Los regentes de la triplicidad
Los regentes
de la triplicidad o del trígono tienen mucha importancia en la astrología
helenística. Se trata de tres planetas que comparten la regencia sobre cada uno
de los cuatro trígonos zodiacales, compuestos por tres signos de la misma
naturaleza: fogosa, térrea, aérea y acuosa. Es de notar que los griegos solían
hablar del primer, segundo, tercer y cuarto trígono, para a lo sumo – y no
siempre – añadir la naturaleza que los caracteriza. Sería pues inexacto decir
que los planetas asignados tienen regencia sobre el elemento de fuego, tierra,
aire o agua.
Para
entender las regencias de triplicidad es necesario conocer antes otro concepto
fundamental de la astrología antigua: las sectas. Existen dos sectas, el día –
secta del Sol – y la noche – secta de la Luna. Cada planeta pertenece a una de
estas dos sectas, hablándose entonces de planetas diurnos o nocturnos. Las dos
luminarias encabezan estas sectas o partidos.
Los planetas
diurnos son el Sol y los dos planetas superiores, Júpiter y Saturno.
Curiosamente son los planetas gigantes del sistema que, como sabemos hoy,
tienen más parecido con el Sol.
Los planetas
nocturnos son la Luna y los dos planetas vecinos a la Tierra, cuya consistencia
es precisamente parecida a la Tierra y la Luna. Se trata de Venus y de Marte.
Mercurio
podría considerarse planeta nocturno, al pertenecer a la misma familia que los
demás planetas interiores del sistema. Sin embargo la tradición asigna Mercurio
a ambas sectas, según su posición relativa al Sol: si sale antes del Sol es
diurno, y si se pone después del Sol es planeta nocturno.
Los cuatro
elementos que describen la naturaleza de los trígonos, son considerados también
diurnos y nocturnos: Los elementos Fuego y Aire son masculinos y diurnos, y los
elementos Agua y Tierra son femeninos y nocturnos.
Los regentes
de una triplicidad son siempre tres planetas que pertenecen a la secta asociada
al elemento o naturaleza del trígono en cuestión. De estos tres planetas, uno
de ellos es considerado regente diurno del trígono o triplicidad, otro es
considerado regente nocturno, y un tercer planeta se denomina regente
participante, o común a ambos tiempos. El esquema es el siguiente:
Como regente
diurno de la triplicidad de Tierra se considera tradicionalmente a Venus. Sin
embargo, Doroteo de Sidón en el Carmen astrologicum (citado por Hefesto de
Tebas) escribe:
De Tauro,
Virgo, Capricornio son soberanos
de día la nacida de la espuma (Venus), de noche la celestial Selene (Luna),
y como tercero les sigue el dios que rige las guerras (Marte),
y en el presente (trígono?) obtuvo también al hijo de Maia (Mercurio)
de día la nacida de la espuma (Venus), de noche la celestial Selene (Luna),
y como tercero les sigue el dios que rige las guerras (Marte),
y en el presente (trígono?) obtuvo también al hijo de Maia (Mercurio)
El último
verso es ambiguo, y Pingree en su traducción de la versión árabe del Carmen
astrologicum dice “y en Virgo hay también una participación de Mercurio”. En
cualquier caso, Doroteo parece jugar con una corregencia de Mercurio en esta
triplicidad.
Lo cierto es
que tal regencia de Mercurio tiene mucho sentido, y por mi parte tengo la
impresión de que funciona bastante bien. La lógica subyacente a los regentes de
triplicidad además sugiere una regencia de Mercurio en el trígono de Tierra, en
vez de Venus:
Observamos
que los regentes diurnos de una triplicidad son aquellos planetas que tienen su
exaltación en uno de los signos de ese trígono. Al menos esto sería así si
tomaramos a Mercurio como regente diurno de la triplicidad térrea. Los regentes
nocturnos son siempre los regentes de un domicilio en ese trígono. La única
excepción es la Luna en la triplicidad de Tierra, pero es de notar que este es
el único trígono en el que se exaltan tres planetas de la secta correspondiente
(incluyendo a Mercurio). En los otros trígonos no se da el caso.
El regente
participante, por fin, es meramente el miembro sobrante de la secta,
independientemente de su familiaridad con los signos de la triplicidad (o del
signo que queda). Se obtiene así el cuadro adjunto.
Pero veamos
para qué sirven los regentes de triplicidad.
Una de las
funciones específicas de los regentes de la triplicidad es determinar la
fortuna, calidad de vida y el grado de encumbramiento del nativo. Para ello, se
averiguará cual es la luminaria correspondiente a la secta vigente – día o
noche – y se examinará como están situados los regentes de la triplicidad en
que se encuentra tal luminaria, “si están en ese momento en un ángulo, o en
(casa) sucedente o cadente, en orto u ocaso (helíaco) o en su propio signo, y
si son aspectados por benéficos o maléficos” (Vettius Valens, Antología II.2).
Como se deduce de Valens y de Doroteo, sobre todo, se le daba particular
importancia a la posición en casas angulares, sucedentes o cadentes.
En la tradición astrológica hay discrepancia sobre
la cuestión de si se han de considerar siempre los tres regentes, dando
preeminencia al primero, o si bien solo ha de considerarse al regente que
corresponde a la secta vigente, secundado por el participante. Los textos
griegos no carecen de cierta ambigüedad, pero en definitiva el esquema parece
ser el siguiente: El regente que corresponde a la secta vigente es el
principal, e indicará la pauta preponderante en la vida de nativo. Le seguirá
en importancia el regente de la secta contraria, o segundo regente, y no el
participante. http://www.astrologia-tradicional.net/la-funcion-de-las-dignidades-en-la-astrologia-helenistica/
No hay comentarios:
Publicar un comentario