Giuseppe Bezza
¿Qué es la astrología clásica?
¿Qué debería entenderse por la astrología clásica? ¿Debería tal nombre ser usado en cualquier período de astrología? Es muy difícil imaginar una respuesta afirmativa, otras preguntas vienen a la mente: ¿cuándo y dónde podemos ubicar el nacimiento de una doctrina astrológica documentada para nosotros? ¿Ha habido una astrología pre-clásica, una edad de oro, una decadencia? Y si, como a veces se ha dicho en algunos períodos de la historia de las ideas, la astrología se ha propuesto a sí misma como una ciencia, ¿puede nuestra comprensión aceptar el nacimiento, el declive y la desaparición de una ciencia? Además: ¿cómo podríamos llamar a la ciencia una semiótica de las apariencias que nos parece el nacimiento de un pectus animoso, en lugar del mens y la relación? De estas partes de los antiguos, la justicia se ha hecho por algún tiempo, recordando la frase de Terenzio: mala mens, malus animus. Pero si todavía quisiéramos continuar y dirigir nuestra atención a las escrituras de los antiguos astrólogos, estaríamos desconcertados ante la superabundancia y la gran variedad de procedimientos. Estos procesos, que todavía puede leer una gran cantidad de literatura griega manuscrito, latín y árabe, ven, suponemos, por un cuerpo doctrinal egipcia y mesopotámica, pero los antiguos son de otra opinión.
¿De dónde vino esta ciencia sideral afirmar que tenía la intención de unirse a la contemplación de la belleza suprema del cielo con las estrictas leyes físicas en las apariencias visuales, casi negando dicotomía dramática de Shelley entre la poesía y la ciencia? También es cierto que, si podemos argumentar razonablemente sobre la decadencia de la astrología, en lo que a nosotros respecta, no nos queda claro su primera manifestación. Sin embargo, seguimos confundidos frente a las declaraciones sinceras e ingenuas de los antiguos sobre los inventores de la astrología. Cuando s. Agustín llama Atlas astrologus magnus (De Civitate Dei 18,39;.. Cf .. Plinio, Nat Hist 2,31; 7,203; Vitruvio 6,10,6; Diodoro S. 3,60,2; 4,27,1) hojas de vida evemeristica doctrina que se convierte en héroes sabios de mito, pero no sólo Atlas: Urano, Belo, Toth, Prometeo, Atreo, el centauro Quirón también popularizado astronomía hombres (cfr Jo Chr Heilbronner, Historia Matheseos universae... un mundo sazonado en saeculum post Chr.n. XVI, Lipsiae 1742, 54s.). Todavía s. Agustín nos dice que Atlas fue contemporáneo de Moisés, que era a su vez, sabemos por Philo, matemático, astrónomo, topógrafo, músico y un excelente filósofo y aprendimos de vecinos ciencia caldea asiria de los cielos (la vida Mosis 1,23). Pero incluso antes de que Abraham, Moisés era enseñar las matemáticas y la astronomía a los egipcios, que eran entonces conscientes (Beroso en Josefo, Antiquitates 1,8,2; cf. Eusebio, praep.ev 9:16.). Eran estos hombres, que habían recibido la ciencia de los cielos por revelación.
Junto a una tradición que la astronomía y la astrología enseñados por ángeles rebeldes (cf .. Libro de Enoch 8.4), los griegos en general se cree que habían sido revelados por los dioses para "re caro a los dioses" (Luciano De Astrol, 1, ver Achille Tazio isag 1), por lo tanto, como un regalo de Dios, munere caelestum, como dice Manilio (1:26). Revelación de las leyes naturales que producen las estaciones y los cambios de la vegetación, la revelación tema o influencia eterna del cielo se extiende naturalmente a cualquier ley moral natural y terrena, ya sea colectiva o individual. Que el hombre ha recibido en una época remota nosotros una cognatio similares íntima entre el cielo y la tierra, y que ha cumplido en todo, no podemos dudar: el emperador chino, en su calidad de hijo del cielo, ante el cielo fue responsable de los errores de sus ministros. No muy diferente de todos los soberanos, en todas las épocas, en todos los lugares, siempre ha sentido la necesidad de apoyar su derecho divino en la meticulosa observación del rito sagrado. Pero, ¿qué se revela el conocimiento astronómico? Sin duda primitivos, pero también más complejos de lo que podríamos suponer. Si hoy todos saben que la Tierra gira alrededor del Sol, esta misma noción perjudica la plena comprensión de los fenómenos aparentes. Si la astronomía y la astrología se han formado durante mucho tiempo un todo indisoluble, por lo que a menudo la que indica la otra y viceversa, de la misma manera todas las leyes de la astronomía de los antiguos, de la excéntrica a la trepidación de la octava esfera, se se erige como la física y la ley natural, la huella (episema) de una ley celestial, el fundamento del juicio y de la predicción como el objetivo final del astrónomo, la Filaleteo, el amante de la verdad.
"Los hombres originales y muy viejos - dice Aristóteles - han aprovechado estas cosas en forma de mito, y en esta forma se han transmitido a la posteridad, diciendo que estos cuerpos celestes son dioses, y los dioses que rodean toda la naturaleza. El resto se agregó más tarde, si
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