Durante los últimos cincuenta años, y especialmente desde que Einstein propuso que "en un continuum espacio-temporal todo se relaciona con todo", la realidad de los valores temporales ha asumido creciente importancia en las explicaciones del hombre acerca de la realidad. Esto significa que, para las ciencias físicas, la realidad del tiempo se convirtió en una cuarta dimensión que se suma a las tres dimensiones del espacio en cuyos términos se procura explicar el universo. En consecuencia, para el científico el tiempo es todavía parte de una explicación de la realidad basada en valores espaciales y una extensión de ellos. "Los valores espaciales", cuando se relacionan con un ser humano, son los valores que determinan el lugar de aquél en el universo: primero de todo como miembro de la especie humana; luego, de una raza particular y un tipo fisiológico. Un ser humano, interpretado en términos de valores "espaciales", no tiene características individuales; es simplemente un miembro de cierta colectividad o grupo y es juzgado en términos de características que se hallan predominantes dentro de esa colectividad o grupo.La astrología tradicional explicaba también al hombre en términos de tales valores espaciales. A una persona nacida en una fecha dada no se la veía como un individuo sino como una expresión de las cualidades humanas relacionadas con el Signo zodiacal en el que el Sol, la Luna y los planetas se hallaban el día de su nacimiento. La astrología ligada al espacio evoluciona a través de una expansión de la variedad de relacionesque pueden establecerse entre nuestro conocimiento de la naturaleza humana y los símbolos astrológicos.
https://www.academia.edu/43208410/Ruperti_ciclos_del_devenir
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