FUNDAMENTACION HERMETICA DE LAS CLAVES EN LAS DIRECCIONES ASTROLOGICAS
DR. SPICASC
Deseo
hacer algunas reflexiones sobre un tema del mayor interés y que hace a
los fundamentos de la técnica predictiva más poderosa: las direcciones.
Lamentablemente lo que vamos a exponer aquí generalmente no se menciona y
surge entonces muy naturalmente la pregunta acerca del porqué y razón
de ser de las cosas.
Vamos
a ocuparnos aquí de este asunto siguiendo la línea de pensamiento de
Jean Hiéroz con algunas ampliaciones necesarias. Como es sabido el
fundamento mismo de la Astrología es la Ley de Correspondencia y
Analogía, basada en el tradicional aforismo hermético de la Tabla de
Esmeralda que vale la pena citar íntegro:"Es verdad sin mentira, cierto y
muy verdadero que lo que está arriba es como lo que está abajo y lo que
está abajo es como lo que está arriba a fin de que se perpetúe el
milagro de la unidad".A partir de esta premisa se establece la
correspondencia analógica entre un giro de la Tierra en torno a su eje
(un día) y un giro del Sol (en su movimiento aparente) en torno a la
Tierra (o sea un año). De aquí surge inmediatamente la clave de las
direcciones secundarias, conocidas como el mismo Guido Bonatis afirma en
su Astrosophia Naturalis, desde la más remota antiguedad. El se hizo
famoso en sus tiempos por lo certero de sus predicciones empleando esta
clave. Pero desgraciadamente, el afán de simplificar llevó a arruinar el
procedimiento. En la forma en que hoy se lo practica tiene muy poca
eficacia (se cumple una dirección de cada veinte en promedio). Como
quienes enseñan recurren a cualquier cosa menos al método experimental
siguen insistiendo en esto y practicando algo que realmente sirve para
muy poco en su forma actual.
Pero
continuemos con el tema. A un día corresponde un giro de la Tierra y a
esto corresponde un giro del Sol (un año). Pero como en un día el Sol
recorre un grado resulta, extendiendo la correspondencia, que a un grado
corresponde un año. Esta es la famosa clave de Tolomeo, la primera de
las conocidas y empleadas tanto en direcciones simbólicas como en
direcciones primarias mundanas y, por cierto, absolutamente eficaz y
útil.
Y
sigamos con los razonamientos analógicos. Si analizamos el movimiento
aparente del Sol en torno a la Tierra durante un año, en este lapso el
Sol recorrerá doce signos de 30º cada uno.
Si
invertimos ahora la relación y hacemos corresponder a un signo (30º) el
lapso de doce años, a cada año le corresponden 2º 30'. Esta es la
famosa clave duodenaria (conocida desde hace muchos siglos con los
hindúes con el nombre de dwadashamsa) y, lo que es más importante, es
otra clave absolutamente eficaz en direcciones simbólicas. Sobre estas
dos claves construí toda mi teoría de las multiclaves que ha dado y
sigue dando resultados espectaculares en la práctica de la astrología
tanto individual (genetlíaca) como mundana (política).
Pero
aún queda por decir algo. De donde sale la clave de Naibod, tan útil en
las direcciones primarias bajo el polo del significador?. Pues es muy
simple: en un año el sol completa un giro de 360º grados en torno a la
Tierra en su movimiento aparente. Pero ese año tiene una duración de
365, 242198 días (Valor este muy aproximado midiendo tanto en días
medios como en días de efemérides. Puede verse al respecto algún buen
texto de astronomía de posición por ejemplo el de Teodoro Vives).
Efectuando el cociente y expresándolo en grados
360/365,242198=0,9856=0º59'08,33” que corresponde al recorrido medio del
Sol en un día de efemérides. Este último valor es la clave de Naibod.
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