Siempre
indica la continuación de un karma de antiguas encarnaciones. Cualquier
que sea la lección, el individuo es extraordinariamente lento en
llevarla a cabo. Así, en esta vida, necesita llevar en su alma un peso
extra de una vida anterior, de modo que cuando finalmente se combinen
las dos, eso le resulte lo bastante evidente como para comprender
completamente su auténtica misión. Mucho de lo que hace en esta vida es
una repetición de lo que su Saturno representa. Pero ahora, afronta
situaciones y circunstancias que son ligeramente diferentes. La acción
retrógrada del planeta puede hacerle sentir su fuerza restrictiva,
particularmente si intenta escapar de la carga de su lección. Pero si
sigue con ello, comprendiéndole gracias a la paciente guía que recibe le
conduce lentamente a identificarse con algo superior a lo que había imaginado,
podrá apreciar verdaderamente el funcionamiento del bello universo de
su dios interno a través de este planeta. Saturno es el maestro, y
cuando aparece retrógrado, el individuo ya ha recibido enseñanzas
similares antes de esta vida. Como revelan los años, existe una gran
cantidad de sabiduría que fluye constantemente de Saturno retrógrado. De
todos los planetas, éste es el que se siente más cómodo en esta
posición retrógrada, puesto que proporciona al individuo una especie de
segunda oportunidad para mejorar la relación establecida entre su alma,
las circunstancias a las que se enfrentó en una encarnación anterior y
cómo las entendió. Ahora, bajo la dulce guía de Saturno, es capaz de dar
forma a todo lo que aprendió en el pasado. El
individuo con Saturno retrógrado se toma muy en serio el completar
aquello que dejó inacabado en su pasado. Tiende a querer retroceder para
llenar cualquier hueco en lo que anteriormente se apresuró en
considerar terminado. Por eso, tiende a ser serio y constante. A veces
quizá parezca demasiado prudente o demasiado frugal, pero cualquier
reserva por su parte se basa plenamente en su necesidad de conservar la
esencia para determinados usos. No cree en despilfarros o
extravagancias, dado que lo experimentó en otras vidas. Ahora aprecia
profundamente todo cuanto recibe. A menudo se siente en deuda con dios,
lo que se traduce en un fuerte sentido de gratitud por todo lo que ve a
su alrededor. Intenta enseñar a los demás, menos entendidos o expertos
que él. Sin embargo, no tiene éxito si no han pasado por su vida
anterior como "caídos del
cielo" ni por su gran lucha que le ha hecho volver atrás. En
consecuencia, existe una madurez interior en Saturno retrógrado que uno
no puede conseguir sin un gran sacrificio y esfuerzo personal.
Saturno
gobierna todos los intentos por estructurar el ego, a fin de asegurar
la fortificación y la estabilización del estatus quo del individuo en el
ámbito social. Cuando está directo, se centra primordialmente en
construir escudos, barreras, y defensas sólidas para proteger al
individuo de ser atrapado por fuerzas externas más allá de su control.
Se convierte en el planeta de la autopreservación, incitándonos a
establecer patrones de seguridad a través del funcionamiento realista,
que suele ser separativo y orientado hacia el poder. Intenta minimizar
la vulnerabilidad estableciendo límites apropiados y de autodisciplina
en el mundo externo. Sin embargo, cuando Saturno está retrógrado en el
horóscopo natal, las condiciones externas no impulsan al individuo
hacia la autoestructuración y la definición personales. En cambio, esta
persona puede intentar inconscientemente preservar una imagen o molde
psicológico limitado de sí misma, que protegerá y apoyará siempre,
aunque sea un concepto absolutamente auto-derrotista. Si Saturno se
encuentra en una configuración muy tensa, su marco interior de trabajo
será indebidamente rígido e inflexible a las influencias externas. Se
apoyará en miedos subjetivos, ansiedades reprimidas, inadecuación, y un
sentido de falta de valor personal que lo invade todo. Los sentimientos
de duda e inferioridad que experimenta en su interior serán poco
visibles en la superficie. Se enfatizan las presiones que el mismo
individuo crea. Saturno retrógrado señala a un individuo que vuelve sus
impulsos disciplinarios y autoritarios típicos de este planeta sobre sí
mismo, en vez de sobre el medio ambiente. Será extremadamente crítico
consigo mismo y la culpa lo corroerá internamente cada vez que fracase
en vivir a la altura de sus expectativas. Es muy sensible a las
carencias o deficiencias que percibe en sí mismo. Esta condición puede
ser la rúbrica de un ego lastimado y apaleado que se repara muy
lentamente y de forma indecisa (ya que la resistencia al cambio es muy
fuerte). A niveles sutiles se autonegará, y es propenso al masoquismo
psicológico, que rara vez reconoce o acepta a nivel consciente. Desde un
punto de vista positivo, Saturno retrógrado señala a un individuo bien
equipado para resistir un bombardeo de circunstancias difíciles, sin
sentirse amenazado o temeroso. Sin embargo, es probable que soporte
estas presiones externas y luchas sin provocar los cambios dinámicos
que necesita para ponerles fin. La resistencia y la perseverancia de
Saturno eligen funcionar hacia dentro en un intento por controlar las
energías de la psique. Como resultado de ello, está menos dispuesto a
defenderse abiertamente y a mantener el control a través de su voluntad
cuando es confrontado por egos más fuertes y dominantes (especialmente
si Saturno hace aspectos difíciles al Sol, a Marte, al ASC, o al regente
del ASC). Es intimidado fácilmente, puede parecer externamente sumiso o
inclinarse ante las exigencias de los demás sin oponer resistencia,
pero en su fuero interno, se adapta mal a tales presiones y se siente
constantemente frustrado y resentido. Experimentará agudamente la
amargura y la depresión pero rara vez las exhibirá externamente.
Necesita poner límites a las exigencias y expectativas de los demás si
quiere respetarse más a sí mismo. A menudo, experimenta su
conciencia tan vívidamente que la represión puede bloquear o frustrar el
cumplimiento de sus deseos y ambiciones personales. Quizás posea un
sentido distorsionado de lo que debería hacer o dejar de hacer. La
lección más importante será aprender a reconocer su propia
importancia. Debe aceptarse libremente tal cual es (incluso las partes
de sí mismo que están en la sombra), sin avergonzarse, rechazarse, o
desilusionarse de su persona. Tiene temor de realizar cambios personales
que puedan alterar beneficiosamente su autoimagen (puede ser un
crítico feroz de sí mismo), a menudo su concepto es demasiado estrecho
como para ser tolerante con sus debilidades innatas. Deberá superar
obstáculos psicológicos desde dentro, antes de poder funcionar
productivamente en el mundo externo. Cuando Saturno se halla retrógrado,
la ambición para alcanzar una posición social y para que se reconozcan
sus méritos no será algo innato, ya que la
determinación de este planeta por triunfar y subir peldaños sociales
será menor. Para este individuo, quizá el triunfo tenga un significado
personal único que no se relacione con ganar el respeto y el halago del
mundo. Estará más sintonizado con el desafío de controlar su naturaleza
interior y lograr seguridad y poder en este nivel. Como Saturno también
simboliza la imagen interior de la figura paterna arquetípica, su
posición retrógrada sugiere que el padre del nativo no responde al
modelo tradicional. Aunque no sea una persona débil, tendrá una imagen
paterna distorsionada o que lo desorientó durante sus años formativos. O
quizás la actitud de la persona hacia su padre era muy subjetiva y no
se ajustaba a la realidad externa o verdadera. El resultado será la
confusión y la ambivalencia. Lo importante aquí es cómo reacciona interiormente
el individuo frente a la relación que mantiene con su padre, ya que
esta respuesta determinará el trato que tendrá en el futuro con la
autoridad interior y exterior. En muchos casos, una persona con Saturno
retrógrado tendrá dificultades para manejar el poder y la autoridad con
equilibrio, sugiriendo que esta cualidad está poco desarrollada (o
demasiado en otros casos, que intentan así compensar sus sentimientos de
impotencia). Debido a su sentido de incompetencia, el individuo puede
no perseguir activamente las tareas y los deberes que impliquen un
desafío. Incluso quizás no acepte madurar, pues éste es un factor
indispensable para poder competir. A veces ni siquiera intentará
defender su posición social si debe arriesgarse a un fracaso o al juicio
público. Pero cuando Saturno es manejado correctamente, el individuo
tendrá una gran disciplina interna, la habilidad para aceptar y trabajar
bajo limitaciones o rechazos sin sentirse agobiado, y el vigor para
enfrentar las dificultades con más desapego y percepción. Las cosas más
difíciles de la vida se originarán siempre en su propia psique. (Peter
Tchaikovsky, Franz Schubert, George Eliot, Ernest Hemingway, Richard
Nixon, Greta Garbo, Marilyn Monroe, Emily Dickinson, Albert Einstein).
PROGRESADO: Una vez que Saturno se pone retrógrado por
progresión, no se pondrá directo otra vez durante el resto de vida del
individuo (ya que permanece en fase retrógrada durante 140 años
progresados). Señala un tiempo en el ciclo vital en que el individuo
comienza a abandonar la búsqueda de control y la autoridad externos a la
manera del Saturno directo. En vez de alcanzar un sentido de seguridad a
través del manejo ambicioso de los asuntos sociales que podrían
brindarle logros y elevación, se concentrará en estructurar y definir
sus bases psicológicas. Reorganizará la forma en que ha estado
manejando lo social hasta este momento. A través de esos esquemas
nuevos, se pondrá en contacto con lo que todavía necesita organizar y
reestructurar interiormente para asegurar su crecimiento. La Casa que
ocupa Saturno se volverá más seria a nivel subjetivo y se incrementará
la profundidad de su aproximación a la misma. Reflexionará y
autoexaminará el papel externo que se siente impulsado a adoptar, al
tratar con su Dharma o sentido interno de responsabilidad social. Se
volverá más cauteloso en su manera de encarar los asuntos externos y
los cambios serán más lentos, debido a su evaluación cabal de las
razones que se ocultan tras sus acciones. Se tomará tiempo para
considerar las consecuencias de sus compromisos, antes de asumir ningún
tipo de obligación. Las responsabilidades asumidas deberán estar en
consonancia con lo que interiormente considera significativo. Debido a
ello, los asuntos regidos por la Casa que ocupa Saturno sufrirán
demoras, limitaciones, retardos, y restricciones mundanas... frenando
su ambición hasta que comience a imponer en esta área la disciplina
interna necesaria. A medida que los componentes más inconscientes de su
psique comienzan a ejercer una influencia directa sobre la
estructuración de su ego, el individuo empieza a comprender el
componente universal implícito en sus impulsos de lucha y logros
mundanos. Kármicamente, al ponerse Saturno retrógrado por progresión,
el individuo se verá reintroducido a los patrones de seguridad
negativos y a los mecanismos de protección que cumplieron un papel
importante en vidas pasadas. Debido a ello, podrá comprender mejor los
miedos inconscientes, las inhibiciones, y las actitudes autolimitadoras
que asfixiaron muchas facetas de su ego en la vida presente. Se le
brinda la oportunidad de reconocer su sombra (en el sentido junguiano
del término) y hacer un inventario de sí mismo que le permitirá ordenar
aquellas partes de su psique que de otro modo permanecerían
fragmentadas y sin integrar. Para lograrlo, es probable que pase el
resto de su vida en un estado no demasiado obvio de autocontemplación.
Se irá alejando de la actividad pública, de la vida mundana, y del
reconocimiento externo para concentrarse en la reconstrucción de un
ancla espiritual interior. Estará menos motivado por razones sociales,
quizás adopte un estilo de vida recluido, buscará simplificar sus
necesidades y limitar sus intereses y placeres a aquello que sirva para
reestructurar sus exigencias internas. Para ver cómo focalizará la
estructuración de su alma durante el resto de sus días, deberán
estudiarse los aspectos natales de Saturno.
Cuando Saturno se pone directo por progresión, el individuo comienza gradualmente a
adoptar una actitud más confiada ante sus responsabilidades externas.
Continuará actuando con cautela en sociedad, pero su base interna le
permitirá aventurarse. En muchas formas, este período de transición será
liberador y lo ayudará a soltarse. Estará más en contacto y de manera
responsable con los asuntos importantes del mundo externo, ya que sus
ambiciones se manifestarán mejor a través de las estructuras existentes
en su medio ambiente. Desde su nacimiento, ha sido condicionado a
acercarse a la autoridad y al control con profundidad. En este momento
predestinado, deberá volver al mundo objetivo para exhibir su propia
importancia, autoridad, y control con un sentido mayor del rumbo y de
los propósitos elegidos (ya que psicológicamente ha ahondado en las
razones más profundas de sus impulsos hacia el éxito). Deberá trabajar
para darle un sentido mejor y más consistente a la estructura de su ego
fuera de sí mismo, evitando su tendencia innata a someterse
inconscientemente a las exigencias y presiones de los demás. Las
condiciones externas que no ha elegido ejercerán menos dominio sobre
él, se fortalecerá su sentido de autorrespeto y autonomía. Al mismo
tiempo, podrá soltar las estrechas riendas psicológicas que asfixiaron
su ser interno durante la mayor parte de su vida, y comenzar a sentirse
cada vez más libre de las restricciones autoimpuestas (la mayoría de las
cuales han sido agobiantes e incómodas). El individuo se volverá menos
ansioso y no condenará con tanto fervor sus acciones. La Casa donde se
encuentra Saturno natal experimentará un renacimiento de las
ambiciones, el individuo estará ansioso por realizar cosas o algo que le
valga el reconocimiento social y el respeto.
TRANSITO: La
fase de Saturno retrógrado en tránsito dura unos cuatro meses y medio, y
ocurre una vez al año. Al atravesar una Casa natal, Saturno vuelve más
lentas las actividades del sector para que el individuo tenga la
oportunidad de desarrollar un plan o un método más eficiente y sensible
que le permitirá más tarde obtener más beneficios de cualquier oportunidad que se le presente en esta área. A nivel externo, debido tanto a
la naturaleza innata de Saturno como a la dinámica normal de la
retrogradación, las actividades mundanas o las expectativas sufrirán
postergaciones o innumerables reveses. Las ambiciones inmediatas serán
desbaratadas innecesariamente, según la perspectiva limitada del
individuo, usualmente debido a que entrarán en su vida compromisos
imprevistos y responsabilidades que le exigirán tiempo y energía. Pero
con Saturno retrógrado tales obligaciones son generalmente «asuntos
inconclusos», descuidados en algún momento previo y que ahora deberán
ser resueltos y completados, a ciertos niveles de conciencia, antes de
que el individuo pueda iniciar una nueva actividad. Sin embargo, aquí
se pone en funcionamiento un sistema de regulación del tiempo poco
comprendido pero correcto, el individúo tendrá más éxito en sus
empresas futuras si acepta ahora sus deberes presentes con más
paciencia, resistencia, y concentración interior. Deberá seguir
trabajando en sus objetivos en este sector y no abandonarlos, pero no
deberá presionar para obtener gratificaciones o resultados inmediatos.
Saturno le indica que vaya más despacio, que ponga un freno a su ego, y
que se organice mejor. Saturno retrógrado lo hace aún más cuidadoso ante
la posibilidad de desperdiciar o aplicar mal cualquier recurso
significativo de la Casa que ahora ocupa. Esta fase es un momento
inadecuado para llevar a cabo nuevos cambios
en la profesión, o para intentar impulsivamente alterar su estatus quo
presente o su posición en el medio ambiente o en el mundo (por ejemplo,
renunciar a un puesto de trabajo de muchos años). En cambio es un
tiempo adecuado para realizar ajustes o alteraciones que alivien su
sentido de frustración. Aunque los astrólogos (a veces ingenuamente)
luchan por lo ideal, la verdadera vida exige que uno cumpla con patrones
que no siempre satisfacen nuestro concepto preconcebido de lo que
debería ser. Lo que se exige a cada individuo, lo dicta su propio patrón
de crecimiento interno, no nuestras fórmulas. Este período trae
responsabilidades adicionales que a menudo son agobiantes y consumen el
tiempo del individuo, por lo tanto no es conveniente buscar activamente
obligaciones extras, ya que podrían representar una carga y un gasto de
energías mayores de lo anticipado. Saturno retrógrado intenta ponernos
en contacto con nuestras limitaciones interiores. Sin embargo, puede
ser un momento óptimo para hacer un inventario de uno mismo y trabajar
en la construcción de una estructura interna, que fomente una mayor
fuerza psicológica. En esta fase, Saturno debería dedicarse a
reflexionar, en vez de luchar ambiciosamente, por obtener sus metas
externas. Si en estas fechas Saturno hace aspectos difíciles a algún
planeta natal, podrá resurgir ciertos elementos de la personalidad poco
elaborados que han sido evitados en el pasado, y a los que ahora deberá
prestar atención y corregir.
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