Estoy enamorado de la Astrología, por lo que es, por lo que nos aporta, porque es una herramienta divina.
Dicho esto, me cuesta comprender el bajo nivel y el poco interés real, que suscita.
Por suerte, he dejado de idealizar a los astrólogos, pero mi devoción a la Astrología es cada vez mayor.
Ahora comprendo que el interés por la Astrología tiene mucho que ver con planteamentos filosóficos a nivel profundo, con una verdadera necesidad de " comprender " la Vida.
Es por eso quizá, que el abanico que se abre ante esta realidad, es amplio, complejo, variado, y sin el mismo sustrato esencial al que yo pretendo llegar.
Ya mencioné al iceberg como imagen que nos puede hacer comprender esta realidad.
Tenemos una Astrología vistosa y superficial, que corresponde a la parte de arriba del iceberg.
Y otra Astrología, profunda, desconocida y casi insondable, que los astrólogos tratamos de conocer, dando muchas veces palos de ciego.
Enamorado de aquello que no por oculto, es incognoscible.
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