sábado, 17 de septiembre de 2016

Los 3 Planetas Transaturninos. Por Pepa Sanchis.













Los 3 planetas transaturninos

Quisiera explicar un poco en este artículo la naturaleza profunda de los planetas transaturninos (Urano, Neptuno y Plutón).  Para un astrólogo de astrología mundial, es difícil a veces explicar las configuraciones astrales si el lector no acaba de tener claros los conceptos de los que está hablando y qué energías representa exactamente cada planeta, sobre todo en esta época de cuadratura de Uarno-Plutón.  Vamos pues a intentarlo como base para analizar luego las configuraciones actuales.
La astrología es una ciencia simbólica.  Es, en cierto modo, matemática espiritual.  No existe una influencia directa de los planetas sobre el ser humano, sino que la mente humana es un microcosmos organizado a semejanza del macrocosmos.  Lo que es adentro es afuera.  Todo es UNO (por eso decimos "uni-verso") y todo está conectado con lo demás por el simple hecho de parecérsele.  Es la "ley de semejanza", una de las dos leyes básicas de la magia (sí, he dicho "magia").  Para poner un simil: cuando una persona está contenta, puede expresar su alegría con la risa, con una frase, con el tono de la voz, con una sonrisa o expresión de alegría en su rostro, con una cierta postura del cuerpo etc. Son lenguajes distintos del mismo cuerpo que expresan la misma idea. Si uno no conoce esos códigos, sólo verá que en un caso hay determinada expresión del rostro y en otro hay una frase, tal vez en un idioma que no entienda, y no percibirá ninguna relación entre ambas cosas.  Para la astrología, todo el universo es como ese cuerpo y cada parte suya expresa una determinada energía a su manera, con su propio lenguaje (ya sea un hombre o un planeta), pero la energía es la misma para todos aunque la forma de expresarla sea distinta.  Por eso seres humanos y planetas no necesitan estar conectados entre ellos para estar en una misma sintonía.  El origen de la conexión entre hombres y planetas es más profundo y está en otro plano.  Ambos expresan la energía universal cada uno a su manera.
Uno dirá que esto es imposible, pues a veces una persona está alegre y otra triste, lo cual demuestra que no todos funcionamos a una.  Es cierto, pero esto se parece a ir subidos en un autobús.  Existe un mismo vehículo, conductor y trayecto para todos.  Ahora bien, uno puede estar sentado, otro de pie.  Uno mirará por la ventana que da a un parque y el otro a la que da a un abismo. El que está detrás del conductor se asustará cuando éste esté a punto de atropellar a alguien, cosa que ni siquiera notará el del fondo etc.  La unidad es a un nivel profundo, pero luego cada cual actualiza una parte de ella.
Otra característica de la astrología es el orden y la simetria, el equilibrio.  Todo lo que parece discordante no es en realidad más que equilibrio de factores contrarios.  Los seres humanos quisiéramos conocer sólo el Bien, pero éste no existe sin el Mal.  Cada cosa tiene su contrario y lo necesita para ser lo que es.
Partiendo de esta ley de semejanza y del simbolismo inherente a toda la astrología, el punto de origen de todo en la Tierra (materia, mente y espíritu) es el Sol, origen de la vida y del sistema.  Porque en astrología no hay diferencia entre la materia, la mente y el espíritu: son sólo tres planos de lo mismo.
Ahora bien, aunque la vida nace del Sol (imagen en el mundo material del Dios, del espíritu), se plasma en la Tierra (la materia).  Entre el Sol y la Tierra hay tres planetas: la triada interior.  Más allá de la Tierra hay tres planetas más: la triada exterior. 


triadas_planetas.JPG


Los astrólogos atribuimos los tres planetas situados en el interior, entre el Sol y la Tierra, a la esfera personal e íntima, análoga a las emociones (eso lo llamamos "humedad").  En cambio atribuimos los tres planetas situados en el exterior, después de la Tierra, a lo social, análogo a la acción (lo llamamos "calor").  Humedad y calor son pues los términos astrológicos para definir las emociones o la acción. Dentro de cada triada hay una estructura ABC puramente simbólica: Sol- Mercurio (C), Venus (B), Luna (A)-Tierra- Marte (A). Júpiter (B), Saturno (C).
  • El planeta más cercano a la Tierra (A, Luna y Marte) tiene la cualidad de esa tríada en grado sumo y la negación de la otra.  Las dos planetas más cercanos a la Tierra son la Luna (en la triada emocional) y Marte (en la triada de la acción), así que la Luna será el máximo de emoción (humedad) y Marte el máximo de acción (calor).
  • El planeta más alejado de la Tierra (C, Mercurio y Saturno) negará ambas cualidades.  Eso significa que Mercurio y Saturno carecen tanto de emoción como de acción (es un poco burdo para Mercurio, pero estamos simplificando).
  • El planeta que hay en medio (B, Venus y Júpiter) representa el equilibrio entre ambas cualidades, equilibrio matizado por el significado general de su tríada.  Venus, que es el planeta intermedio de la triada de las emociones, representa el amor: el equilibrio y la felicidad emocional.  Júpiter, que es el intermedio en la esfera de la acción, representa la justicia, que es lo que permite que la sociedad funcione mejor.  Ambos planetas se consideran benéficos pues uno da la felicidad personal y el otro la felicidad social, aparte de que representan el punto de equilibro entre el sentir y el actuar.
Como podemos ver, por lo tanto, el reparto de las cualidades elementales no es aleatorio ni caprichoso, sino que es simbólico y se basa en el orden astronómico.


El problema de los planetas transaturninos (Urano, Neptuno y Plutón)


Los tres planetas transaturninos (Urano, Neptuno y Plutón) no entraban en el sistema clásico, por lo que no se les puede atribuir con claridad ninguna cualidad elemental (calor o humedad en el sentido astrológico de la palabra). Por otro lado, son planetas muy lentos.  Sus ciclos son más largos que la media de la vida humana.  Para un astrólogo cada planeta representa las cosas análogas a su ciclo: un planeta lento representa a personas mayores (son más lentas) y un planeta rápido a personas jóvenes (son más rápidas).  Pero un planeta que tiene un ciclo más largo que la vida humana no puede representar a los hombres, sino algo del hombre que va más allá de él, algo superior a una vida individual: la especie.  Además, como son planetas no visibles a ojo vista, sin telescopio, son análogos a procesos muy profundos.
De esta manera nos quedan 3 planetas interiores análogos a la esfera íntima y persona, 3 planetas exteriores análogos a la esfera social y 3 planetas transaturninos análogos a la especie humana.  Si las otras dos triadas tenían un esquema ABC (exceso-equilibrio-neutralización), podemos intentar aplicar ese mismo esquema a la triada de los transaturninos: uno será el exceso de algo, el otro la carencia de algo y el del medio representará el punto de equilibrio. 
cerebro_3_partes.jpgCuriosamente, el cerebro humano tiene tres partes.  El cerebro más profundo y antiguo es el reptiliano.  Es el instintivo y visceral.  En medio está el sistema límbico (emocional) y el más reciente es el neocórtex, el más racional.
Añado aquí una pequeña explicación encontrada en internet:
http://www.healthmanaging.com/blog/los-tres-cerebros-reptiliano-limbico-y-neocortex/
Artículo: En esencia, el cerebro humano consta de tres formaciones o cerebros independientes. Cada uno de estos cerebros posee su propia inteligencia, su propia subjetividad individual, su propio sentido del tiempo y el espacio y su propia memoria, además de otras funciones. Estos tres cerebros son, en orden de evolución, el cerebro reptiliano, el límbico y el neocórtex. Los tres cerebros están interconectados a nivel neuronal y bioquímico y cada uno controla distintas funciones de nuestro cuerpo, afectando directamente a nuestra salud, bienestar y rendimiento personal, profesional o académico.
El  reptiliano regula las funciones fisiológicas involuntarias de nuestro cuerpo y es el responsable de la parte más primitiva de reflejo-respuesta. No piensa ni siente emociones, sólo actúa cuando nuestro cuerpo se lo pide: control hormonal y de la temperatura, hambre, sed, motivación reproductiva, respiración… Por encima del reptiliano, tenemos el sistema límbico, almacén de nuestras emociones y recuerdos. En él se encuentra la amígdala, considerada la base de la memoria afectiva. Entre las funciones y las motivaciones del límbico están el miedo, la rabia, el amor maternal, las relaciones sociales, los celos… Por último, tenemos el neocórtex o cerebro racional, que es quien permite tener conciencia y controla las emociones, a la vez que desarrolla las capacidades cognitivas: memorización, concentración, autoreflexión, resolución de problemas, habilidad de escoger el comportamiento adecuado… es la parte consciente de la persona, tanto a nivel fisiológico como emocional. Para hacerlo más fácil y comprensible, agruparemos el primer y el segundo cerebro y lo llamaremos cerebro emocional inconsciente; y al tercero, lo llamaremos cerebro racional consciente.
Buena parte de responsabilidad en conseguir este estado de salud integral recae en la estructura llamada amígdala del sistema límbico, que condiciona nuestros sistemas ejecutivos y de autocontrol emocional (neocórtex), a la vez que condiciona nuestra salud física (reptiliano). Cuando el estrés se apodera de nosotros, la amígdala se activa, no funciona con normalidad y esta alteración provoca que el cerebro no procese adecuadamente la información sensorial que le llega a través, principalmente, del oído, y de otros sentidos. Es entonces cuando la persona reacciona con impulsividad y se bloquean las funciones del neocórtex: los sistemas ejecutivos y de autocontrol emocional, que influye negativamente en nuestro bienestar y, en consecuencia, en nuestro rendimiento.
Bueno, si aplicamos esto a los planetas, es evidente que el planeta más lento (Plutón) corresponde a la parte más profunda del cerebro, Neptuno a la intermedia y Urano a la mas reciente.  Podemos extraer de ello unas conclusiones:
-Esto sería como una serie de espejos que representan la imagen invertida: Mercurio-Venus-Luna eran CBA.  Marte, Júpiter, Saturno eran ABC, y ahora tendríamos otro espejo CBA: Urano, Neptuno, Plutón.
-Los planetas A son el exceso.  La Luna es el exceso de humedad/emoción, Marte es el exceso de calor/acción y Plutón sería el exceso de instinto profundo animal.  Por eso Plutón nos conecta con la parte más visceral e instintiva de nosotros.  Es inmoral por la sencilla razón de que funciona en el nivel puro de la supervivencia, donde aún no existe la moral. Si necesita comer, robará o matará sin pestañear para hacerlo.  Otra de sus pulsiones más fuertes es el sexo.  Lo positivo de Plutón es que, una vez uno conecta con él y lo entiende, ha llegado a la parte más profunda de su ser y puede aceptarse como es.  Lo negativo de él es que es "las tripas".  No razona ni analiza.  Conoce las cosas por instinto y reacciona a ellas de una forma primitiva y visceral.  Eso sí: es capaz de percibir hasta las señales más ocultas.  Aquellos que tienen un Plutón muy fuerte en sus cartas son grandes conocedores del alma humana.
-Los planetas C son la negación.  En este caso, tendríamos a Urano como la negación de lo emocional y de lo instintivo (Plutón).  Urano sería pues la racionalidad llevada hasta sus últimas consecuencias, sin una pizca de emoción y sin aceptar la parte más profunda de la psique, lo visceral.  Esto también es peligroso.  Conozco varios aspergers, gente sin capacidad de empatía alguna.  Los que tienen un carácter más amable son más fáciles de tratar, pero, si son muy inteligentes, acaban creyéndose superiores a todo el mundo.  Para ellos las emociones son una pérdida de tiempo y una estupidez.  Pueden llegar a ser pequeños monstruos y son incapaces de convivir con los demás.  Obviamente, en su mente son los demás los equivocados.  Se convierten en personas muy intransigentes e intolerantes que hacen lo que a ellos les pasa por las narices, sin atender a razones, pues las razones de verdad siempre implican algo de emoción.  Esa es la contradicción de Urano: lo hiperracional es irracional.
-Los planetas B son el equilibrio y son los que dan la felicidad.  Venus es el equilibrio emocional, el amor y la paz interior.  Júpiter es el equilibrio y la paz social, que se consigue a través de la justicia, pues la justicia reequilibra la sociedad.  Neptuno es el tercer benéfico, pero lo es a un nivel muy sutil.  Lo relaciono con las células espejo y los campos morfogenéticos.  Es él el que establece esa profunda conexión entre los miembros de una especie y los hace funcionar a la par, evitando que se maten los unos a los otros gracias a esa conexión.  De hecho, creo haber leído que los psicópatas lo son porque su sistema límbico no funciona bien: son incapaces de identificarse con los demás.
En resumen: en astrología mundial Plutón representaría pues lo más visceral, las tripas.  Urano sería el hiperracionalismo y la intolerancia, la dificultad para conectar emocionalmente con el grupo.  Neptuno sería, al contrario, la conexión a nivel de especie en los campos morfogenéticos.


http://www.bedaweb.com/verarticulo.php?nid=226




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