El Selenodromio de David y Salomón
Pablo A . Torijano
Universidad Complutense
Resumen
En las siguientes páginas se traduce a una Iengua moderna el texto astrológico Selenodromio de David y Salomón. Este texto constituye un ejemplo de un género astrológico llamado Lunarium
y de su adopción dentro de un ambiente judío de lengua griega. La
traducción del texto está precedida por una breve introducción en la que
se estudiam cuestiones referentes a la cronología, origen y lengua del
texto, así como la estructura del mismo.
Ω
El estudio de la astrología, la
adivinación y la magia dentro de los fenómenos religiosos de la
Antiguedad Tardía han ido cobrando una creciente importancia en el mundo
acádemico, después de algunos años de relativo abandono1 .
De hecho la popularidad de la astrología y de los principales géneros
literarios astrológicos se manifiesta en el carácter mixto de su
práctica, pues encontramos ejemplos de los distintos géneros dentro de
las diferentes manifestaciones religiosas (paganismo, cristianismo,
judaísmo). Es precisamente dentro de ese contexto de renovado interés en
que se han de encuadrar las siguientes páginas, en las que se analiza
un ejemplo del carácter transconfesional de ciertas prácticas
religiosas. Así continuamos aquí con el estudio y traducción de ciertos
textos judíos de tipo sincrético, relacionados con la figura del rey Salomón,
y que son un buen ejemplo de la popularidad e importancia de funciones
religiosas que quedaban relegadas a las fronteras, y aún más allá, de la
ortodoxia teólogica judía y cristiana3.
1 Para uma historia del estudio de la magia, sus problemas y las modernas posturas véase H. Remus, “Magie, Method, Madness’ Method and Theory in the Study of Religion 11-3 (1999) 258-298.
3 Así vid. P. A. Torijano, “La Hygromanteia de Salomón”
Ilu. Revista de Ciencias de las Religiones 4 (1999) pp. 327-345; idem,
Saloman the Esoteric King: From King to Magus. Development of a
Tradition. Leiden: 2002 (en prensa).
El texto que ahora nos ocupa, titulado Selenodromio de David el Profeta y su hijo Salomón,
se ha de encuadrar dentro del ambiente sincrético que caracterizaba la
práctica del exorcismo, la magia y la astrología en la Antiguedad
Tardía. Nos hallamos ante un texto griego, transmitido en un medio
cristiano, pero que preserva con bastante seguridad un ejemplo judío
astrológico. Entre los géneros más importantes de libros de ómenes o
manuales de interpretación de fenómenos naturales podemos citar el kalendologion, que versa sobre el día de la semana en que cae el día de Navidad, el brontologion, sobre el sonido del trueno y la época de la luna en que se oye, el astrapelogion, sobre los relámpagos y el día y mes en que caen, el horarium, sobre las horas buenas y malas, y el selenodromion o lunarium.
La mayor parte de este tipo de literatura nos ha llegado profusamente
cristianizado, aunque su origen y desarrollo es anterior.
Nuestro texto es un lunarium,
género que gozó de gran popularidad en la Antiguedad Tardia y la Edad
Media de acuerdo con los distintos ejemplos que se pueden encontrar en
diferentes manuscritos5. El género de lunarium o selenodromion
-predicciones basadas en el curso de la luna-, tiene una historia
bastante larga y se desarrolla progresivamente. En la forma más
temprana, los diferentes días del mes lunar son enumerados y se dice
para qué es bueno o malo cada uno de ellos. Algunas de las asociaciones
entre un día particular y una determinada acción se retrotraen a Los trabajos y los dias de Hesíodo (700 a.C.), donde se puede observar cómo algunos días estaban vinculados al nacimiento de dioses o figuras mitológicas6.
Otros ejemplos de este género astrológico no justifican ninguna de las
órdenes que conservan; otros indican cuál es el aspecto de la luna para
cada uno de los treinta días, indicando la claridad del astro nocturno
del cual dependen sus influencias en la vida cotidiana.
5 Vid. A. Delatte, Catalogus Codicum Astrologorum Graecorum X,
121 para una lista de manuscritos que contienen lunario atribuidos a
diversas figuras Aristóteles (CCAG VIII, 3, 17), Esdras (CCAG VIII, 3,
88, Cod. Athen, 26), Melampodo (CCAG VIII, 4,9). Para otros ejemplos
dentro del Catalogus, cf. CCAG IV:142, CCAG VIII, 4, 105, CCAG, XI, 1,
135. Vid. también Bouché-Leclerq, Astrologie Grecque
(Paris: 1899) 459-470; idem, Histoire de l’adivination dans l’Antiquité
(Reimpr. de la cd. 1879-1892; New York: Amo Press, 1975.
6 Vid. F. Cumont, “Les Présages lunaires de Virgile”, L ‘Ántiquité classique II (1933), pp. 259-270; E. R. Coodenough, Jewish Symbols in the Greco-Roman Period (13 vols.; Bolingen Series; New York: 1953-1968).
El principio que estructura este tipo de
textos puede relacionarse con el concepto de simpatía cósmica, aunque
modificada por la relación temporal que se establece entre el nacimiento
de una figura particular, un día del mes y las acciones que se pueden
llevar a cabo en tal día7. Así, el Selenodromio de David el Profeta y su hijo Salomón
se encuadra dentro de este género, excepto por un detalle: casi cada
referencia a dioses paganos ha sido reemplazada por referencias al
nacimiento de figuras o a situaciones bíblicas8 .Estas
referencias abarcan desde Génesis hasta Samuel, y con ellas el texto ha
sido judaizado. No hay nada específicamente cristiano en el género de
los Lunaria en general, o en este lunarium en particular. De manera que es bastante probable que los lunaria con adaptaciones veterotestamentarias fueran elaborados por judios en un contexto helenístico de carácter sincrético. Nuestro Selenodromio muestra claramente cómo la astrología llegó a estar vinculada a Salomón,
hasta el punto de que el «pretexto» de la demonología, tradicionalmente
relacionada con él, ha sido abandonado, y sólo el nombre del rey sabio y
de su padre David proporciona cobertura
pseudoepigráfica al texto. El hecho de que la lista de los días y de las
figuras bíblicas relacionadas con ellos terminen con la mención del
profeta Samuel refuerza esa atribución pseudoepigráfica, lo que denota
un plan más cuidadoso de lo que la sencillez aparente de la estructura
de la obra sugiere.
7 Vid. J. M. Hull, Hellenistic Magic and the Svnoptic Tradition
(Studies in Biblical Theology 28; London: SCM, 1974), p. 37: “The basis
of the system is a belief in non-human, superhuman usually invisible
powers, including the gods themselves, the angelic beings, demons of
various orders and the souls of heroes and men. But the distinctive
development is a belief that these superhuman, supernatural entities are
linked by invisible bonds of sympathy to visible and material things
which are thus ‘symbols’ of the power to which they adhere – plants,
minerals, animals, times and seasons. A further development leads to the
theory that by knowledge of the powers, their sympathies and
antipathies and their symbols, it is possible to influence the
supernatural world. The art of magic is to collect such knowledge and
apply it correctly so as to swing the enormous forces of the universe in
the desired direction”. Sobre los conceptos de simpatía y antipatía
véase también Hull, Hellenistic Magic, 41-61; Festugiére, La révélation d’Hermés Trismégiste,
(3 vols; Paris: Belles Leltres, 1986) p. 90 y esp. ji. 91: “Elle [la
doctrina de la unidad del cosmos] est le fondement indispensable des
pseudo-seiences -astrologie populaire ou savante, médecine astrologique.
alchimie, – de la magie, de la gnose pénétrée de magie, de la théurgie
et de tout l‘art divinatoire quelles qu’en soient les formes…”.
8 Sin
embargo, observaremos eí origen no cristiano del texto en el día séptimo
del mes, donde el dios Apolo aparece junto con la mención del asesinato
de Abel a mamios de Cain.
La lengua original del texto parece ser la
griega y podemos fecharla en un lapso temporal que va del siglo V al
VIII de «nuestra era». Su lugar de composición pudiera ser Egipto,
apoyándonos sobre todo en las frecuentes menciones a las huidas o
«retiradas» de esclavos y trabajadores semi-esclavos del campo egípcio,
que constituyeron un problema económico y social muy grave tanto para
los gobernantes romanos tardíos como para sus sucesores bizantinos.
Al analizar la estructura del Selenodromio
vemos que cada día del mes es relacionado con un episodio bíblico o un
personaje, aunque no se sigue una secuencia estricta en lo que se
refiere a la genealogía o la sucesión de acontecimientos; por ejemplo,
el nacimiento de Matusalén se menciona antes que el de Noé. Además, no
hay relación interna entre los distintos episodios citados. Dentro de
ellos el texto proporciona abundante información de carácter misceláneo,
sobre el tipo de trabajo que se puede emprender, el carácter y destino
de los nacidos en ese día, o el pronóstico medico de un enfermo. Cada
día sigue grossa modo el siguiente esquema: 1.— referencia bíblica; 2.— acción correcta e incorrecta para ese día: 3.— características de los nacidos en el día, dependiendo de su sexo; 4.— menciones repetidas de fugitivos, esclavos o persona enfermas; 5.—
ocasionalmente, hay referencias a una visión o sueño que se hace
realidad». La vinculación de un dia a una acción específica se relaciona
claramente con el capítulo de la Hygromanteia
sobre las acciones adecuadas para cada hora del día. La importancia del
momento adecuado es subrayada en ambos textos y apunta hacia el Salomón
de Sabiduría 7:18-19; de nuevo actúa el trasfondo «hermético». Quizás
deberíamos preguntarnos si los autores de estos textos reinterpretaron
el texto griego de Qoh 3:1-8 en clave astrológica; asi el momento apropiado (kairov)
del texto bíblico sería transformado en un concepto astrológico. Otros
paralelos posibles son proporcionados por dos textos pseudoepigráfícos,
el Tratado de Shem («¿primer siglo antes de la era común?») y las Revelaciones de Ezra (¿anterior al siglo noveno de nuestra era?), que tienen algunos puntos en común con nuestro texto13. Ambos textos pertenecen al género de los calendologia
que describian el año según el día de la semana en el que comenzaba;
así se predecían distintas condiciones naturales -metereología,
cosechas, catástrofes varias-. Ambos textos son atribuidos a figuras
bíblicas y su contenido astrológico apoya la importancia e influencia de
la astrología en determinados contextos judíos.
El Selenodromio constituye un ejemplo claro de la judaización de un género en principio completamente extraño al espíritu judío14. Sin embargo, es aun más interesante la atribución del texto a Salomón,
realizada con la sencilla mención del nombre del rey al principio y al
final de la obra. Esto podría significar que astrología y Salomón
estaban tan identificados que se consideraba innecesario desarrollar
una ficción pseudoepigráfica tan compleja como la que podemos encontrar
en la Hygromanteia.
13 Sobre estos textos vid. J. H. Charlesworth, The Old Testament Pseudepigrapha (2 vols; Garden City, NY: Doobleday, 1983-1985), 1: pp. 473-486; 601-604.
14 Como Cumont (“Les présages lunaires de Virgile”)
dice claramente: «Considerons d’abord les indications tirées de
l’Écriture qui ont pris la place des nativités païennes. Leur caractére
artifíciel et livresque saute aux yeux; e’est une construction
arbitraire d’un érudit de cabinet. Les naissanees des patriarques et
autres événements mémorables de la Génese et de l’Exode s’y suceédent
conformément á la chronoligie biblique et le mois offre ainsi, comme par
miracle, dans ce trente jours un raccourci de l‘histoire des Hébreux
depuis Adam jusqu’á Samuel. D’autre part, ni dans ce premiers mots des
trente paragraphes, ni dans les présages qui suivent, ne se recontre
aucune allusion à l’Evangile ou à l’Église. Ce type de selenodromia bibliques
doit avoir été crée par un Juif qui a voulu rendre acceptables les
almanachs des Grecs à ses coreligionnaires enclins à la superstition
mais hostiles au paganisme, el sí, comme nous le croyons, les selenodromia mythologiques ont été constitués en Egypte, ce Juif était probablemuent alexandrin».
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