. Son los cuatro elementos de los antiguos que proceden del éter (mercurio) y que finalizan en la tierra de la materialización y de la corporalización (saturno). Su buen funcionamiento es necesario para el equilibrio del cuerpo y la mente y para que las cualidades energéticas que les corresponde no sobresalgan en exceso alterando el equilibrio humoral. Cuando una cualidad excede a su opuesta aparece la enfermedad: si el calor y sequedad de marte (fuego) exceden a la frialdad y humedad de Júpiter (agua) aparecen las fiebres y hemorragias (enfermedades del calor), o viceversa; si la ligereza y velocidad de venus (aire) no es equilibrada con la pesadez y lentitud de saturno (tierra) aparecen los calambres y espasmos típicos de cuprum.
Durante siglos toda la medicina, de todas las culturas, se ha basado en este equilibrio humoral, y los antiguos médicos no concebían la práctica de la medicina sin conocer las influencias energéticas astrales.
La Homeosynthesis recupera este saber antiguo de la alquimia, la astrología, la terapia de polaridad y la medicina tradicional del ayurveda, integrándolo con la visión actual de la medicina, en su etapa funcional y psicosomática. Mediante los remedios homeopáticos, dados de forma polar facilitamos el equilibrio de la energía en su expresión centrífuga y centrípeta, masculina y femenina, para equilibrar los excesos, defectos o desarmonías de la energía. Hemos de pensar que toda enfermedad funcional es: exceso (hiper), defecto (hipo) o variabilidad (dis). Si corregimos estos desequilibrios funcionales mediante los remedios homeopáticos correspondientes, evitaremos que la enfermedad funcional se transforme en una enfermedad física, que pasemos de la neurosis o enfermedad funcional a la esclerosis o enfermedad cicatricial irreversible. En el esquema de la Homeosynthesis está reflejado todo el proceso de la enfermedad, desde el nivel espiritual, pasando por el mental, emocional y físico.
El símbolo solar representa la energía, hay un núcleo de carga positiva y una circunferencia con carga negativa, el núcleo gira sobre sí mismo y posee una intensa carga de energía y calor, en el exterior el electrón con carga femenina gira sobre sí mismo y sobre el núcleo. Ambos sienten una intensa atracción mutua y gracias al movimiento centrífugo se pueden mantener en una danza continua de atracción-repulsión o danza de la vida. En la interacción entre las dos fuerzas se genera la vida en todas sus manifestaciones. El símbolo del sol es el símbolo del movimiento de la energía en el nivel microcósmico (Universo) y microcósmico (átomo), en nuestro cuerpo es la energía central que fluye por todo el eje cerebro espinal y que mantiene todas las funciones corporales. El sol es la energía que mantiene toda la vida corporal y terrestre, además de haber sido el origen de toda la materia que nos compone. El verdadero sol que hemos de alcanzar, el sí mismo de Jung, es la integración entre el sol y la luna, entre venus y marte, entre júpiter y saturno, es decir el equilibrio perfecto entre las energías positivas y masculinas con las negativas y femeninas, entre el consciente y el inconsciente, entre el alma y su creador.





 

El sistema solar como modelo – Dr.Antonio Anguren

Desde hace mas de 20 años vengo practicando y estudiando acerca de la medicina energética, la acupuntura, la terapia de polaridad, el ayurveda y la homeopatía. Esta última es la que considero mas útil a la hora de aplicar el aforismo hipocrático de “no hay enfermedades sino enfermos”, pues la homeopatía trata de encontrar el remedio o energía mas similar al estado psicológico y energético del paciente. Curando el paciente se cura la enfermedad, pues esta no es mas que un bloqueo energético que comienza en la mente y se refleja en el cuerpo.
Los 7 metales de la alquimia y los 7 planetas clásicos en astrología
El problema de la homeopatía es que hay tantos remedios y tantos síntomas que resulta muy difícil encontrar el remedio semejante al paciente, y por esta razón me pregunté si no habría una manera de encontrar un número de remedios mínimo que fuese útil para todo el mundo. Después de darle muchas vueltas al tema llegué a la conclusión que la respuesta eran los 7 metales de la alquimia, que correspondientes a los 7 planetas clásicos de la astrología, reflejaban una estructura completa de los componentes del ser humano.
Comparando los síntomas homeopáticos de los metales con la información astrológica pude ir afinando en el entendimiento de esa estructura y en su aplicación práctica con los pacientes. De esta manera se puede no solo leer la carta astral de alguien sino también ofrecerle una ayuda práctica para equilibrar las energías que reflejan los arquetipos planetarios. Cada vez que tomamos un metal homeopático su energía activa aquello que es similar en nosotros, facilitando su toma de conciencia y por tanto su sanación. La experiencia conmigo mismo y con los pacientes me lo ha corroborado infinidad de veces.
El oro, metal solar, corresponde a lo mas puro y profundo del ser humano y por tanto refleja la energía vital que lo anima y que surge de su alma. Los síntomas de aurum reflejan la desconexión de esa fuente de energía. Aurum duda de su alma, se siente abandonado, no se ama a sí mismo, no sabe cual es el propósito de su existencia, duda de su capacidad, no tiene autoestima, esta triste y siente que la vida no vale la pena ser vivida. Visto así los homeópatas han utilizado el aurum solo en los casos depresivos con disposición al suicidio, pero en realidad todos tenemos un sol que necesita brillar en mayor grado para sentirnos mas plenos de energía, mas sanos y con un mayor sentido profundo de nuestra existencia. Como todos tenemos un sol que es el objetivo que debemos alcanzar, aurum es un remedio útil para cada uno de nosotros, para darnos mayor autoestima, fuerza, voluntad y sentido del propósito de nuestra existencia.
La luna es también una luminaria o portadora de luz, así que corresponde a la parte femenina del alma o anima (el sol sería la parte masculina o animus). En la astrología védica la luna corresponde a budhi o mente superior que nos proporciona el entendimiento. Sea que la luna corresponda a la mente superior o que sea la cualidad femenina del alma (opción por la que me inclino), la luna nos permite recibir las experiencias en la conciencia y por tanto nos da un entendimiento que nos permite superar el engaño del razonamiento mercurial. Argentum es el metal que le corresponde y su acción facilita el rescate de las memorias (luna) que de forma inconsciente nos condicionan atrapándonos en experiencias no digeridas del pasado. La luna nos aporta una luz dirigida hacia el interior y nos permite vernos en el espejo de nuestra propia alma, para vencer la ilusión y el engaño de nuestra mente. La plata nos facilita un mejor uso de nuestra luna y fortalece la conciencia reduciendo la cantidad de pensamientos que invaden nuestra mente.
Mercurio es el planeta de la mente inferior o manas. Su tendencia centrífuga nos arrastra desde el nivel de conciencia del alma al del mundo exterior con el que nos pone en contacto. Si domina nos atrapa en pensamientos y deseos que nunca logran una satisfacción total y que nos pueden llevar hasta el lo mas bajo. Mercurio representa el egoísmo de nuestra mente, que utiliza los dones espirituales del sol en su propio beneficio en vez de considerarse un mero transmisor. Pero al mismo tiempo la mente consciente es el instrumento que tenemos para contactar con las facultades superiores, así que mercurio nos facilita el control de los procesos mentales para poder trascenderlos. El metal mercurio, como la mente, es tremendamente influenciable a todos los estímulos externos, esto le permite adaptarse a los cambios o sufrir por ellos. La clave del estrés es siempre la incapacidad de adaptación y mercurio tiene la clave para ello. Mercurio tiene al mismo tiempo todas las pasiones y debilidades humanas: egoísmo, avaricia, lujuria, gula, ira, impulso a matar y destruir…. que reflejan la debilidad de la voluntad por desconexión de nuestro sol interior. Mercurio es la quintaesencia de la enfermedad del hombre y es debida al egoísmo que nos separa de los demás y de nosotros mismos.
Sol, luna y Mercurio corresponden a las facultades superiores del hombre, el sol la facultad de la visión (de la luz interior), la luna de la escucha (de la música celestial) y mercurio del habla. Si mirásemos hacia dentro y estuviésemos en silencio podríamos parar la tendencia continua al parloteo de nuestra mente que nos mantiene atrapados en la mente inferior.
Los otro cuatro planetas corresponden a los cuatro elementos que construyen las energías mas físicas de nuestro ser. Son los cuatro elementos de los antiguos que proceden del éter (mercurio) y que finalizan en la tierra de la materialización y de la corporalización (saturno). Su buen funcionamiento es necesario para el equilibrio del cuerpo y la mente y para que las cualidades energéticas que les corresponde no sobresalgan en exceso alterando el equilibrio humoral. Cuando una cualidad excede a su opuesta aparece la enfermedad: si el calor y sequedad de marte (fuego) exceden a la frialdad y humedad de Júpiter (agua) aparecen las fiebres y hemorragias (enfermedades del calor), o viceversa; si la ligereza y velocidad de venus (aire) no es equilibrada con la pesadez y lentitud de saturno (tierra) aparecen los calambres y espasmos típicos de cuprum.
Durante siglos toda la medicina, de todas las culturas, se ha basado en este equilibrio humoral, y los antiguos médicos no concebían la práctica de la medicina sin conocer las influencias energéticas astrales.
La Homeosynthesis recupera este saber antiguo de la alquimia, la astrología, la terapia de polaridad y la medicina tradicional del ayurveda, integrándolo con la visión actual de la medicina, en su etapa funcional y psicosomática. Mediante los remedios homeopáticos, dados de forma polar facilitamos el equilibrio de la energía en su expresión centrífuga y centrípeta, masculina y femenina, para equilibrar los excesos, defectos o desarmonías de la energía. Hemos de pensar que toda enfermedad funcional es: exceso (hiper), defecto (hipo) o variabilidad (dis). Si corregimos estos desequilibrios funcionales mediante los remedios homeopáticos correspondientes, evitaremos que la enfermedad funcional se transforme en una enfermedad física, que pasemos de la neurosis o enfermedad funcional a la esclerosis o enfermedad cicatricial irreversible. En el esquema de la Homeosynthesis está reflejado todo el proceso de la enfermedad, desde el nivel espiritual, pasando por el mental, emocional y físico.
El símbolo solar representa la energía, hay un núcleo de carga positiva y una circunferencia con carga negativa, el núcleo gira sobre sí mismo y posee una intensa carga de energía y calor, en el exterior el electrón con carga femenina gira sobre sí mismo y sobre el núcleo. Ambos sienten una intensa atracción mutua y gracias al movimiento centrífugo se pueden mantener en una danza continua de atracción-repulsión o danza de la vida. En la interacción entre las dos fuerzas se genera la vida en todas sus manifestaciones. El símbolo del sol es el símbolo del movimiento de la energía en el nivel microcósmico (Universo) y microcósmico (átomo), en nuestro cuerpo es la energía central que fluye por todo el eje cerebro espinal y que mantiene todas las funciones corporales. El sol es la energía que mantiene toda la vida corporal y terrestre, además de haber sido el origen de toda la materia que nos compone. El verdadero sol que hemos de alcanzar, el sí mismo de Jung, es la integración entre el sol y la luna, entre venus y marte, entre júpiter y saturno, es decir el equilibrio perfecto entre las energías positivas y masculinas con las negativas y femeninas, entre el consciente y el inconsciente, entre el alma y su creador.
Dr. Antonio Anguren
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El sistema solar como modelo – Dr.Antonio Anguren

Desde hace mas de 20 años vengo practicando y estudiando acerca de la medicina energética, la acupuntura, la terapia de polaridad, el ayurveda y la homeopatía. Esta última es la que considero mas útil a la hora de aplicar el aforismo hipocrático de “no hay enfermedades sino enfermos”, pues la homeopatía trata de encontrar el remedio o energía mas similar al estado psicológico y energético del paciente. Curando el paciente se cura la enfermedad, pues esta no es mas que un bloqueo energético que comienza en la mente y se refleja en el cuerpo.
Los 7 metales de la alquimia y los 7 planetas clásicos en astrología
El problema de la homeopatía es que hay tantos remedios y tantos síntomas que resulta muy difícil encontrar el remedio semejante al paciente, y por esta razón me pregunté si no habría una manera de encontrar un número de remedios mínimo que fuese útil para todo el mundo. Después de darle muchas vueltas al tema llegué a la conclusión que la respuesta eran los 7 metales de la alquimia, que correspondientes a los 7 planetas clásicos de la astrología, reflejaban una estructura completa de los componentes del ser humano.
Comparando los síntomas homeopáticos de los metales con la información astrológica pude ir afinando en el entendimiento de esa estructura y en su aplicación práctica con los pacientes. De esta manera se puede no solo leer la carta astral de alguien sino también ofrecerle una ayuda práctica para equilibrar las energías que reflejan los arquetipos planetarios. Cada vez que tomamos un metal homeopático su energía activa aquello que es similar en nosotros, facilitando su toma de conciencia y por tanto su sanación. La experiencia conmigo mismo y con los pacientes me lo ha corroborado infinidad de veces.
El oro, metal solar, corresponde a lo mas puro y profundo del ser humano y por tanto refleja la energía vital que lo anima y que surge de su alma. Los síntomas de aurum reflejan la desconexión de esa fuente de energía. Aurum duda de su alma, se siente abandonado, no se ama a sí mismo, no sabe cual es el propósito de su existencia, duda de su capacidad, no tiene autoestima, esta triste y siente que la vida no vale la pena ser vivida. Visto así los homeópatas han utilizado el aurum solo en los casos depresivos con disposición al suicidio, pero en realidad todos tenemos un sol que necesita brillar en mayor grado para sentirnos mas plenos de energía, mas sanos y con un mayor sentido profundo de nuestra existencia. Como todos tenemos un sol que es el objetivo que debemos alcanzar, aurum es un remedio útil para cada uno de nosotros, para darnos mayor autoestima, fuerza, voluntad y sentido del propósito de nuestra existencia.
La luna es también una luminaria o portadora de luz, así que corresponde a la parte femenina del alma o anima (el sol sería la parte masculina o animus). En la astrología védica la luna corresponde a budhi o mente superior que nos proporciona el entendimiento. Sea que la luna corresponda a la mente superior o que sea la cualidad femenina del alma (opción por la que me inclino), la luna nos permite recibir las experiencias en la conciencia y por tanto nos da un entendimiento que nos permite superar el engaño del razonamiento mercurial. Argentum es el metal que le corresponde y su acción facilita el rescate de las memorias (luna) que de forma inconsciente nos condicionan atrapándonos en experiencias no digeridas del pasado. La luna nos aporta una luz dirigida hacia el interior y nos permite vernos en el espejo de nuestra propia alma, para vencer la ilusión y el engaño de nuestra mente. La plata nos facilita un mejor uso de nuestra luna y fortalece la conciencia reduciendo la cantidad de pensamientos que invaden nuestra mente.
Mercurio es el planeta de la mente inferior o manas. Su tendencia centrífuga nos arrastra desde el nivel de conciencia del alma al del mundo exterior con el que nos pone en contacto. Si domina nos atrapa en pensamientos y deseos que nunca logran una satisfacción total y que nos pueden llevar hasta el lo mas bajo. Mercurio representa el egoísmo de nuestra mente, que utiliza los dones espirituales del sol en su propio beneficio en vez de considerarse un mero transmisor. Pero al mismo tiempo la mente consciente es el instrumento que tenemos para contactar con las facultades superiores, así que mercurio nos facilita el control de los procesos mentales para poder trascenderlos. El metal mercurio, como la mente, es tremendamente influenciable a todos los estímulos externos, esto le permite adaptarse a los cambios o sufrir por ellos. La clave del estrés es siempre la incapacidad de adaptación y mercurio tiene la clave para ello. Mercurio tiene al mismo tiempo todas las pasiones y debilidades humanas: egoísmo, avaricia, lujuria, gula, ira, impulso a matar y destruir…. que reflejan la debilidad de la voluntad por desconexión de nuestro sol interior. Mercurio es la quintaesencia de la enfermedad del hombre y es debida al egoísmo que nos separa de los demás y de nosotros mismos.
Sol, luna y Mercurio corresponden a las facultades superiores del hombre, el sol la facultad de la visión (de la luz interior), la luna de la escucha (de la música celestial) y mercurio del habla. Si mirásemos hacia dentro y estuviésemos en silencio podríamos parar la tendencia continua al parloteo de nuestra mente que nos mantiene atrapados en la mente inferior.
Los otro cuatro planetas corresponden a los cuatro elementos que construyen las energías mas físicas de nuestro ser. Son los cuatro elementos de los antiguos que proceden del éter (mercurio) y que finalizan en la tierra de la materialización y de la corporalización (saturno). Su buen funcionamiento es necesario para el equilibrio del cuerpo y la mente y para que las cualidades energéticas que les corresponde no sobresalgan en exceso alterando el equilibrio humoral. Cuando una cualidad excede a su opuesta aparece la enfermedad: si el calor y sequedad de marte (fuego) exceden a la frialdad y humedad de Júpiter (agua) aparecen las fiebres y hemorragias (enfermedades del calor), o viceversa; si la ligereza y velocidad de venus (aire) no es equilibrada con la pesadez y lentitud de saturno (tierra) aparecen los calambres y espasmos típicos de cuprum.
Durante siglos toda la medicina, de todas las culturas, se ha basado en este equilibrio humoral, y los antiguos médicos no concebían la práctica de la medicina sin conocer las influencias energéticas astrales.
La Homeosynthesis recupera este saber antiguo de la alquimia, la astrología, la terapia de polaridad y la medicina tradicional del ayurveda, integrándolo con la visión actual de la medicina, en su etapa funcional y psicosomática. Mediante los remedios homeopáticos, dados de forma polar facilitamos el equilibrio de la energía en su expresión centrífuga y centrípeta, masculina y femenina, para equilibrar los excesos, defectos o desarmonías de la energía. Hemos de pensar que toda enfermedad funcional es: exceso (hiper), defecto (hipo) o variabilidad (dis). Si corregimos estos desequilibrios funcionales mediante los remedios homeopáticos correspondientes, evitaremos que la enfermedad funcional se transforme en una enfermedad física, que pasemos de la neurosis o enfermedad funcional a la esclerosis o enfermedad cicatricial irreversible. En el esquema de la Homeosynthesis está reflejado todo el proceso de la enfermedad, desde el nivel espiritual, pasando por el mental, emocional y físico.
El símbolo solar representa la energía, hay un núcleo de carga positiva y una circunferencia con carga negativa, el núcleo gira sobre sí mismo y posee una intensa carga de energía y calor, en el exterior el electrón con carga femenina gira sobre sí mismo y sobre el núcleo. Ambos sienten una intensa atracción mutua y gracias al movimiento centrífugo se pueden mantener en una danza continua de atracción-repulsión o danza de la vida. En la interacción entre las dos fuerzas se genera la vida en todas sus manifestaciones. El símbolo del sol es el símbolo del movimiento de la energía en el nivel microcósmico (Universo) y microcósmico (átomo), en nuestro cuerpo es la energía central que fluye por todo el eje cerebro espinal y que mantiene todas las funciones corporales. El sol es la energía que mantiene toda la vida corporal y terrestre, además de haber sido el origen de toda la materia que nos compone. El verdadero sol que hemos de alcanzar, el sí mismo de Jung, es la integración entre el sol y la luna, entre venus y marte, entre júpiter y saturno, es decir el equilibrio perfecto entre las energías positivas y masculinas con las negativas y femeninas, entre el consciente y el inconsciente, entre el alma y su creador.
Dr. Antonio Anguren
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Desde hace mas de 20 años vengo practicando y estudiando acerca de la medicina energética, la acupuntura, la terapia de polaridad, el ayurveda y la homeopatía. Esta última es la que considero mas útil a la hora de aplicar el aforismo hipocrático de “no hay enfermedades sino enfermos”, pues la homeopatía trata de encontrar el remedio o energía mas similar al estado psicológico y energético del paciente. Curando el paciente se cura la enfermedad, pues esta no es mas que un bloqueo energético que comienza en la mente y se refleja en el cuerpo.
Los 7 metales de la alquimia y los 7 planetas clásicos en astrología
El problema de la homeopatía es que hay tantos remedios y tantos síntomas que resulta muy difícil encontrar el remedio semejante al paciente, y por esta razón me pregunté si no habría una manera de encontrar un número de remedios mínimo que fuese útil para todo el mundo. Después de darle muchas vueltas al tema llegué a la conclusión que la respuesta eran los 7 metales de la alquimia, que correspondientes a los 7 planetas clásicos de la astrología, reflejaban una estructura completa de los componentes del ser humano.
Comparando los síntomas homeopáticos de los metales con la información astrológica pude ir afinando en el entendimiento de esa estructura y en su aplicación práctica con los pacientes. De esta manera se puede no solo leer la carta astral de alguien sino también ofrecerle una ayuda práctica para equilibrar las energías que reflejan los arquetipos planetarios. Cada vez que tomamos un metal homeopático su energía activa aquello que es similar en nosotros, facilitando su toma de conciencia y por tanto su sanación. La experiencia conmigo mismo y con los pacientes me lo ha corroborado infinidad de veces.
El oro, metal solar, corresponde a lo mas puro y profundo del ser humano y por tanto refleja la energía vital que lo anima y que surge de su alma. Los síntomas de aurum reflejan la desconexión de esa fuente de energía. Aurum duda de su alma, se siente abandonado, no se ama a sí mismo, no sabe cual es el propósito de su existencia, duda de su capacidad, no tiene autoestima, esta triste y siente que la vida no vale la pena ser vivida. Visto así los homeópatas han utilizado el aurum solo en los casos depresivos con disposición al suicidio, pero en realidad todos tenemos un sol que necesita brillar en mayor grado para sentirnos mas plenos de energía, mas sanos y con un mayor sentido profundo de nuestra existencia. Como todos tenemos un sol que es el objetivo que debemos alcanzar, aurum es un remedio útil para cada uno de nosotros, para darnos mayor autoestima, fuerza, voluntad y sentido del propósito de nuestra existencia.
La luna es también una luminaria o portadora de luz, así que corresponde a la parte femenina del alma o anima (el sol sería la parte masculina o animus). En la astrología védica la luna corresponde a budhi o mente superior que nos proporciona el entendimiento. Sea que la luna corresponda a la mente superior o que sea la cualidad femenina del alma (opción por la que me inclino), la luna nos permite recibir las experiencias en la conciencia y por tanto nos da un entendimiento que nos permite superar el engaño del razonamiento mercurial. Argentum es el metal que le corresponde y su acción facilita el rescate de las memorias (luna) que de forma inconsciente nos condicionan atrapándonos en experiencias no digeridas del pasado. La luna nos aporta una luz dirigida hacia el interior y nos permite vernos en el espejo de nuestra propia alma, para vencer la ilusión y el engaño de nuestra mente. La plata nos facilita un mejor uso de nuestra luna y fortalece la conciencia reduciendo la cantidad de pensamientos que invaden nuestra mente.
Mercurio es el planeta de la mente inferior o manas. Su tendencia centrífuga nos arrastra desde el nivel de conciencia del alma al del mundo exterior con el que nos pone en contacto. Si domina nos atrapa en pensamientos y deseos que nunca logran una satisfacción total y que nos pueden llevar hasta el lo mas bajo. Mercurio representa el egoísmo de nuestra mente, que utiliza los dones espirituales del sol en su propio beneficio en vez de considerarse un mero transmisor. Pero al mismo tiempo la mente consciente es el instrumento que tenemos para contactar con las facultades superiores, así que mercurio nos facilita el control de los procesos mentales para poder trascenderlos. El metal mercurio, como la mente, es tremendamente influenciable a todos los estímulos externos, esto le permite adaptarse a los cambios o sufrir por ellos. La clave del estrés es siempre la incapacidad de adaptación y mercurio tiene la clave para ello. Mercurio tiene al mismo tiempo todas las pasiones y debilidades humanas: egoísmo, avaricia, lujuria, gula, ira, impulso a matar y destruir…. que reflejan la debilidad de la voluntad por desconexión de nuestro sol interior. Mercurio es la quintaesencia de la enfermedad del hombre y es debida al egoísmo que nos separa de los demás y de nosotros mismos.
Sol, luna y Mercurio corresponden a las facultades superiores del hombre, el sol la facultad de la visión (de la luz interior), la luna de la escucha (de la música celestial) y mercurio del habla. Si mirásemos hacia dentro y estuviésemos en silencio podríamos parar la tendencia continua al parloteo de nuestra mente que nos mantiene atrapados en la mente inferior.
Los otro cuatro planetas corresponden a los cuatro elementos que construyen las energías mas físicas de nuestro ser. Son los cuatro elementos de los antiguos que proceden del éter (mercurio) y que finalizan en la tierra de la materialización y de la corporalización (saturno). Su buen funcionamiento es necesario para el equilibrio del cuerpo y la mente y para que las cualidades energéticas que les corresponde no sobresalgan en exceso alterando el equilibrio humoral. Cuando una cualidad excede a su opuesta aparece la enfermedad: si el calor y sequedad de marte (fuego) exceden a la frialdad y humedad de Júpiter (agua) aparecen las fiebres y hemorragias (enfermedades del calor), o viceversa; si la ligereza y velocidad de venus (aire) no es equilibrada con la pesadez y lentitud de saturno (tierra) aparecen los calambres y espasmos típicos de cuprum.
Durante siglos toda la medicina, de todas las culturas, se ha basado en este equilibrio humoral, y los antiguos médicos no concebían la práctica de la medicina sin conocer las influencias energéticas astrales.
La Homeosynthesis recupera este saber antiguo de la alquimia, la astrología, la terapia de polaridad y la medicina tradicional del ayurveda, integrándolo con la visión actual de la medicina, en su etapa funcional y psicosomática. Mediante los remedios homeopáticos, dados de forma polar facilitamos el equilibrio de la energía en su expresión centrífuga y centrípeta, masculina y femenina, para equilibrar los excesos, defectos o desarmonías de la energía. Hemos de pensar que toda enfermedad funcional es: exceso (hiper), defecto (hipo) o variabilidad (dis). Si corregimos estos desequilibrios funcionales mediante los remedios homeopáticos correspondientes, evitaremos que la enfermedad funcional se transforme en una enfermedad física, que pasemos de la neurosis o enfermedad funcional a la esclerosis o enfermedad cicatricial irreversible. En el esquema de la Homeosynthesis está reflejado todo el proceso de la enfermedad, desde el nivel espiritual, pasando por el mental, emocional y físico.
El símbolo solar representa la energía, hay un núcleo de carga positiva y una circunferencia con carga negativa, el núcleo gira sobre sí mismo y posee una intensa carga de energía y calor, en el exterior el electrón con carga femenina gira sobre sí mismo y sobre el núcleo. Ambos sienten una intensa atracción mutua y gracias al movimiento centrífugo se pueden mantener en una danza continua de atracción-repulsión o danza de la vida. En la interacción entre las dos fuerzas se genera la vida en todas sus manifestaciones. El símbolo del sol es el símbolo del movimiento de la energía en el nivel microcósmico (Universo) y microcósmico (átomo), en nuestro cuerpo es la energía central que fluye por todo el eje cerebro espinal y que mantiene todas las funciones corporales. El sol es la energía que mantiene toda la vida corporal y terrestre, además de haber sido el origen de toda la materia que nos compone. El verdadero sol que hemos de alcanzar, el sí mismo de Jung, es la integración entre el sol y la luna, entre venus y marte, entre júpiter y saturno, es decir el equilibrio perfecto entre las energías positivas y masculinas con las negativas y femeninas, entre el consciente y el inconsciente, entre el alma y su creador.
Dr. Antonio Anguren
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sábado, 14 de marzo de 2015

La Astrología, un problema de enfoque. Una reflexión.










Me encuentro sobre todo en la televisión a altas horas de la madrugada, y también continuamente en las redes sociales,...  sobre todo en lo referente al Tarot y en menor medida  a lo referente a la Astrología, ofertas y publicidad agresiva, como si la cosa se tratara de un negocio de frutas y verduras o del último tratamiento milagroso de belleza.


A mi estos anuncios me dejan perplejo, porque parece que sean los clavos ardientes donde la gente con problemas tenga que agarrarse.

Y ya sabemos lo que ocurre cuando nos agarramos a clavos ardiendo.....que nos quemamos.

Digo esto porque un ejercicio responsable de la Astrología o el Tarot, no deberia nunca recurrir a esos métodos agresivos.....o eso me parece a mi.


Es que yo le tengo mucho respeto a la Astrología, que es la disciplina que practico....y también al Tarot, al que conozco menos.


Y pienso que los únicos culpables de que nos puedan llegar a tachar de farsantes y vividores,  somos nosotr@s mismos con nuestra mala praxis.


Queda dicho pues y por lo que a mi respecta intentaré aplicarme el cuento.

Porque también dicen que cada un@ es responsable de su cara.









El Eclipse de Sol del 20.03.2015











Los Eclipses son fenómenos astronómicos que pueden llegar a marcar mucho las cartas mundiales y  también las natales.

Es importante fijarse donde cae en tu carta porque el Eclipse " eclipsa ", es decir, si cae  ( por conjunción u oposición , principalmente ) encima del Sol, la Luna, o algún planeta personal ( Mercurio, Venus, Marte ), sus efectos no te dejarán indiferente.

También es importante observar si cae en la cúspide de alguna casa.

El área, o casa que rige el planeta afectado será la que reciba esa " ocultación " o bien esa ocultación se producirá por la analogía del planeta o planetas afectados.


El Eclipse caerá a 29º 27´ de Piscis para el Sol y a 29º 33´ para la Luna ( están en conjunción ), o sea que estad atentos a ver que fenómenos se manifiestan en vuestra realidad particular.

Comenzará a manifestarse a las 9.45 h ( GMT )

Dejo una tabla con los próximos Eclipses, el primero subrayado en amarillo es el del 20.03.2015











El Sol, la Luna y el Ascendente. Por Javier Alvarez.










El Sol, la Luna y el Ascendente
 
Por Javier Alvarez



En Astrología, cuando se estudia una Carta Natal, estos tres aspectos ( El Sol, la Luna y el Ascendente) suelen ser los primeramente esbozados para comenzar a hacer un análisis de nuestra particular forma de ser, a la vez dinámica y con ciertos rasgos estables.
Estos tres aspectos de nosotros mismos pueden estar en cada uno de los 12 signos del Zodíaco. Y así es como pueden notar, que es infinita la forma en que estos tres aspectos pueden estar configurados en cada uno de nosotros. Por ejemplo: a todos aquellos individuos nacidos entre el 22 de julio y el 22 de agosto se verá, en sus cartas natales, que el Sol esta en el signo de Leo, así se dice que los nacidos en ese período son leoninos/as.
Ahora bien, a lo largo de un mes la Luna “viaja” por todos los signos, así cada uno de los leoninos antes mencionados pueden ser a su vez, de distinto signo lunar. Y observando ahora el tercer aspecto (Ascendente), este “cambia” en un día por todo el zodíaco, de signo en signo, así las cosas y por dar un ejemplo: alguien puede ser del signo de Leo (el Sol en Leo), ser, también del signo de Virgo (la Luna en Virgo) y ser Ascendente de Acuario; y, otra persona puede ser del signo de Leo (el Sol), también ser del signo de Sagitario (la Luna en Sagitario) y ser Ascendente Tauro. Ambas personas “son” de Leo, de acuerdo al período en el cual el Sol estaba en Leo, pero tendrán cualidades lunares distintas, como así también el Ascendente.
Como verán es un poco complicado, pero no tanto; lo que sí podemos decir, es que cada uno de nosotros tiene una particularidad muy específica y hace de los caracteres y los rasgos de la personalidad algo muy distinto, aún en personas que decimos, son del mismo signo. Ahora bien: ¿de que nos habla cada variable?
La Luna: nos habla de nuestras tendencias más arraigadas, nuestras reactividad, nuestra espontánea forma de reaccionar o la manera en que nos protegemos y cuidamos. Donde está la Luna hay mucha memoria y capacidad de respuesta, pero por esto mismo se puede convertir en un refugio evitativo en relación a la necesidad de confrontar aspectos mas desafiantes. Según en que signo esté la Luna, así serán las formas arraigadas de reaccionar rápidamente y las maneras de refugiarnos y “esconder la cabeza”.
El Sol: nos indica nuestra vitalidad , nuestra manera de expresarnos y ser nosotros mismos. El aspecto de nosotros mismos en el cual sentimos aquello que llamamos “yo soy”, y no aquello que sentimos que tenemos que ser para adaptarnos al entorno o para ser queridos. Ser solares es irradiar energía hacia fuera de nosotros mismos, es sentirnos vitales. Según sea nuestro signo solar, nos dará pistas de cómo nos sentimos mas vivos y mas íntegros.
El Ascendente: Es la energía (signo) que sale espontáneamente de nosotros mismos, pero que por salir así, digamos, “inconscientemente”, no la reconocemos como propia, es así como, el Ascendente, se comprende a partir de escenas de vida (experiencias) que nos llaman a darnos cuenta que somos nosotros mismos los que las generamos. También se lo suele definir como el camino de “la energía a aprender”, siendo así, como nos vemos, una y otra vez, en la necesidad de tomar contacto con la misma a través de vivencias recurrentes.
Suele ocurrir, con mucha frecuencia, que conozcamos muchas personas que tienen esa energía fuertemente acentuada, así, al estar en relación con ellas, se produce el fenómeno de amor-odio que más allá de las vicisitudes nos lleva a comprender mas esa cualidad y a la postre a nosotros mismos.
Pues bien, por si esto fuera poco, también están en danza los planetas: Venus ( la forma en que nos relacionamos) ; Marte ( la forma de nuestro deseo); Júpiter ( nuestra manera de valorizar la experiencia) y otras energías más. Serán comentario para otro momento, cuando la sincronía de las energías lo dispongan y las podamos acompañar escribiendo sobre ellas.



 http://www.astrotranspersonal.com.ar/sollunaascendente.htm



viernes, 13 de marzo de 2015

Dignidades y debilidades planetarias.




 

 

 

PLANETAS EN SIGNOS

La interpretación de la carta natal se basa en la posición de los planetas en signos zodiacales y en casas astrológicas, y en los aspectos que se forman entre ellos y otros puntos de la carta natal, de forma que cada planeta, aún teniendo su propio significado, debe ser estudiado teniendo en cuenta otros factores.

DIGNIDADES Y DEBILIDADES PLANETARIAS

ASTROLOGÍA TRADICIONAL


La naturaleza de un planeta puede ser más o menos acorde a las características del signo en el que se encuentra. Según el grado de afinidad entre uno y otro, el significado del planeta se manifestará con mayor o menor intensidad y calidad.
Las dignidades o astrodinas que recibe cada planeta sirven para medir dicha fortaleza según su posición por signo (posición celeste), casa (posición terrestre) y de su relación con otros planetas de la carta natal.
En Astrología tradicional, el estado celeste en que se encuentra un planeta es de suma importancia y se tendrá en cuenta a la hora de analizar tránsitos u otras técnicas que activen determinado punto o configuración natal. 

La Astrología tradicional considera solamente a los 7 planetas desde el Sol hasta Saturno, y en su legado no se incluyen los más recientemente descubiertos Urano, Neptuno y Plutón. Aunque la Parte de la Fortuna, la más importante de las partes arábigas, y el nodo sí fueron tomados en cuenta por los astrólogos de la tradición, el programa sólo calcula las dignidades de los planetas personales (Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte) y sociales (Júpiter y Saturno).





LAS DIGNIDADES ESENCIALES

Las dignidades esencales se asignan al planeta según su posición por signo e incluyen la domiciliación, la exaltación, la triplicidad, el término, el decanato y la dodecatemoria (o duodenaria).
Existen distintas corrientes que asignan distintos regentes a las distintas posiciones de la carta natal. A continuación se expone el sistema utilizado en esta web para el cálculo de dignidades (más abajo encontrarás un esquema a modo de resumen e información sobre otras tablas ampliamente utilizadas).
En la siguiente tabla se agrupan todas las dignidades mencionadas menos los decanatos y las duodenarias:






Dignidades planetarias
Dignidades planetarias
Fuente: www.cieloeterra.it

 

DOMICILIACIÓN (+5)

Un planeta que está en el domicilio que rige alcanza su puntuación más alta (5 puntos o astrodinas). En este caso la naturaleza del planeta es afín al signo en el que se encuentra, resultando en una combinación que potencia o fortalece su significado.

EXALTACIÓN (+4)

Un planeta exaltado es un planeta "privilegiado". Hay una combinación favorable entre planeta y signo y aunque sus beneficios no son estables en el tiempo, tienen gran alcance o notoriedad. Se asignan 4 puntos o astrodinas.

EXILIO (-5)

Si el planeta se encuentra en el signo opuesto al que rige, se dice que está en exilio o destierro. Aquí el signo se impone al planeta y a su verdadera naturaleza. Se restan 5 puntos o astrodinas.

CAÍDA (-4)

Si el planeta está en el signo opuesto al de su exaltación, se dice que está en caída. Es una posición inarmónica en la que el planeta no puede expresar toda su energía. Se restan 4.

TÉRMINO (+3)

Los signos se dividen en 5 partes desiguales de forma que cada subdivisión abarca un distinto número de grados y la suma de todas ellas siempre suma 30°. Cada uno de los cinco planetas clásicos, sin incluir el Sol y la Luna, rige uno de los cinco términos en que se subdivide cada signo.
Cuando un planeta se encuentra en su término adquiere 3 puntos o astrodinas.
Los términos egipcios han sido los más difundidos.
La mayoría de corrientes defiende que el término cobra más importancia que la triplicidad, no obstante otras le dan menor prioridad y le asignan 2 puntos a un planeta en su término y 3 puntos a un planeta en su triplicidad.

TRIPLICIDAD (+2)

La triplicidad hace referencia a los cuatro grupos en que se dividen los 12 signos zodiacales según sean de fuego, tierra, aire o agua y a la relación colaborativa y facilitadora (el trígono) que establecen entre sí los signos cardinales, fijos y mutables. Cuando un planeta se encuentra en la triplicidad que rige, es un planeta "apoyado" y recibe 2 puntos o astrodinas.
Cada triplicidad está regida por un planeta según se trate de una carta diurna (Sol sobre el horizonte) o nocturna (Sol bajo el horizonte) de la siguiente manera: 




REGENTES DE LAS TRIPLICIDADES

















Aquí se está considerando solo un regente por triplicidad, sin embargo en el sistema clásico transmitido por Doroteo de Sidón, existen tres regentes para cada trígono, donde los dos primeros invierten sus posiciones dependiendo de si la carta es diurna o nocturna mientras que el tercero ejerce de participante. 




REGENTES DE LAS TRIPLICIDADES - DOROTHEUS












El sistema de Ptolomeo no difiere mucho del de Dorotheus salvo en que omite el planeta participante y en que en la triplicidad de agua la Luna es co-regente nocturno de Marte y Venus co-regente de día.
William Lilly y Morín de Villefranche crearon sistemas de regencias diferentes a los legados por la tradición.

DECANATO (+1)

Los decanatos o faces son 36 secciones de 10° cada una, de forma que cada signo está compuesto por tres decanatos.
Cada planeta en la secuencia Marte-Sol-Venus-Mercurio-Luna-Saturno-Júpiter rige un decanato empezando por Aries. Cuando un planeta se encuentra en un decanato que rige, recibe 1 punto o astrodina.
Marte rige el primer decanato de Aries, Sol el segundo y Venus el tercero. Mercurio rige el primer decanato de Tauro, la Luna el segundo y Saturno el tercero. Júpiter rige el primer decanato de Géminis, Marte el segundo y así sucesivamente.









Decanatos
Decanatos
Fuente: Ángeles y genios en la Astrología caldea
Arturo Mata

DODECATEMORÍAS (+1)

Las dodecatemorías o duodenarias dividen a cada signo en 12 partes iguales de 2.5° cada una. Cada subdivisión se corresponde con un signo zodiacal regido por su propio planeta.
Cuando un planeta se encuentra en una dodecatemoría que rige, adquiere cierta dignidad y se le suma 1 punto o astrodina.



Tablas, fuentes, referencias e información de interés:


https://carta-natal.es/planetas_en_signos.php





jueves, 12 de marzo de 2015

La Revolución solar. Una reflexión.










La Revolución solar individual se levanta a partir de la carta natal de cada un@ y comprende en período entre la fecha del cumpleaños y la fecha del cumpleaños siguiente.

Durante ese período en concreto , la RS  nos indica las tendencias del año y de cara a la previsión resulta útil.

Normalmente la RS se realiza para el lugar donde vives, aunque hayas nacido en otro sitio, aunque las dos RS se pueden comparar si se quiere.

Muchas personas se han hecho la carta natal, pero para  la gente que le gusta la Astrología es interesante considerar la posibilidad de pedir la RS anual, ya que esta nos habla de los acontecimientos y las tendencias que nos vamos a encontrar en un lapso de tiempo de 365 días.

También se pueden hacer revoluciones lunares, de Venus....etc, aunque la más común y extendida es la solar.

Como veis, no hace falta acudir al astrólogo una vez a la semana, pero una vez al año si que sería recomendable.








Se publica la traducción completa de la antología de Vettius Valens

 .       Ayer se publicó en Internet de forma gratuita una traducción completa de la Antología del astrólogo del siglo II Vettius Valens . ...