Califato y ejército islámico
El 19 de noviembre del año 630 (si, ya sé, me voy un poco lejos ) hubo una conjunción de Júpiter-Saturno en el grado 13 de Escorpio (carta de la izquierda). Para los astrólogos, Escorpio es el signo de Islam. La definición del grado 13 de Escorpio según la Volasfera es: "Dos hombres sentados a una mesa, con dos copas de vino delante". Es un grado de acuerdo.
Por otra parte, las conjunciones de
Júpiter-Saturno, en astrología, son las conjunciones que "edifican" la
sociedad. Son constructoras y marcan pautas largas, procesos sociales
importantes. Duran 20 años.
Esta primera conjunción en concreto era
también una conjunción de acuerdos, ya que el punto primario (la
conjunción) está conjunto a Mercurio (el habla), en trígono a Marte en
Piscis (fuerza en lo ideal, poder militar) y a la Luna (el pueblo), y en
sextil a venus (humanidad).
En el 632 se fundó el primer califato, que es el único aceptado por sunís y chiís. Ese califato duró casi 40 años,
hasta el 661: lo que duró la primera conjunción en Escorpio y la
conjunción siguiente de Júpiter-Saturno del 650 en el grado 10 de
Cáncer, en trígono a la conjunción en Escorpio del 630.
En el año 669 hubo una conjunción en
Acuario (signo en cuadratura a Escorpio), cambiando ese ciclo
temporalmente (luego volvió a los signos de Agua).
Vayamos ahora a un tiempo más reciente. En 1965 hubo una conjunción entre Urano y Plutón.
Adjunto aquí la carta para Damasco (a la izquierda). Urano y Plutón
son dos planetas muy difíciles, ya que sintonizan con un radicalismo
(Urano) basado en odios y sentimientos atávicos (Plutón). Es una
configuración violenta y proyectiva: uno odia en el otro lo que tiene en
sí mismo.
En la carta he señalado en morado los
puntos claves de esa configuración: la conjunción se produjo en 3
(ideología) y opuesta a Saturno (racionalismo) en Piscis (cristianismo) y
en 9 (ideología y extranjero). Todo ello en aspecto a Neptuno
(misticismo).
Esto, obviamente anunciaba una
radicalización (Urano-Plutón) ideológica (eje 3-9) en el mundo árabe,
sobre todo contra el cristianismo (Piscis en 9).
En naranja he señalado dónde se encuentran ahora, en el presente, Urano (en Aries, en la 10 de esa conjunción: lo que se hace público) y Plutón (en Capricornio, en la 7 de la conjunción, las guerras).
El 29 de junio del 2014
(carta de la derecha), con Marte aspectando la cuadratura de Urano y
Plutón de 1965, un grupo terrorista activo desde hacía años proclamó el
Califato Islámico.
Si comparamos la carta pequeña de la derecha con la de la izquierda (el inicio del ciclo), vemos que hay muchas coincidencias: al
mismo tiempo que se producía la cuadratura sobre las casas 7 y 10 de la
carta original, el tránsito de Marte sobre el Sol en 4 de la carta de
la conjunción activó todo esto. La 4 es el territorio, así que esa ideología radical reclamaba un territorio.
El Califato actual es por lo
tanto el típico producto de una cuadratura muy radical y brutal, la de
Urano-Plutón en signos cardinales y muy secos. Es una
cuadratura que va a estar activa hasta el 2018, así que hay para rato. Y
el ciclo original es MUY lago, ya que durará hasta el 2104
No obstante, pienso que hay otra configuración que pudo influir mucho en el despegue de esa idea del califato: la conjunción de Marte-Saturno que tuvo lugar en agosto de 2014 en el grado 17 de Escorpio (carta de la izquierda).
Obsérvese que cuando se fundó el
primer califato Júpiter y Saturno (los grandes cronocratores) hicieron
la configuración más importante en astrología en el grado 13 de Escorpio. Siglos después, con
Saturno a 16º, con una conjunción Marte-Saturno a 17º y una terrible
configuración de Urano-Plutón, renace la idea del califato.
Los pueblos tienen una memoria colectiva, así que no resulta
sorprendente que, con semejante configuración en Escorpio (el islam), se
renueve un sueño colectivo: el de unificar a la Umma.
Ahora bien, hay diferencias de peso entre ambos periodos:
-El califato
original nació en el 632 después de una conjunción de Júpiter-Saturno en
Escorpio. Esas conjunciones son configuraciones de largo alcance (20
años) y, sobre todo, constructivas. Marcan los giros sociales
importantes.
-El califato actual
ha renacido con una configuración menor (Marte-Saturno, dos años) y,
sobre todo, destructiva. No estructura la sociedad, sino que indica las
desgracias y los males de los países.
Esto se suma a una fase de la conjunción original de Urano-Plutón del
65, que es nacionalista (Sol en 4) y radical en el terreno religioso
(Urano-Plutón en 3). Es por lo tanto una crisis de radicalismo.No es lo mismo construir un sueño colectivo (la configuración del 630) que iniciar una destrucción colectiva (la configuración actual).
¿Qué puede pasar ahora?
Por un lado, esa idea del califato irá decayendo, ya que el ciclo de Marte-Saturno es de dos años (el actual durará hasta el 2016).
No es un ciclo de unión, como lo es el de Júpiter-Saturno, sino de
confrontación. No tiene por lo tanto visos de asiento, ya que la
destrucción puede aunar voluntades un tiempo, pero se devora a sí
misma. Pienso, por lo tanto, que la idea del "califato" puede decaer a partir del 2016 (o incluso antes, cuando se produzca la oposición en 2015)
Seguirá habiendo grupos terroristas y radicalismo,
ya que el ciclo de Urano y Plutón (ahora en cuadratura) va a seguir así
hasta más o menos el 2018, pero irá aflojando a temporadas. En 2017 Júpiter le hará la oposición e intentará recuperar el imperio de la ley (acciones legales contra esto). En
2018, el trígono de Júpiter-Neptuno entre Escorpio y Piscis (que caerá
sobre el Neptuno-Saturno de la conjunción de Urano-Plutón) puede tener
efectos religiosos muy positivos. Podrían darse intentos de
acercamiento entre ambas religiones (islam y cristianismo). O bien
podría haber un renacer de un misticismo musulmán más humano (trígono
desde Neptuno en Piscis).
Ahora bien, en 2020, cuando se produzca la conjunción en Acuario (signo en cuadratura a Escorpio), el islam tendrá que renovarse
(Urano estará en Tauro, opuesto a Escorpio, signo del islam). Las
tensiones interiores en esa religión entre modernidad y tradición
podrían producir una implosión interna.
Cada época tiene sus paradigmas
políticos. Vamos a salir de un periodo de dos siglos de conjunciones de
Júpiter-Saturno en Tierra (nacionalismo que, en Oriente Medio, se
confundió con religión) a un paradigma de Aire (colaboración y
participación).
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