Cómo interpretar una casa astrológica
Ya que el intercambio entre esa persona y yo vino a cuento de la casa IX, he tomado esa casa como ejemplo del sistema. Evidentemente, allí no está todo (estamos ante un breve resumen), pero puede servir para todos aquellos que aún no han leído el libro. Espero que les facilite la tarea en cuanto emprendan ese cometido.
También les recomiendo que lean la versión auténtica, que es la traducción que hice para Gracentro desde el latín y que pueden conseguir dirigiéndose a Jose Luis Carrión (joseluis380@yahoo.es) o a Mariano Aladrén.
Existe otra versión del libro XXI en castellano (publicada por la ETS), pero es en realidad la traducción al castellano del resumen que hizo Selva en francés del libro XXI. Es decir: ni es el original (pues es un resumen), ni está completa (pues le faltan partes), ni parte del texto en latín. Es una traducción de una traducción resumida y con esto está todo dicho. Lleva el título de "Libro XXI", pero dista mucho de serlo.
Digo a menudo que las personas no tienen ideas, sino que las ideas tienen personas. Somos instrumentos de las ideas, no sus creadores. Más allá de nuestros egos y de las limitaciones de nuestras personalidades, están esas ideas y sólo podemos llegar de verdad a ellas si dejamos de ser un "yo" para servirles de vehículo. El "vedetismo" y la egolatría sólo sirven para obstaculizarlas, para cortarles el camino, a veces irremediablemente.
Por eso es tan importante respetar las ideas y facilitar la tarea de quienes pueden ser sus transmisores. Y para eso hay que actuar con respeto, honestidad y lealtad hacia esa mente universal o inteligencia colectiva, evitando difundir ideas erróneas, publicar libros falsificados o expoliar de forma violenta el trabajo ajeno. Cuando dejamos que los criterios personales y las estridencias de nuestra personalidad prevalezcan sobre el amor a la ciencia, estamos destruyendo lo más valioso que tiene el ser humano: su posible conexión con ese mundo de los inteligibles en el que, como buena platónica, creo firmemente.
No olvidemos que la astrología es una ciencia sagrada, pues nos pone en sintonía con el "Proyecto". Es imposible estudiar a fondo la astrología sin maravillarse de cómo nada es fruto de la casualidad, sino que todas las cartas están entrelazadas. La sincronicidad entre las cartas de todos aquellos que se cruzan en nuestro camino y la nuestra acaba haciéndonos ver que no existe al azar, sino un plan diseñado que nos abarca y nos une con el todo del que sólo somos una manifestación. Y eso es lo que debemos ayudar a difundir desde la máxima honestidad intelectual. Pues el dinero va y viene, la fama también, pero, al final sólo una cosa permanecerá: ese resplandor de la luz de las ideas de la que habremos sido gozosos transmisores.
Espero que estas reflexiones sirvan de algo y que disfruten del artículo
http://www.bedaweb.com/verarticulo.php?nid=164
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