domingo, 21 de diciembre de 2014

Las Partes arábigas. Por Rafael Gil Brand.







La dirección de las Partes  arábigas - un instrumento de pronóstico focalizado

Por  Rafael Gil Brand


Presentación y cálculo de las Partes

Las mal llamadas Partes arábigas o Lotes son grados sensibles del zodiaco que expresan una relación entre dos planetas, mediada – salvo excepciones - por el Ascendente. Una Parte es por tanto un significador de un asunto muy específico en la vida del nativo, que se deduce de la relación entre los dos planetas integrantes.
El más conocido de estos puntos sensibles es la Parte de la Fortuna. Es formada por la Luna y el Sol, cuya distancia angular es sumada al Ascendente.
Todas las Partes son formadas por dos  significadores fijos – planetas, o en algunos casos otras Partes – y un tercer factor „móvil“ – por lo general el Ascendente.
La distancia eclíptica entre los significadores S1 und S2 es añadida al Ascendente. Como resultado obtenemos la posición de la Parte P.
                                   

La fórmula matemática reza:
 
                        S2 – S1 + As = P
En la mayoría de las Partes la secuencia de los significadores es invertida si se trata de un nacimiento nocturno.
La fórmula diurna
                       S2 – S1 + As
es convertida entonces en la fórmula nocturna
                       S1 – S2 + As
Por ejemplo, la Parte de la Fortuna en una carta diurna es calculada mediante la fórmula
                       LunaSol + As
mientras en una carta nocturna se aplica la fórmula
                       SolLuna + As
                         
                          
Pongamos como ejemplo la carta natal de Lady Diana. El  Ascendente se halla a  238°20‘, contando desde cero grados de Aries. El Sol está a  77°28‘, y la Luna a 302°56‘. Como el Sol se halla sobre el horizonte, aplicamos la fórmula para cartas diurnas:
302°56‘ - 77°28‘ + 238°20‘ = 463°48‘
Como el resultado excede un círculo completo, le restamos 360 grados:
463°48‘ – 360° = 103°48‘
Esto equivale a una posición de la Parte de la Fortuna a 13°48‘  Cancer.
 

La interpretación de las Partes

Cada Parte representa un asunto específico, o una persona determinada en la vida del nativo. Según la Parte esté bien o mal dispuesta en la carta, podremos juzgar si este asunto se desarrollará de un modo positivo, o se verá debilitado o impedido.
Cada tema del horóscopo es indicado primordialmente por tres factores:
1. El significador natural es el creador de la energía sin la cual el asunto no puede prosperar. P.e. el significador natural para la madre es la Luna. Si la Luna se halla débil o afligida, la energía maternal se verá dificultada en la vida del nativo, y una posible relación conflictiva con la madre.
2. La casa y su regente nos indican qué tipo de experiencia hará el nativo en un determinado ámbito de vida. La casa 4 representa el hogar, donde la madre juega un papel central. Si la casa 4 p.e. se halla muy afligida, indicará un destino duro en cuestiones de hogar y/o con respecto a la madre.
3. La Parte representa específicamente uno de los temas indicados por la casa en cuestión, y complementa así la interpretación del significador natural y de la casa. En nuestro ejemplo la Parte de la Madre nos dirá algo específicamente sobre el destino de la madre del nativo.

Los asuntos indicados por la Parte en cuestión prosperarán mejor, cuanto más se cumplan las siguientes condiciones:
1. El regente de la Parte aspecta a la Parte, o al menos se halla en un signo que forma figura de aspecto con la misma.
2. El regente de la Parte se halla en configuración con el Ascendente, es decir está en una casa cardinal (Casas 1, 4, 7 o 10), o en una casa trigonal (Casas 5 o 9) o en casa 11.
3. El regente de la Parte se encuentra en su dignidad.
4. El regente de la Parte y la Parte misma son aspectados por planetas benéficos o se hallan libres de aflicción.
5. Un planeta en aspecto estrecho con la Parte indicará experiencias notables en relación con el asunto en cuestión.
6. La distribución de los planetas en las casas de la Parte son un indicador más de la fuerza y el significado de la Parte en la carta natal.

El significado de la Parte de la Fortuna

La Parte de la Fortuna se relaciona con la Luna, y se denomina también Parte de la Luna. En astrología hermética, la Parte de la Fortuna es considerada como un factor de destino, que nos indica la medida de felicidad y bienestar que le es dado al nativo en esta vida. La Parte de la Fortuna es considerada también como uno de los Hyleg, es decir de aquellos factores que indican la vitalidad, salud y longevidad del nativo.
Se puede decir que la Parte de la Fortuna representa básicamente el bienestar físico, el grado de satisfacción en la vida y el éxito mundano. La Parte de la Fortuna debería de ser consultada también en cuestiones referentes a las finanzas, la riqueza y el éxito material.
En la astrología helenística la Parte de la Fortuna era interpretada como un Ascendente alternativo, es decir se derivaban de la misma las 12 casas como si se tratara del Ascendente. El sistema de casas utilizado primordialmente en la astrología clásica es el sistema de signos completos: El signo en el que se encuentra el Ascendente o la Parte de la Fortuna es en su totalidad la casa uno, el signo siguiente la casa dos etc.

                         

En el caso de Lady Diana por ejemplo la Parte de la Fortuna se encuentra en Cáncer. Este signo es pues la casa 1 de la Parte de la Fortuna. Vemos al regente, la Luna, en Acuario - casa 8 - junto al nodo Sur, y en oposición a Marte y Urano, indicando un destino marcado por inestabilidad, procesos de transformación y rupturas, así como la muerte violenta que sufrió. Por otro lado es interesante notar que Venus – planeta regente y ocupante de la casa 7 desde el Ascendente – se halla en la casa 11 de las ganancias, y que está situada además en el Medio Cielo calculado desde la Parte de la Fortuna. Más adelante volveré sobre este asunto.

                         
El próximo ejemplo muestra la carta de Joanne K. Rowling, la autora de las novelas de Harry Potter. En esta carta vemos una doriforia de planetas en la casa 12, entre ellos los regentes de casa 1 y de casa 2, y en oposición por signo a Saturno domiciliado. Esta situación explica la fase precaria que tuvo que pasar, al borde de la pobreza, antes de conseguir publicar su primer libro. ¿Pero cómo viene indicada la fortuna que hizo a continuación?
Para empezar los planetas ocupantes de casa 12 son Mercurio, Venus y la Luna, que conjuntamente dan fantasía y capacidad artística especialmente en el terreno literario, siendo Mercurio además regente de casa 1. La casa doce también alude a mundos ajenos, exóticos. Estos tres planetas forman una serie de Dhana Yogas, es decir de «combinaciones para riqueza», que se potencian mutuamente: se combinan los regentes de casa 1 (vida), 2 (finanzas), 9 (fé y fortuna) y 11 (ganancias). Saturno enfrente dará impedimentos y su oposición estrecha con la Luna explica la enfermedad de la madre y su temprano deceso, pero como regente de casa 5 en domicilio puede dar a la larga éxito y forma un Dhana Yoga especial qu promete dinero de hijos, en este caso de niños (casa 5). La posición de Júpiter en casa 10, aunque relativamente débil por signo, promete cierto éxito profesional.
Como era de esperar, la Parte de la Fortuna está a su vez muy bien dispuesta:
                         

Se halla en Escorpio en la casa 3 (escritos, expresividad), junto a la Cola del Dragón, que de nuevo indica un “conexión” con otros planos de la realidad. El regente Marte se halla desde Fortuna en la casa 11, según Vettius Valens la casa más importante y auspiciosa de la Parte de la Fortuna. Marte con respecto al Ascendente está en casa 1 y angular, por tanto muy domintante, y no recibe aspectos maléficos. La Parte de la Fortuna misma se ve aspectada sobre todo por Venus y Mercurio, que a su vez se hallan conjuntos al Medio Cielo (de Fortuna). Estos planetas junto con la Luna se hallan en casa 10, por lo cual aquella constelación que en principio representa una vivencia de reclusión, de ocultamiento o de lejanía (casa 12), obtiene un gran potencial de éxito público y profesional, y contribuye a la felicidad y fortuna de la nativa.

La Parte del Espíritu

La Parte del Espíritu es complementaria a la Parte de la Fortuna. En vez de tomar la distancia del Sol a la Luna, la calculamos de la Luna al Sol. La fórmula para nacimientos diurnos por tanto reza:
                                             Sol Luna + As
En caso de nacimientos nocturnos se invierte el orden:
                                                      Luna Sol + As
La Parte del Espíritu pues se calcula de día como la Parte de la Fortuna de noche, y viceversa.
Esta Parte se denomina también Parte del Sol o de las Cosas Futuras. Otro nombre muy sugerente es el de Daimon. La Parte del Daimon representa el espíritu del nativo, sus intenciones y sus pensamientos, su visión de lo que quiere realizar en la vida. Es un indicador importante de la fé y la espiritualidad del nativo.
Veamos la carta del papa actual Benedicto XVI. Con Júpiter en el Ascendente en Acuario y el regente Saturno en casa 10 y en conjunción con una de las estrellas reales, Antares, tenemos un primer indicador de su inclinación filosófica y de su elevación social. El regente de la casa 9 de la religión es el planeta más fuerte: Venus en Tauro, angular, y aspectando tanto al regente del Ascendente como a la casa 10 de la carrera profesional. Además un Sol (significador del alma) exaltado aspecta directamente la casa 9. El aspecto pleno (según la doctrina hindú) de Saturno tanto a Venus como a la casa 7 explican el celibato.
                          

Analicemos la Parte del Espíritu en su carta. Als ser un nacimiento nocturno calculamos el arco del Sol a la Luna (168°50’) y lo añadimos al grado del Ascendente. El Parte del Espíritu cae en este caso en 12°10’ de Leo.
Curiosamente se trata exáctamente del Ascendente de su precursor y mentor Juan Pablo. Si analizamos este punto en la carta de Benedicto XVI, nos encontramos de nuevo con constelaciones muy poderosas:
                         

El regente de la Parte del Daimon se encuentra exaltado y en casa 9, es decir muy fuerte por signo y muy bien configurado en trígono a la Parte. Se halla en el sextil de Marte, que al ser su dispositor le recibe. La Parte misma se halla en cuadratura de Saturno, lo cual indica un espíritu austero y disciplinado, y posiblemente haya contribuido a que alcanzara la cumbre a una edad avanzada. Por lo demás es el regente del Ascendente, de modo que no debemos de considerar esta aspecto tan maléfico. Venus también aspecta desde la casa 10. Como hemos visto se trata del regente de casa 9 desde el Ascendente, lo cual es muy coherente.
Este es un ejemplo de un espíritu fuerte, con gran voluntad y ambición personal, y con una gran fé en lo que hace.

Las Partes de los planetas y de la Exaltación

Además de la Parte de la Fortuna y del Espíritu existen otras cinco Partes que son atribuidas a los cinco planetas clásicos, de Mercurio a Saturno. Al contrario de las otras Partes, éstas no se construyen en base a dos planetas, sino que se calculan con el planeta en cuestión y con Fortuna o Daimon, según el caso.
En el caso de las Partes de los planetas benéficos, Júpiter y Venus, el primer significador es la Parte del Espíritu, y el segundo significador el planeta en cuestión. En las Partes de los maléficos Saturno y Marte, así como de Mercurio, el primer significador es el planeta pertinente, y el segundo significador es Fortuna.
Estas Partes y su dirección indican experiencias relacionadas con los planetas, que pueden considerarse clave para la evolución personal del nativo.
Vettius Valens (siglo II d.C.) describe un punto sensible que denomina Exaltación de la natividad. Es construido al modo de una Parte, solo que uno de los significadores es la  exaltación del Sol o de la Luna. El otro significador es respectivamente el Sol (en carta diurna) o la Luna (en carta nocturna).

Otras Partes importantes
Hay una serie de Partes que representan a los diferentes miembros de la familia: madre, padre, hermanos, hijos etc.
La fortuna de estas personas, así como el nacimiento de hermanos o de los propios hijos puede deducirse de las direcciones de estas Partes. La Parte del matrimonio y su dirección nos dan información adicional sobre la vida de pareja y el matrimonio, indicando sobre todo el posible momento de la boda.
La tabla adjunta la final contiene una selección de otras Partes referentes a diversos asuntos, que pueden ser de interés en la práctica, y que  según mi experiencia dan buenos resultados. Estas Partes se refieren a asuntos como enfermedad, infortunio, compra de casas, profesión o la vida religiosa.
En algunos casos la lista incluye Partes avaladas por la tradición, pero que aún necesitan de comprobación. En el caso de la Parte de os hermanos me he permitido añadir una Parte onstruida por mí, que resulta funcionar considerablemente mejor que la Parte de os hermanos tradicional.

La dirección de las Partes
Tal vez la técnica de pronóstico más importante de la astrología clásica sea la de las direcciones, especialmente las direcciones primarias del Hyleg. Sobre todo las direcciones del Ascendente son indispensables para conocer las principales oportunidades y crisis en la vida de una persona.
También se calculaban las direcciones de la Parte de la Fortuna, en su función de Hyleg. De ello podemos deducir la posibilidad, en principio, de calcular direcciones para cualquier Parte, y de que estas direcciones ofrezcan eventos importantes relacionados con el asunto significado por la Parte.
En el Libro Complido Ali ben Ragel  nos confirma esta aplicación de la técnica en la siguiente anecdota:
Un anciano le trae a Ali ben Ragel una carta natal para que la interprete, diciendo que es la carta de su hijo. Abolabez, un colega del autor, mira la carta y opina que no puede ser la carta del hijo, ya que el padre del nativo debió morir en el mismo año en que éste nació. A la pregunta de cómo llega a esa conclusión, Abolabez responde que la Parte del padre, hallándose en la casa 11, que es la de la muerte de los padres, se halla en oposición a Marte y a un grado de distancia de Saturno. A lo cual el cliente confiesa que se trata de la carta de su nieto, y que el padre murió tal como dijo el astrólogo.
El grado de diferencia entre la Parte y Saturno corresponde a un año de vida del nativo. Al comienzo del capítulo Ali ben Ragel escribe explícitamente:

„Harás atacir a la Parte del padre y a la de la madre, o harás atacir al Sol de día y a Saturno de noche para saber del padre, y a la Luna de noche y a Venus de día para saber de la madre, y llevarás estos atacires siguiendo los grados de las ascensiones hasta las cuadraturas y las oposiciones, dando a cada grado un año.“

El principio de las direcciones primarias


Como se puede apreciar en la figura adjunta, por efecto de la rotación terrestre se desplazan el  meridiano y el horizonte a lo largo del ecuador celeste. A causa de esto el Medio Cielo y el Ascendente se mueven sobre la eclíptica.
Cada grado de movimiento sobre el ecuador celeste corresponde a un año en la vida del nativo. Es lo que los antiguos denominan «los grados de las ascensiones».
El arco sobre la eclíptica que recorre el Ascendente en un tiempo dado depende de la latitud geográfica del lugar. Esta también se denomina altura polar del Ascendente. La altura polar del Medio Cielo es igual a cero: equivalente al horizonte de un lugar sobre el ecuador (latitud cero), perpendicular al mismo.
Para dirigir un factor de la carta que se halle entre el As. (o Des.) y el MC (o BC) debemos de hacerlo bajo su propia altura polar. Es decir, debemos calcular la latitud geográfica correspondiente a la posición de ese factor.
He programado una tabla de cálculo con Microsoft Excel, la cual calcula para cada Parte unas coordenadas geográficas correspondientes, que permiten expresar el factor como si fuera un Ascendente, de modo que dirigiendo este Ascendente hallamos las direcciones correctas de la Parte en cuestión. Este pequeño programa puede ser adquirido durante el Congreso Ibérico.
En esta tabla de cálculo solo hay que rellenar las casillas con la fecha y la hora sideral de nacimiento, las coordenadas del lugar de nacimiento, y la longitud eclíptica del Ascendente y de los planetas. La tabla calcula automáticamente la posición eclíptica de las diferentes Partes, así como un par de coordenadas geográficas pertenecientes a cada Parte. A continuación iniciamos nuestro programa de astrología, y sustituimos, en la máscara para los datos de nacimiento, las coordenadas del lugar de nacimiento por las coordenadas de la Parte que nos interesa, dejando exáctamente igual los demás datos de nacimiento.
Si rellenamos las casillas con los datos de Jeanne K. Rowling, en la tabla nos dará para la Parte de la Fortuna los siguientes datos :
                              

La posición eclíptica de la Parte de la Fortuna es 214°07’, lo cual equivale a 4°07’ de Escorpio (210° de los siete signos que hay de Aries a Libra, más 4°07’ de Escorpio). Las siguientes dos columnas nos dan una latitud (o altura polar) de 25°06’ Norte, y la longitud de 40°26’ Este (O para Este, W para Oeste en el gráfico).

                             

Sustituyendo las coordenadas del lugar de nacimiento por estos nuevos valores, obtenemos el horóscopo con el Ascendente exáctamente en el lugar de la Parte de la Fortuna. Esta carta ya se mostró más arriba. Como la latitud equivale a la altura polar de la Parte, las direcciones de este Ascendente corresponden a las direcciones de la Parte de la Fortuna.
Pero antes echemos un vistazo a las progresiones secundarias y a la dirección primaria del  Ascendente, calculadas para Agosto de 1996, mes en el que Rowling encontró un editor para su libro. Al año siguiente saldría a la venta la primera novela de Harry Potter.
                        

Vemos que Venus, regente de casa dos, ha progresado hasta el Ascendente radical. Al mismo tiempo, el Ascendente dirigido, que está pasando al término de Júpiter, está a punto de llegar al Sextil de Venus (el programa con el que se han calculado las cartas, dirige el Ascendente con la clave de Naibod; con la clave de 1°=1 año el Ascendente se acerca más a este sextil de lo que muestra el gráfico). Marte, regente de Fortuna y de casa 3 (publicaciones) hace a su vez un sextil exacto a Venus. El Medio Cielo dirigido está en conjunción con Mercurio progresado, lo cual es interesante porque Mercurio se ha vulto directo pocos años antes, precisamente cuando Rowling empezó a escribir la primera novela, y aún progresa más lento que el MC.

                         

Si dirigimos la Parte de la Fortuna con ayuda del horóscopo auxiliar que hemos calculado, hallamos que acaba de cambiar al signo de Sagitario. Esto significa que en todos los años de precariedad que tuvo que pasar nuestra autora – a lavez que desarrolla su idea - la Parte de la Fortuna estaba pasando por el término de Saturno, regente de casa 5 (creatividad) pero planeta opuesto a los significadores principales de dinero y ganancias en la carta. Ahora se encuentra en término de Júpiter, y acaba de formar una oposición al mismo, corroborando que en esta fase de su vida sus problemas financieros iban a solucionarse.

La interpretación de las direcciones

Las direcciones de las Partes son indicadoras de acontecimientos relacionados con los asuntos de la Parte.  Así por ejemplo la Parte de la madre dirigida nos indicará eventos importantes en la vida de la madre (relevantes para el nativo), o la Parte de los hijos, cuándo será padre o madre el nativo etc. Como las Partes representan asuntos muy específicos, sus direcciones se prestan especialmente para el  pronóstico focalizado de determinados acontecimientos.
Para juzgar bien las direcciones de las Partes, debemos de observar no solo la posición radical de la Parte, sino además la posición de la casa y de los significadores naturales correspondientes.
Son de esperar aquellos acontecimientos que promete esa Parte, cuando por dirección forme los siguientes aspectos:
1. Al dispositor de la Parte en el radical.
2. Al regente de la casa atribuida (p.e. casa 6 y la Parte de la Enfermedad), sobre
    todo en el radical, pero también derivada de la Parte.
3. Al significador natural del asunto (p.e. Venus y la Parte del Matrimonio).
4. Al Ascendente o al regente del Ascendente.
5. A un planeta en aspecto estrecho con la Parte en el radical.
6. Si se trata de Partes referentes a familiares, especialmente las Partes de los
padres, los aspectos con maléficos pueden indicar crisis vitales.
Los aspectos por dirección suelen marcar eventos concretos, en un orbe de un grado. Pero en el caso de las Partes no parecen ocurrir eventos especiales si los planetas aspectados no guardan relación, tal y como definen estas reglas. Esto se debe a que las Partes solo se vinculan a asuntos muy específicos.
Por ejemplo, la Parte del matrimonio hará algún aspecto significativo en la época de la boda o del inicio de una relación cuasi-matrimonial. A lo sumo es de esperar que nos indique también crisis graves que puedan terminar con el matrimonio. Pero el nacimiento de hijos, aunque sea importante para el matrimonio, no vendrá indicado por la dirección de esta Parte, sino de la Parte de los hijos. Por otro lado, las direcciones de una Parte con planetas y factores de la carta neutrales con respecto a esta Parte – es decir que no están cubiertas por estas reglas – pueden pasar desapercibidas.
A la hora de interpretar tales aspectos han de tenerse en cuenta las siguientes reglas:
1. El término en el que se encuentra la Parte dirigida indica una cualidad temporal propicia o desfavorable, sobre cuyo trasfondo hemos de juzgar el aspecto en cuestión.
2. La cualidad del aspecto es secundaria, lo principal es la naturaleza del planeta contactado.
3. El Medio Cielo asociado a la Parte – es decir al Ascendente calculado bajo su
polo – puede desencadenar también eventos (mismas reglas que antes).
4. La progresión secundaria del regente de la Parte, a planetas relevantes (ver
reglas anteriores), puede desencadenar eventos importantes.

                       

En la carta de esta mujer vemos a la Luna en casa 3 en trígono a Venus, ambos planetas húmedos, indicando el probable nacimiento de hermanos menores. El regente Saturno en exilio y al borde del signo indica también las posibles dificultades con algún hermano o hermana.
El punto de los hermanos tradicional no parece dar buenos resultados, por lo cual utilizo un punto derivado de los dos signficadores clásicos para hermanos: Júpiter y Marte. Al tratarse de un nacimiento nocturno tomo el arco desde Marte (planeta nocturno) a Júpiter (planeta diurno). Esto sigue la lógica de construcción de las Partes en la astrología hermética. La Parte de los hermanos así calculada se sitúa a 11°49’ de Escorpio. Al ser un signo de agua y estar du regente en conjunción a Júpiter, corrobora el nacimiento de hermanos.

                                  

Veamos ahora las direcciones de cuando nacen estos hermanos:
La primera hermana nace el 21 de Mayo de 1981, cuando la Parte de los hermanos está en orbe de una oposición con Venus (ver gráfico), planeta que de por sí está en aspecto muy exacto con la Parte de los hermanos. Venus es un planeta femenino, indicando el nacimiento de una hermana.






                                  

Al llegar la Parte de los hermanos a la Luna, planeta situado en casa 3, nace otra hermana, el 31 de Agosto de 1985. De nuevo se tata de un planeta femenino, y relacionado con el asunto por su posición en casa 3.
Cuando la Parte de los hermanos llega por dirección a la cuadraatura de Saturno, es de esperar algún evento importante. No descartaría el nacimiento de un hermano, al ser regente de la casa 3. Pero tratándose de un maléfico mal dispuesto y de una aspecto de cuadratura, podrían manifestarse ciertas dificultades indicadas por este planeta. Lo que ocurrió fue un grave deterioro de la relación con la hermana menor, la cual a su vez pasó una época difícil a causa de desarrollar una adicción a la heroina. Es de notar también que la Parte dirigida se halla en orbe de conjunción con Neptuno. Una vez superado este aspecto, y estando la Parte ya en término de Júpiter, la hermana superó su crisis, aunque la relación entre ambas permanece difícil.
                                  

Al llegar la dirección al trigono de Marte, su regente, nace  finalmente un hermano. Marte es planeta masculino y en signo masculino. Al mismo tiempo vemos a Marte progresado en conjunción con Júpiter. Aunque es un indicador más, esta progresión indica sobre todo el exitoso fin de carrera de le nativa (Marte es regente del Ascendente, situado muy fuerte en casa 10).
Para terminar, mostraré un caso de dirección con la Parte del Infortunio.
En la carta radical de esta mujer encontramos al Ascendente y a su regente en estrecha conjunción con Saturno, situado en un grado crítico, y aspectado por Marte. Desde la Parte de la Fortuna, Marte se encuentra como regente de casa 1 en casa 8. Tuvo un grave accidente al atropellarla un coche, sufriendo varias fracturas en ambas piernas (signo de Sagitario) que conllevaron un sinfín de operaciones. La final pudo recuperarse, gracias a una buena atención médica y al optimismo y la vitalidad de la nativa.
                                   

La Parte del Infortunio se halla a 16°52’ de Cáncer (casa 8), en oposición exacta a Mercurio, el dispositor de Marte. Su regente (Luna) se halla en casa 3 y en conjunción a la Cola del Dragón, indicando el peligro de accidentes de tráfico. El dispositor de esta constelación a su vez es Saturno sobre el Ascendente.






                                        

El accidente tuvo lugar en Agosto del 1998. Al dirigir la Parte del Infortunio la encontramos en el grado 27° de Virgo, en término de Marte, y aspectando de cuadratura tanto al Ascendente como a su regente. Estos se encuentran en la casa 6 desde Infortunio, relacionada con los accidentes. El caso pone muy bien de manifiesto la regla arriba expresada: la Parte del Infortunio promete calamidades, oaccidentes, y el aspecto a los significadores principales de la nativa, el Ascendente y su regente, hace manifiesta esta tendencia.
El Ascendente dirigido se halla a 11° de Piscis, lo cual sugiere una ligera corrección de la hora, haciendo más exacto el aspecto que se produce a Marte radical y a Marte progresado, que se encuentra exáctamente en su posición natal. Sin embargo esta corrección no repercutiría en los aspectos que produce por dirección la Parte del Infortunio. El aspecto al regente del Ascendente sería incluso más exacto, tomando la clave direccional de 1° por año.
Esta técnica puede ser de gran utilidad a la hora de pronosticar determinados eventos, como el nacimientos de hijos - o la pregunta de si serán hijos varones o serán hijas - el momento de contraer matrimonio, la compra de un immueble o algún cambio importante en la vida profesional etc. Evidentemente debemos de contrastar estas direcciones con las demás direcciones y progresiones del Ascendente y de los planetas, así como las fases y subfases planetarias vigentes en el momento. La dirección de las Partes sirve para puntualizar y corroborar el tipo de evento, en el marco de las técnicas de pronóstico más generales.













sábado, 20 de diciembre de 2014

Sobre si el nativo sobrevive a la infancia, según Albohali.











Sobre si el nativo sobrevive la infancia.



El primer punto a considerar en una carta natal de un infante , segun Albohali, es si el nativo llegara a la edad madura o no. Como todos sabemos la mortalidad infantil es un fenomeno frecuente en los primeros años, y en los tiempos medievales era aun mas frecuente , por eso no ha de extrañarnos que esta sea la primera consideracion que se haga.

Para juzgar las posibilidades de supervivencia se considera los regentes de la triplicidad del Ascendente , los regentes de la triplicidad del Sol, en carta diurna, o los de la Luna en carta nocturna, los regentes de la triplicidad del signo en el que cae la Luna Nueva o Llena anterior al nacimiento ( se toma la mas cercana) . Tambien entran en consideracion Jupiter y Venus, asi como los planetas diurnos si la natividad es diurna , o los nocturnos si es nocturna.

Se empieza con los regentes de la triplicidad del Ascendente ( primer y segundo regente) . Si uno de ellos esta en el Ascendente , el MC , la casa XI o la casa IV, libre de impedimentos y de los astros maleficos, es una indicacion fuerte de sobrevivencia.

Pero si ambos regentes de la triplicidad del Ascendente estan cadentes e impedidos por los astros maleficos, mira los regentes de la triplicidad del Sol si es carta diurna, o los de la Luna , si nocturna. Si estan en buenos signos, libres de impedimentos y de los aspectos de las infortunas, significa que sobrevive.

Pero si estos tambien estan impedidos y en malas casas , considera los regentes de la triplicidad del signo de la Parte de la Fortuna. Si estan en buena casa, libre de impedimentos, y el Sol aspecta la Parte de la Fortuna de dia , o la Luna la aspecta de noche, significa que sobrevive.

Si aun estos tambien estan impedidos y en malas casas, considera entonces los regentes de la triplicidad del signo de la Luna Nueva o la Luna Llena que haya precedido el nacimiento ( la mas cercana de las dos ). Si estan en casas angulares o sucedentes , sin impedimentos de los maleficos , significa que sobrevive.

Pero si aun estan impedidos y en malas casas, mira a Jupiter o Venus, porque si uno de ellos esta en angulo o en casa sucedente, libre de impedimentos y aspectos de los maleficos, significa que sobrevive.

Si ambos Venus y Jupiter estan impedidos y en malas casas, mira a la Luna. Si esta libre de maleficos e impedimentos, y si hay un planeta diurno en el ASC o en el MC en carta diurna, o un planeta nocturno en carta nocturna, significa que sobrevive.

Si la Luna esta impedida y en una casa inapropiada, considera que planeta tiene mayor dignidad entre los regentes de la triplicidad del ASC, del Sol para carta diurna, o de la Luna para nocturna, de los regentes de la triplicidad del Parte de la Fortuna, y de los regentes de la triplicidad de la Luna Nueva o Llena anterior al nacimiento ( la mas cercana) . Si esta en casa angular o sucedente, libre de malos aspectos de las infortunas e impedimentos, significa que sobrevive. Pero si todos los anteriores estan impedidos y en casas maleficas, significa poca posibilidad de sobrevivir, impedimento y vida breve.

El nativo vivira por el mismo numero de dias , meses o años que grados hay entre el planeta que es Almuten del nativo y los maleficos. En breve, si el Almuten del nativo esta cadente, y el grado del Ascendente y la Luna aplican a los maleficos, el nativo vivira el mismo numero de dias , meses o años que hayan entre el grado del Ascendente y los maleficos.

De la misma manera, si el grado del Sol o la Luna esta en conjucion, cuadratura, u oposicion a una infortuna, y hay pocos grados entre ellos, el nativo vivira por tantos dias, meses o años de acuerdo al numero de grados entre ellos. Similarmente, si el Luminar regente( Sol de dia , Luna de noche) se encuentra en conjucion, cuadratura u oposicion a los maleficos, significa una vida breve a menos que un benefico fuerte le aspecte.

Si la Luna esta sitiada por dos maleficos, de los cuales uno esta en el ASC y el otro en el MC, y en especial cuando hay un malefico cerca de un angulo, y la Luna esta impedida en uno de los angulos, esto significa una vida corta. Mas alla de todo esto, cuando los regentes de la triplicidad del ASC, Sol , Luna , Parte de la Fortuna, y signo de la Luna LLena o Nueva segun convenga, estan impedidos de cualquier manera, en adicion a estar en casas cadentes, significa que sobrevive pero con mucho trabajo y dificultad.

Cuando el primer y segundo regente de la triplicidad del Ascendente estan cadentes e impedidos, significa poca duracion de la vida del nativo, especialmente si Saturno esta en un angulo en una natividad nocturna o Marte en una diurna. Pero si la Luna es recibida, significa que se criara, que los hombres seran benevolentes con el nativo, muchos hermanos , aliados y amigos. Si no es recibida , entonces es lo contrario. Tambien cuando el Parte de la Fortuna esta con la Luna, y Venus le aspecta en natividades nocturnas , o Jupiter en diurnas, significa buena crianza , especialmente si la Parte de la Fortuna esta en buena casa.

Tambien si un planeta que significa la posibilidad de sobrevivir esta oriental y en un signo masculino en natividad diurna, o femenino en nocturna, su fuerza sera mayor y su testimonio de la sobreviviencia del nativo, mas veraz.

Cuando el ASC y su regente estan impedidos , al igual que la Luna y su dispositor, significa una vida breve y pasajera, con una muerte rapida. Y esto ocurrira particularmente en un año cuando la profeccion del año llegue a un angulo donde este un malefico.

Si el nativo sobrevive el primer año de vida, y ves que tiene una natividad que significa una corta duracion de vida, dirige el Ascendente a la conjuncion, cuadratura u oposicion de los maleficos, a razon de un signo por mes.



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viernes, 19 de diciembre de 2014

Una reflexión sobre la Astrología.







Los astrólogos somos interpretadores de símbolos, o sea que no tenemos ningún poder clarividente.

Lo que ocurre a veces es que una interpretación certera puede parecer algo mágico.

Y es que lo mágico consiste en percibir que  hay una relación de causa - efecto entre lo que llamamos macrocosmos y  microcosmos.

Es pues importante notar ese matiz.

Las reglas de la Astrología están escritas desde hace mucho tiempo y quién entra a descubrir ese mundo lleno de simbolismo, enseguida se da cuenta de que lo que ocurre no es obra de la casualidad.

Lo que un@ haga después va a ser responsabilidad suya.

Quién se dedica a estas cosas obviamente tiene un poder, el poder que da saber interpretar símbolos, ninguno más.

La intención que subyace tras la práctica de este  arte - ciencia,  también es responsabilidad de cada cual.

Y con esta cita acabo  la reflexión : "  tal farás, tal trobarás ", que dicen en catalán...... " tal harás, tal encontrarás ".

Me gustan las citas que  no contienen moralina.




Biografía literaria de Alfonso X, el Sabio. Por Francisco Bautista Pérez.










Biografía literaria

 

Alfonso X (1221-1284) heredó unidos los reinos de León y Castilla a la muerte de su padre, Fernando III, en 1252. A tal unión, que ya no se disolvería, Fernando III había agregado nuevos territorios en el sur de la Península Ibérica, conquistados a los musulmanes, que incluían Córdoba, Murcia y Sevilla, y el propio Alfonso había participado, junto a su padre, en la toma de estas dos últimas ciudades. Poco se sabe acerca de su formación, pero puede al menos detallarse el nombre de algunos intelectuales ligados a él desde su juventud. Jacobo de Junta, un importante hombre de leyes, le dedicó siendo infante las Flores de derecho, según afirma un prólogo a esta obra. Pedro Gallego, autor de algunos textos científicos, fue su confesor, y recibió el obispado de Murcia a la conquista de esta ciudad. Parece haber sido el destinatario de un ars dictaminis a cargo de Pedro de Provenza en 1252, lo que podría indicar que este importante personaje tuvo parte en su educación. Por fin, uno de los colaboradores más activos y relevantes de Alfonso, Judá ben Moisés ha-Cohen, figura ligado a él al menos desde 1243, como informa el prólogo al Lapidario. Por lo demás, Fernando III parece haber cuidado en detalle la educación de sus hijos y, uno de ellos, el infante Felipe, estudió en París con San Alberto Magno. Cabe así la posibilidad también de que Rodrigo Jiménez de Rada participara en la formación de Alfonso, aunque ello no pasa de ser, a falta de datos al respecto, una mera conjetura.
A su subida al trono, Alfonso X heredaba el reino más importante de la Península Ibérica, y lo hacía en unas circunstancias de indudable optimismo, por las cuales parecía que se estaba llegando al cumplimiento de un destino histórico, sin duda relacionado con una ideología que pretendía recobrar la forma y el esplendor del poder visigodo desaparecido a comienzos del siglo VIII con la invasión musulmana. Se trata de una percepción que sin duda debió de favorecer el amplio programa cultural puesto en marcha por el rey ya desde los inicios de su reinado, cuyos pilares fueron, en principio, la ciencia (incluyendo astronomía, astrología y magia) y el derecho, incorporándose después la historia y la poesía. Este proyecto está gobernado por la idea de la difusión de los textos y su aprovechamiento por parte de los súbditos, algo que trataba de propiciar una visión favorable de tal programa en base a su implícito carácter benéfico. Es por ello que la lengua fundamental en dicho programa fue el romance castellano, algo encaminado también a dotar de una identidad textual, por decirlo así, a sus destinatarios. Sin embargo, no es fácil determinar con exactitud cuál fuera la audiencia real de los textos y tampoco cuáles hayan sido las condiciones concretas de la recepción de la obra alfonsí. En todo caso, debe tenerse en cuenta que el rey aspiró no sólo a lograr una recepción inmediata, sino también a proporcionar un legado cultural para su propio reino, como muestra su cuidado en encargar ejemplares de sus obras, y en este sentido no cabe duda de que logró su objetivo, pues su obra constituye la base lingüística e intelectual de la cultura en castellano.
En lo político, el optimismo con el que Alfonso X accedió al trono de León y Castilla no se vio refrendado por el curso de los hechos. La enorme expansión territorial y los problemas estructurales y sociales que acarreaba precisarían de mucho tiempo antes de que pudiera alcanzarse ese destino histórico soñado por el rey, y que sólo se lograría, bajo premisas muy distintas ciertamente, con los Reyes Católicos. Varias revueltas nobiliarias, crisis económicas endémicas, paralización de las conquistas territoriales y un azar no siempre favorable dan una imagen de su reinado un tanto sombría, aunque la valoración histórica de Alfonso X debe permanecer sin duda abierta al debate. Por otro lado, Alfonso fue elegido Rey de Romanos en 1256 y propuesto como candidato al Imperio, aunque no llegó a obtener esta dignidad. En el momento más propicio, el de su elección por las ciudades italianas, el rey no pareció dar demasiada importancia a estos hechos, y cuando lo hizo, diez o quince años después, fue demasiado tarde, obligado a renunciar a sus aspiraciones por el papa Gregorio IX en 1275. Ello supuso una indudable decepción para el rey, aunque el revés más doloroso y significativo en sus planes fue la muerte, en ese mismo año, de su heredero, Fernando de la Cerda, con quien estaba estrechamente unido. Este imprevisto dio lugar a un complejo y conflictivo proceso de sucesión, en el que acabó triunfando el partido que apoyaba al infante Sancho, el segundo hijo del rey, en torno a quien se agruparon los sectores más descontentos con Alfonso. En 1282 se inició una guerra civil que confinó al rey en Sevilla, donde moriría en 1284.
Como observó Antonio G. Solalinde, uno de los mayores especialistas en la obra alfonsí, la biografía del rey, al menos con los datos de que disponemos, no permite intuir ni presuponer el extraordinario impulso que dio a la cultura. Esta consideración, por sencilla que sea, apunta a una cierta distancia entre los hechos y los textos, e invita también a entender la obra de Alfonso X como un proyecto con una ineludible raigambre histórica pero sin circunscribirlo estrechamente a los vaivenes o conflictos inmediatos de su reinado. En otras palabras, parece que el proyecto alfonsí se gestó con una mirada a largo plazo, por lo que no es susceptible de una contextualización puntual o unidireccional. Y quizá valga la pena no perder de vista este aspecto a la hora de interpretar los textos y sus variaciones. Por ejemplo, uno de los rasgos más característicos de la producción alfonsí estriba en que nos ha legado, en varias ocasiones, diversas redacciones de una obra. En este sentido, y aunque las revisiones tengan que ver en algunos casos con los problemas políticos enfrentados por el rey, tampoco debe olvidarse que la mejora de los textos fue una exigencia constante para éste. De esa forma, es posible que la revisión de las obras tenga que ver también en otras ocasiones con la necesidad de adaptarlas a la imagen ideal del proyecto que las sostenía.
La producción cultural de Alfonso X puede agruparse en torno a varios bloques: obras científicas y paracientíficas, obras doctrinales y didácticas, obras legales, historiografía y poesía. En general, tiene una eminente vocación práctica y constituye, en su conjunto, un magnífico elogio del saber, como una condición liberadora, que puede llevar al hombre a coronar con éxito todas sus iniciativas. Se encuentra encaminada a conocer y actuar sobre la naturaleza y el destino (ciencia), a ofrecer una serie de consejos sobre moral y conducta (didactismo), a sentar las bases de una organización social fundamentada en el bien común (obras legales) y a proporcionar los pilares de una identidad colectiva y de una conciencia histórica (historiografía). No todos los textos son reductibles a este esquema, pues hay algunos, como los poéticos, que tienen que ver con prácticas cortesanas que no son exclusivas del contexto alfonsí, aunque la inclinación mariana del rey, con sus Cantigas de Santa Maria, resulta bastante singular. Tampoco es sencillo saber qué líneas de fuerza ligan los diversos componentes de este proyecto, pues no existen indicaciones al respecto en los textos. Cabe adelantar, de forma tentativa, que su coherencia no sólo debe buscarse en argumentos internos, sino en las necesidades históricas que Alfonso X quiso cubrir para su reino.

El rey y sus colaboradores

Aunque el mecenazgo artístico y literario de la realeza es un hecho bien documentado y conocido, con importancia creciente a partir del siglo XII, la forma en que Alfonso X se encargó de impulsar la cultura tiene unos rasgos netamente distintivos. Como señaló la investigadora Evelyn S. Procter, en la que es aún una de las mejores visiones de conjunto de la producción alfonsí, la corte de Alfonso se singulariza frente a otras próximas, como la de Federico II en Sicilia, por el uso de la lengua vernácula y por la existencia, implícita al menos, de un programa cultural destinado a proporcionar una serie de obras de referencia. Además, como indica esta misma estudiosa, la posición de Alfonso como mecenas presenta igualmente caracteres propios: las obras no fueron, por lo general, elaboradas por tal o cual autor, que después las dedicaba al rey, sino que parecen haber sido el fruto de un esfuerzo colectivo, de labores en equipo, llevadas a cabo bajo la supervisión, más o menos directa, del propio rey. Es en la definición del papel desempeñado por Alfonso donde resulta más difícil ofrecer precisiones. El prólogo al Libro de la ochava espera afirma que el rey revisó el resultado final, aunque no está claro si se refiere a los contenidos o al lenguaje. Más allá de esta declaración, se diría que Alfonso tuvo un estrecho contacto con sus colaboradores y que fue en buena medida responsable del diseño global de su producción, así como del diseño general de las obras más importantes y originales, como las históricas, las legales, las compilaciones mágicas o las Cantigas de Santa Maria. Para las obras más técnicas, como las Tablas alfonsíes, cabe suponerle una intervención menos decisiva. En este sentido, parece que Alfonso decidió el comienzo de las observaciones astronómicas y sus objetivos, pero no tuvo una implicación directa en ellas, pues tales observaciones se llevaron a cabo en Toledo entre 1262 y 1272, y el rey residió en Sevilla entre 1260 y 1268.
Hacia esa forma de dirección y supervisión general apunta, en efecto, un conocido pasaje incluido en la General estoria, donde se explica el sentido de una afirmación como la de que el rey hace un libro: «el rey faze un libro non porque él escriva con sus manos, mas porque compone las razones d'él, e las enmienda e yegua e enderesça, e muestra la manera de cómo se deven fazer, e desí escrívelas qui él manda; peró por esto dezimos por esta razón que él faze el libro». Don Juan Manuel escribió que el rey encontraba tiempo para dialogar con sus intelectuales, y para planear sus obras con ellos. Uno de sus colaboradores, Bernardo de Brihuega, nos ha dejado un precioso testimonio de la exigencia del rey, que afecta también a la definición de sus tareas, pues parece que se encargaba de supervisar los materiales con los que se redactaban sus obras, con el objetivo, típicamente alfonsí, de que fueran lo más completas posibles. Dice Bernardo que nadie debe maravillarse si ha acabado escribiendo varios volúmenes sobre las vidas de los mártires y los santos, obra que ha emprendido por encargo del rey, pues éste le hizo reunir muchos libros, y aun después de ello, le obligó a recorrer su reino en otras dos ocasiones en busca de varios textos más que faltaban en su obra. Por otro lado, han llegado hasta nosotros dos documentos de 1270 en que Alfonso reconoce que los monasterios de Nájera y Albelda le han prestado una serie de libros, que parecen en general ligados a sus intereses históricos y legales, y confirma que los devolverá cuando se haya procurado una copia de los mismos.
Ahora bien, la obra alfonsí es una obra de equipo, y resulta inimaginable sin los colaboradores. Desafortunadamente, sólo conocemos bien los nombres y el trabajo de los colaboradores científicos y de algunos de los traductores. Entre los colaboradores científicos destacan especialmente dos, ambos judíos: Judá ben Moisés ha-Cohen e Isaac ben Sid. El primero, ligado a Alfonso desde su juventud, al menos desde 1243, parece haber tenido una importancia decisiva en las obras astrológicas y mágicas, y estuvo implicado en casi todos los textos en estos dos campos. Su perfil intelectual es el que hoy conocemos mejor, merced en especial a los trabajos de Gerold Hilty. Participó, junto a Isaac ben Sid, en la elaboración de las Tablas alfonsíes, aunque su tarea en esta obra ha sido caracterizada por Julio Samsó como la de un astrónomo de biblioteca. Isaac ben Sid fue, en cambio, el científico de Alfonso X: a él se debe en su mayor parte la traducción de los tratados sobre instrumentos y la redacción de aquellos para los que no existían originales árabes disponibles. Es posible que desarrollara el Tratado del cuadrante señero, para el que no se han descubierto fuentes posibles. Y copió, en 1268, un manuscrito árabe sobre autómatas, quizá construyendo algunos de los mecanismos que en él se detallan. La actuación de estos dos intelectuales fue sin duda brillante. En torno a ellos se sitúan otros colaboradores, que en unas ocasiones trabajaron a su lado y en otras de forma independiente. Con alguna excepción, su perfil intelectual es más difuso. Sólo en el caso de Álvaro de Oviedo, que llevó a cabo la primera traducción al latín del Libro conplido en los iudizios de las estrellas, nos ha llegado una obra personal, y sabemos que trabajó, hacia 1280-1290, para el arzobispo de Toledo, Gonzalo Pérez Gudiel. Es sin duda un individuo que merece un trabajo monográfico, pues puede revelar aspectos interesantes del entorno alfonsí y su relación con otros proyectos contemporáneos.
Mientras que para el caso de las obras científicas y de ciertas traducciones disponemos de estos datos y nombres, para el resto de la producción alfonsí debemos movernos entre conjeturas. Este hecho no parece casual, pero no resulta fácil de explicar. Se diría que los conocimientos técnicos requeridos por los textos científicos propiciaron la mención de sus responsables directos, y también parece que en la mayor parte de las traducciones del árabe se hizo consignar el nombre del traductor o traductores. No así para los textos de raigambre latina, que constituye el fondo cultural de donde proceden las obras legales, historiográficas y poéticas, y que el rey asume sin distancia. En todo caso, pueden ofrecerse algunos nombres que seguramente estuvieron implicados en estos trabajos, aunque sus tareas concretas no puedan delimitarse en la mayoría de los casos. Es muy posible que Jacobo de Junta, que habría dedicado al joven Alfonso las Flores de derecho, tuviera un peso importante en la producción legislativa. Lo mismo se ha sugerido a propósito de Fernando de Zamora, autor de un tratado sobre derecho procesal, y que participó en varias misiones diplomáticas de Alfonso. Por último, un tal maestro Roldán, de quien no se tienen más datos, compuso por orden del rey el Ordenamiento de las tafurerías en 1276, y cabe pensar que participara en otras obras legales.
En cuanto a los textos históricos, sólo dos nombres pueden rescatarse. El de Bernardo de Brihuega, a quien el rey encargó una compilación sobre las vidas de los apóstoles, los mártires y los santos, compilación que está íntimamente conectada con la General estoria. Es probable que el propio Bernardo haya participado en otras fases de esta obra, quizá desde un momento muy temprano, o en otros textos, pues el rey le hizo una donación en Sevilla en 1256. Por otro lado, Juan Gil de Zamora compuso en 1278 una obra histórica en latín para la formación del infante Sancho, titulada De preconiis Hispanie, que muestra a veces una estrecha relación con los trabajos del taller historiográfico alfonsí. El propio Juan Gil es autor de una amplia producción, aún por detallar, editar y estudiar en su mayoría, que muestra otras conexiones con las obras alfonsíes, como sucede con su Liber Marie, en la misma tradición de las Cantigas de Santa Maria. Finalmente, en relación con las propias Cantigas, se han rescatado los nombres de Arias Núñez y de un tal Bonamí, aunque de nuevo desconocemos el papel exacto de estos colaboradores. Sabemos que algunos intelectuales estuvieron ligados a la cancillería, como por ejemplo el italiano Egidio de Tebaldis, por lo que resulta muy probable que quienes trabajaran en la redacción de documentos pudieran haberlo hecho en ocasiones también en la copia de textos, o a la inversa. Sin embargo, es preciso constatar que el propio Egidio es un mero traductor (del castellano al latín), y que la redacción de las obras históricas y legales hubo de precisar de una larga dedicación y de unas competencias bastante especializadas, por lo que no parece probable en principio, al menos de forma general y más allá de la posible copia de manuscritos (por ejemplo, Millán Pérez de Ayllón, de la cancillería regia, copia en 1255 el original del Fuero real), un simple trasvase entre la cancillería y el escritorio regio.
Todo ello tiene que ver también con los lugares donde se llevó a cabo la producción alfonsí. Entre todos los que se han aducido (Burgos, Sevilla, Murcia y Toledo), esta última ciudad parece haber tenido un peso muy significativo, y cabe pensar que allí se encontrara el escritorio regio. Toledanos eran varios de los colaboradores alfonsíes, en Toledo se llevaron a cabo las observaciones astronómicas, y allí se documenta la traducción de algunas obras, como el Libro conplido. Que el rey compensara a sus colaboradores en ciertas ocasiones con posesiones en Murcia o Sevilla parece tener que ver con la disponibilidad de tal patrimonio, pero no presupone necesariamente la residencia fija allí de estos individuos. Por otro lado, aunque tenemos constancia de que la revisión del Libro de la ochava espera se llevó a cabo en Burgos en 1276, donde se encontraba el rey, no cabe pensar que todos los colaboradores se desplazaran con él en todo momento, pues algunas obras requerían de una ingente bibliografía, cuya constante movilización resulta inimaginable. Que algunos colaboradores se desplazaran en algún momento con el rey y trataran de algún texto en particular es algo que coincide con el testimonio de don Juan Manuel, pero sólo debió de producirse en casos puntuales o en las fases de concepción o de revisión de los textos. El hecho de que Alfonso X, al reemprender en Sevilla la Estoria de España hacia 1282, lo hiciera a partir de un borrador bastante primitivo y con un acceso muy parcial a las fuentes, apunta a que el escritorio que había producido esta obra años atrás no estaba de hecho en Sevilla. Las referencias del propio Alfonso en estos años, tanto en su maldición al infante Sancho como en su testamento, a ciertos objetos que habían quedado en Toledo, sugiere que allí se ubicó su escritorio, sólo desplazado a Sevilla a causa de la guerra civil que se inició en 1282 y que confinó al rey en tal ciudad a partir de esa fecha hasta su muerte.

Obra científica

Una preocupación constante del rey, y sin duda distintiva, fue la ciencia, o los diversos discursos que bajo este rótulo pueden agruparse en la Edad Media. El primer texto impulsado por Alfonso del que tenemos noticia fue el Lapidario, rescatado en 1243, cuando contaba con 22 años, y que terminó de traducirse al castellano en 1250. La ciencia alfonsí abarca tres grandes campos: astronomía, astrología y magia. Parte de la tradición científica andalusí, aunque no sólo se compone de traducciones, sino que llegó a alcanzar notables desarrollos originales. Es posible, por otro lado, que deban colocarse también bajo su mecenazgo, como propuso José M.ª Millás Vallicrosa, editor de los textos, las traducciones de dos tratados árabes sobre agricultura, de las que sólo han llegado hasta nosotros algunos fragmentos. La idea motriz de la obra científica alfonsí parece residir en la correspondencia, de amplias resonancias aunque encuadrada en la tradición aristotélica, entre macrocosmos y microcosmos, entre el universo y el hombre. Alfonso X se apoya en esta idea desde una perspectiva práctica, con el objetivo de conocer los secretos del destino y prepararse para afrontarlos en las mejores condiciones, o con el objetivo de transformar la realidad mediante procedimientos mágicos. No debe sorprender en exceso esta confianza en tales proyectos pues, como se ha señalado en más de una ocasión, resulta plenamente coherente con los presupuestos intelectuales de la época. Los textos astrológicos dan la pauta para levantar un horóscopo y para interpretarlo, y la magia alfonsí es en gran medida una magia astral, dirigida fundamentalmente a la construcción de talismanes en las condiciones astrológicas adecuadas.
La producción alfonsí en todos estos dominios es completa y coherente. Encargó la traducción de tres distintos tratados astrológicos (Libro conplido en los iudizios de las estrellas, Libro de las cruzes y Quadripartitum), dos de los cuales (el primero y el tercero) tuvieron una amplísima influencia en Europa a través de traducciones latinas encargadas por el propio Alfonso. Por su parte, los textos mágicos se han conservado muy precariamente, y son conocidos en su mayor parte gracias a traducciones latinas, que tuvieron asimismo una repercusión extraordinaria en la tradición intelectual europea, en especial el Picatrix y el Liber Razielis. Como he señalado antes, Alfonso X ordenó tempranamente la traducción de un Lapidario cuyas fuentes aún no han sido aclaradas. Se trata de un lapidario astrológico, que muestra la relación de las piedras con cada grado de los signos zodiacales, lo que habría de favorecer el aprovechamiento de sus virtudes y propiedades. Junto a este lapidario se conservan otros tres, más breves, pero el Libro de las formas e imágenes, que vendría a ser una summa de esta literatura, se ha perdido, y apenas puede reconstruirse gracias al índice de la obra, lo único que se conserva. Una suerte parecida le cupo al Libro de astromagia, en el que se recogen partes del Picatrix, del Liber Razielis y de otros textos mágicos, y que se ha conservado muy fragmentariamente, pues han llegado hasta nosotros sólo 36 folios. Por fin, Alfonso X ordenó traducir otros textos como una versión de las Cyranides (traducción conservada gracias a una versión francesa del siglo XIV, el Livre des secrez de nature), y el Miftah al-Hikma, un texto de carácter alquímico (traducción conservada también gracias a una versión latina de ella, con el título de Clavis sapientiae).
Las traducciones alfonsíes se relacionan con las formas de trabajo desarrollas en Toledo anteriormente, entre los siglos XII y XIII, y que dieron a conocer en Europa un corpus filosófico y científico trascendental. Como sucedía en aquellos casos, fueron intelectuales judíos quienes llevaron a cabo las versiones del árabe, y con ellos colaboraban maestros cristianos que mientras en el contexto anterior se habían encargado de la redacción latina, en el caso de Alfonso X parecen haberse ocupado de la capitulación de los textos y tal vez de su revisión. Una diferencia de raíz es obviamente la lengua, pues si las traducciones anteriores se sirvieron en todos los casos del latín, el mecenazgo de Alfonso X determinó el uso del castellano. Por lo demás, el rey no parece haberse servido nunca de traducciones latinas anteriores, y el conjunto de su producción en este sentido resulta bastante diferenciado si se compara con ellas, lo que sin duda apunta a que servía a horizontes bien distintos. Los rasgos de todas estas traducciones, en cuanto a su relación con los originales, aún no son bien conocidos, con la excepción del Picatrix, muy bien estudiado desde que el influyente historiador del arte Aby Warburg reparara en este texto a comienzos del pasado siglo. En general, se diría que los traductores actuaron con cierta libertad, resumiendo cuando lo creían oportuno e incorporando diversos materiales nuevos, aunque el más singular de estos textos parece ser el Liber Razielis, un texto de magia cabalística cuya forma se debería a los colaboradores alfonsíes. Desafortunadamente, las grandes compilaciones, el Libro de las formas e imágenes y el Libro de astromagia, en donde cabría esperar la mayor intervención y originalidad, ya que su diseño es plenamente alfonsí, o bien se han perdido o bien se conservan muy deficientemente, lo que dificulta de forma muy grave su estudio.
La parte más canónicamente científica se cifra en la astronomía, centrada en la observación, en el cálculo de las posiciones planetarias y en la determinación de la hora. La investigación astronómica está íntimamente ligada a los intereses astrológicos, ya que en general servía al objeto de obtener de la forma más precisa los datos para levantar un horóscopo. Sin embargo, este interés, por importante que sea, no parece que pueda agotar plenamente las investigaciones de los colaboradores alfonsíes. Alfonso ordenó efectuar una serie de observaciones entre 1262 y 1272, y encargó la construcción de los instrumentos necesarios a tal efecto, en lo que significaría la creación del primer observatorio del occidente cristiano. Tales investigaciones condujeron a la elaboración de unas tablas astronómicas, las Tablas alfonsíes, que sustituyeron a las Tablas toledanas y que se difundieron en toda Europa, dominando este campo hasta Copérnico. Es posible que en la elaboración de las tablas influyeran, al margen de los astrológicos, motivos simbólicos y políticos, como deja ver el hecho de que el punto de partida de las mismas fuera la creación de un parámetro, tomado del inicio del reinado de Alfonso X, al que sus colaboradores denominaron «era alfonsí». Como señaló Jerry Craddock, existe una estrecha relación entre los parámetros de las Tablas y la nota cronológica del segundo prólogo de las Partidas. Asimismo, las obras historiográficas, cuya redacción se inició en este momento, hacia 1270, se basan en una rigurosa y original estructuración cronológica, fundamentada en el señorío, cuyas implicaciones parecen relacionadas con una aguda percepción del tiempo histórico. Al margen de los problemas en la transmisión de las Tablas alfonsíes, y que sólo es de esperar que se resuelvan con el estudio de la tradición manuscrita, aún por hacer, parece hoy fuera de duda que deban atribuirse al impulso de Alfonso X, aunque en su difusión tuviera un papel muy destacado un grupo de astrónomos parisinos que trabajaron sobre ellas en torno a 1320.
Aparte de las Tablas, la astronomía alfonsí ha legado dos importantes obras, que conocemos además a través de dos códices salidos del escritorio regio: los Libros del saber de astronomía (o Libro del saber de astrología, que es el título alfonsí) y un manuscrito, por desgracia muy incompleto y muy poco estudiado, que recoge la traducción de los cánones y tablas del astrónomo Albateni, la de las tablas de Azarquiel y el Tratado del cuadrante señero, conservado fragmentariamente. Los Libros del saber, sin duda la obra científica mejor conocida actualmente, gracias a los trabajos de la escuela barcelonesa de historiadores de la ciencia, constan de 15 tratados, entre los que se cuentan secciones originales (debidas en su mayor parte a Isaac ben Sid, llamado Rabiçag), adaptaciones más o menos libres de textos árabes o traducciones fieles de tratados en esta lengua. El primero, el Libro de la ochava esfera, consiste en una descripción de las estrellas y constituye una revisión muy intervenida de un tratado árabe sobre las constelaciones. El resto forma una completa colección de instrumental astronómico (esfera, astrolabios, ecuatorio, cuadrante y relojes), del cual sólo una pequeña parte está ligada a la observación, mientras que los demás son computadores analógicos, útiles para la construcción de las tablas, pero también necesarios para la actividad astrológica. Por último, se debe al escritorio alfonsí la traducción de una obra astronómica de carácter teórico, que se ha conservado a través de una traducción latina con el título de De configuratione mundi.

Francisco Bautista Pérez


 
 
 

jueves, 18 de diciembre de 2014

Sobre la carta de Sofía de Grecia.











Han salido en los medios, no españoles, noticias sobre la reina Sofía y su " proximidad " con el viudo de la duquesa de Alba



http://quemovida.excite.es/la-reina-sofia-y-alfonso-diez-podrian-estar-juntos-segun-la-prensa-sueca-N46296.html?utm_source=fb&utm_medium=ed&utm_campaign=Facebook:%20ExciteES


A raiz de esos rumores paso a contrastar su tema natal, a ver que indicios encuentro.







El Ascendente por direcciones primarias entra en el término de Júpiter, lo que es un cambio importante pues entra en un espacio benéfico.

Aunque todavía tendrá que esperar a que pase la influencia de la cuadratura con la Parte del infortunio.


Si miramos su R Solar para este año también hay buenos indicios.







La Luna del rádix está en conjunción partil con la Luna de la R. Solar y Júpiter está sobre la Parte de la Fortuna en Leo.

En ese aspecto vería yo una  buena predisposición a una nueva relación.




Según Albubather.






 

Según Albubather 

 

Sobre la significación de las faces de los Signos en la nutrición.

La 1ª faz de Aries significa enfermedades en la nutrición y dolor de piedras, y que aparecerá podredumbre en su carne.

La 2ª faz de Aries multiplicara las enfermedades, pero sanara y se curara de ellas.

El que nace en la 3ª faz de Aries 48 enfermara después de los 5 meses del nacimiento.

El que nace en la 1ª faz de Tauro estará afectado por dolores y enfermedad cuando tuviere año y medio, y le durara hasta cerca del final de su vida. Cuando tenga 30 meses, sufrirá dolencias cálidas. Y cuando tenga 6 años tendrá enfermedades complicadas que agravaran su estado.

El que nace en la segunda faz de Tauro será sano hasta los 7 años, entonces le sobrevendrán enfermedades, pero se librara de ellas, con la venia de Dios.

El nacido en la 1ª faz de Géminis enfermara de grave dolencia por 5 meses a partir del nacimiento. Y cuando fuere de años y medio, caerá de una enfermedad en otra hasta los 3 y medio; entonces cogerá la sarna.

El que naciere en la 2ª faz de Géminis, desde el segundo mes de su vida no se le quitaran las enfermedades hasta el año y medio. Y cuando tuviere 4 años enfermara de grave dolencia, de modo que se temerá por su vida.

Quien naciere en la 1ª faz de Leo, a los 6 meses enfermara y aparecerán en su cuerpo heridas y dolor de piedras, y no se le quitaran hasta llegar a los 7 años de su vida.

Quien naciere en la 2ª y 3ª faz de Leo enfermara durante siete años contados diariamente a partir de su nacimiento.

El que naciere en la 1ª faz de Libra será alimentado con leche de dos nodrizas. Cuando tenga la edad de 3 meses, le sobrevendrán dolencias; cuando hayan pasado 9 meses tendrá hemorragias nasales; cuando llegare a la edad de año y medio enfermara de grave dolencia de la que, cuando sanare, le vendrán dolores de cabeza por dos años, seis meses y veinte días.

El que naciere en la 1ª faz de Escorpio, después de los 5 años será afectado por enfermedades.

El que naciere en la 1ª faz de Sagitario, antes de los 25 meses tendrá enfermedades importantes hasta el punto de temer por su vida; a los 10 meses enfermara de la cabeza; pero será liberado por flujo de vientre. Cuando entrare en el año 10º también enfermara de grave dolencia de la que, si sanare, vivirá mucho.

El que naciere en la 2ª faz de Sagitario, al llegar a los 4 meses de su nacimiento, será afectado por enfermedades. A los 2 años sufrirá una grave enfermedad de la cual si sanare, tendrá larga vida.

El que naciere en la 3ª faz de Sagitario estará afectado de dolores y enfermedades hasta los cuatro meses de su vida y, si curare, vivirá mucho tiempo.

El que naciere en la 1ª faz de Capricornio se dudara de su muerte al llegar a los dos años de su nacimiento.

El que naciere en la 3ª faz de Capricornio, sufrirá una grave enfermedad y tendrá muchas ventosidades, y sus padres morirán y será alimentado por una mujer extraña.

El que naciere en la 1ª faz de Acuario, enfermara a los 10 meses de nacer, y vivirá después de esto y tendrá una buena crianza.

El que naciere en la 2ª faz de Acuario enfermara de dolencia grave a los 6 meses a partir del nacimiento.

El que naciere en la 3ª faz de Acuario, no dejara de estar enfermo hasta los 7 años, luego sanara y su vida será prolongada. 



 http://estudiosastrologicos.blogspot.com.es/2007/05/segn-albubather.html



Se publica la traducción completa de la antología de Vettius Valens

 .       Ayer se publicó en Internet de forma gratuita una traducción completa de la Antología del astrólogo del siglo II Vettius Valens . ...