"No
practicaré la adivinación ni la predicción para satisfacer los mórbidos
anhelos de los curiosos, ni buscaré asombrar, ni jugar con la
credibilidad ajena, sino que satisfaré consultas solo a quieres tengan
un problema sobre el cual saben que necesitan ayuda, buscándola
ansiosamente.
En
lugar de adelantar un pronóstico, me esforzaré para instalar el
pensamiento recto que contribuya a evitar o mitigar una condición
desfavorable que vea en una actividad, interpretándola en términos de
influencias más bien que de sucesos y enseñando, en todo momento, una
filosofía de libre albedrío y autocontrol emocional que sea antítesis de
fatalismo y predestinación impecable. No daré a persona alguna consejo
que contribuya a perjudicar a otra o aprovecharse injustamente de ella.
Jamás efectuaré manifestación ni interferencia alguna que vaya en demérito de otro astrólogo salvo que éste me llame a consulta.
No
cejaré jamás en mis esfuerzos para acrecentar mi conocimiento
científico para enseñarlo a quienes juzgue dignos de seguir mis huellas y
consagrar mis energías sin regateo al mejoramiento de la comprensión
humana y a las relaciones personales en servicio de la Humanidad y la
sociedad.
Quiera
el creador que puso los planetas en sus órbitas como medios de guía de
los destinos del hombre preservarme y sostenerme en proporción a la
fidelidad con que yo cumpla con las leyes que me ordenó enseñar."
Hipócrates
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