En julio de 1962, después de que echaran a Hendrix del ejército, entró en un club
de Clarksville, Tennessee, atraído por la música en vivo. Paró a
tomarse algo y acabó gastándose casi los cuatrocientos dólares que
tenía. Más tarde comentó: «Fui a este garito de jazz
y me tomé algo. Me gustó y me quedé. La gente me dice que me pongo
tonto, buenazo a veces. De todas maneras, se ve que me sentía realmente
caritativo ese día. Se ve que repartía billetes al que me lo pidiese.
Salí de aquel sitio con dieciséis dólares». Según los escritores
Steven Roby y Brad Schreiber: «El alcohol después se convirtió en el
azote de su existencia, llevándole a tener ataques de ira y a veces
violencia física atípica»
Direcciones Primarias, para el año 1962.
Carta Rectificada.
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