Antonio Polito di Sabato. |
LA FECHA Y LA HORA
Generalmente los astrólogos, interesados en observar
el mapa del cielo para una fecha determinada, vamos al ordenador y con la ayuda
de un software de astrología, introducimos los datos: día, mes, año, hora y
lugar. Seguidamente obtenemos un mapa del cielo que corresponde a los datos
introducidos. Esta secuencia de actividades, pasa por alto la verdadera
experiencia humana con relación al cielo, porque antes fue el cielo y luego fue
la hora y la fecha. De tanto usar la hora y la fecha para ver el cielo se llega
a olvidar que solo son accesorios.
La realidad
observable es que el Sol salía y sale por el oriente y se pone por el
occidente, circunstancia que permitió dividir el ciclo diario en doce partes
llamadas horas, mucho más necesitó la humanidad para inventar algún aparato que
las contara hasta que apareció el reloj de arena, el reloj de agua, luego
algunos relojes mecánicos, hasta llegar a los relojes electrónicos de hoy en
día. Algo similar ocurrió con el calendario, primero fue el cielo en dar motivo
para contar y luego el hombre inventó un sistema para llevar la cuanta de los
años y los meses. Antes de llegar al actual calendario gregoriano fueron muchos
los ensayos anteriores.
Una fecha
con su hora definen lo que hemos llamado instante
de tiempo y es ese instante de tiempo que los astrólogos pretendemos
traducir, porque estamos convencidos de que los elementos cósmicos que dan
lugar al tiempo están acompañados de significados. Significados que son
cíclicos igual que los movimientos que los originaron. El estudio de estos
significados es el tema fundamental de la teoría astrológica y sobre él
hablaremos en abundancia. Pero por los momentos, queremos llamar la atención
sobre la diferencia entre la realidad de nuestro sistema y las ideas
implantadas en la consciencia por los hábitos producto de los inventos humanos
introducidos por razones prácticas.
No es lo
mismo decir, que la astrología pretende encontrar relaciones entre la fecha del
año y la personalidad de un sujeto al nacer, que decir que la Astrología
pretende encontrar relaciones entre la fase del ciclo anual en la cual nace un
sujeto y su personalidad en virtud de todos los significados que esa fase ha
implantado en nuestra consciencia por las circunstancias que la han
acompañado desde la eternidad.
Digamos que
la situación es esta, cada instante
cósmico tiene personalidad propia, luego, el individuo humano trae la huella
del instante cósmico en que vino al mundo.
La Astrología se ocupa de los significados atribuibles
a las fases de los ciclos cósmicos, se ocupa de establecer analogías
con aspectos presentes en la personalidad humana. También se ocupa de el
origen y las evolución de esos significados que al fin y al cabo son
construidos por la interpretación humana, y finalmente, la tarea más
importante, como esta condición natal entra en un proceso dialéctico con las
propiedades creativas de la consciencia humana. Aquí entra en juego una
concepción del ser humano.
Tal como lo
mencionamos anteriormente, la existencia del fenómeno astrológico nos conduce
inevitablemente a pensar el algunos problemas que han mantenido ocupados a los
cerebros más brillantes de la humanidad.
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