domingo, 23 de noviembre de 2014

Que es la Astrología clásica ?. Por Giuseppe Bezza.












Giuseppe Bezza

¿Qué es la astrología clásica.



¿Qué significa la astrología clásica? Es un nombre tan adecuado para cualquier período de la astrología? En este caso una respuesta afirmativa es muy difícil de ser dada. Por el contrario, surgen otras cuestiones. ¿Dónde y cuándo nació la astrología? ¿Existía una astrología preclásica? ¿Tuvo un período de oro y una decadencia, y ha astrología en el pasado nunca se ha considerado una ciencia? ¿Puede nuestro conocimiento aceptar la creación, la decadencia y la muerte de una ciencia? ¿Cómo podríamos dar el nombre de la "ciencia" para una semiótica de las apariencias, que parece ser la creación de un pectus animosum, más que de un mens et ratio. Justicia de largo se ha hecho, citando Terencio: mens Mala, animus malus. Pero si queremos seguir adelante y llamar nuestra atención a los textos de los antiguos astrólogos, estaríamos asombrados ante un exceso tal o cual variedad extrema de los procedimientos. Estos procedimientos, todavía disponibles en varias lenguas, griego, latín y textos árabes, legado presumiblemente de un corpus doctrinal egipcio y mesopotámico, pero los antiguos tienen opiniones diferentes.

¿Dónde había nacido esta ciencia sideral  - una ciencia que quería unir la contemplación de la belleza suprema del cielo a las severas leyes de la física basada en las apariencias visuales, casi negar dicotomía dramática de Shelley entre la poesía y la ciencia? A pesar de que podemos discutir el decaimiento de la astrología durante horas, ya que es evidente, no podemos hablar de sus orígenes, porque nosotros no los conocemos. Estamos perplejos cuando escuchamos las declaraciones ingenuas de los antiguos referentes a los inventores de la astrología. Cuando San Agustín llama Atlas magnus astrologus que se remonta a la doctrina euhemeristic que convierte en héroes sabios (La ciudad de Dios XVIII, 39;. Cfr Plinio Nat.Hist II, 31;. VII, 203; Vitruvio VI, 10, 6; Diodoro S. III, 60, 2, IV, 27, 17). Y no sólo Atlas: Urano, Belo, Thoth, Prometeus, Atraeus, Chiro el Centauro también reveló la astrología para el hombre (cfr Jo Chr Heilbronner, Historia Matheseos universae un Mundo condito ad saeculum puesto Chr n XVI, Lipsiae 1742,..... PAGG. 54ff.). San Agustín nos dice que Atlas vivió en la misma época que Moisés, que era, según un Philo, un matemático, astrónomo, geómetra, un músico y un excelente filósofo y aprendió la ciencia del cielo desde los asirios (vita Mosis I, 23). Antes de que Moisés, Abraham enseñó matemáticas y la astronomía a los egipcios, que no sabían nada al respecto (Berossos ap Josefo, Ant jud I, 8, 2;.... Cfr Eusebio, Praep ev IX, 16..). Esos hombres habían recibido la ciencia del cielo a través de una revelación.

Por otra parte, existe una tradición según la cual tanto la astrología y la astronomía son impartidos por los ángeles rebeldes (cfr. Libro de Enoc VIII, 4), pero los griegos creen que esas dos ciencias habían sido revelados por los dioses a "los reyes amaban por la divinidad" (Luciano de astr 1;.. cfr Aquiles Tacio ISAG 1), es decir, por don divino, caelestum munere, como dice Manilio (I, 26).. Revelación de las leyes naturales que produce las estaciones y los cambios de la vegetación, la revelación de la emanación que se extiende de forma natural desde el cielo a cada uno la física y la ley terrenal moral, sea mutua o individual. No podemos dudar de que el hombre percibe una relación tan estrecha entre el cielo y la tierra en épocas remotas. El emperador de China, como el hijo del cielo, fue responsable de los errores de sus ministros ante el cielo. Del mismo modo, cada soberano, en cada momento histórico, siempre ha sentido la necesidad de basar su derecho divino en la observación meticulosa del rito sagrado. Pero de qué manera fue revelado el conocimiento astronómico? Ineludiblemente primitivo, pero también más complejo de lo que podríamos pensar. Si hoy en día todo el mundo sabe que la Tierra gira alrededor del Sol, esta misma noción daña la plena comprensión de los fenómenos aparentes. Astronomía y astrología fue en el pasado un vínculo indisoluble, por lo que se utilizó un término para referirse a la otra sin distinción. Las leyes de la astronomía antigua, desde las esferas excéntricas a la trepidación de la esfera ochenta, eran  leyes físicas , sellos (episema) de una ley celestial, las raíces de la sentencia y la previsión, que eran el objetivo del astrónomo, las Philalethes, el que busca la verdad. Los hombres antiguos, dice Aristóteles, transmitan tales conceptos a sus descendientes, diciendo que estos cuerpos celestes son divinidades, y que la naturaleza es envolvente divinidad. El resto se añadió después, como un mito, con el fin de convencerles de tantas personas como sea posible para imponer obediencia. Si tuviéramos que considerar sólo el contenido de tales creencias, a saber, que las divinidades eran seres superiores, entonces debemos aceptar el hecho de que se habló por Dios ... (1074b metaphysica). ¿Quiénes son estos antiguos hombres, palaitatoi anthropoi? Son, como se lee en Homerus, los habitantes de Troy (Ilias XI, 166) o los contemporáneos de Servio Tulio (Plutarco, de fortuna Rom. 323E)? Creemos que son los anthropoi palaioi, de la que Platón nos dice, los que inventaron los nombres de las cosas (Cratilo 441b), palaioi porque pertenecen a la época de mitos y no se pueden colocar en cualquier dimensión temporal.

Si queremos preguntarnos si, en la tradición occidental, se utilizó un método de predicción completa basada en fenómenos astronómicos primero, podemos decir que Beroso, Epígenes y Critodemos son los astrólogos primero conocidos. Hoy creemos que Critodemos llegó poco antes de que el legendario Petosiris, cuya vida fue transportado desde los historiadores de la ciencia desde la VII a II siglo aC, mientras que, por el contrario, creemos que Critodemos vivió en el siglo III antes de Cristo Por lo tanto, Antíoco, Prassidicos, Timeo, Serapio desde Alejandría, Teukros serían contemporáneos del sacerdote egipcio.

Pero nos gustaría señalar que los astrólogos de la época helenística  subrayan que sus predecesores fueron el archaioi y palaioi. Los primeros son los que primero se ocuparon con la astrología, los últimos son los que lo inventaron  y lo nombraron primero. De los primeros los que conocemos sus nombres y sus vidas, pero de estos últimos que no sabemos nada, que están rodeados por el mito, ellos están en una dimensión "atemporal", como Hermes con mil caras, a la que "nuestros antepasados dedicados las invenciones de su sabiduría "(Jámblico de mysteriis I, 1;. cfr VIII, 4). Se estableció por primera vez los nombres de campo, tales como el nombre de Agathodaimon (bonus genio) al undécimo lugar (V. Valens; Kroll 135,2), es decir, los nombres y las características atribuidas a Hermes Trismegisto (Rhetorius, Catalogus codicum Astrologorum Graecorum VIII / 4 PAGG. 162-174). Tenemos un ejemplo en Hephaestio de Tebas: Pancharius es ni entre los archaioi, ni entre la palaioi, por ser su contemporáneo, pero Porfirio (I, 157,1 Pingree), Antígono de Nikaea (I, 162-163), Doroteo (I, 263,10-11), los sabios egipcios que vinieron antes que él (I, 258,19) se encuentran entre los archaioi. El palaioi son, por el contrario, los primeros que observaron las figuras de las estrellas (Ptolomeo, quadr I, 2;. Boll-Boer 8,9), la naturaleza de los planetas (ibíd .; I, 4; 17, 8; I, 5; 19,24) y las estrellas infalibles (ibid I, 10;. 30,7); palaios es el manuscrito que Ptolomeo tiene en sus manos (ibid I, 21;. 49,14).

Según los astrólogos griegos de la Antigüedad tardía, que vivieron después del siglo II, archaioi son sus predecesores históricos. Aquellos que, a su vez, fundaron su doctrina refiriéndose a palaioi (Hephaestio I, 120,25). Entre los que no hay una figura, la de Petosiris, lo anterior todos palaios (cfr. Escolios en Cl. Ptolemaei Quadripartitum, Wolf pag. 111). Por lo tanto, nos enfrentamos a tres diferentes edades de la astrología: la Antiqui, los Veteres y la novi. Entre la novi hay una figura destacada, no sólo por la integridad de su doctrina o su conocimiento preciso de los movimientos , sino también por su nueva concepción y un nuevo método de predicciones astrológicas. Ptolomeo, en el segundo capítulo del tercer libro de la Quadripartitum Fives los antiguos (archaios) método de predicción consistió en "la calidad mixta de todos o de la mayor parte de los cuerpos celestial, y si alguien quería completarlo con exactitud, sería casi infinita "(BB 109,5-7). Este método de predicción fue el de los egipcios, que "siguió un método rico en configuraciones, por lo que eran infinitos y difíciles de entender" (en Cl. Pto. Enarrator ignoti nominis ..., Wolf pag. 89).

Estos procedimientos diferentes y difíciles de entender (agôgai) de la antigua, como afirma V. Valens (Kroll pag. 242,20) constituyen la tradición de la novi. Muchos astrólogos, como Valens, trataron de explicarlo. Pero mantener su totalidad al antiguo patrón significa mantener su riqueza, sino que también significa hablar su lenguaje, que no es el lenguaje de los filósofos, la de los naturalistas, los científicos. Ptolomeo tiene una actitud diferente: no expresa denegación total hacia la tradición, los términos técnicos que utiliza son los mismos que los utilizados por Veters, y el objetivo de Porfirio es explicar a los contemporáneos (ISAG Lobo pag 181..). Pero, ya que él es un filósofo y científico, prefiere seguir un camino natural, mediante la interpretación de las configuraciones y los movimientos de las estrellas que el conocimiento de la astronomía pone a nuestra disposición "con un método perteneciente a la filosofía" (quadr. I, 1 BB: 3,6-7), a pesar de que podría significar un abandono parcial de la tradición.

Por lo tanto, Ptolomeo es para nosotros la astrologus novissimus. Afirmó que la predicción incluye matemáticas y la física, que son las piezas demostrativas de arte, y de la filosofía, que es su parte conclusiva. Más adelante, la astrología griega que siguió a Ptolomeo continuó teniendo antiguos y nuevos elementos mezclados entre sí. En el siglo IV Paulus de Alejandría siguió a

  Ptolomeo y recompuso su Isagoge, pero no podía olvidar los "sabios egipcios". Hephaestio de Tebas parafraseando la Quadripartitum  ha añadido métodos, opiniones y aforismos de archaioi en cada capítulo. A finales del siglo VI, Rhetorius, quien mostró su conocimiento sobre la pureza del método ptolemaico de predicción, en su Instrucción para la interpretación de belenes (CCAG VIII / 1 PAGG. 243-248), da diferentes autoridades de cada juicio.

Dejemos a los diferentes períodos en que se enseñaba la técnica de predicción astronómica. Entre esos períodos no hay coherencia, el desarrollo histórico es algo contra el desarrollo coherente del pensamiento humano. Durante los fines de la antigüedad, la astrología era considerada la "ciencia matemática que revela la concatenación de destino" (Salustio, de DIIS et Mundo IX, 4) y este concepto sigue siendo el mismo durante muchos siglos: una mezcla de arte y ciencia matemática, no una opinión empírica de que no se tiene constancia de que el contrario es falso. "Cuando millones de hombres han compartido por miles de años la misma opinión, podemos suponer que tal opinión aceptada se basa en hechos positivos, en una larga teoría observaciones  justificadas por los acontecimientos". De una manera similar al conde de Altavilla quería Alicia superior creen en encanto, y por lo que se trató de defender y salvar al creen en las estrellas. Sin embargo, unos dioses de ciencia no necesitan una excusa. Después de la revolución copernicana, entre los siglos XVI y XVII, además de una astrología natural que todavía legítimamente explica figuras y movimientos aparentes de las estrellas y los planetas y reclama para pronosticar los condistions del tiempo, otro tipo de astrología, junto con sus expertos y estudiantes , está fuertemente desacreditada: "lo llaman astrología judiciaria, porque parece que este es un título perjudicial", Neverthless "el objetivo de unas técnicas científicas es conocer sus objetos por el camino de su causa, como dijo el filósofo: est scire rem por cognoscere causam, etc., y tal conocimiento no es más que un silogismo, donde uno puede deduce la conclusión y de la sentencia desconocido de las preposiciones antecedentes ya saben "(Plácido Titi, Tocco di paragone ..., PAGG 19-. 20).

Antes de Newton había divulgado la ley de la gravitación universal, el pensamiento científico sabía y aceptó otra ley universal de la naturaleza. Esta ley universal era de tipo astrológico (L. Thorndike, del verdadero lugar de la astrología en la Historia de la Ciencia, Isis 1954 p.273). Esta ley se basa en la suposición de que la naturaleza está gobernada y dirigida por los movimientos de los cuerpos celestes y el hombre, como animal directamente genera en el mundo natural, y que vive en ella, se somete por naturaleza bajo esta ley. Desde este punto de vista espectacular de la astrología es una ciencia verdadera y natural exactamente como filosofía. "Es una ciencia natural porque indaga en los efectos naturales Es demostrativo, ya que avisa sobre los movimientos y fenómenos de los cuerpos celestes, como eclipses o la salida o la puesta del sol;. Pero si se trata de los efectos que los cuerpos celestiales tienen sobre nosotros, entonces es una ciencia conjetural, como Santo Tomás lo llama ... "(Plácido Titi, op.cit., 1-3).

No queremos hablar de los siglos más recientes. Cuando la dimensión proteica de una cultura subalterna comenzó a sí mismo legítimo, se han colocado los restos desordenados de una astrología en vuelo. Pero eso no nos interesa ahora. Hasta toda época del Renacimiento, la astrología es parte de la cultura científica y toma parte en las vicisitudes del pensamiento humano. Después que la escuela de Atenas estaba cerrada, el Rhetorius egipcia fundada, sobre la autoridad de archaioi y del método ptolemaico, una actitud sincretista que parece anticipar el enciclopedismo aprendido de Bizancio.
Si Rhetorius representa la última figura importante de la astrología griega, el nacimiento de la astrología árabe será más interesado en la tradición archaioi y se expandirá, gracias al conocimiento de las culturas de los pueblos sometidos al Islam. La historiografía moderna, antes de las grandes guerras, afirmó que la llegada de la filosofía aristotélica en la cultura islámica, en torno a los siglos VIII-IX, representado un freno a la especulación astrológica (cfr. CA Nallino, Raccolta di scritti editi e inediti, Roma 1944, V, pag. 20). En realidad, es exactamente lo contrario: al igual que en los casos de griegos y latinos, también en la cultura árabe una división entre la astronomía y la astrología nunca existió: ambos constituyen una sola ciencia, al-Nujum. Abu Ma, shar justifica el aspecto científico de la astrología sobre la base de la filosofía natural de Aristóteles, y afirma que la astrología es una ciencia completa y perfecta en el sentido aristotélico. Las principales autoridades, de Introductorium en astronomiam de Abu Ma, shar son Aristóteles, Ptolomeo y Hermes (cfr. RJ Lemay, Abu Ma, shar y América aristotelismo ..., Beirut 1962, pag. 41ss.). Estas son las figuras emblemáticas de la ciencia astrológica en la Edad Media.

Hasta fines del siglo XVI, el astrólogo es principalmente un filósofo que interpreta los movimientos de los cuerpos celestes y las leyes de la naturaleza. Él es tanto un astrónomo y físico, a veces también es médico, y él se considera un seguidor de Ptolomeo, Galeno y Aristóteles. Después de todo, el propio Ptolomeo fue considerado aristotélico, tanto por los astrólogos árabes y por los astrólogos medievales y renacentistas. Los principios de Abu Ma, shar y al-Kindi también se consideraron aristotélicos, así como la cultura físico-filosófico de los astrólogos de la Edad Media y el Renacimiento. Pero más tarde, en torno a la primera mitad del siglo XVII, la física aristotélica pasó por una crisis profunda e imparable que presagiaba la Ilustración; a pesar de que una de las interpretaciones más significativas de la astrología clásica, basada en la lectura aristotélica de quadriparitum de Ptolomeo (Plácido Titi) se remonta a la época. Cuando el rey Luis XVIII escapó el Águila Imperial, el Príncipe de Condé pensó que debía preguntar si el Rey pretende llevar a cabo la purificación de los pies en el pobre refugio del pueblo, donde los tiempos infelices lo llevaron en el día del aniversario de la ceremonia .




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Con el traductor de Google.





Los signos fijos en la astrología pre- moderna. Por Giuseppe Bezza









Los signos del zodíaco recibieron diferentes denominaciones según las diferentes naturalezas que los astrólogos reconocieron. Estas, o bien existen por ellas mismas en los signos o contrariamente existen en relación a cualquier otra cosa. En el primer caso, dependen únicamente del movimiento del zodíaco. En el segundo, dependen de las relaciones que el Sol, la Luna y los 5 astros errantes mantienen con los signos.
 La primera división de los signos se encuentra en Ptolomeo (Quadr. 1,11) y constituye la primera división cualitativa : los signos se dividen en móviles, sólidos y bicorpóreos que ahora llamamos cardinales, fijos y mutables. A esta división le sigue la de género : los masculinos y los femeninos. Esta primera división de los signos en primer lugar es una distinción cualitativa del tiempo, del que el Zodíaco quiere ser la medida y en segundo lugar, se puede aceptar en tanto que diferenciación cualitativa de las diferentes partes del zodíaco. Es preciso señalar que alrededor de 3 siglos antes del nacimiento de una literatura astrológica sabia, matemáticamente fundada, tenemos el testimonio del empleo de los signos del zodíaco en tanto que medida del tiempo en los “parapegmas” de Metón y Eutemon.

 Si se divide el año en 4 partes según los solsticios y los equinoccios, cada parte, a saber, cada estación, debe tener un temperamento propio  y este temperamento, puesto que engendrado en el tiempo, debe tener una aparición y una disolución: a más, entre estos 2 extremos, debe haber por necesidad un tercer término, equidistante entre esos extremos y que constituye la expresión más apropiada de la esencia misma de ese temperamento.

 Hay que recalcar que, de las 2 primeras divisiones de los signos que hablábamos en un principio, la que depende de otra cosa diferente de si misma constituye la parte más técnica del arte astrológico, pudiéndose dar que no sea aceptada por todos los sabios ni por todos los filósofos.

Por esto hasta el mismo Kepler, y Plácido de Tito, la rechazan. Contrariamente la división que se basa en una distinción cualitativa del tiempo no tiene necesidad de ser explicada por demostraciones que tengan que ver con la técnica astrológica. Un tratado médico, de inspiración pitagórica, declara que la parte mediana de cada estación expresa el temperamento más puro (1) y en las glosas a las Aratea de Germanico, que no es un texto astrológico, podemos aprender la descripción de las naturalezas actuantes de estos diferentes temperamentos :

 Los signos trópicos significan a los países extranjeros y presentan, vez a vez, impulsos y propósitos diferentes; los signos biformes significan la repetición de toda cosa engendrada y a veces las vueltas y demoras;

los sólidos trabajan con energía y ardor y conducen a concluir cada cosa, favorable u hostil, según el testimonio de los astros benéficos o adversos (2).

Como se sabe, los signos del zodíaco recibieron un gran número de denominaciones : la literatura griega pose algunas centenas. Cada denominación indica un comportamiento particular, una forma particular de ser, que puede ser atribuida al signo matemático e inmaterial, al signo material compuesto de estrellas y teniendo su propia figura, al signo en tanto que expresión de una naturaleza elemental y finalmente, a la naturaleza que el signo recibe a causa de su relación con los planetas. De todas estas denominaciones, las únicas que nos interesan aquí son las que provienen del tiempo : pertenecen al primer tipo y su comportamiento está descrito en el capítulo del Quadripartitum, donde Ptolomeo trata del alma humana.

Para comprender bien este capítulo, hará falta recordar la teoría griega del alma, o mejor dicho, lo que Ptolomeo recibe de dicha teoría. En su “Manual de Armonía”, Ptolomeo propone una distinción tripartita del alma que puede considerársela aristotélica en su estructura, las 3 funciones :
 - nutritiva o vegetativa
 - sensitiva o apetitiva
 - racional o intelectual

La primera comprende las facultades que pertenecen a la planta, la segunda a las del animal y la tercera a las facultades que sólo posee el ser humano. Estas 3 funciones principales del alma son iguales en número a los acordes consonantes, tal como fueron codificados por las leyes de la armonía, de forma que las facultades de las funciones inferiores, siendo parciales, corresponden a las especies de los acuerdos parciales, a saber, la cuarta y la quinta. Según Ptolomeo, debe haber por consecuencia, una correspondencia íntima, es decir una analogía, entre los intervalos consonantes y las partes del alma : la octava debe corresponder a la función racional del alma, ya que en las 2 se encuentra lo que es simple, igual, indiviso; la quinta debe corresponder a las funciones sensoriales, la cuarta a las vegetativas. Analogías que Ptolomeo establece de la siguiente forma :

La octava conviene a las funciones intelectuales, porque aquí encontramos sobretodo lo que es simple, igual, indiviso ; la quinta a las funciones sensoriales, la cuarta a las funciones vegetativas. El acorde de quinta está más próximo de la octava y es más consonante, ya que su parte excedente lo aproxima a la octava mas que a la cuarta, así como las funciones sensoriales están más próximas de las funciones intelectuales que las funciones vegetativas. En efecto, el ser no siempre es acompañado de la sensación, ni la sensación del intelecto. Contrariamente, la sensación siempre es acompañada del ser y ahí donde hay intelección, hay también, siempre, sensación y ser. De forma similar, en un intervalo de cuarta, la quinta no puede estar, ni la octava en la quinta; contrariamente, en el intervalo de octava hay siempre la quinta y la cuarta : las mezclas y las modulaciones de estas 2 primeras son imperfectas, pero inversamente son perfectas las de la primera. (3)

Donde hay el ser, no hay siempre la sensación y donde hay la sensación, no hay siempre la intelección, es decir : la perfección del ser requiere de la acción específica de la causa, mientras que su universalidad lleva a la generación de seres simples y no-diferenciados. El hecho de ser, siendo la condición primera del vivir, la operación de los cielos que le conviene debe ser universal y no-diferenciada. Según una concepción extendida en el Medioevo, se estimaba que, por el juego del movimiento de la esfera más exterior, el primun mobile, el cuerpo recibía al alma vegetativa, mientras que por el concurso del movimiento de la octava esfera el cuerpo acogía las funciones del alma sensitiva. Estas opiniones son condenadas por Santo Tomás (4), no siendo retomadas de forma positiva hasta el S. XVII (5).

No obstante se trata de una concepción que no es extraña a la tripartición ptolemaica del alma en esto : el círculo que en su movimiento engendra las distinciones cualitativas parciales, no puedo sino engendrar las funciones inferiores del alma. Este círculo es bien el primun mobile, que lleva al zodíaco en su rotación anual y diurna. Siempre en el “Manual de Armonía”, Ptolomeo nos dice que este círculo se mueve según un ritmo ternario en concordancia con el alma vegetativa y según un ritmo cuaternario concordante con el alma sensitiva. En efecto, las 12 partes del zodíaco recibieron sus cualidades solo por el juego de los intervalos de cuarta y de quinta : por el intervalo de cuatro, los signos son distinguidos como móviles, sólidos y de 2 cuerpos, por el intervalo de quinta en signos de fuego, de tierra, de aire y de agua. Por lo tanto, y esta es la primera conclusión, las funciones del alma vegetativa tienen 3 facultades, iguales en número a la primera distinción cualitativa de los signos : las facultades de crecer, la de ejercer fuerza y vigor, la de declinar y la de decrecer

Contrariamente, las funciones del alma sensitiva tienen 4 facultades, iguales en número a la segunda distinción cualitativa de los signos : la vista, el oído, el olfato, el gusto (ya que el sentido del tacto Ptolomeo lo reconoce como común a todos los sentidos). Y estas facultades mencionadas en segundo lugar se cumplen, para emplear una expresión medieval, en la elementatio naturae, ya que a la vista responde el fuego, al oído el aire, al olfato, al gusto y al tacto, el agua y la tierra (6).

Crecimiento, fuerza, declinación, califican a los signos del zodíaco en cada una de las 4 partes del año : el crecimiento es propio al signo trópico, que constituye el comienzo del tiempo nuevo, el vigor, al signo sólido, que confirma el tiempo que comenzó, el declive al signo biforme, que se llama así porque ya forma parte del tiempo futuro. La significación de estos signos, Leopoldo la hace concisamente : “Los signos trópicos significan la rapidez, los sólidos la estabilidad y los bicorporales la alteración”.

Ptolomeo nos muestra las diferentes naturalezas de estos signos por medio del movimiento del Sol : “Estos signos, -dice,- recibieron su denominación a causa del efecto que se produjo en ellos” (8), y el comentador Ibn Ridwan recalca este punto : “solo se puede conocer las virtudes de los signos por el cambio que el Sol hace cuando los recorre”.

De esta premisa, una conclusión : “En ellos mismos, los signos no tienen ningún efecto natural, ya que su efecto depende únicamente del cambio que el Sol efectúa cuando los recorre, así como de la virtud de los otros astros. Por lo tanto los signos, se nos aparecen en tanto que materia y los astros, en tanto que forma.” (9). Como Ptolomeo, Al Qabisi y Abu Ma´sar recalcan la fuerza, el vigor del tiempo (quwwa azzaman). (10).

Además, el crecimiento, el vigor, el declive, son también los efectos propios de las 12 casas o lugares de la figura astronómica, a saber de la rotación diurna de la esfera, y del ciclo sinódico lunar, tal como nos aparece en la lectura del capítulo del Quadr., que trata de los signos masculinos y femeninos (11). Esto significa, y constituye la segunda conclusión, que las funciones del alma vegetativa residen en los períodos naturales del tiempo (sobretodo el año y el día) y se mueven en estos períodos siguiendo un ritmo discontinuo, a saber, según el intervalo de cuarta. Es entonces que podemos comprender la ecuación : signos = materia y astros = forma. En los signos del zodíaco, así como en los 12 lugares de la rotación diurna y en el ciclo sinódico de la Luna los astrólogos reconocieron las disposiciones propias de las funciones vegetativas y sensoriales del alma y los cambios que estas disposiciones mismas padecen a través del tiempo. Por lo tanto, lo que es propio al ser en sí, puede ser reducido a 3 funciones, todo lo que es propia a las diferentes modalidades de la sensación dada por 4 funciones. De lo que se deduce que el cuerpo mismo, si se lo partiese en 3 partes, podría muy bien adaptarse a la tripartición de los signos. A los signos trópicos el límite exterior de los miembros : la piel, la epidermis, las partes carnosas, de ahí el juicio de Ptolomeo (12) que las enfermedades de la piel se declaran sobretodo cuando la Luna se mueve en los signos solsticiales y equinocciales a los signos sólidos las partes más sólidas y duras, como los huesos, y se ve que estos signos tienen fama de ser causa concomitante de gibosidades, cojeras, luxaciones, fracturas; a los signos biformes por su lado, les toca las partes más finas, tal como las venas, los nervios y el mismo movimiento de los humores, que son sutiles y cobran estados diferentes; por eso vemos que a estos signos se le atribuyen enfermedades tales como  la gota. Esta tripartición de los signos es rememorada por Separio de Alejandría en la ecuación : bicorpórea = nervosa, trópica = carnosa, ósea = sólida. (13).

Cuando Ptolomeo declara las significaciones propias de esta triple naturaleza de los signos respecto a las cualidades del alma, habla de virtudes que son lo propio del alma humana, a saber : da el carácter moral a las funciones del alma vegetativa y por lo tanto aparecen en tanto que virtudes :

En general, los signos trópicos hacen a los espíritus aptos para tratar los asuntos públicos, aspiran a las funciones civiles, son ambiciosos, se ocupan del culto divino, ingeniosos, activos, buscadores, hábiles para hacer conjeturas, adivinos, astrónomos. Los signos que tienen 2 cuerpos hacen a los espíritus multiformes, cambiantes, no se dejan conocer fácilmente, inestables, cambiantes de propósito, dobles, sensuales, con talentos varios, melómanos, haraganes y de percepción rápida, dados al pesar. Los signos sólidos hacen a los espíritus justos, no gustan de halagos, constantes, contenidos, aptos a comprender bien, pacientes, gustando del trabajo, rigurosos, maestros de sí mismos, rencorosos, prestos en concluir, querellosos, ambiciosos, sediciosos, ávidos, rudos, inflexibles.

 Todas las descripciones de las cualidades atribuidas a estos signos, de lo que la literatura astrológica es rica, tienen la misma estructura que este pasaje ptolemaico, es decir, no siguen la sucesión temporal de los signos, sino que presentan en principio los signos extremos y después el medio. Porque el signo sólido expresa la cualidad media y en los juicios que son propias de la astrología de las interrogaciones y de las iniciativas, resalta con evidencia que : el signo sólido debe expresar toda cosa con fuerza, debe confirmar, asegurar la solidez, la continuidad, el hecho de subsistir. Se puede citar como ejemplo un extracto de un pequeño tratado sobre la naturaleza de estos signos que nos fue transmitido bajo el nombre de Orfeo, pero que debería más bien pertenecer en realidad a la pluma de Teófilo de Edeso.

 “4 son los signos sólidos : Tauro, Leo, Escorpión, Acuario. En los signos sólidos las propiedades y las adquisiciones son seguras. En un signo sólido conviene casarse y tomar la dote. En los signos sólidos habría que presentar el resultado de tu trabajo, ya que tu deseo se cumplirá. En los signos sólidos la separación de las mujeres es cierta, quien se vaya no volverá, ni el ladrón será encontrado a tiempo y que se vaya del país es cosa segura. Quien se hace hostil en los signos sólidos, se reconciliará después de mucho tiempo, el juicio está asegurado y los justos no se revelan. En los signos sólidos la enfermedad es perniciosa : o concluye con la muerte o bien si no acaba en el séptimo día, se vuelve crónica. Es funesto ponerse fuera de sí  en el signo sólido, ya que quien monta en cólera, no se volverá atrás. Si en los signos sólidos alguien ofrece dinero, no lo dará. En los signos sólidos está bien escribir y estipular contratos, ya que serán honestos. Quien hace su servicio militar en los signos sólidos, seguro que quedará en su cuerpo y no servirá bajo otro general. En los signos sólidos, hay que comenzar una celebración, una fiesta, toda cosa conveniente y útil, como en los signos trópicos es bueno para comenzar algo enojoso y rutinario, ya que lo que nace en los sólidos queda estable, mientras que en los trópicos está sujeto a cambios. Todas estas cosas están significadas por los signos cuando se levantan o cuando transita allí la Luna(14).

 La palabra griega para el signo sólido expresa la idea de estabilidad, compacidad, duración y por lo tanto tiene la acepción moral de robusto, vigoroso, enérgico, así como severo y cruel. En la astrología india esta palabra griega fue traducida con el equivalente sthira, que tiene, entre sus significaciones metafóricas, “lo que está desprovisto de duda” y por lo tanto, seguro, fiel(15). Mas raro es el término dhruva, cuya primera aserción  indica “lo que es fijo, inmóvil”. Es también el nombre de la estrella polar y del mismo polo celeste. En la astrología de lengua latina stereos es generalmente traducido por solidum, por lo tanto se puede considerar esta palabra en tanto que término técnico del léxico astrológico. Solo es a partir del Medioevo que se encuentra el adjetivo fijo, que es un calco del árabe thâbit, que no proviene de la aserción  primera de la palabra árabe, sino de la denominación árabe de las estrellas fijas Al Kawakib Al-thâbitât.

En lengua árabe, el término thâbit presenta una gran riqueza de aserciones, y todas convienen a las significaciones cualitativas que la literatura astrológica atribuyó a los signos sólidos. Significa lo que está establecido, es sólido, constante, y significa el hombre que tiene sangre fría, que marcha con paso firme. Thâbit es el adjetivo verbal de thabata, que significa el hecho de perseverar con firmeza en algo, consolidar, reafirmar, tener a alguien sin descanso, resistir a alguien  o luchar en contra de alguien. Significa el hecho de establecerse, de fijarse en algún lado, de obrar lentamente, pero también de efectuar, de acabar algo.

Otras significaciones : estar atado, dado a algo, tener paciencia, longanimidad, hallar una cosa buena y verdadera. De otra parte, thabt es la dureza de corazón y athbât son los hombres seguros, sobre los que se puede contar. También podemos ver que uno de los rasgos de los signos sólidos, comentado por Ptolomeo en uno de los pasajes citados más arriba, a saber, el horror de la adulación, encuentra su paralelo en el término istithbât, que viene siempre de thabata, a saber la figura de retórica que consiste en que lo que parece ser dicho en forma de ofensa se vuelve en realidad en elogio.

Hay que hacer notar que las aserciones de “seguro” y “verdadero” que se encuentran expresadas en las significaciones de los signos sólidos son muchas veces mencionadas en los textos astrológicos. Entre las 11 condiciones que certifican la producción de los acontecimientos, la novena, -escribe Demófilo,- prevé que los astros se encuentren en un signo sólido; entonces los planetas benéficos consolidan el bien, los maléficos a su vez, el mal(16). Muy a menudo se lee que la Luna y el ascendente en los signos fijos hacen las cosas verdaderas y ciertas, en los signos que tienen 2 cuerpos, hacen las probables y en los signos trópicos las cambiantes y mutables(17).

 Por lo tanto parece que todos los juicios ligados a los signos sólidos, tanto como a los trópicos o a los biformes, tienen una analogía muy cerrada con la significación primera de esta tripartición de signos, significación que se la podría definir como de naturaleza física. No es siempre el caso para el conjunto de la literatura astrológica relativa a los signos del zodíaco. Una analogía muy estrecha con la significación primera se conserva cuando se dice por ejemplo que los signos masculinos convienen a los hombres y los femeninos a las mujeres. La analogía pasa a través de una metáfora, cuando se dice que los signos áfonos convienen a la discreción, los signos impúdicos al descorazonamiento(18), los signos amputados a lo que se produce por violación y violencia y también a las acciones hechas por reparto, los signos que tienen un esperma abundante o escaso o nulo, a los clientes de los abogados, a los discípulos o a nadie, los signos que tienen cuernos a los jefes militares y a los pugilistas(19). Pero el juicio es dado por contradicción cuando se dice que los signos áfonos convienen a los tocadores de trompa o flauta(20).

Hay que observar también que esta tripartición de los signos, porque está inscrita en una sucesión temporal, debe mostrar algo acerca del tiempo de los acontecimientos : la opinión común quiere que los signos trópicos significan los días, los bicorporales meses y los sólidos los años(21).

Finalmente, ya que la formulación del juicio astrológico no depende de un solo criterio, sino de muchos, la naturaleza del acontecimiento no puede depender solo de la movilidad o de la solidez del signo. Sahi Ibn Bisr escribió que entre los signos trópicos, los más móviles son Aries y Cáncer entre los sólidos(22), Leo es quien lo es más, Escorpión el menos. También hay que observar además en qué parte de estos signos de hallan los astros que significan el acontecimiento. Como escribió Juan de Laodicea :

 Hay que observar también los términos de los signos, es decir, los planetas que son regentes de los términos y asociarlos en la formulación de los juicios. Sea como ejemplo el siguiente caso : vemos los signos trópicos y decimos por ejemplo que habrá un cambio; en los términos de Saturno, se dará con lentitud, en los de Júpiter o Mercurio poco tiempo después, en los de Marte serán rápidos y de manera inesperada, en los de Venus con cierto descorazonamiento. Y si los regentes se hallan en los signos sólidos o si estacionan, no podrá significar más que lentitud, pero si no estacionan, si están en signos trópicos significarán la rapidez(23).

 Hay que considerar la disposición de los astros bajo todos los aspectos : de la naturaleza que es dada por la solidez del signo, la cual es simple e indivisible y cuyo efecto no puede borrarse, hay que llegar a la determinación del acontecimiento a través de la mezcla de todos los elementos concurrentes.


--- Referencias ---
 

  • 1) Cfr. A.Delatte, Estudios sobre la literatura pitagórica. Paris, 1915, pág.185
  • 2) I.Th.Bule, Arati Solensis Phaenomena et Diosemeia...Scholla vetera quae supersunt ad Germanici Caesari prognostica, Lipsiae 1801, pag. 110
  • 3) Die Harmonielehre des Kaludios Ptolemaios, a cargo de I. Düring, Göterborgs Högskolas Arsskrift n.35, 1930, III, 5.
  • 4) Summa Theologiae, I, 76, 7, c.
  • 5) Cfr. Andrea Argoli, De Diebus Criticis et de Aegrorum decubitu libri duo, Patavii 1639, pág. 4.
  • 6) Cfr. Ptolemaeus. De iudicandi facultate et animi principatu, ed. Fr. Lamment, Lipsiae, 1961, pagg. 19ss.
  • 7) Compilatio Leopoldi ducatus Austrie fili de astrorum scientia...lV, 1.
  • 8) quadr. II, 11.
  • 9) Liber quadripariti Ptholemei..., Venetiis 149 tibus mundi..., Venetiis 1489, cc 41a. 12 quadr. III, 12.
  • 12) quadr. III, 12.
  • 13) Catalogus Codicum Astrologorum Graecorum (CCAG) V/3 pág.97.10.
  • 14) Orfeo intorno al duodici tropi : dei segni che sorgono all´oroscopo, in : Catalogus Codicum Astrologorum Graecorum (Codices rossici) XII, Bruselas, 1936, pagg. 158-161, que da la transcripción del ms.Cod.Bibl.Publ.Graec. 575, Moscú. Estos pronósticos fueron publicados por O.Kem, Orphicorum Fragmenta, Berolini 1922, pag.293, que le retiene una parte del poema perdido “sobre las iniciativas”. El ms. ruso le da una amplitud más amplia que la dada por Kern.
  • 15) Cfr. Varahamihira, Brihajataka I, 11; Laghujataka, I, 8.
  • 16) CCAG V/4, pág. 227, 10.
  • 17) Cfr. Hepahestio III, 11; ed. D.Pingree, pág. 267,5.
  • 18) Giuliano di Laodicea, CCAG V/1, pagg. 187-188.
  • 19) Cfr. Marcianus gr. 324 fo. 144r, Parisinus gr. 2501 fo. 196r, Laurentianus 28,13 fo. 214r.
  • 20) Giuliano di Laodicea, ibid.
  • 21) Cfr. ad esempio Parisinus gr. 2425 fo. 50r, cap. 63; Parisinus gr. 2506 fo. 41r, cap. 62; Marcianus gr. 334 fo. 80, cap. 97; Marcianus gr. 335 fo. 184, cap. 259.
  • 22) Introductorium de principiis iudiciorum Zahelis Ysmaelitae, in: Liber quadripartiti Ptholemei... cit., cc. 138vb.
  • 23) CCAG V/1 pag. 191,11.





sábado, 22 de noviembre de 2014

Quién fue Enrique de Villena ?


 

 

 

Enrique de Villena




Emblema de la Orden de Calatrava


Enrique de Villena, Maestre de Calatrava (Torralba de Cuenca, 1384 - Madrid, 1434), también conocido como Enrique de Aragón y por el apodo El Astrólogo. Fue señor de la villa de Iniesta.



Biografía

Nacido en 1384, fue hijo de Pedro de Aragón, condestable de Castilla y II marqués de Villena, y de Juana de Castilla, hija ilegítima de Enrique II de Castilla y Elvira Íñiguez, y nieto de Alfonso de Aragón y Foix, I marqués de Villena. Quedó huérfano a temprana edad cuando su padre murió en la Batalla de Aljubarrota (1385).

Quedándose a cargo su abuelo, vivió en su infancia en la corte de Enrique II, que lo crio, y luego en la de Enrique III. Era un hombre de profundos conocimientos y vasta erudición.
Su parentesco con los reyes de Castilla y de Aragón pudo influir en el matrimonio con María de Albornoz, señora de numerosas villas. Pero la pareja duró poco, quizá porque el rey Enrique III se interesó más de lo debido en la mujer y buscó la forma legal de romper el matrimonio, haciendo a Enrique Gran Maestre de Calatrava. En cualquier caso, la unión se anuló después de que Enrique de Villena se declarara impotente, renunciando al mismo tiempo el condado de Cangas y Tineo para que no lo heredase la orden. Su matrimonio como su nulidad fueron consecuencia de la conveniencia, ya que se conocen algunos escarceos con damas de la nobleza, y es reconocida como hija suya Isabel de Villena.
Enrique III, por intereses de la conona en acercar el poder de la orden a la corona, le nombró maestre de la Orden de Calatrava, elección que no agradó a la mayoría de los caballeros de la orden. Debido al carácter político de su nombramiento y a los cambios del momento, al final de 1406 muchos de los freires reunidos en Calatrava eligieron a Luis González de Guzmán, y muerto el monarca protector de Villena, todos negaron le negaron obediencia, anulando su elección el Císter, y eligiendo a su rival, Luis González de Guzmán quien, después de una competencia larga, ocupó su lugar en 1415.
Enrique de Villena estuvo en Zaragoza presente en la coronación de Fernando de Aragón en 1414, retirándose a Valencia hasta 1417 y, consciente de su ineptitud para la guerra o la vida política, se dedicará a la literatura. Murió de fiebre en Madrid en diciembre de 1434.


Su obra

 

Su obra abarcó numerosos temas, ya que en su vida cultivó variedad de ciencias desde la medicina, la teología, astronomía e incluso la poesía. Pero donde más destacó fue en la traducción de textos a diversas lenguas. Algunas de sus obras fueron destruidas, otras en cambio dudan su propia autenticidad. Fue personaje discutido en su tiempo e incluso después.
Su fama, más como mago que como literato, inspiró a Ruiz de Alarcón, Rojas Zorrilla, Larra, Quevedo y Hartzenbusch, quienes le convirtieron en personaje de alguna de sus obras.

...) que non se deteniendo en las sciencias notables e católicas, dexósse correr a algunas viles e raeces artes de adivinar e interpretar sueños y estornudos y señales, e otras cosas... que ni a Príncipe real, e menos a católico cristiano, convenían... Y porque entre las otras artes y scientias se dio mucho a la astrología, [616] algunos burlando decían que sabía mucho en el cielo e poco en la tierra.
Generaciones y semblanzas de Fernán Pérez de Guzmán
El poeta del siglo XV Juan de Mena dejó escrito esto sobre Enrique en su "Laberinto de Fortuna":

Aquel claro padre, aquel dulce fuente,
Aquel que en el Castalo monte resuena,
Es Don Enrique Señor de Villena,
Honra de España, y del siglo presente.
O incluyo, Sabio, Autor muy sciente,
Otra, y aun otra vegada yo lloro,
Porque Castilla perdió tal tesoro,
No conocido delante la gente.
Perdió los tus libros, sin ser conocidos,
Y como en exequias te fueron ya luego,
Unos metidos al ávido fuego,

Y otros sin orden no bien repartidos.
Ya en el siglo XV, las ciencias ocultas se personificaron en D. Enrique de Aragón. Muchas de sus obras de «temas ocultos» fueron mandadas quemar al prelado Lope de Barrientos por el rey Juan II de Castilla.

En el siglo en que vivió Enrique de Villena apenas habría teólogo, que abriendo un libro donde hubiese algunas figuras geométricas, no las juzgase caracteres mágicos, y sin más examen le entregase al fuego. En efecto esto ha sucedido algunas veces. Acuérdome de haber leído en la Mothe le Vayer, que á los principios del siglo pasado, un francés, llamado Genest, viendo un manuscrito donde estaban explicados los Elementos de Euclides, por las figuras que tenía se imaginó que era de nigromancia, y al momento echó á correr despavorido, pensando que le acometían mil legiones de demonios, y fue tal el susto, que murió de él.
Obras escogidas del padre Fray Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro, 1863, p. 317-8.
Según una conocida leyenda, el Marqués estudió artes nigrománticas con el mismísimo Diablo en la Cueva de Salamanca.


  • Literatura
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    • Arte de trovar (1433), en la que introduce en castellano el arte poético de los provenzales.

Los doze trabajos de Hércules.jpg

    • Los doce trabajos de Hércules (1417). El libro se compone de una Carta (en la que cuenta el origen del tratado), un Prohemio (en el que da la estructura e intencionalidad del libro) y doce capítulos, cada uno de ellos dividido en cuatro partes: Hystoria nuda (cuenta el trabajo de Hércules tal y como lo narran los antiguos), Declaraçión (interpreta moralmente la historia), Verdad (explica la narración desde un punto de vista histórico o, al menos, lógico) y Aplicaçión (adjudica el trabajo a un estado social y deduce unos modelos de comportamiento).
    • El arte cisoria (1423), tratado gastronómico de carácter alegórico y didáctico. "Escripta en la mi villa de Torralva, lunes, seis días de septiembre, año del nasçimiento del nuestro Salvador Ihesuchristo de mill e cuatroçientos e veinte e tres años".
    •  
  • En astrología
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    • Ángel Raziel (obra destruida en la hoguera).
    •  
  • Medicina
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    • Libro de la Peste.
    • Tratado de la Alquimia.
    •  
  • Traducciones
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Desde 1420 compone una serie de tratados, generalmente epístolas, a diversos personajes, como son el Tratado de la lepra (h.1422), el Arte cisoria (1423), sobre el corte y presentación de manjares, el Tratado de la consolación (1424) y el Tratado de la fascinación o del aojamiento (1425).



Fuente : Wikipedia


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En este enlace podeis encontrar su " Tratado de Astrología ", pero está en castellano antiguo.


http://www.revistaazogue.com/villena.htm




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Entre los escasísimos documentos de astrología editados en castellano hay que destacar la excelente edición del Tratado de astrología atribuido a Enrique de Villena. La redacción de la version que se conoce del Tratado se hizo en Segovia en 1428, según Samsó2, por un tal Andrés Rodriguez. Estamos, por lo tanto, en una época muy cercana a la elaboración del códice segoviano que manejamos, y seguramente en la misma ciudad. Para Samsó la elaboración del tratado es “representativo de la decadencia de este período en el campo de la astronomía española”, ya que se simplifican mucho los conceptos astronómico-astrológicos, y el léxico técnico que se emplea en el Tratado atribuido a Villena varía bastante respecto a los libros de los colaboradores alfonsíes. Esta decadencia, según ha demostrado Samsó, se refiere solamente a la primera parte del siglo XV, ya que hacia la segunda mitad del siglo se produjo un resurgiraiento de los estudios astrológicos, bajo cuyo influjo se copiarian, posiblemente, las obras del códice segoviano, de tradición astrológica marcadamente alfonsí: “La situación cambiará por completo en la segunda mitad del siglo XV, en la que se producirán tres hechos de importancia: la aparición de la gran figura del astrónomo salmantino Abrahan Zacuto; la dotación de una cátedra de Astrología en Salamanca hacia 1460; en tercer lugar, (…) el desarrollo de los estúdios de astronomía náutica en Portugal”. La creación de la cátedra sahnantina logra que la astrología castellana se iguale con la europea al darle una dimensión universitaria. Lo normal había venido siendo que fueran los judíos quienes cultivaran por su cuenta las disciplinas científicas: éstos eran los médicos, los astrólogos y los especialistas en todas las ciencias, más que las universidades: “la production scientifique ibérique des anneés 1320 á 1460 s’inscrit presque entiérement en dehors du cadre universitaire, à moins qu’elle n’émane d’Espagnols résidant hors de leur pays (…) on ne trouve guére, en Espagne, de production scientifíque typiquement universitaire avant 1460″.
2 El prólogo de Julio Samsó es valiosismo para determinar el estado de la astrología en el siglo XV, sobre todo desde el punto de vista de las ideas astronómicas que contiene el Tratado; Samsó es un buen conocedor del funcionamiento interno de la astrología y sus fundamentos científicos. A él remitimos para quien quiera ver un desarrollo de las ideas astronómicas propiamente dichas desde Alfonso hasta la época del Tratado.



http://espacoastrologico.org/2013/07/21/el-libro-conplido-de-los-iudizios-de-las-estrellas/






Que es una azafea ?.







 

Azafea

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La azafea (denominado también como al-safîha) es un instrumento de observación astronómica además de un computador analógico útil para la resolución de problemas de astronomía esférica y astrología. La azafea permite el cómputo y observación astronómica en cualquier latitud terrestre (instrumento universal). Azarquiel, astrónomo andalusí que vivió en la ciudad de Toledo (España) en el siglo XI, inventó, construyó y escribió sobre la al-Safiha al-Zarqaliya (Azafea zarqueliana) un tratado sobre el astrolabio universal. Este tratado hizo que el rey Alfonso X el Sabio hiciera incluir una traducción al romance en el libro de la azafea incluido en su Libro del Saber de la Astronomía de 1276. La azafea es uno de los inventos desarrollados por la ciencia andalusí que contribuyó no solo a la astronomía sino también a la orientación y navegación de la época.

Características

Mientras que el astrolabio es diseñado para observaciones y cómputos desde una latitud específica, la azafea permite hacer estas observaciones en cualquier latitud terrestre —de ahí la denominación de instrumento universal—. El mismo Azarquiel creó dos variedades distintas de este instrumento astronómico, la denominada ma‘müniyya —denominada de esta forma por haberla dedicado al rey al-Mamun de Toledo— y la abba-diyya ofrecida a al-Mutamid ben Abbad de Sevilla. Este instrumento permitía calcular la relación entre horas temporarias y horas iguales (denominadas también equinociales), la altura del sol sobre el horizonte, la posición del sol en las casas astrológicas (declinación solar), la latitud geográfica del lugar de observación —lo que le convertía en un instrumento útil para la orientación y navegación—, la ascensión recta de un astro y la longitud del arco diurno de un día dado.
El instrumento es básicamente una proyección estereográfica sobre los coluros de los solsticios, en contraposición con la proyección estereográfica polar del astrolabio sobre el plano del horizonte. El centro de proyección empleado en esta proyección es el punto vernal. Este tipo de proyección fue muy novedosa en la época. Sobre el pivote central del instrumento gira una alidada con una escala graduada (regula) con dos pínulas para alinear en un punto de mira el sol o cualquier astro y poder de esta forma trasladar el ángulo a las escalas de la azafea, la brachiolus que es un cursor empleado en los astrolabios universales. Entre las escalas empleadas para el cómputo astronómico se encontraban: la umbra recta y versa (cálculo de tangentes).

Historia del instrumento

 Existe un manuscrito (nº 962) en la Real Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial que describe la azafea en 100 capítulos repartidos en 82 folios.También se encuentra descrita en el manuscrito nº 156 de la Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid. El médico y astrónomo Jacob Ben Machir ibn Tibbon (Profatius judeus) la tradujo al idioma hebreo, y Bernardo el Arábigo contribuyó a la revisión de la obra alfonsina de Azarquiel al verterla al latín en 1278. Esta edición latina circuló por Europa y permitió que el astrónomoalemán Regiomontano publicara en el siglo XV una lista de los problemas astronómicos resueltos mediante la azafea.Entre los escritores y comentaristas de este instrumento se encuentra Yehudá ben Mosé ben Cohén. El uso de este astrolabio puede haber influido posteriormente en otros diseñadores de instrumentos astronómicos como el español Juan de Rojas y Sarmiento, que en el siglo XVI elaboró numerosos estudios sobre el uso de las proyecciones ortográficas en los astrolabios. La idea de hacer un astrolabio universal similar fue desarrollada igualmente en el siglo XVI por el astrónomo alemán Gemma Frisius en lo que denominó astrolabio católico. Ya en el siglo XX Roser Puig y Millás Vallicrosa hicieron numerosos estudios y traducciones de los diversos manuscritos y bibliografía existente sobre este instrumento.

Bibliografía

  • Ibn al-Naqqas al-Zarqalluh, al-Shakkaziyya. Edición, traducción y estudio por R. Puig. Barcelona: Instituto «Millas Vallicrosa» de Historia de la Ciencia Árabe, 1988. Es una de las traducciones al español del Tratado de la azafea.
  • Millás Vallicrosa, José María, Estudios sobre Azarquiel. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas; Instituto Miguel Asín. 1943.


Fuente : Wikipedia





Que es un astrolabio ?










 

 

 

Astrolabio

 

 

El astrolabio es un antiguo instrumento que permite determinar la posición de las estrellas sobre la bóveda celeste. La palabra astrolabio procede etimológicamente del griego ἀστρολάβιον, que puede traducirse como «buscador de estrellas». El astrolabio era usado por los navegantes, astrónomos y científicos en general para localizar los astros y observar su movimiento, para determinar la hora local a partir de la latitud o, viceversa, para averiguar la latitud conociendo la hora. También sirve para medir distancias por triangulación.
Los marineros musulmanes a menudo lo usaban también para calcular el horario de oración y localizar la dirección de La Meca. Durante los siglos XVI a XVIII, fue utilizado como el principal instrumento de navegación, hasta la invención del sextante, en 1750.



Tipología

 

El astrolabio a lo largo de la historia se ha ido perfeccionando y diversificando, de esta forma, nos encontramos con diversos tipos: el astrolabio planisférico diseñado para el cómputo y representación de las posiciones de los astros en una única latitud, el astrolabio universal (válido para todas las latitudes), el astrolabio de Rojas, el astrolabio islámico, el marinero empleado en la localización de buques y el cuadrante.


Historia

 



Astrolabio persa del siglo XVIII.


En realidad, no se sabe bien quien fue el inventor original. Algunas obras del astrónomo y matemático griego Claudio Ptolomeo, como el Almagesto, ya describen en el siglo II su construcción y fueron utilizadas por otros matemáticos posteriores como Hipatia de Alejandría para mejorar sus cálculos. Se sabe que Hipatia trabajó con su padre, el astrónomo Teón, para hacer correcciones en el Almagesto de Ptolomeo y construir un astrolabio. También sabemos que Hiparco de Nicea ya construía astrolabios antes que Ptolomeo e Hipatia. El astrolabio más antiguo que se conserva en la actualidad fue construido por el astrónomo persa Nastulus hacia el año 927 y se conserva en el Museo Nacional de Kuwait. En el siglo VIII ya era ampliamente conocido en el mundo islámico. A Europa llega en el siglo XII a través de la España musulmana.

Descripción

 


Piezas del astrolabio.


El astrolabio se basa en la proyección estereográfica de la esfera celeste. Consiste, básicamente, en una circunferencia graduada (placa madre o mater) sobre cuyo eje gira una aguja con un punto de mira que se apunta a la estrella elegida. El borde de la madre, o limbo, muestra una escala graduada en grados y a menudo también otra en horas y minutos. En la parte superior, consta de una argolla de la que se suspende el instrumento en posición vertical para realizar las mediciones.
La parte delantera del instrumento, o faz de la mater, es ligeramente cóncava y en ella se insertan otros dos discos. El interno, llamado tímpano, es una placa fija grabada con las coordenadas de la esfera celeste correspondientes a una latitud concreta, incluyendo el cénit, el horizonte, líneas de altitud, acimut, el ecuador celeste, la eclíptica y los trópicos de Cáncer y Capricornio. El externo, llamado araña o red, es giratorio y representa un planisferio transparente con las posiciones del Sol, la Luna y las estrellas más brillantes del lugar. Sobre la araña, una aguja con visor, la regla se apunta al astro buscado. Dirigiéndola al Sol indica, por el lado del observador, la hora local.
La parte trasera de la madre sirve para saber la altura de una torre, la distancia a esa torre y el símbolo del zodiaco que está ocupado por el Sol. Encima de esta parte sólo gira una aguja, la alidada con dos pínulas o visores para las lecturas.


Fuente: Wikipedia.

Puntos medios en Astrología

           Los puntos medios son una de las herramientas más poderosas en la astrología pero se ignoran a menudo porque ellos son difíciles ...