La elección del astrólogo. |
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La gran desgracia
de la Astrología es, sin duda alguna, la abrumadora mayoría de los que
se dicen astrólogos, que se han encargado de que la imagen pública de
esta disciplina sea lamentable. Y ello es muy comprensible, pues la gran
mayoría de las personas juzga en base a lo que halla en los medios
(diarios, revistas, televisión) y no puede creer que la cosa sea más que
eso. Creemos que tendrán una enorme sorpresa cuando sepan cuanto la
Astrología puede hacer por ellos cuando se la practica como se debe.
Es fácil darse
cuenta por observación que lo que se presenta como Astrología en los
medios no tiene ni validez ni seriedad alguna. Las predicciones por
signo solar no pasan de ser un pasatiempo de tan poco valor práctico
como lo es la lectura de las tiras cómicas. A nadie escapa que el día
que un taurino saca el premio mayor, otro taurino fallece, otro viaja y
un cuarto se pelea con su mujer. El más elemental sentido común obliga a
no tomar en cuenta tales cosas, escritas la mayoría de las veces por
periodistas que no tienen la menor idea de lo que es la Astrología
seria.
Ante todo
comencemos por señalar que esta disciplina es compleja. Practicarla como
se debe hoy día exige mucho: manejo de computadoras, software
especializado y un conocimiento a fondo del tema.
Lo más complejo y
lo más necesario es la rectificación previa del tema natal. ¿De que se
trata esto? Todo el mundo por tradición familiar o partida de
nacimiento, conoce generalmente la hora "redonda" en que nació, es decir
solamente una aproximación. Y resulta que en Astrología, si se trata de
efectuar predicciones, se debe conocer la hora exacta del nacimiento
con error tope de a lo sumo tres segundos.
Para determinar
esta hora exacta se recurre a técnicas especiales y sofisticadas de
rectificación de la hora natal. Estas requieren conocer un buen número
de fechas importantes de la vida del nativo. Estas fechas deben ser
exactas (día, mes y año). Conocer el mes y año solamente no es
suficiente. A partir de ellas se corrige la hora natal aproximada y se
determina la hora exacta con el error tope que antes mencionamos. A esto
se lo denomina rectificación de la hora natal.
Esta
imprescindible rectificación es lo único que permite la predicción con
fechas exactas. Pero lamentablemente, es un tema muy arduo y sólo un uno
por mil de los astrólogos es capaz de realizarla correctamente. De ahí
que sus trabajos sean de inferior calidad, repletos de vulgaridades y
que no resuelvan los problemas de nadie. Para peor, con temas no
rectificados se torna un verdadero peligro hacer cambios de revoluciones
solares y lunares, pues no se sabe donde se hallan en realidad las
cúspides de estas. Pero a estos irresponsables poco les importa. Con tal
de cobrar...
Y atención:
muchos astrólogos engañan diciendo que rectifican los temas natales.
Pero hacen cualquier tontería y la cobran bien cara. Luego indicaremos
formas de evitar ser engañados. Puedo mencionar el caso de una señora
que estaba al frente de un centro astrológico. Había echado fama incluso
como rectificadora. Hé revisado más de cuarenta de sus trabajos y
todos, sin excepción, estaban groseramente equivocados. Otro engaño más y
bien redituable por cierto.
La rectificación
(real o pretendida) puede y debe ser puesta a prueba. De hecho uno de
los objetivos fundamentales de tal proceder es que las direcciones
astrológicas funcionen en el futuro con fecha muy exacta. Y aquí está la
piedra de toque. Toda rectificación debe ser puesta a prueba durante un
período de tiempo de seis a ocho meses. Si en ese lapso las direcciones
astro-cúspide se dan con precisión en fecha y en forma acorde a lo
anunciado, podemos confiar en que la rectificación ha sido correctamente
hecha. Pero si esto no es así el trabajo estará mal hecho y debe ser
revisado.
Precisión en
fecha supone un error máximo tolerable de más o menos dos días empleando
mis Multiclaves. Y aquí se acaba el dilema de si la hora natal se halla
corregida debidamente. Si el astrólogo es honesto deberá efectuar sus
trabajos de rectificación con garantía si las direcciones mencionadas no
se cumplen en fecha. Y así procedemos nosotros.
Cuando oigan a un
astrólogo de que se vale de tránsitos, lunaciones, eclipses y
progresiones (direcciones secundarias) para predecir, sepan que se
hallan en presencia de un charlatán. Ninguna de estas técnicas (si cabe
llamarlas así) proporciona resultados precisos y confiables. Son
características de quienes poseen muy escasos conocimientos.
Y aquí
corresponde formular una grave advertencia. Existen multitud de
astrólogos y de tarotistas que se apresuran a ofrecer "trabajos" mágicos
para resolver problemas de la vida, y los cobran bien caros. Por
supuesto esto es estafa y debe ser tales casos denunciados policialmente
como delitos que son. Y por supuesto que tales trabajos son ineficaces,
pues en primer lugar, no existen más que en la imaginación. Se trata
simplemente de obtener dinero con engaños y ello habla a las claras de
la moral de quienes se valen de tales medios.
Existe otra plaga
que son muchos psicólogos metidos a astrólogos. Como desconocen las
técnicas de predicción las niegan y pretenden reducir todo el estudio
del ser humano a su disciplina. Incluso pontifican en cuanto que no se
debe predecir. En realidad lo que sucede es que las uvas están verdes:
como ellos no saben ni pueden hacerlo no quieren que otros lo hagan.
Pero la predicción es muy importante, pues el destino humano es una
realidad comprobable que va más allá de toda consideración psicológica.
Sin negar el enfoque psicológico conformarse sólo con este es mutilar el
conocimiento de la persona humana y de su devenir.
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