sábado, 24 de enero de 2015

La muerte del fiscal Nisman.










http://internacional.elpais.com/internacional/2015/01/20/actualidad/1421761108_173674.html



http://es.wikipedia.org/wiki/Alberto_Nisman


  Mi colega Alan de los Mares me pasó los datos de Alberto Nisman : ....nace el día 5.12.1963, en Buenos Aires, a las 6 .00 a.m.

Yo calculo que nació a las 6.14 a.m.


Veamos primero su tema natal en sinastría con la Revolución solar de 2014






En la Revolución solar tenemos al Sol de Revolución en casa VIII, sobre el Sol natal en casa XII.

Muerte en extrañas circunstancias.....el día 18.01.2015

También tenemos a Plutón de R. Solar sobre el Nodo sur natal en casa I y Capricornio


Veamos ahora las direcciones primarias en sinastría con el tema natal.






Aquí nos encontramos el Ascendente de direcciones primarias sobre Saturno en Acuario del rádix.

Por otro lado, Marte  en direcciones primarias está haciendo oposición a la Luna en Leo, que es regente de casa VIII y además está presente en  casa VIII .





Salud y los 4 elementos.
















La astrología camina de la mano de la medicina holística. Desde mi punto de vista los planetas representan energías de la persona, los signos del zodíaco la manera en que esas energías están condicionadas y las casas el área de la vida en que se manifestarán con mayor o menor dificultad dependiendo de los aspectos.

Teniendo en cuenta que la energía zodiacal representa el condicionamiento del que he hablado, todos por nuestro karma, tenemos tendencia a funcionar con una energía más que con otra. Esto ya lo han estudiado mucho astrólogos como Stephen Arroyo, Liz Greene e incluso Richard Idemon desde un punto de vista psicológico, aunque el primero se acercó desde un punto de vista más bioenergético.

Desde el punto de vista Bionergético me quiero aproximar al predominio o a la falta de un elemento en la carta y exponer la manera en que se puede colaborar conscientemente a encontrar un equilibrio. Todos al fin y al cabo nacemos con los cuatro elementos, sólo que funcionamos más conscientemente con una energía y la otra, aquella que es débil en la carta la relegamos a una zona de sombra. Al respecto recomiendo leer la obra El Hilo Mágico de Richard Idemon sobre la influencia de la sombra y su importancia en nuestra vida .

No obstante, contribuir bionergéticamente a la integración de un elemento, también puede contribuir a la integración de la sombra que lo representa.

Los desequilibrios más fuertes que podemos tener en una carta natal, es la falta o el exceso de un elemento. Cuantificando cada planeta con 1 punto según el signo en el que se expresa miraremos si en una carta existe la falta de algún elemento o un exceso. No tomaremos en cuenta el Ascendente ni el Medio Cielo, pues solo valoraremos la energía pura de la persona.

Valoraremos por igual a todos los planetas, porque también consideraremos la aportación colectiva de energía elemental y no le daremos ni más, ni menos importancia que a la energía personal. Todo suma.

Si encontramos en una carta natal 6 planetas o más en un elemento, podremos deducir que existe un exceso en dicho elemento.

Si existen 4 planetas o menos en un elemento podremos deducir que ese elemento es escaso.

Si no existen planetas en un elemento entenderemos que está agotado.

Entonces nos guiaremos por lo siguiente:

Exceso de agua: crea mucus; produce neumonía; retención de fluidos; obesidad; obstrucciones arteriales; retención linfática.

Carencia de agua: produce sed, deshidratación, calambres, insomnio, mala memoria, incapacidad para mostrar los sentimientos.

Antídotos para el exceso de agua: ejercicio: evitar los alimentos crudos, salados y dulces, la carne, los aperitivos, beber hierbas diuréticas como flor de saúco y ortiga; disfrutar de la música de flauta y la interacción social; llevar puestas piedras de cuarzo rosa, turmalina rosa, kunzita, aventurina verde o fluorita.

Antídotos para el agua débil: beber abundante agua, zumos de verduras y té de hierbas; vivir cerca del agua, baños de sal o baños de mar; comer alimentos jugosos, frescos y ajo; realizar actividades artísticas; llevar puestas piedras de turmalina, perla, ópalo o cuarzo ahumado.

El exceso de tierra produce obesidad, bloqueos, depresión, osificación, calcificación, pérdida de sensaciones sensoriales.

La carencia de tierra produce debilidad, incoherencia, fracturas que tardan en curarse.

Antídotos para el exceso de tierra: ejercicio, dormir menos, tomar comidas ligeras y con especias; cultivar la capacidad de respuesta.

Antídotos para la tierra débil; ejercicio; cultivar un jardín; trabajar con arcilla, comer verduras de raíz.

El exceso de aire crea desordenes nerviosos, inquietud, hipersensibilidad a los contaminantes, a los sonidos intensos y a los olores; piel endurecida, pelo, huesos y uñas quebradizos, flatulencia, asma, tos, estreñimiento, insomnio, esquizofrenia, artritis.

La carencia de aire produce mala circulación, falta de confianza en uno mismo, abatimiento, pesadillas, naúseas, toxicidad, deficiencia de oxígeno, fatiga.

Antídotos para el exceso de aire: incrementar la ingesta de líquidos, especialmente infusión de manzanilla; comer cereales integrales y verduras de hoja; tomar vitaminas del complejo B, magnesio y manganeso; baños calientes o de vapor; incrementar el consumo de aceites comestibles; masajes con aceite caliente, llevar ropa cálida y hacer ejercicio moderado al aire libre; climas húmedos; comer productos lácteos; llevar colores azules oscuros y violetas; llevar puestas piedras de lapislázuli, zafiro, aguamarina, turmalina azul, crisocola o calcita verde; remedio de castaño blanco.

Antídotos para el aire débil: ejercicios para practicar la respiración; climas desérticos; sacudir la manta de plumón cada mañana; comer verduras de hoja; dar largos paseos o bailar, y actividades sociales.

El Exceso de fuego crea ira y agresión, quemazón, problemas de hígado y vesícula, alteraciones digestivas, úlceras, excesode bilis, fiebre, erupciones cutáneas, tendencia al olor corporal, visión borrosa, hipoglucemia.

La falta de fuego produce falta de vitalidad, abatimiento, pérdida de apetito, palidez, frío, digestión lenta e inadecuada, migraña, fobias, baja inmunidad, mala circulación y tono muscular; posible diabetes.

El Antídoto para el exceso de fuego: aplicar toallas mojadas al cuerpo; incrementar la ingesta de líquidos, tomar alimentos dulces, beber infusiones de camomila; ponerse ropa de colores verdes y azules; llevar puestos cristales como la esmeralda, granate verde, aventurina, malaquita, aguamarina o calcita verde.

El Antídoto para la carencia de fuego; tomar el sol; ejercicio aeróbico; bebidas y alimentos calientes y especiosos, incluyendo cayena, cardamomo, canela, infusión de jengibre o menta; llevar ropa roja y naranja; llevar puestos cristales como el rubí, hematites, cornalina o topacio.

Evidentemente que estos consejos se aplican para ayudar a los individuos que hayan nacido condicionados (hay quien llama al karma condicionamiento) por un desequilibrio energético. Sin embargo, cualquiera se puede desequilibrar en un momento dado. Una persona puede tener un equilibrio elemental y por su evolución interna o por el impacto del entorno (que nos reflejan simbólicamente las Direcciones, Progresiones o Tránsitos) puede desequilibrarse. Entonces habría que realizar previsiones para los momentos de alguna enfermedad y analizar el desequilibrio elemental que se ha producido e incluso prever el desequilibrio y tomar medidas antes de que aparezca la enfermedad como resultado del mismo.

Para finalizar y como decía Hipócrates, toda la Naturaleza tiende a un equilibrio y nosotros (como somos naturaleza) a veces también, inconscientemente realizamos actos para equilibrarnos. Aunque a veces ya es demasiado tarde. La astrología en este sentido nos puede ayudar a tomar conciencia y a colaborar conscientemente a restablecer la armonía.

Por último no olvidar nunca en caso de seria enfermedad, lo primero es acudir a un médico y si es posible que nos trate de forma integral -cuerpo y mente-.



Bibliografía:

 
Astrología y Psicología de los Cuatro Elementos. Stephen Arroyo.
La Bíblia de la Astrología. Judy Hall.
El Hilo Mágico. Richard Idemon.



 http://centroastrologicovenezolano.es.tl/Salud-y-los-4-elementos.htm



jueves, 22 de enero de 2015

Como adquirir un telescopio sin equivocarse. Por Jesús R. Sánchez









COMO ADQUIRIR UN TELESCOPIO SIN EQUIVOCARSE



Jesús R. Sánchez
Par usuarios más avanzados leer: TELESCOPIOS DE POTENCIA MEDIA

1.- Preparación Son muchas las personas que deciden adquirir un telescopio para adentrarse en los misterios del Universo. Pero con frecuencia se sienten desengañados al comprobar que el instrumento no les sirve para aquello que esperaban.
Antes que todo hay que conocer las posibilidades de un telescopio comercial y sobre todo hay que aprender la mecánica y "la geografía" del cielo. Al igual que antes de obtener el permiso para conducir un vehículo hay que dominar un poco las normas de tráfico, para transitar las rutas espaciales conviene tomar unas clases de "astroescuela". Sólo de esta forma nuestra aventura no acabará en siniestro total.
El aprendizaje de todas formas ha de ser autodidacta ya que evidentemente no hay academias de observación astronómica. De todas formas nos pueden ayudar bastante si contamos con una agrupación astronómica a la que pedir asesoramiento.
Tras meses y años de adquirir (y sobre todo leer) libros y revistas de astronomía práctica, el alumno recibe los conocimentos teóricos suficientes, que deben ser completados con unas sesiones prácticas admirando el cielo a simple vista ó con unos prismáticos. Estas sesiones deben estar repartidas a lo largo de varios meses para apreciar los cambios en el firmamento nocturno y conocer las distintas constelaciones y planetas.
Terminada esta fase el alumno debe informarse de las distintas posibilidades para adquirir el telescopio y en ello espero que pueda ayudarle el presente artículo.
2.- Tipos de telescopio Antes de ir a la tienda hemos de conocer los distintos tipos de telescopios y tratar de cuadrarlos con nuestro presupuesto. Estudiaremos primero el tubo donde están los elementos ópticos y después la montura que incluye los elementos mecánicos para mover y sostener el tubo.
La pieza principal se llama objetivo, es el elemento óptico que recoge la luz y la concentra sobre el ocular que es un grupo de lentes al que se acerca el ojo para mirar.
Según el tipo de objetivo los telescopios se clasifican en:
REFRACTORES: cuando el objetivo es una gran lente situada en el extremo anterior del tubo. Su aspecto es el más parecido a un anteojo clásico: son largos y relativamente estrechos. Los refractores son telescopios más sencillos de manejar y transportar que los reflectores. A igualdad de precio sus prestaciones son inferiores pero su calidad suele ser superior. Son el tipo más adecuado para el observador principiante.
REFLECTORES: el objetivo es un espejo cóncavo situado en el extremo posterior del tubo y la abertura del mismo está ocupada por el soporte de un pequeño espejo secundario. Aunque hay varios tipos, el más extendido es el sistema Newton. Suelen ser más cortos y anchos. El ocular (por donde se mira) está cercano a la boca del tubo y sale perpendicular al mismo. Los reflectores suelen ser algo más voluminosos y su configuración hace que su manejo sea menos intuitivo. Gracias a que su diámetro es superior al de los refractores permiten apreciar más detalles si se usan apropiadamente. Son el tipo favorito de los aficionados con aspiraciones de hacer observaciones más completas.
  
CATADIOPTRICOS: el objetivo es un espejo cóncavo pero en la abertura hay una lente correctora que sostiene además un espejo secundario. El tubo es ancho y corto, el ocular va situado en el extremo posterior a la lente.
Los catadióptricos generalmente son instrumentos potentes y de alta calidad que gracias a un diseño más complejo gozan de un tamaño compacto y por tanto más fácil de transportar y manejar. Están disponibles además en versiones computerizadas que proporcionan sorprendentes prestaciones. Su precio es también bastante superior al de los otros tipos. Están indicados para el observador experimentado que está dispuesto a hacer una inversión importante para facilitar observaciones avanzadas o que requieran transportar el instrumento.
Los tipos más frecuentes son el Maksutov y el Schmidt-Cassegrain.
A la hora de elegir el sistema óptico del telescopio hay que reconocer que cualquiera de los tres tipos puede ser de excelente calidad, pero nos decidiremos por uno ú otro según el presupuesto y el nivel de conocimientos del usuario.
3.- Tamaño del telescopio Para elegir bien hay que saber que el telescopio tiene algunos parámetros fundamentales:
  • El diámetro ó abertura es el tamaño del objetivo. Indica el verdadero potencial del telescopio. Cuanto más ancho, mayor es la cantidad de luz que capta y por tanto permite ver objetos más débiles y lejanos. En las características se indica como D=xx mm., siendo xx la cifra en milímetros.
Para un comprador nobel podemos indicar que la abertura mínima aceptable es de 60 milímetros en un refractor y de 100 ó 114 mm. en un reflector.
Si el presupuesto lo permite y la afición es prometedora es recomendable elegir 80 ó 90 mm. en refractor y 150 mm. en el reflector.
Los tamaños superiores sólo son recomendables para observadores con cierta experiencia. Por ello la abertura más vendida en sistema Schmidt-Cassegrain es la de 8 pulgadas (203 mm.), ya que normalmente lo adquieren aficionados con conocimientos avanzados.
  • La distancia focal es el parámetro relacionado con la longitud del tubo. Corresponde a la distancia entre el objetivo y el ocular. Es importante para determinar el número de aumentos pero no indica la potencia real del telescopio. En la referencia del telescopio se indica cómo F=xxx mm. No es un parámetro muy relevante para decidir la adquisición por parte de un neófito pero es fundamental para el adecuado manejo del instrumento.
  • La relación F/D es una cifra que interesa conocer. Se obtiene dividiendo la distancia focal (F) entre el diámetro del objetivo (D). Los telescopios con F/D más baja resultan más luminosos que los de F/D alta usando los mismos oculares. Sin embargo en los refractores hay que procurar que la F/D sea al menos de 11 para evitar aberraciones de la imagen.
  • Aumentos: teóricamente el número de aumentos de un telescopio varía según el ocular que le pongamos. Muchos telescopios de consumo anuncian una cifra de aumentos desorbitada que no debe tenerse en cuenta porque no es operativa aunque el telescopio pueda usarla. La cifra importante para valorar la potencia es el diámetro del objetivo.
Elegir el tamaño más apropiado es una cuestión personal y va relacionado con el presupuesto disponible pero hay que considerar que no es mejor el telescopio más grande, sino el que se pueda usar más a menudo. Si el aficionado es principiante debe comenzar con un telescopio de tamaño moderado. Si dispone de un mayor nivel de conocimientos puede comprar un telescopio de abertura media (150 a 200 mm) pero procurando que sea transportable para poder observar en lugares con buenas condiciones de observación.
4.- Tipos de Monturas El tubo óptico es la parte noble del telescopio pero es también de gran importancia el soporte mecánico que sostiene y permite moverlo con precisión: la montura.
Existen dos grandes tipos de montura:
Azimutal: está compuesta por dos ejes, uno vertical y otro horizontal que permiten mover el telescopio en cualquier dirección con gran facilidad. Son las más cómodas y fáciles de manejar pero no permiten operaciones avanzadas como el seguimiento automático para fotografía.
Son el tipo de montura más apropiado cuando el telescopio se va a dedicar exclusivamente a observaciones visuales. Por ello las encontramos en los refractores más sencillos. También hay que señalar la gran popularidad de la montura Dobson. Se trata de un sistema fácil de construir en tableros de madera y usado para reflectores Newton de aberturas medianas ó grandes. Se trata por tanto de la forma más económica de disponer de un telescopio de alta potencia para observación visual.
Ecuatorial: está tambien compuesta por dos ejes pero uno de ellos se situa en una inclinación paralela al eje de rotación de la Tierra. Ello permite seguir con exactitud el movimiento de los astros a lo largo del tiempo que dure la observación (visual ó fotográfica). Para ello debe ir dotada de un motor de seguimiento automático. Dicho motor es opcional en la mayoría de los telescopios comerciales pero es muy conveniente adquirirlo para usar el telescopio con comodidad y precisión. También permite una mayor facilidad para localizar los astros ya que cuentan con circulos graduados equivalentes a las coordenadas celestes.
5.- Donde comprar El habitante de una gran ciudad tiene la desgracia de padecer un cielo con alta polución lumínica pero al menos dispone de más facilidad para adquirir un telescopio. Mi consejo es dirigirse a establecimientos especializados en Astronomía. En unos grandes almacenes ó en un bazar es posible encontrar telescopios que merezcan la pena pero la atención del vendedor y la calidad de los productos dejarán mucho que desear.
Por ello es conveniente informarse previamente de modelos y marcas a través de revistas ó folletos publicitarios y después generalmente habrá que encargar el modelo elegido bien a través de una tienda intermediaria local ó bien directamente al distribuidor. 
Hay una gran actividad en el mercado de segunda mano y es frecuente encontrar grandes oportunidades ya que hay muchos aficionados que quieren mejorar su instrumento.
6.- Marcas de telescopios Todos los telescopios comerciales son un producto de consumo y por tanto las prestaciones y calidad dependen del precio que paguemos pero es importante conocer la trayectoria de cada marca para tener una idea de lo que podemos conseguir. He aquí una breve relación de las que se pueden adquirir en España. (por orden alfabético)

Alstar: marca oriental con productos de gama baja. Su calidad es aceptable en este nivel de instrumentos.
Bluestar: es la marca más económica del fabricante Synta. Precios ahora muy interesantes. Su calidad es aceptable.
Carton: Telescopios Made in Japam de alta calidad. Actualmente no se distribuyen en España.
Celestron: Potente firma norteamericana con gama muy amplia. Sus modelos refractores y Newton son ahora fabricados por Synta (antes por  Vixen). Fue la marca que introdujo los célebres modelos Schmidt-Cassegrain y en este terreno sigue ofreciendo lo mejor. Su calidad general es muy alta y por ello es la preferida de los observadores más expertos. Sus precios en España son abusivos, pero pueden ser adquiridos directamente en Estados Unidos a un precio razonable.
Intes: Marca rusa con modelos especializados de muy alta calidad. Su relación calidad-precio es magnífica pero sus instrumentos son recomendables para aficionados que sepan apreciarla.
Helios: marca con que se distribuyen los fabricados por Synta. Buena relación calidad-precio.
Konus: Marca italiana cuyos productos son generalmente de fabricación china. Es una de las marcas del fabricante Synta. Dispone de gama baja y media. Su calidad es bastante aceptable en relación al precio pero puede decepcionar en algunos modelos.  Su distribución es amplia a través de tiendas minoristas. Su publicidad es un tanto exagerada.
Meade: Es la marca norteamericana de más éxito. Dispone de una gama baja de calidad mediocre. Sin embargo su línea principal son los Schmidt-Cassegrain entre los que destacan los modelos computerizados. Ofrece también una amplia variedad en refractores apocromáticos y reflectores Newton. Su calidad en general es buena pero tiende a ofrecer las prestaciones más espectaculares en lugar de las más efectivas. Su distribución es por importadores exclusivos por lo que no se puede comprar directamente en USA. Sus precios en España son actualmente razonables sólo en los modelos de más venta.
Moon: Es la marca más reciente de la prolífica fábrica Synta en China. Similares modelos al resto.
Senda: Marca de reciente introducción que ofrece refractores y reflectores de potencia media a precios muy atractivos. Su relación calidad-precio parece ser interesante. Es una de las marcas del fabricante chino Synta.
Sky Watcher: Otra de las submarcas de Synta
Synta: Es una fábrica china que ha revolucionado el mercado por sus precios extraordinariamente bajos en refractores y reflectores Newton de aberturas medias. Su calidad es asombrosamente buena aunque hay a veces excepciones. Se distribuye con numerosas marcas que tienen idénticas prestaciones. Su tecnología y diseño no es innovador ya que se limita a imitar los modelos clásicos de Vixen. Tan sólo muy recientemente está introduciendo una nueva montura ecuatorial de gran calidad en dos versiones (EQ-6 y HEQ-5).
Tal: Marca de origen ruso que ofrece reflectores Newton de alta calidad. Precios muy interesantes.
Takahashi: Empresa japonesa que ofrece una gama diversa pero reducida a modelos de media potencia. Su calidad está considerada como insuperable, pero los precios son inalcanzables para una gran mayoría.
Tasco: Marca japonesa dedicada a telescopios de consumo de baja calidad.
Vixen: Potente empresa japonesa que fabrica telescopios de calidad y dedicada sobre todo a los instrumentos de pequeña y mediana abertura por lo que es muy popular. Fabrica también accesorios que luego son distribuidos por otras marcas como Celestron y Konus. Su distribución en España es actualmente irregular sobre todo por los altos precios que mantiene frente a la competencia.
7. Precios y modelos Lo más posible es que el que se plantea comprar un telescopio no tenga claro el tipo ni el modelo pero seguramente sabrá cuanto dinero está dispuesto a gastar. Por ello el precio es un buen punto de partida para aconsejar la compra más apropiada.
  • Menos de 15.000 pts. ($100): por ese precio se pueden encontrar anteojos que apenas servirán como entretenimiento, pero que pueden servir para despertar la curiosidad de un niño por descubrir las maravillas del Cosmos.
  • De 15.000 a 30.000 pts. ($100-$200): se puede ya comprar un telescopio refractor de unos 60 mm. de abertura en montura azimutal pero hay que procurar encontrar una marca de suficiente calidad.
  • De 30.000 a 60.000 pts. ($200-$400): hay varias posibilidades interesantes. Para un principiante es buena elección un refractor de 60 ó 70 mm. con montura azimutal y de buena calidad. Para un aficionado con ciertos conocimientos será mejor una montura ecuatorial con un tubo refractor de 70 mm. ó un reflector de 114 mm. Los expertos en bricolage y con una alta motivación pueden optar por el mismo dinero a un kit para construir un telescopio Newton de 150 ó 200 mm. de diámetro con montura Dobson.
  • De 60.000 a 120.000 pts. ($400-$800): este nivel de precio es para el aficionado con conocimientos que desea comenzar a realizar observaciones programadas con seriedad. En este caso puede alcanzar un refractor de 90 ó 100 mm. ó un reflector newton de 150 mm. con montura ecuatorial y motor de seguimiento. Si sólo le interesan las observaciones visuales de cielo profundo puede optar por un Newton de 200 ó 250 mm. en montura Dobson.
  • Más de 120.000 pts: este nivel es recomendable sólo para observadores con experiencia. Les recomiendo leer mi artículo Telescopios de media potencia.

Los principales indicadores de una carta natal. Por Alvaro Piriz Barreiro








Los principales indicadores de una carta natal:

 

El principal indicador de una carta natal es la ubicación del Sol en el cielo en el día en que naciste. El signo en que se encuentra el Sol en ese momento es lo que conocemos como “nuestro signo” y representa la esencia de nuestra personalidad. Personas del mismo signo solar pueden ser muy diferentes entre si, pero esencialmente responderán, en mayor o menor medida, a las características de su signo.
El Sol significa lo que queremos, hacia donde va nuestra voluntad, que necesitamos lograr para sentir nuestra realización como individuos.

El segundo indicador en la carta es la posición de la luna al momento del nacimiento, y aquí es muy importante la hora de nacimiento ya que el movimiento de la Luna es mucho más rápido y puede estar en más de un signo en un mismo día.
La Luna representa la parte mas oculta de nuestra personalidad, la parte subconsciente, nuestros sentimientos y emociones, la forma como reaccionamos y lo que necesitamos para sentirnos bien con nosotros mismos y con nuestro entorno. Nos muestra a donde queremos ir para descansar de nuestros esfuerzos en la vida, donde nos sentimos más cómodos y mejor con nosotros mismos. También es un indicador de nuestro cuerpo físico, de nuestras necesidades de pertenecer, de sentirnos protegidos y por supuesto nuestra capacidad para proteger, cuidar y “alimentar” a nuestros seres queridos.
El signo de la Luna entonces es esencial para complementar nuestro signo Solar.
Con ambos signos tenemos una visión mucho mas completa de nuestra personalidad viendo como se combinan en cada uno de nosotros.

Un tercer indicador muy importante en la carta natal es el ascendente. El ascendente marca el horizonte en el día y la hora en que nacimos. O sea, el lugar donde salió o saldrá el sol el día que nacimos. El significado del ascendente lo podemos deducir del punto geográfico que representa. Es como vemos la vida, y esto se refleja en la forma como nos mostramos, es como nos ven los demás puesto que es la máscara con la que nos presentamos al mundo. Representa también la forma como logramos las cosas. Vemos al mundo de una manera y luchamos por lo que queremos de acuerdo a esa visión del mundo.
Ahora si, ya podemos tener un panorama mucho mas claro de nuestra personalidad por medio de la simbología astrológica.
Los tres signos del Sol, Luna y ascendente, en sus propios significados nos darán un panorama mucho mas completo que el solo conocimiento de nuestro signo solar.

En apretada síntesis:
El Sol es lo que queremos, la Luna lo que necesitamos, y el ascendente la forma como logramos las cosas.

Claro que en la carta de cada uno hay otros ocho planetas que interactúan con los significadores principales y estos interactúan entre si y con los demás planetas, pero esto ya es tema de una interpretación global del tema natal.




http://astrologiahumana.blogspot.com.es/search/label/Indicadores%20de%20una%20carta%20natal






miércoles, 21 de enero de 2015

Guía para el análisis de los tránsitos.








En el análisis de los tránsitos las diversas casas donde se efectúa un tránsito ayudarán a delimitar el radio de acción de la influencia en curso. Los cuatro puntos cardinales, con la excepción del Ascendente, son puntos receptores de mediana im­portancia. Señalemos sólo que los tránsitos en aspecto con el Ascendente influyen en la persona, en el destino personal, en la mayor o menor vitalidad.
Independientemente de las casas, los puntos neurálgicos de un tema son aquellos donde se reagrupan o donde convergen los planetas o los aspectos más intensos o más importantes. Como la influencia de los tránsitos sobre estos puntos es tanto más intensa en cuanto es más prolongada, la distinción entre los tránsitos de los planetas rápidos y los tránsitos de los planetas lentos es fundamental.
El tránsito de los planetas rápidos se advierte de manera modesta, a menos que se introduzca de manera precisa en el esquema de los tránsitos de los planetas lentos. En este caso, el tránsito de los planetas rápidos puede tener una importante acción «añadida» y puede permitir al astrólogo una mayor aproximación en determinadas precisiones tempo­rales.
Más allá de Júpiter, los planetas en tránsito actúan con una fuerza, podríamos decir con una determinación, muy precisa, y sus órbitas pare­cen marcar (al menos hasta Urano) ciertos ritmos tradicionalmente im­portantes de la vida humana. Júpiter realiza la vuelta al Zodíaco en doce años; por tanto, regresa a su posición inicial al comienzo de la pubertad, luego en la flor de la juventud (a los veinticuatro años) y en la flor de la edad adulta (treinta y seis años). Saturno realiza la vuelta al Zodíaco en casi treinta años; su regreso al punto de partida marca el período de la madurez y el inicio de la vejez. Urano da la vuelta al Zodíaco en ochen­ta y cuatro años y, por tanto, podemos considerarlo una auténtica medi­da del tiempo humano: está en cuadratura con su propia posición natal a los veinte años, en oposición a los cuarenta, de nuevo en cuadratura a los sesenta; y un buen Urano puede volver triunfalmente a su propia posición natal marcando una recuperación de actividad prodigiosa inclu­so a los ochenta años. Neptuno y Plutón pueden realizar a lo sumo media vuelta al Zodíaco en el curso de una vida humana, pero su extrema len­titud permite un máximo de influencia en cada tránsito, e inclusive los aspectos menores adquieren en este caso importancia. Señalemos que, más allá de Júpiter, el aspecto de tránsito debe ser casi exacto, con una aproximación de dos grados como máximo.
Desde el punto de vista de los tránsitos, los planetas, se consideran como puntos receptores (es decir, puntos neurálgicos del tema natal, idealmente inmóviles) y puntos emisores (es decir, planetas en tránsito en aspecto con los puntos receptores).
Consideramos inútil el examen de los planetas como puntos receptores, porque bastará observar el análisis de los planetas mismos para compren­der qué línea de influencia moral o material seguirá la reacción a un tránsito particular.
Por lo tanto, enumeraremos ahora, y en líneas generales, la influen­cia de los planetas en tránsito, según el orden de rapidez de su órbita.
No existe una casuística o una literatura completa sobre los tránsitos de los planetas aislados en el tema natal. Consideramos que estos planetas, a partir de Marte, son muy peligrosos, una especie de minas errantes que pueden explotar en cualquier dirección. De hecho, son más peligrosos los planetas aislados que los planetas afligi­dos en el tema natal.

Guía para el análisis de los tránsitos

La Luna

Su tránsito por cada punto zodiacal es muy breve y prácti­camente imperceptible. En los individuos en cuyo tema natal la Luna influye por el lado de la emotividad y la hipersensibilidad de manera muy precisa, pueden presentarse periódicamente «días tristes» en el curso del mes, días en los que se sienten irritados o descontentos. Las mens­truaciones dolorosas o irregulares están determinadas sin duda por los tránsitos lunares, y sería probablemente muy interesante un estudio as­trológico de ciertos fenómenos relacionados con las fases de la Luna, como por ejemplo la licantropía o ciertas crisis recurrentes de epilepsia o de locura. De todas maneras, el tránsito lunar actúa especialmente sobre el sistema nervioso, sobre las facultades intuitivas y eventualmente sobre las creativas, pero se advierte sólo si aparece en concomitancia con otros aspectos.

Mercurio

Su tránsito por el Zodíaco es un poco inferior a los doce meses, pero puede dar resultados discretamente perceptibles en concomitancia con otros tránsitos y sobre todo durante los anillos de detención del pla­neta. Los tránsitos de Mercurio están en relación, sobre todo, con las facultades intelectuales y mentales, con la mayor o menor capacidad de aprovechar determinadas situaciones o de sacar provecho de ellas. Pueden determinar fases de torpeza mental o de lucidez, provocando decisiones óptimas, equivocadas o peligrosas que impliquen una particular colabo­ración del intelecto y de los reflejos mentales.

Venus

Ligeramente superior, en duración, a los de Mercurio, los tránsitos de Venus están relacionados sobre todo con la vida afectiva, con la sensualidad, con la vida de relación, con el bienestar material (económico y hedonista) y con la salud. Su influencia tiende a la euforia o a la tranquilidad, y el valor negativo de un trán­sito de Venus puede verificarse sólo si se hace complementario de un tránsito negativo más importante o si en el tema natal Venus tiene una posición particularmente infeliz.

El Sol

El tránsito (aparente) del Sol por el Zodíaco es de un año exacto. No ha de subestimarse su influencia pues, como en el caso de los tránsitos lunares, puede determinar cada año pe­ríodos favorables, desfavorables o, de todas maneras, importantes. Estrechamente ligado al Yo, el Sol en tránsito tiene una influencia plástica y energética.

Marte

Con este planeta, la velocidad orbital tiende a reducirse nota­blemente, por lo que sus influencias de tránsito se ejercen sobre un de­terminado punto zodiacal de manera netamente perceptible. Son tránsitos de carácter dinámico y violento, con una carga potencial de peligrosidad que puede alcanzar niveles muy altos, especialmente si se presentan en puntos del tema du­ramente afligidos por posiciones negativas de Urano y de Marte mismo. Los tránsitos negativos de Marte se hallan casi siempre presentes en los casos de accidentes (morales pero sobre todo materiales), de in­cendios, explosiones, heridas, quemaduras, muerte accidental o violen­ta. Por fortuna, el planeta por sí solo no tiene fuerza suficiente para pro­ducir tales efectos y los elementos concomitantes deben ser muchos, y negativamente fuertes en especial en su origen. El carácter tradicionalmente pernicioso de Marte no ha de sobrevalorarse. No olvidemos que el planeta de la violencia también puede asumir un notable valor positi­vo en situaciones que exijan rapidez de reacciones, audacia, voluntad in­domable para afrontar el riesgo.

Júpiter

Los tránsitos de este planeta tienen efectos distensores y be­néficos análogos a los de Venus, pero naturalmente se expresan con mayor constancia y más fuerza. Júpiter se detiene aproximadamente un año en cada signo, demorándose, sin embargo, en algunos grados del mis­mo signo (casi siempre en los iniciales o en lo finales) durante más tiempo que en los otros. Estos grados de un signo, y de los signos donde se proyectan a la vez los aspectos en tránsito de Júpiter, gozan durante más tiempo de la influencia positiva o negativa de los tránsitos mismos. Los efectos de Júpiter son de naturaleza expansiva, según las lógicas caracte­rísticas del planeta; por tanto, tienden a dilatar una situación, a hacerla prosperar y producir. Corresponden a períodos de optimismo, de sereni­dad activa, de receptividad a las buenas ocasiones, y también a la pre­sencia y al desarrollo de las buenas ocasiones mismas. Los tránsitos de Júpiter en cuadratura y en oposición con un punto focal del Zodíaco tienen más efectos limitadores que negativos, tienden a frenar la voluntad de expansión, suscitan crisis temporales de pesimismo, especialmente si van unidos a tránsitos negativos de Saturno. No hay que subestimar, en cambio, los tránsitos de un Júpiter que se presente afligido en un tema natal. No obstante la naturaleza benéfica del planeta, esta restric­ción inicial puede participar de manera bastante peligrosa en el con­junto de la existencia.

Saturno

Los tránsitos de este planeta tienen efectos restrictivos y pri­vativos, pero no necesariamente «maléficos» como pensaba la astrología tradicional. No olvidemos que los astrólogos antiguos sólo podían hallar la posición de Marte y de Saturno en caso de desgracia, y por tanto atri­buyeron a estos dos planetas más culpas de las que en realidad se mere­cían. Saturno, por su naturaleza, tiende a separar al individuo de una situación material o moral, lo aísla, le confía todo el peso de sus respon­sabilidades y al mismo tiempo pone al descubierto situaciones o perso­nas con fría racionalidad, derrumbando toda ilusión. Sus tránsitos corres­ponden a menudo a períodos moralmente difíciles, en los que tienden a manifestarse los aspectos menos agradables de la realidad, pero también acompañan, especialmente si Saturno se halla bien dispuesto en el tema natal, períodos intelectualmente fecundos. Planeta de la tenacidad y de la paciencia, Saturno se revela, incluso en los tránsitos, ligado a los tiem­pos largos y a veces, a pesar de las manifestaciones negativas más evi­dentes, prepara el terreno para acontecimientos sustancialmente positivos. De hecho, a partir de Saturno el estudioso no debe centrar su atención en lo que es inmediatamente constatable, sino en el desarrollo de lo que en aquel período dio comienzo para madurar posteriormente.
Un Saturno en buena posición natal (que en la mayoría de los casos determinará un temperamento racional) transitará con efectos benéficos y protectores, frenando sobre todo los efectos negativos de pla­netas drásticos-dinámicos, como Marte o Urano; determinará a veces de­cisiones duras, o aparentemente amargas, pero ecuánimes y positivas en lo fundamental; o decisiones que tienden a estabilizar y a equilibrar una situación. La experiencia revela que, en el momento del matrimonio, Sa­turno transita casi siempre por un punto emotivamente importante de los temas natales de los dos cónyuges, y muy a menudo por el Venus natal de al menos uno de ellos. También es cierto que un tránsito de Saturno por el Sol natal que se presente en la vejez, puede también coincidir con una muerte natural serena.
La cosa cambia, es verdad, si Saturno se presenta afligido en el tema natal, porque su interven­ción de tránsito tenderá entonces a asumir un carácter fuertemente pri­vativo, dejando al desnudo lo peor de cada situación. Para acabar, note­mos que, a partir de este planeta, los efectos acumulados durante los tránsitos tienen a menudo un carácter durable, es decir que determinan en general situaciones más estables que las creadas por Júpiter.

Urano

Los tránsitos de este planeta son de capital importancia preci­samente porque determinan las decisiones, las tomas de posición, las mu­taciones de la voluntad, en resumen la inserción dinámica en la vida; y también determinan una transformación particular de los acontecimientos, tan pronto evidenciándolos, como introduciéndolos bruscamente en la existencia. Planeta eminentemente dotado de plasticidad, como ya lo hemos definido al analizarlo, Urano parece absorber más que cualquier otro las características de la propia posición natal, puede ser el benefac­tor o el destructor de una existencia, y si bien los obstinados profetas de la desventura han tenido en cuenta este último efecto más que el otro, es verdad que un buen Urano puede hacer milagros transitando en as­pecto positivo con los puntos favorables del tema, mientras que tendrá una influencia relativamente negativa, o incluso neutra, transitando en aspecto negativo con los puntos afligidos del mismo tema. Los tránsitos de un Urano que ocupe una mala posición en el momento del nacimien­to son, en cambio, casi siempre negativos si se reflejan sobre puntos ne­gativos del tema, y quedan parcialmente neutralizados por aspectos que se reflejen sobre puntos positivos. También en este caso, como en el de Saturno, conviene distinguir entre efecto evidente y efecto oculto, entre efecto inmediato y efecto a largo plazo.
Puede suceder que se tome una decisión uraniana para salir de una situación particularmente difícil y que quede así, en el recuerdo, ligada a la tristeza del momento; pero, si fue inspirada por un buen Urano, será con toda probabilidad una decisión óptima, un cambio determinante y positivo en la vida. Si, en cambio, Urano aparece afligido en el momento del nacimiento, en una situación idéntica se corre el riesgo de tomar una decisión equivocada o inoportu­na, de consecuencias infelices.
El Urano más peligroso es el Urano negativamente estimulado a la búsqueda de compensaciones, o ligado a Marte por una fatalidad violenta. En muchos otros casos, un Urano afligido se limita a cortar de raíz la fuerza de voluntad y de decisión; produce, si podemos llamarlo así, esclavitudes, y los tránsi­tos negativos inciden más en una fatalidad que se tiende a padecer que en una toma de posición personal ante los acontecimientos. De todas maneras, es verdad que las intervenciones de Urano determinan con fre­cuencia un cambio bastante preciso en las situaciones, clausurando algu­nas de ellas e inaugurando otras. Los aspectos que Urano en tránsito forma con la propia posición natal en el curso de una vida humana son ya muy significativos en sí mismos (incluso sin calcular los otros tránsi­tos por los puntos focales del tema) y, si Urano está en buena posición en el momento del nacimiento, tiende a tener una influencia positiva, si bien a veces algo drástica, aun en el caso de la oposición y de las dos cuadraturas.
A veces, el lado parcialmente negativo de un Urano regido por buenos as­pectos por otros flancos, quedará sólo como una amenaza latente, inclu­so durante toda la vida, manifestándose únicamente en el caso de tránsi­tos concomitantes duramente negativos. De todas maneras, no podemos ocultar el hecho de que este planeta, en el curso de sus tránsitos, puede volverse muy peligroso si está ligado a posiciones negativas de Saturno y sobre todo de Marte. La presencia negativa de Urano y de Marte en caso de accidentes graves, de muertes accidentales o violentas, es muy alta y significativa, pero, teniendo en cuenta las lagunas actuales de la astrología, se aconseja no extraer de todo esto previsiones catastróficas.

Neptuno

Debemos comenzar haciendo una advertencia en lo que se refiere a los tránsitos de Neptuno y de Plutón: cuanto más se ensan­chan sus órbitas, más insistente es el efecto de los planetas en tránsito, y al mismo tiempo menos evidente. Neptuno y Plutón operan por lo ge­neral en profundidad y especialmente en la intimidad del individuo, con intervenciones quizás igualmente drásticas, pero no tan dinámicas como las de Urano.
Además, dadas sus larguísimas detenciones en particulares grados del Zodíaco, los aspectos reales que ellos forman durante el trán­sito deben calcularse con una aproximación mucho más estrecha, que es, a nuestro parecer, de aproximadamente seis grados para Neptuno (tres grados antes y tres grados después del punto exacto donde se forma el aspecto) y de cuatro grados para Plutón (dos grados antes y dos grados después). Esta aproximación vale para todos los aspectos, aunque se re­duce ligeramente para la cuadratura y para el sextil.
Los tránsitos de Neptuno determinan las metamorfosis, como lo quie­re la naturaleza del planeta: metamorfosis del pensamiento y de la acti­tud personal ante todo aquello que se halla influido por Neptuno en el tema natal. Tal metamorfosis puede marcar una evolución o una in­volución, un progreso o un retroceso, e involucra generalmente de ma­nera bastante precisa el ámbito de influencia delimitado por la casa donde Neptuno se encuentra en su origen, además de sus relaciones con los otros planetas. Un Neptuno duramente afligido en el tema natal tien­de a truncar toda posibilidad de evolución, haciendo la vida gris y sofo­cante, o provoca reacciones compensatorias que van desde la inspiración artística al desorden moral. El tránsito en conjunción de Neptuno con el planeta que formaba con él una cuadratura en el momento del nacimiento (siempre que esta conjunción sea posible, y siempre que los dos plane­tas no aparezcan afligidos por otros flancos) opera con frecuencia ver­daderos milagros, desbloquea situaciones negativas, permite la recupera­ción de la fe en sí mismo, otorga una fuerza de voluntad que antes apa­recía insuficiente: virtudes que luego se desarrollarán cuando Neptuno forme más tarde un trígono consigo mismo.
En cambio, un Neptuno ne­gativo afecta duramente los puntos focales con los que forma cuadratura u oposición y pasa como una sombra frenadora en conjunción con los puntos positivos.
Desde el punto de vista material, Neptuno y, por tanto, sus tránsitos pueden incidir en la pérdida o en la adquisi­ción de dinero, en la vulnerabilidad a las enfermedades infecciosas, en los embarazos, en los excesos (el alcohol, el tabaco, la droga), así como en el equilibrio mental y psíquico. No obstante, el ámbito en el que Nep­tuno actúa con mayor fuerza sigue siendo el ámbito moral y, desde este punto de vista, su presencia en tránsito, en muchos casos aparentemen­te accesoria, adquiere un peso preparatorio de gran importancia.

Plutón

El breve arco zodiacal recorrido por este planeta durante una vida humana no debe hacernos subestimar su importancia. Plutón no tiene la plasticidad de Urano sino que es extremadamente receptivo; ab­sorbe como una esponja todos los datos relacionados con la posición natal y tiende a intensificarlos con gran fuerza. Generaciones enteras quedan «marcadas» por Cáncer, Leo o Virgo, precisamente porque Plutón ocupa­ba Cáncer, Leo o Virgo en el momento de su nacimiento. La fuerza se­creta de la vitalidad y de la creatividad de cada uno de nosotros se halla donde está Plutón en nuestro tema natal. La situación es mucho peor para quien tiene a un Plutón apagado, inerte; este planeta, precisamente por su lentitud, es difícilmente rescatable, pues va desplazando su pro­pio peso de grado en grado como un rodillo que estimula o desgasta. Los datos experimentales recogidos sobre los tránsitos de Plutón son muy escasos, sea por el reciente descubrimiento del planeta, sea por la obstina­ción de muchos astrólogos en negar, no digo su importancia, sino incluso su existencia desde un punto de vista astrológico.
Un buen Plutón puede tener efectos magníficos durante los tránsitos positivos, y que se manifiesta muy poco durante los tránsitos negativos. Un Plutón afligido, en cambio, blo­quea perversamente situaciones morales y materiales durante largos pe­ríodos. Su influencia es vivificante o aplastante, y se apropia de la natu­raleza y de las características temáticas del planeta con el que forma as­pecto durante el tránsito: actuará, por tanto, según el momento, sobre los sentimientos, sobre la fuerza de decisión, sobre la sensibilidad, sobre la razón, etc. Tránsitos negativos de Plutón, especialmente si se verifican en la vejez, pueden acompañar largas enfermedades.


 http://www.astroworld.es/guia-para-el-analisis-de-los-transitos/




martes, 20 de enero de 2015

El presente de la Astrología. Por Eugenio Carutti.









EL PRESENTE DE LA ASTROLOGÍA
 
Para la astrología el tiempo es una secuencia cíclica de cualidades.  Una sucesión de atributos que se repiten tanto en cortos como en inmensos períodos. La analogía concreta de esto es la secuencia de las estaciones. Para cualquier persona estrechamente ligada a la naturaleza, el tiempo está siempre ligado a una  cualidad; cada estación permite ciertas actividades, hace posible que se alcancen ciertos resultados e impide lograr otros. El invierno termina y las violetas de los Alpes mueren inevitablemente; regresarán con el próximo ciclo. Al mismo tiempo los capullos de las rosas y los jazmines se abren. Es su tiempo.


Pero todo agricultor sabe también que las cosechas no dependen solo de la sucesión de las estaciones, sino de lo que se ha sembrado. Cada estación estimula semillas diferentes pero el aspecto que tomará la tierra dependerá de cuales eran las que aguardaban en ella. Las lluvias de primavera pueden hacer crecer tanto el trigo como el cardal. Las energías zodiacales operan de la misma manera. Sus complejas cualidades activan arquetipos diferentes al mismo tiempo. Y cual de ellos se impondrá depende del estado de la conciencia humana. Es por eso que la utilidad de la astrología no radica en su supuesto conocimiento del futuro. Sino en ayudarnos a comprender los cambios de cualidad que se producen en el presente. El presente es crítico, en el sentido que la irrupción de una nueva cualidad zodiacal –como el cambio de una estación a otra- implica el florecimiento de semillas desconocidas congruentes con el nuevo tiempo; así como la desaparición de enteras formas civilizatorias que están quedando fuera de estación, fuera de su tiempo. Si comprendemos lo que sucede podemos hacer movimientos nuevos y evitar agonías innecesarias; así como desembarazarnos de esperanzas ilusorias. Las civilizaciones, las formas sociales, los sistemas de creencias se transforman. Unas dan lugar a las otras. Si aprendemos a hacerlo, lo mejor del pasado humano seguirá presente inserto en formas completamente diferentes de vivir. Pero si resistimos al cambio, el conflicto será cada vez más intenso y doloroso. Habrá mucha más destrucción de la necesaria. Acuario puede provocar una explosión de creatividad y regalarnos la vivencia de la circulación amorosa de la vida. Un nuevo tipo de conciencia interactiva  -trans individual- florecerá seguramente. Pero esta puede ser rica y diferenciada, fruto de una hibridación modulada por abundantes seres humanos que hayan atravesado el proceso de individuación. O puede ser el resultado de la especialización mecánica propia de un hormiguero. El hormiguero, la máquina –y su correlato, el robot- son arquetipos de Acuario también. El florecimiento explosivo de la ciencia y la tecnología son inevitables en este tiempo porque son absolutamente congruentes con su cualidad. Pero si no comprendemos el estado actual de la conciencia humana corremos el peligro de que prevalezca una inteligencia  puramente tecnológica, totalmente mecánica y sin verdadera creatividad; una interactividad atrapada en sofisticadas rutinas.


Venimos de una era en la cual la domesticación de los pulsos más brutales del ser humano fue uno de los principales objetivos de la civilización. Esto se logró relativamente desarrollando al máximo los aspectos controladores de nuestra mente. El pensamiento dominó progresivamente al cuerpo pero al mismo tiempo se separó ilusoriamente de él. La cualidad mental de Acuario puede intensificar hasta el extremo la actual disociación entre cuerpo y pensamiento.  Seres humanos de un altísimo desarrollo mental abundarán en el futuro; pero es posible que esto implique un muy pobre desarrollo de su sensibilidad y una multitud de cuerpos rígidos y poco vibrantes. Si el arquetipo del hormiguero –el lado oscuro de Acuario- adquiere demasiada fuerza, el proceso de maduración psíquica de la humanidad puede posponerse por mucho tiempo.


La apertura del corazón y la capacidad de articular cálida y amorosamente diferencias son cualidades propias de Acuario y de su signo complementario, Leo. Pero el desarrollo de una inteligencia fría y poderosa asociada a la mezquindad de un narcisismo exuberante también lo son. El progreso no es inevitable. Esta es una ilusión que proviene de una visión lineal del tiempo. La síntesis entre la mente científica y el corazón será uno de los más grandes desafíos del futuro. Y esto no se producirá si nuestros cuerpos no son vibrantes, con alta sensibilidad y capacidad de contacto. Por eso el trabajo con el cuerpo, la comprensión de las profundas transformaciones en el plano de la sexualidad,  el complejo encuentro entre el lado masculino y el femenino, tanto en el interior de la psiquis como en la realidad objetiva, son fundamentales en el tiempo por venir.



 http://www.casaonce.com/articulos/?info=articulo&id=137



lunes, 19 de enero de 2015

La Astrología árabe.








LA ASTROLOGÍA ÁRABE
 
Fragmento del texto Introducción a la Astrología. S. Fuzean-Braesch. Editorial Paidos. Buenos Aires (Argentina). 1991. Páginas 67 y ss.

La astrología se difundió ampliamente entre los persas, sirios, árabes y turcos y acompañó a la conquista musulmana. Su historia más interesante abarca ocho siglos a partir del siglo VIII d.C. y corresponde al periodo islámico. Toma el nombre de El hakam el noud’joun o “juicio de las estrellas”.

                             
 
Aunque la intención de Mahoma haya sido eliminar de la fe las supersticiones astrales y las ideas judeocristianas, el Corán no formula expresamente una prohibición de la astrología. El mahometano considera a los astros como voluntad de Dios, pero las predicciones no deben tener un carácter fatídico. Y el hecho es que muchos califas tienen un astrólogo a su servicio.
Es bien conocido el desarrollo de la astronomía árabe, que favoreció cierto número de progresos astrológicos. Los principales elementos técnicos del horóscopo natal árabe son de índole helenística, pero el sistema de las “partes”, descrito en una única fórmula por Ptolomeo (parte de la fortuna), está particularmente extendido entre los árabes, sobre todo en Albumasar (Abu Mas’har al Balkhi), quien establece muchos otros. Las partes han caído hoy prácticamente en el olvido a pesar de los esfuerzos realizados por ciertos autores para favorecer su redescubrimiento.
Los eruditos árabes aportaron algunas importantes contribuciones matemáticas a la técnica horoscópica. En primer lugar, la determinación algebraica exacta de las casas intermedias (mientras que Ptolomeo había definido con precisión los 4 ángulos). Además construyeron nuevos astrolabios que permitían leer directamente las cúspides de las casas. En segundo lugar calcularon la fecha de los acontecimientos celestes gracias al arco ecuatorial recorrido según el movimiento diurno aparente de un planeta (rotación del globo terrestre).
Los árabes practican con precisión la astrología genetlíaca y la astrología horaria de estudio de los aspectos momentáneos de un cielo. Pero introducen una técnica nueva, de amplia repercusión en occidente: la astrología “mágica”. Su principio es la combinación de la influencia de un planeta con metales o con los signos que le corresponden, que producen, según ellos, “una fuerza sideral” incrementada. De ahí la práctica de los amuletos y otros talismanes (del griego télesma), cuya descripción se encuentra, dicen, en el Picatrix, obra de magia árabe que influyó sobre nuestra Edad Media.
Las relaciones entre el mundo islámico, occidental y judío son excesivamente complejas para ser expuesta aquí: J. Halbronn consagró una importante tesis al estudio del “mundo judío y la astrología”, en la que se examina un fenómeno de hebraización de la astrología por parte de los filósofos judíos españoles del siglo XII (Ibn Azra = Abu Ezra, Avenarius en latín, autor de una enciclopedia astrológica escrita en Beziers, en la primera mitad de este siglo).
La astrología tuvo, por supuesto, sus adversarios durante este período. Entre ellos el célebre médico, alquimista y filósofo Avicena (Abû Ali Al-Hosein Ibn SÎnâ) fue de los más severos; evocaba el Corán, “Sólo Dios conoce el porvenir”, para condenar la astrología. Ibn Khaldún, en el siglo XIV, reúne sus conocimientos en su obra Del horóscopo y afirma la falsedad de la astrología.
Cuando finalmente, con la declinación de la gran expansión islámica, la astrología deja de ser practicada por los eruditos, pasa a ser, como en todas partes, una adivinación popular más o menos impregnada de magia.






Puntos medios en Astrología

           Los puntos medios son una de las herramientas más poderosas en la astrología pero se ignoran a menudo porque ellos son difíciles ...