"...En
primer lugar, el azar me hizo encontrar a una anciana señora que, en el
curso de la conversación, empezó a hablarme de una experiencia
astrológica que había tenido antes de la guerra y que la había marcado
para el resto de su vida. En 1930 o 1931, se había confiado a una amiga
suya respecto al matrimonio de su hijo con una muchacha que no le placía
demasiado. Esta amiga le aconsejó acudir a un astrólogo que ella
conocía, un hombre muy serio que ocupaba un cargo importante en el mundo
de las finanzas; añadió que sería necesario copiar de su libro de
familia la fecha y la hora exacta del nacimiento de su hijo. Esta dama
concertó, pues, una cita con Eudes Picard, uno de los individuos mas
representativos del movimiento del renacimiento astrológico de
principios de siglo. Este escribió el tema, quedó luego perplejo y,
finalmente, dijo: "Tendrá usted que perdonarme señora, pero me parece
casi imposible que este niño vaya a casarse el mes próximo, pues su
horóscopo indica que no llegó a vivir mas allá del cuarto año."
El
hecho era exacto; al copiar la fecha y la hora de nacimiento, la buena
señora se había equivocado y había tomado las referencias que concernían
a su hijo primogénito, muerto a los cuatro años y medio de edad. La
dama me confesó haber quedado tan trastornada que no se atrevió a
regresar nuevamente a casa de Eudes Picard con la verdadera fecha de
nacimiento de su otro hijo..."
Fragmento del prólogo de "El enigma del Zodíaco" de Jacques Sadoul
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