CUÁL ES TU TEMPERAMENTO: tipos constitucionales y astrología
Encontraremos
en muchos tratados las claves para averiguar el temperamento
(probablemente la mezcla de temperamentos) del nativo a partir de su
horóscopo.
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Esto es el germen de la medicina psicosomática y de la teoría de los tipos constitucionales:
TEMPERAMENTO SANGUÍNEO:
La sangre procede del corazón y se elimina por las heridas. Es caliente y húmeda. Le pertenecen los signos de aire.
Los planetas de esta complexión son Júpiter y Venus.
Le corresponden el aire y la primavera.
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Los individuos de temperamento sanguíneo
son de estatura inferior a la media, con buena musculatura y figura
proporcionada, aunque quizá con exceso de carne; la piel es de tonalidad
roja, con abundantes venas, y el pelo es negro y espeso. De carácter
rudo, con tendencia a la irreflexión, son sociables, optimistas, pero
tienen poca tenacidad y tampoco son persistentes.
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El
enfermo al que le sobra sangre tiene la piel cálida al tacto, los ojos
enrojecidos, nervios tensos, pulso y respiración fuertes, exceso de
risas y también de sueño. En sus sueños tiene visiones de rojo o de
sangre.
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Las
enfermedades sanguíneas siempre se relacionan con sopor, fatiga sin
motivo, abscesos y sangre en las encías. Los enfermos que padecen exceso
de humor sanguíneo dicen encontrarse mejor tras una extracción de
sangre.
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TEMPERAMENTO COLÉRICO:
La bilis amarilla se origina en el hígado y se elimina por medio de vómitos. Es caliente y seca
Le pertenecen los signos de fuego.
Los planetas de esta complexión son el Sol y Marte.
Le corresponden el fuego y el verano.
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Las personas de temperamento colérico o bilioso,
son de estatura normal o superior a la media; su cuerpo suele ser
flaco, de pocas carnes, tienen los ojos grandes, penetrantes y vivos, y
el pelo, negro y rizado. En su carácter se aprecian frecuentes cambios
de ánimo: alegría y afabilidad y riñas o disputas; nunca descansan, de
modo que su ánimo y valor son tan proverbiales como su angustia y
beligerancia. Son autosuficientes, irascibles, impacientes, obstinadas y
vengativas. Precipitadas e impulsivas, tienden a dejarse llevar por sus
pasiones.
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Los
enfermos que padecen de exceso de cólera tienen la piel pálida, de tono
amarillento, fina pero cálida al tacto, exceso de sed, pulso rápido,
facilidad y rapidez en recordar y olvidar, exceso de movimientos y
sueños en los que predominan las visiones de luces o los colores
amarillos.
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Las
enfermedades propias de la bilis amarilla tienen relación con gusto
amargo, sed, falta de apetito, desmayos y vómitos. Los pacientes
aquejados de exceso de bilis amarilla sienten mejoría con lo que
refresca, y empeoran en los ambientes cálidos.
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TEMPERAMENTO MELANCÓLICO O NERVIOSO:
La bilis negra se produce en el bazo y se elimina por las deposiciones. Es fría y seca,
Le pertenecen los signos de tierra.
Los planetas de esta complexión son Saturno –y hay quien dice que también Mercurio-.
Tiene analogía con la tierra y el otoño.
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Las personas de temperamento melancólico o nervioso, se caracterizan por una complexión delgada,
de estatura normal o superior a la media, con tendencia a la palidez,
abundante pelo y de color grisáceo. Son dulces y serviciales, pero
también sensibles, meditabundas, tímidas, sensibles, fáciles de herir,
sentimentales e indecisas, como rodeadas de un aire de pesimismo o
abatimiento. Su carácter es propenso a sentir fuertes odios y deseos,
incapacidad de llanto, talante taciturno, imperturbable.
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Los
enfermos que padecen exceso de bilis negra tienen la piel seca, falta
de sueño, poca energía y sueños con visiones desagradables de lugares
oscuros o deprimentes.
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Las
enfermedades propias de la bilis negra tienen relación con alteraciones
emocionales, la angustia, la preocupación, la depresión, el falso
apetito (deseo voraz de comer), el insomnio, el estreñimiento. Los
pacientes se sienten mejor con vahos y humedades, y empeoran con el
frío.
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TEMPERAMENTO FLEMÁTICO O LINFÁTICO:
La flema se origina en el cerebro, es una mucosidad pegajosa que se elimina por la boca o la nariz. Es fría y húmeda,
Le pertenecen los signos de agua.
Su planeta es la Luna.
Le corresponden el agua y el invierno.
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Las personas de temperamento flématico o linfático
tienen tendencia a la obesidad, aunque pueden también existir tipos
delgados; la piel es de color blanco; el pelo, liso y escaso, les crece
lentamente, y suelen tener canas antes de la vejez. Su carácter es
indolente y algo indiferente. Es el más realista y práctico de los
temperamentos, pesado y lento, tranquilo y de poco movimiento; estas
personas son reflexivas, silenciosas, imperturbables, de “sangre fría”.
Miden siempre sus palabras, saben guardar secretos. Su entereza es fría y
sosegada y es difícil conocer lo que piensan.
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Los
enfermos que padecen exceso de flema tienen la piel fría al tacto,
exceso de humedad en los conductos que dificulta sus movimientos,
pesadez, demasiado sueño, pulso lento y visión débil; durante el sueño
tienen visiones de agua y humedad.
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Las
enfermedades flemáticas siempre se relacionan con una excesiva
flacidez, olvido, pereza, digestión alterada y pulso irregular. Los
pacientes de una enfermedad de exceso de flema se sienten empeorar con
el frío y mejorar con el calor.
En
general, da buen resultado, colegir el temperamento o la mezcla de
temperamentos a los que pertenece el nativo, contando cuántos
significadores hay en cada triplicidad (fuego, tierra, agua o aire). Los
significadores son todos los planetas, a los que añadiremos el grado
del Ascendente y el Medio cielo, pero puntuarán doble el signo del Sol,
el de la Luna, el de Mercurio, el del regente del Ascendente, el signo
del Ascendente y cada uno de los planetas que allí se encuentren, así
como el signo del Almuten del tema; cuando la mayor puntuación se
decante hacia signos de fuego, será de temperamento bilioso o colérico;
si la mayor puntuación la tienen los signos de tierra, será de
temperamento nervioso o melancólico; si la mayor puntuación está en
signos de aire, será de temperamento sanguíneo; y si la mayor puntuación
se la llevan los signos de agua, de temperamento linfático o flemático.