“Somos polvo de estrellas” decía el astrónomo Carl Sagan, y es que cerca del 97% de
nuestro cuerpo humano se compone de elementos químicos que también se encuentran
en las estrellas. De hecho, toda la vida lo es. Así que la ciencia antigua astrológica tiene
premisas que son verdaderas, pues estamos ligados inevitablemente con el universo y
sus ciclos.
Las críticas a esta teoría son más bien producto del desconocimiento y el prejuicio,
falacias de reducción al absurdo (por ej. por la horoscopia en los periódicos), la astrología
no la hacen los periodistas sino los astrólogos, son algunos ejemplos. No se ha hecho
una reflexión profunda ni siquiera trabajos extensos acerca de este tema hasta ahora.
El trabajo piensa ser una primera aproximación – más concreta y profunda de lo que
fue una de las secciones de mi tesina, para ello he tenido en cuenta la fecha calendárica
y he cogido a numerosos actores, científicos u otros casos en los que conozcamos
familiares próximos – bien la fecha de nacimiento de sus hermanos o padres
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