La Astrología Horaria de Mark Edmund Jones
Miguel
García Ferrández, 1994
La Astrología Horaria es la rama de la Astrología que se
ocupa de responder oracularmente a preguntas concretas del consultante
Introducción
El más conocido practicante de este arte, y autor de un importante
manual sobre la materia, fue el astrólogo inglés del siglo XVII
William Lilly (1602-1681).
Mark Edmund Jones (1888-1980), astrólogo norteamericano de la parte
central de este siglo, es conocido en España por su teoría de
los modelos planetarios (cubo, locomotora, reloj de arena o columpio, etc.).
Trabajando con la médium Else Wheeler en 1922, desarrolló el
sistema de imágenes para los 360º del zodíaco conocido como
Símbolos Sabianos.
Lo que además sabemos de él es que también fue un
importante pensador en Astrología. Sus libros Astrology,
how and why it works (Astrología, cómo y por qué
funciona) y en Horary Astrology, tema de este trabajo, expone la que, hasta
donde mi saber alcanza, considero mejor y más profunda exposición
de la naturaleza y las complejas interrelaciones existentes entre las casas
de una carta astral.
Como quiera que sea, exponer aquí la teoría de las casas
de Jones queda fuera de toda consideración; lo que sí cabe,
y es mi intención, es resumir la mecánica de interpretación
horaria según Jones, y llamar la atención sobre el empleo implícito
de las direcciones primarias en la técnica de este autor.
Exposición
Una consulta horaria es un proceso definido y concreto que, empleando
la terminología de Jones, pasa
por las fases siguientes:
1. Planteamiento de la consulta, ya sea en persona, por teléfono
o por correo, y erección de la Carta
de Crisis.
2. Consideraciones previas a la interpretación.
3. Identificación de la Carta
del Juicio.
4. Interpretación y respuesta.
Las dos fases iniciales sólo se llevan a efecto si las consideraciones
previas al juicio no desaconsejan continuar.
Quisiera llamar la atención, en este punto, que una consulta horaria
no tiene continuidad en el tiempo como la tiene la astrología natalicia.
Una vez pronunciado el juicio sobre la consulta horaria, la carta astral pertinente
deja de tener validez para cualquier otro propósito (como no sea comprobar
más adelante -y a efectos del aprendizaje del astrólogo- lo
oportuno del consejo que se diera en otro momento).
Fase
1
La primera fase (la consulta horaria) se produce cuando el cliente pregunta
al astrólogo por las consecuencias de cualquier acción que esté
en su mano (del cliente) llevar a cabo. Por lo tanto, no tiene sentido efectuar
consultas horarias sobre temas generales, filosóficos, o aquellos sobre
los que el consultante no tiene posibilidad de acción (¿Hay vida en
Marte? ¿Ganará tal político las elecciones? -siempre que el
consultante no esté metido en política, en cuyo caso sí
podría tener influencia en el resultado-, etc.).
La consulta ocurre en un momento concreto del tiempo que, identificado
el lugar de orígen (si es por teléfono o por carta se debe considerar
el lugar donde está el cliente en ese momento, o desde dónde
se envió la carta), permite calcular una carta astral, la Carta
de Crisis. El instante corresponderá, en general, al momento en
que el astrólogo tiene conocimiento del problema (si se plantea por
carta, el momento en que el astrólogo la recibe). Y si el astrólogo
se pregunta a sí mismo, el momento es aquel en que se decide a consultar
el cielo.
Fase
2
Las consideraciones previas al juicio consisten en verificar varias condiciones
que debe reunir la carta de la crisis para que sea lícito (de acuerdo
con la tradición) proceder a su lectura. Si la carta pasa dicho test,
se dice que es radical. La condición
de radicalidad supone que:
(a) No debe ascender el principio o final de un signo (3 ó 4 grados
en cada lado) a menos que el consultante tenga un punto sensible allí.
Dice la tradición que el grado ascendente (por signo, aspectos y regente)
debería describir al consultante. Si ascienden los primeros 3 ó
4 grados de un signo (y el consultante no tiene un punto sensible ahí)
se dice que es pronto para emitir
un juicio; de la misma manera, si está en los últimos grados
de un signo, entonces es tarde.
(b) El grado por signo de la Luna no debe ser más avanzado que
el de ningún otro planeta. En cuyo caso se rechaza la consulta por
estar la Luna vacía de curso
(según algunos astrólogos, no ocurrirá nada).
(c) No debe encontrarse Saturno en la casa VII. En este caso se considera
que el astrólogo está
impedido (o agobiado) de pronunciarse sobre la consulta. Esta condición
pudiera relajarse si la pregunta afectara a la casa VII, o si el astrólogo
y el consultante son la misma persona, pero será, en general, un mal
augurio.
(d) La Luna no debe encontrarse entre los grados 15 de Libra y 15 de Escorpio
(o entre el 15 de Libra y el 7 de Escorpio, según otros autores). Se
dice entonces que está en la
vía combusta y "el astrólogo debe entonces tomarse
dos días de descanso" (por lo visto, allí estaba la vía
láctea hace 4.000 años, ahora está entre finales de Sagitario
y principios de Capricornio).
Nota: Estas son las condiciones que indica M.E.Jones. El lector ilustrado
observará que no toma en consideración otros factores que se
suelen incluir en el test de radicalidad, como Mercurio vacío de curso,
Saturno en casa I, etc.
Fase
3
Identificar la Carta del Juicio
consiste en encontrar qué casa de la carta de crisis describe mejor
la pregunta del cliente. Es aquí donde el trabajo de Mark Edmund Jones
alcanza el mayor interés y profundidad (en mi opinión), aunque
el tema es demasiado extenso para tratarlo aquí. Para poner un ejemplo:
si la consulta se trata de un viaje (largo), la casa pertinente sería
la IX.
A continuación se traza la Carta del Juicio, que es una carta de
casas derivadas de la Carta de Crisis, y que tiene por casa primera la casa
identificada según el párrafo anterior. En la práctica
bastará con girar (la hoja de papel donde se ha trazado) la carta de
la crisis los grados oportunos como para que dicha casa y la opuesta estén
horizontales, haciendo las veces de ascendente y descendente. Se trata, pues,
de las casas derivadas. En el ejemplo, la casa IX inicial será la I
del juicio; la casa X inicial será la II del juicio, etc.
Fase
4
El Juicio. En este punto, la técnica de Jones difiere radicalmente
de las técnicas que se pueden estudiar actualmente. Vease, por ejemplo,
Astrología Horaria de Derek
Appleby, que concuerda bastante con la edición en castellano de la
edición de Zadkiel de 1852, de la Astrología Cristiana de William
Lilly (Astrología Horaria, Ed. Obelisco 1989). Al parecer, la traducción
de Zadkiel no es nada fiel al original de Lilly de 1647.
En la técnica que se expone aquí, el juicio se producirá,
casi siempre, "con la velocidad del rayo", por usar palabras de
M.E.Jones.
Consideraremos los regentes (a la antigua usanza, sin emplear los planetas
transaturnianos) de las cúspides de las casas I y VII de la carta del
Juicio. Con independencia de su estado celeste, aspectos que pudieran recibir,
sentido de movimiento directo o retrógrado, y naturaleza esencial de
benéficos o maléficos (lo cual, posteriormente, puede aportar
más información), observaremos si están en signos del
mismo elemento, o de la misma polaridad (excepto en oposición); entonces
el juicio será favorable. Si están en signos de cuadratura u oposición,
el juicio será desfavorable.
Jones denomina a este procedimiento Técnica
de si-y-no.
Si dichos regentes están en signos adyacentes o de quincucio, la
intervención directa del consultante en la materia consultada (por
ejemplo, hacer o no hacer un viaje, etc.) no es favorable ni desfavorable
para él. En estos casos, Jones indica que se puede recurrir al regente
de la casa IV de la carta del juicio (según la tradición astrológica,
el final del asunto) junto con el regente de la casa I (siempre de la carta
del juicio).
En este caso, la carta indicaría que "al final" las cosas
serán favorables (o desfavorables, según el aspecto) al consultante,
aunque dentro del desarrollo de los acontecimientos en un contexto más
general, y no como consecuencia inmediata de las acciones del consultante
(cual sería el caso de haber aspecto por signo (zodiacal) con el regente
de la VII).
Si este test tampoco fuera concluyente, pueden aún utilizarse [como
a menudo hace la astrología horaria clásica]
el aspecto favorable o desfavorable (si lo hubiese) entre el regente de lo
consultado y el regente de la casa primera de la carta de crisis (que representa
al consultante). Aquí la indicación será que el consultante
puede intervenir de alguna manera en el curso de los acontecimientos, con
el resultado final que dictamine el aspecto. [Otra
cuestión sería observar si el aspecto es formante (que se refiere
a lo que ocurrirá) o separativo (lo que ha ocurrido)].
Y si tampoco hubiese "aspecto" por signo (zodiacal, no por orbe,
que no tiene importancia en esta técnica), se puede recurrir finalmente
a otras técnicas natales. Es decir, interpretar la carta de crisis
como si fuera una carta natal, poniendo especial atención en las casas
que atañen a la materia de la consulta.
Comentarios
Aunque creo recordar que no se mencionan explícitamente en el libro
de M.E.Jones, en el fondo de esta técnica reside la validez (o no)
de las Direcciones primarias. El
autor insiste repetidamente en que es el giro de la Tierra respecto del eje
de los polos el que, llevando la posición ecuatorial de uno de los
planetas involucrados en el diagnóstico sobre el aspecto partil (se
supone que en ascensión recta) favorable o desfavorable al otro planeta
implicado, garantiza el éxito de lo consultado. Los planetas sólo
cumplen el papel de mojones señalizadores (por sus regencias) de los
hitos en el devenir de la materia que preocupa al cliente.
Mark Edmund Jones sugiere en su libro que en esta técnica reside
el éxito de las predicciones de Lilly, y que se puede extraer de la
obra de Lilly leyendo entre líneas. En mi opinión, tiene la
enorme ventaja (sobre la otra técnica) de una mayor rapidez y claridad
en los juicios a emitir sobre las consultas horarias. Constituye, además,
un banco de pruebas sencillo y efectivo para probar (o descartar la realidad
de las direcciones primarias.
Tipos
de Consultas
Mark Edmund Jones insiste a lo largo de la obra en que ninguna consulta
horaria debe hacerse sobre temas en los que el consultante no tenga posibilidad
de intervención directa. Alguno de los casos que voy a discutir a continuación
pertenece, sin embargo, al terreno de la especulación con poco fundamento
que ya mencionábamos en la primera parte. No obstante, puesto que el
autor los trata en el libro, los incluiré aquí.
Las consultas que se pueden abordar con las técnicas horarias de
M.E.Jones pertenecen a uno de los tipos siguientes :
1. Opción Directa
2.
Opción Contingente
3. Opción sobre esto-o-lo otro
4. Opciones Secuenciales
5. Opción Recíproca
6. Orientación sin Opción
De estas seis sólo las cuatro primeras son consultas válidas
en el sentido que acabamos de mencionar. Las dos finales pertenecen en parte
al terreno especulativo, aunque en algunos casos se puede obtener información
útil.
En el desarrollo que sigue se apreciará, espero, la riqueza de
matices que, dentro de su simplicidad, permiten las técnicas que vamos
a ver. En cada caso se define el tipo de situaciones a que se aplica; la técnica
particular que se utiliza para resolver la consulta; y algunos ejemplos. Para
los ejemplos emplearé la carta de la figura, que ya utilizaba en el
artículo anterior.
Opción
directa
(a) Aplicación: Es el tipo de consulta básica que empleaba
como ejemplo en la primera parte de este trabajo. Es aquella en la que el
consultante pregunta por la conveniencia
de tomar una determinada línea de acción.
(b) Técnica: La técnica de resolución es la que se
detalló en la primera parte de este trabajo. Utilizando el regente
(caldeo) de la casa de la cuestión (diremos el regente
de la cuestión) y el de la casa opuesta (o regente
de la oportunidad), y el tipo de especto zodiacal mayor que forman en
la carta de la crisis.
Repito aquí la técnica, por completitud. Si ambos regentes
están en signos del mismo elemento (no importa en qué grados),
o de la misma polaridad (menos en signos opuestos), incluyendo la conjunción,
la respuesta es SI incondicional.
Si están en signos opuestos, o en signos de cuadratura, la respuesta
es NO. Si los signos en que se encuentran dichos regentes son adyacentes
o inconjuntos (signos de quincuncio), la respuesta requiere recurrir a otros
planetas como veíamos
en la primera parte. Aunque podemos decir ya
que la oportunidad inmediata (la casa opuesta) no es concluyente.
Sólo en este tipo de consulta procede recurrir al regente de la
casa IV del juicio (o casa cuarta derivada de la casa de la cuestión),
o aún al regente del ascendente de la carta de la crisis, si falla
el diagnóstico por la casa de la cuestión y su casa opuesta.
La
importancia del planeta aplicativo
Hasta aquí no nos ha importado ni el grado zodiacal ni el orbe
del aspecto (en el sentido amplio del párrafo anterior) entre los planetas
que protagonizan la consulta. En el resto de los tipos de consulta es esencial
considerar cuál de los dos planetas regentes aplica el aspecto sobre
el otro.
El sentido de la aplicación no toma en consideración la
velocidad real de los planetas, ni su sentido de movimiento directo o retrógrado.
Diremos que uno de los regentes implicados aplica
sobre el otro simplemente cuando está en un grado de su signo más
bajo que el grado en que está el otro. El otro planeta será
el planeta receptor del aspecto.
Como ejemplo del caso extremo puede servir el siguiente: un planeta en
el primer grado de Sagitario y otro en el último de Leo se consideran
en trígono. Esta distancia angular, que en Astrología natal
es una cuadratura (bien que disociada), se considera aquí un trígono
que aplica el planeta de Sagitario (que está antes en este signo de
fuego) sobre el de Leo.
Para entender las peculiaridades de la técnica de M.E.Jones hay
que pensar que el planeta aplicativo
(en este sentido) es el que se tendrá que mover (simbólicamente,
según la marcha natural directa de los planetas por el Zodiaco) para
perfeccionar (hacer partil) el aspecto con el otro planeta.
Tomaremos nota de los grados que separan el planeta aplicante del planeta
receptor hasta el aspecto partil, porque lo vamos a necesitar más adelante
para calcular el tiempo de realización.
Opción
contingente
(a) Aplicación: En este tipo de consulta el cliente se pregunta
por la conveniencia de actuar en el supuesto de que se produzca un determinado
acontecimiento. En este sentido la opción es contingente a (o, depende
de) dicho evento.
Por ejemplo: Si me ofreciesen el puesto de trabajo ¿Me conviene aceptarlo?
(b) Técnica: En primer lugar se evalúa la carta como si
se tratase de una Opción Directa. Una respuesta de SI indica siempre
que se deberá aceptar. Una respuesta de NO indica que se debe rechazar.
Aquí interviene además la consideración sobre cual
de los dos planetas aplica sobre el otro. Si es el regente de la casa de la
cuestión, diremos que la iniciativa está (hasta cierto punto)
en el consultante. Éste podrá intervenir en el desarrollo de
los acontecimientos para provocar la situación que le preocupa. Si
es el otro regente, no deberá intervenir, y por el contrario esperar
a que se produzca el evento del que depende su decisión.
Hay que hacer aquí una interesante distinción entre una
respuesta SI y una respuesta NO. La respuesta SI indica un evento favorable,
pero si es el planeta de la casa opuesta el que aplica sobre el de la cuestión
es importante que el consultante no
intervenga para provocar el evento. Si es el planeta regente de la cuestión
el que aplica sobre el otro, el consultante debe buscar la oportunidad (en
el ejemplo, pidiendo el puesto de trabajo). Si la respuesta es NO, el consultante
debería rechazar la oportunidad cuando y si se le presenta.
(c) Ejemplo: Si me ofrecen el puesto de trabajo (casa X) ¿me conviene
aceptar?
[AS
Cáncer, II Leo, III Virgo, MC Aries, XI Tauro, XII Géminis;
Sol 7 LIB, Lun 16 ACU, Mer (r) 25 VIR, Ven 4 VIR, Mar 15 SAG, Jup 26 CAP,
Sat 26 GEM]
La casa de la cuestión en Aries tiene por regente a Marte, y la
casa de la oportunidad a Venus.
Están en signos de cuadratura, por lo que la respuesta es NO. En
este caso el consultante debe rechazar cualquier intento por parte del empleador
para que acepte el trabajo, ya que no le conviene.
Opción
esto-o-lo otro
(a) Aplicación: Aquí el consultante pide consejo para decidirse
entre dos líneas de acción incompatibles, no necesariamente
opuestas. Por ejemplo: ¿Debo iniciar mis actuaciones en la temporada de Opera,
o someterme a la operación de cirugía estética?. En este
caso la incompatibilidad surge de una coincidencia en el tiempo de las dos
opciones. Otro ejemplo: ¿Invierto mis ahorros en bolsa o me construyo la piscina
en el jardín?. La incompatibilidad
sería por disponibilidad de dinero.
El consultante plantea una de las dos opciones como la opción principal
(en esto hay que tener la suficiente perspicacia como para identificarla correctamente)
y la otra como la opción subordinada. Bien sea porque una se
menciona primero, bien porque supone para el consultante mayor desviación
con respecto de sus pautas habituales de conducta. Esta será la que
identifique la casa de la cuestión. La otra opción se asignará
a la casa opuesta.
(b) Técnica: Si el regente de la cuestión aplica favorablemente
sobre el regente de la oportunidad (que en este caso, como he dicho, representa
la opción subordinada) se le aconseja la opción
principal. Si, por el contrario, el regente de la oportunidad aplica favorablemente
sobre el regente de la cuestión, se le aconseja la opción
subordinada. Si la aplicación es desfavorable, o los regentes no
están en aspecto favorable ni desfavorable, la respuesta que se dé
al consultante debe sugerir que
el dilema no está bien planteado, o que el consultante no tendrá
opción real a realizar
ninguna de las alternativas.
(c) Ejemplo: ¿Debo someterme a la operación de cirugía estética,
o iniciar mis actuaciones en la temporada de Opera?. Asignamos la operación
de cirugía como cuestión principal a la casa XII después
de hablarlo con el consultante, puesto que para él o ella supone una
retirada (casa XII) de su proceder habitual y una hospitalización (casa
XII). La opción subordinada se asigna a la casa
opuesta (casa VI) con independencia de su analogía natural con ésta
o con cualquier otra casa.
La respuesta es SI por aplicación
del regente (Mercurio) de la casa XII sobre el regente (Júpiter) de
la casa VI, por lo tanto la opción
aconsejable es la operación de cirugía estética.
Si la opción principal hubiese sido actuar en la temporada de Opera,
interpretándolo como actividad de casa V (el teatro, actuar, etc.),
la relación entre su regente (Marte) y el regente de la casa opuesta
(Venus) habría conducido a un diagnóstico muy diferente, que
sugiero como ejercicio.
Opciones
secuenciales
(a) Aplicación: Éste es un tipo de consulta en que se debe
elegir entre varias alternativas similares.
Se daría, por ejemplo, cuando un empresario debe ascender a uno de
sus trabajadores a un puesto de responsabilidad y tiene a su disposición
varios candidatos con ventajas e inconvenientes particulares en cada uno de
ellos.
La opción sobre esto-o-lo otro puede reducirse a este caso (y por
lo tanto tratarse con esta técnica particular) si las opciones incompatibles
son suficientemente análogas. Deberá ponerse en juego la sutileza
del astrólogo (o, como me gusta decirlo a mi, aguzar el oído)
para detectar el tipo de dilema que tiene
el cliente; para saber si éste contempla las dos
posibilidades como alternativas similares o como opciones incompatibles;
y decidirse por una u otra técnica de resolución. O se pueden
probar ambas técnicas e investigar, con prudencia, la materia.
Otro ejemplo puede ser: Me han ofrecido dos trabajos ¿Cuál me conviene
más? Si bien Mark Edmund Jones no trata este ejemplo concreto, yo me
inclinaría por aplicarle la técnica de opciones secuenciales,
si en la mente del consultante ambos trabajos tienen la misma o similar categoría
(hablando simbólicamente: son primos hermanos), reservando la técnica
de opción sobre esto-o-lo otro cuando estos trabajos (desde el punto
de vista subjetivo del consultante)
fuesen de naturaleza bastante
distinta.
(b) Técnica: En primer lugar se identificará la casa pertinente.
En el ejemplo de promoción de un empleado es claro que la consulta
se refiere a la casa VI (sirvientes y empleados). Se determinará (siempre
con arte y habilidad) el orden en que el consultante considera a sus candidatos.
Siempre se puede recurrir a emplear el orden en que nos los dice el consultante.
La casa de la cuestión será la que identifica
al primer candidato; el segundo candidato corresponderá a la
casa III derivada de la casa de la cuestión; el tercero a la casa V
derivada; etc., es decir, saltando de dos en dos casas. Ahora es cuestión
de elegir la casa que esté mejor según la técnica fundamental
(empleando el regente de la casa opuesta).
Si sólo una de las casas da respuesta afirmativa (por aspecto de
su regente con el de la casa opuesta) ésta será la opción
aconsejable.
Si hay más de una casa que dé resultado SI, se procederá
al desempate considerando para cuál de ellas el aspecto (o el regente)
es más fuerte :
Si hay dos o más aspectos con orbe inferior a 3 grados y medio
(dato de Mark Edmund Jones) se elige de entre éstos el de menor orbe.
Si todos los aspectos tienen orbe superior se elige el trígono antes
queel sextil, y éste antes que la conjunción.
Si no es posible decidir con los criterios anteriores, el regente retrógrado
se considera más débil que el directo, y el regente interceptado
en una casa, más débil que el retrógrado o el directo.
Si tampoco podemos decidir así, se empleará la secuencia
(de más fuerte a más débil) Saturno, Júpiter,
Marte, Venus, Mercurio, Sol, y Luna.
Si dos casas opuestas identifican
a dos candidatos (por
la regla de las
casas derivadas)
y la respuesta es
afirmativa (ambos regentes en signos bien
relacionados según la
regla inalterable que veíamos en
la primera parte), el regente que aplica sobre
el otro indicará
al candidato
más conveniente. Nótese que
esta situación
sólo es posible
si hay
cuatro o más candidatos.
(c) Ejemplo: He empleado como ejemplo de fondo en la discusión,
el caso del patrón y sus empleados (lo que nos daba como casa de partida
la casa VI de la carta de la crisis). La técnica es de aplicación
general. Siempre será necesario identificar la casa de partida correctamente.
Vamos ahora a responder en este caso hipotético con la carta de la
figura, suponiendo que hay cuatro candidatos.
Una vez establecido el orden de prioridad de los candidatos, sean A, B,
C, y D, el primero corresponde a la casa VI, el segundo a la VIII (casa
III derivada de la VI), el tercero a la X, y el cuarto a la XII. Haré
un cuadro con este ejemplo para
que se vea mejor el proceso:
Candidato |
Casa
|
Oportunidad |
Relación
|
sentido | d |
A |
VI-Júp
|
XII-Mer
|
Trígono (SI) | Rc | 0°49' |
B |
VIII-Sat
|
II-Sol
|
Trígono (SI) | Rc | 19°25' |
C |
X-Mar
|
IV‑Ven
|
Cuadratura (NO) | ||
D |
XII-Mer
|
VI‑Júp
|
Trígono (SI) | Ap | 0°49' |
Rc = receptor ;
Ap = aplicativo
Descartamos
al candidato C, preferimos el A o el D al B por orbe, y elegimos el D porque
el aspecto es aplicativo.
Opción
recíproca
(a)
Aplicación: En este caso el consultante desea saber el resultado probable
de algún acontecimiento en el que participará frente a un oponente
(u oponentes) que es parte interesada y antagónica en el resultado.
Siempre se trata de un evento que aún no se ha producido, y que en
la mente del consultante aparece como una opción. Por ejemplo: ¿Cual
será el resultado de mi competición por el título de
boxeo con el campeón?. O: Si inicio el pleito sobre tal propiedad ¿Lo
ganaré?.
Obsérvese
que, aunque la pregunta podría confundirse con una consulta de opción
directa, sobre la conveniencia de emprender o no una determinada acción,
el consultante sólo tiene opción real a no participar, renunciando
a los derechos que pudiera tener antes de la contienda, bien sea a competir
por el título en el primer ejemplo, o bien a los derechos sobre la
propiedad en litigio del segundo ejemplo. En esto se diferencia de manera
fundamental de la Opción Directa, porque el consultante ya está
comprometido en una línea de acción y el evento futuro que origina
la consulta forma parte del desarrollo de una opción pasada.
Resumiendo:
Acontecimiento futuro; compromiso previo; intervención de parte antagónica;
pérdida de algún tipo de derecho en caso de no actuar. Si no
se cumplen estas condiciones la consulta puede considerarse como una consulta
de Opción Directa.
Tengo
que comentar necesariamente porqué se le dan tantas vueltas a este
tipo de consulta. La razón es que se trata de una falsa opción
para el consultante, como veremos en la técnica de resolución,
y conviene que el astrólogo la tenga bien vigilada para no confundirla
(lo digo por enésima vez) con la consulta de Opción Directa,
que es mucho más legítima, práctica, y fácil de
resolver.
(b)
Técnica: El consultante está representado por la casa I de la
crisis, y su oponente por la casa VII. Los intereses del consultante corresponden
a una casa determinada, como decíamos en la primera parte, la casa
opuesta a ésta representará los intereses análogos del
oponente. Sus regentes son los planetas que permitirán juzgar la consulta.
Si
los planetas aplican favorablemente por aspecto zodiacal amplio (lo que sería
un SI en el caso de Opción Directa) el planeta aplicativo indicará
si es el consultante o su oponente quien tiene la mejor oportunidad. Si la
respuesta es NO, es un NO para ambos contendientes, lo que por lo menos no
supone una derrota clara para el consultante.
En
este caso se puede prever una situación continuada de antagonismo hasta
que el desarrollo de los acontecimientos presente al consultante
alguna opción real clara de intervención creativa en
la materia: lo que Mark Edmund Jones llama cambiar
el complejo entero de relaciones de la situación. Por ejemplo:
plantear una solución amistosa o negociada (en vez de un pleito) en
el caso de la propiedad en litigio.
Resumiendo:
Un SI para el consultante significa luz verde. Un NO, o un SI para el oponente
significa que la confrontación no es el camino que le conviene.
(c)
Ejemplo: Si inicio el pleito sobre tal propiedad inmueble ¿Lo ganaré?.
Las propiedades inmuebles corresponden a la casa IV. Los intereses del consultante
estarán representados por su regente Venus. Marte representa los intereses
de la otra parte. El aspecto de cuadratura (Virgo-Sagitario) indica un NO
para ambos, y la sugerencia de recurrir a otros medios que no sean los tribunales.
Orientación
sin opción
(a)
Aplicación: Éste es el caso extremo en el que el consultante
pregunta por el desarrollo o resultado de alguna acción o empresa que
se inició en algún tiempo anterior.
(b)
Técnica: Poco se puede decir aquí, puesto que la premisa principal
de libre opción del consultante no se aplica, ni siquiera ante una
crisis prevista en el futuro. El autor recomienda, en este caso, recurrir
a técnicas natales, preferiblemente con la carta o cartas astrales
de los acontecimientos que han iniciado el proceso (o empresa) que motiva
la consulta. Estas técnicas se salen un poco del alcance de este artículo.
La
Medida del Tiempo
Es
conveniente antes de dar por terminada la consulta horaria efectuar una estimación
del tiempo de realización. Con la técnica que expongo a continuación
se obtiene una medida de tiempo que deberá ser acorde con la naturaleza
del problema del cliente.
Ejemplo:
En una consulta sobre un viaje ordinario de vacaciones estivales no tiene
sentido una respuesta que diga "dentro de quince años". Si
nos encontramos con un caso así, en el que la categoría de lo
consultado no está en proporción a la de la medida de tiempo
que nos indica la carta, habría que revisar toda la situación
para identificar la preocupación real del consultante. Tal vez se trate
de un viaje muy especial con el que el consultante lleva años soñando,
y cuya realización presenta dificultades particulares.
Casa \ Signo | Cardinal | Mutable | Fijo | |
Angular (I,IV,VII,X) | días | semanas | meses | |
Sucedente (II,V,VIII,XI) | semanas | meses | años | |
Cadente (III,VI,IX,XII) | meses | años | indefinido |
Hemos
visto que la respuesta de la consulta horaria se efectúa en función
de la presencia de los regentes de la casa de la cuestión y de la oportunidad
(la casa opuesta) en signos compatibles, lo que llamaba aspectos zodiacales
amplios. Cualquiera que sea el pronóstico, habrá un número
de grados de orbe del aspecto (en sentido amplio) entre ambos planetas. Este
número nos indicará cuantas unidades de tiempo
faltan para
la realización de
lo consultado.
Las
unidades de tiempo se obtienen de la posición por signo y por casa del
regente que aplique al otro regente,
según la tabla del recuadro.
Ejemplo:
Una consulta del tipo de Opción Directa sobre un viaje, con respuesta
afirmativa indicada por Mercurio en 25° 15' de Virgo en la casa III aplicando
un trígono a Júpiter en 26° 4' de Capricornio en la casa VII (vease
EUDEMON nº1, y la carta de ejemplo)
se situará en el tiempo contando los grados que separan al planeta aplicativo
(Mercurio) del planeta receptor (Júpiter), en este caso 49 minutos (o
lo que es lo mismo, 0.816 grados).
Se
leen las unidades de tiempo de la tabla considerando a Mercurio (el planeta
aplicativo, insisto), que por estar en signo mutable y casa cadente nos indica
años. La medida será 0.816 años, es decir, un poco menos
de 10 meses, a contar desde el momento de la consulta. Vuelvo a repetir que
el hecho de estar Mercurio retrógrado en nada cambia su cualidad de planeta
aplicativo, puesto que está en un grado y minuto del signo de Virgo anterior
al grado y minuto de Júpiter en Capricornio.
Bibliografía
Horary Astrology.
M.E.Jones. Ed. AURORA
PRESS (1993)
Astrology, how and
why it works.
M.E.Jones. Ed.ROUTLEDGE & KEGAN PAUL (1982)
Astrología Horaria.
William Lilly (Versión de Zadkiel). Ed. OBELISCO (1989)
Horary Astrology.
Derek Appleby. Ed. THE AQUARIAN PRESS (1985). En
castellano.
http://www.astralis.es/articulos/jones.htm
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