lunes, 23 de febrero de 2015

Temperamentos y Astrología. Por Adela Ferrer









CUÁL ES TU TEMPERAMENTO: tipos constitucionales y astrología




Encontraremos en muchos tratados las claves para averiguar el temperamento (probablemente la mezcla de temperamentos) del nativo a partir de su horóscopo.

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Esto es el germen de la medicina psicosomática y de la teoría de los tipos constitucionales:


TEMPERAMENTO SANGUÍNEO:



La sangre procede del corazón y se elimina por las heridas. Es caliente y húmeda. Le pertenecen los signos de aire.
Los planetas de esta complexión son Júpiter y Venus.
Le corresponden el aire y la primavera.

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Los individuos de temperamento sanguíneo son de estatura inferior a la media, con buena musculatura y figura proporcionada, aunque quizá con exceso de carne; la piel es de tonalidad roja, con abundantes venas, y el pelo es negro y espeso. De carácter rudo, con tendencia a la irreflexión, son sociables, optimistas, pero tienen poca tenacidad y tampoco son persistentes.
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El enfermo al que le sobra sangre tiene la piel cálida al tacto, los ojos enrojecidos, nervios tensos, pulso y respiración fuertes, exceso de risas y también de sueño. En sus sueños tiene visiones de rojo o de sangre.
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Las enfermedades sanguíneas siempre se relacionan con sopor, fatiga sin motivo, abscesos y sangre en las encías. Los enfermos que padecen exceso de humor sanguíneo dicen encontrarse mejor tras una extracción de sangre.

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TEMPERAMENTO COLÉRICO:



La bilis amarilla se origina en el hígado y se elimina por medio de vómitos. Es caliente y seca
Le pertenecen los signos de fuego.
Los planetas de esta complexión son el Sol y Marte.
Le corresponden el fuego y el verano.
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Las personas de temperamento colérico o bilioso, son de estatura normal o superior a la media; su cuerpo suele ser flaco, de pocas carnes, tienen los ojos grandes, penetrantes y vivos, y el pelo, negro y rizado. En su carácter se aprecian frecuentes cambios de ánimo: alegría y afabilidad y riñas o disputas; nunca descansan, de modo que su ánimo y valor son tan proverbiales como su angustia y beligerancia. Son autosuficientes, irascibles, impacientes, obstinadas y vengativas. Precipitadas e impulsivas, tienden a dejarse llevar por sus pasiones.
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Los enfermos que padecen de exceso de cólera tienen la piel pálida, de tono amarillento, fina pero cálida al tacto, exceso de sed, pulso rápido, facilidad y rapidez en recordar y olvidar, exceso de movimientos y sueños en los que predominan las visiones de luces o los colores amarillos.
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Las enfermedades propias de la bilis amarilla tienen relación con gusto amargo, sed, falta de apetito, desmayos y vómitos. Los pacientes aquejados de exceso de bilis amarilla sienten mejoría con lo que refresca, y empeoran en los ambientes cálidos.
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TEMPERAMENTO MELANCÓLICO O NERVIOSO:


La bilis negra se produce en el bazo y se elimina por las deposiciones. Es fría y seca,
Le pertenecen los signos de tierra.
Los planetas de esta complexión son Saturno –y hay quien dice que también Mercurio-.
Tiene analogía con la tierra y el otoño.
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Las personas de temperamento melancólico o nervioso, se caracterizan por una complexión delgada, de estatura normal o superior a la media, con tendencia a la palidez, abundante pelo y de color grisáceo. Son dulces y serviciales, pero también sensibles, meditabundas, tímidas, sensibles, fáciles de herir, sentimentales e indecisas, como rodeadas de un aire de pesimismo o abatimiento. Su carácter es propenso a sentir fuertes odios y deseos, incapacidad de llanto, talante taciturno, imperturbable.
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Los enfermos que padecen exceso de bilis negra tienen la piel seca, falta de sueño, poca energía y sueños con visiones desagradables de lugares oscuros o deprimentes.
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Las enfermedades propias de la bilis negra tienen relación con alteraciones emocionales, la angustia, la preocupación, la depresión, el falso apetito (deseo voraz de comer), el insomnio, el estreñimiento. Los pacientes se sienten mejor con vahos y humedades, y empeoran con el frío.
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TEMPERAMENTO FLEMÁTICO O LINFÁTICO:

La flema se origina en el cerebro, es una mucosidad pegajosa que se elimina por la boca o la nariz. Es fría y húmeda,
Le pertenecen los signos de agua.
Su planeta es la Luna.
Le corresponden el agua y el invierno.
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Las personas de temperamento flématico o linfático tienen tendencia a la obesidad, aunque pueden también existir tipos delgados; la piel es de color blanco; el pelo, liso y escaso, les crece lentamente, y suelen tener canas antes de la vejez. Su carácter es indolente y algo indiferente. Es el más realista y práctico de los temperamentos, pesado y lento, tranquilo y de poco movimiento; estas personas son reflexivas, silenciosas, imperturbables, de “sangre fría”. Miden siempre sus palabras, saben guardar secretos. Su entereza es fría y sosegada y es difícil conocer lo que piensan.
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Los enfermos que padecen exceso de flema tienen la piel fría al tacto, exceso de humedad en los conductos que dificulta sus movimientos, pesadez, demasiado sueño, pulso lento y visión débil; durante el sueño tienen visiones de agua y humedad.
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Las enfermedades flemáticas siempre se relacionan con una excesiva flacidez, olvido, pereza, digestión alterada y pulso irregular. Los pacientes de una enfermedad de exceso de flema se sienten empeorar con el frío y mejorar con el calor.

En general, da buen resultado, colegir el temperamento o la mezcla de temperamentos a los que pertenece el nativo, contando cuántos significadores hay en cada triplicidad (fuego, tierra, agua o aire). Los significadores son todos los planetas, a los que añadiremos el grado del Ascendente y el Medio cielo, pero puntuarán doble el signo del Sol, el de la Luna, el de Mercurio, el del regente del Ascendente, el signo del Ascendente y cada uno de los planetas que allí se encuentren, así como el signo del Almuten del tema; cuando la mayor puntuación se decante hacia signos de fuego, será de temperamento bilioso o colérico; si la mayor puntuación la tienen los signos de tierra, será de temperamento nervioso o melancólico; si la mayor puntuación está en signos de aire, será de temperamento sanguíneo; y si la mayor puntuación se la llevan los signos de agua, de temperamento linfático o flemático.









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